Los personajes no me pertenecen, si no que a Akira Toriyama, como saben el disclaimer es importante :) No me lo quería saltar.
Solo la historia es parte de mi loca imaginación.
Un beso.
HF
Capítulo 1.
Pan se fue de espaldas al oír a su amiga, a su consejera, a la hermana mayor que nunca tuvo, Marron, la rubia de ojos azules más linda de todo Japón, darle una noticia como para morirse. Hace tiempo que no se veían y con razón, hace muchos años, cinco para ser exactos, Pan se mudó de su hogar a un lugar donde le darían mejores oportunidades y donde precisamente le dieron una beca para estudiar lo que quería; Sus estudios habían finalizado con éxito pero aún no decidía lo que hacer luego de eso, hasta el momento solo se comunicaba con sus seres queridos por teléfono ya que jamás volvió ni siquiera de vacaciones a la capital del oeste en donde vivían todos, y ahora, ahora con la noticia que le estaba dando Marron prácticamente le estaba obligando a hacerlo.
- No puedo creer que… ¿Por qué diablos no me lo contaste a los primeros meses? ¡Quién te crees Marron! – la retó la pelinegra, la rubia rió.
- Porque probablemente si te hubiera dicho relajada en los primeros meses, tú, desconsiderada, nunca hubieras venido a verme, con lo mal amiga que te pusiste – respondió resentida.
- No me puse mal amiga – Pan se rindió ante la buena nueva - Oh Marron ¿Eres feliz? ¡Voy a ser tía!
- Si, mensa, pero me haría más feliz que vinieras, de verdad, todos aquí quieren verte, Bra está muerta aquí a mi lado esperando que digas que sí – Pan se rió, nerviosa.
- No lo se, me sentiría tan extraña, cinco años no son para nada poco – explicó – Tengo ya veinticuatro y no los he visto hace tanto…
- Por eso te haría bien, además me comentaste que terminaste la universidad con honores eh, estudiosa – comentó la rubia – Por favor, me queda un mes y bueno, Bra dice que no te puedes perder el verme así como Ballena, ¡Se burla todo el día de mí! – aprovechó de acusar a la peliazul.
- Debes verte adorable – Pan extrañaba tanto a ese par – Bueno – suspiró tomando una decisión - Está bien, pero quiero que esto quede entre las tres, así que cuando llegue solamente ustedes dos sabrán y luego los demás – suspiró, imaginándose ese encuentro tan deseado por su parte luego de todo.
Sonrió nostálgica mientras oía que Marron y Bra celebraban a lo grande, le hubiera encantado que su abuela Chi-chi estuviera entre los sorprendidos, pero hace un año solamente ella había fallecido y todos tacharon a Pan de insensible por no volver cuando eso ocurrió a pesar de tener fuertes razones para hacerlo; en ese tiempo, cuando su padre le informó, fue como un golpe muy duro que le provocó una herida gigantesca, se aisló de la gente, a penas comía, trataba a todo el mundo como basura, se trataba a si misma como una porquería, vivió una depresión realmente preocupante y no quiso afectar a todos con sus manías, no llamó para saber de nada durante meses, sin duda la muerte de su abuela marcó un antes y un después ya que luego de sufrir, todo ese dolor la hizo crecer como persona, madurar.
Luego de un rato de charlar sobre el novio de Marron, las impresiones de sus liberales padres, las impresiones de todos y el plan de vuelo de Pan, cortó y miró al techo, algo descolocada por todo.
- El tiempo que pasó no bastó parece para olvidarte – en el blanco techo pudo ver los azules y penetrantes ojos de Trunks, evitaba hablar de él siempre, pero se moría de ganas de saber cómo estaba, y aunque se reprimía, quería saber con quién estaba, qué pasaba en su vida, todas esas cosas que nunca supo en todos esos años.
Su orgullo, sin duda, siempre fue más grande que su curiosidad, por eso estuvo cinco años en silencio, cinco años sin pronunciar su nombre, y ahora de golpe volvería a verlo tarde o temprano, volvería a su lugar de origen, a su vida, volvería a sus padres, a su mejor amiga Bra, a su hermanita postiza Marron y su novio -a quien tendría que conocer- y todo eso se le hacía muy pero muy repentino, casi tortuoso.
Dos semanas después…
Marron y Bra estaban en el aeropuerto esperando a Pan, ese día había mucho viento pues estaba comenzando el invierno y el clima amenazaba con llover. Ambas habían estado un buen rato ahí, paseándose hasta que se ubicaron entre todas las personas que comenzaban a agruparse esperando a los pasajeros del vuelo en donde supuestamente venía Pan.
Las personas comenzaron a salir con sus maletas y cosas por la puerta, Bra apretaba el brazo de su rubia amiga con nervios hasta que vio una larga cabellera pelinegra sobre los hombros de una muchacha pálida y alta que cargaba una cantidad no muy normal de maletas para su delgada complexión.
Sus ojos negros, tan parecidos a los de una joven Chi-chi se posaron en la llamativa peliazul y en una enorme rubia con sorpresa.
- ¡PAN! – gritó Bra y se lanzó como un koala a abrazar a su amiga mientras ella como siempre se entrenaba y se mantenía a la altura de los hombres Son y debido a eso la sostuvo en sus brazos alegremente sin problema. era Bra, Bra Briefs, había crecido tanto, su cabello estaba tan largo y bonito, se veía tan linda y arreglada como siempre y no podía estar más feliz de verla.
Luego de aquel apretado abrazo con su mejor amiga miró hacia el lado, sorprendiéndose al analizar un poco mejor a Marron, quien tenía una panza enorme de embarazada de ocho meses y unas semanas, casi lista para dar a luz y al verla así de linda en esa etapa de su vida no se arrepintió por ningún segundo sobre haber vuelto.
- Las extrañé mucho – soltó sinceramente mirando a la peliazul sin dejar de abrazar a la "delicada" rubia – Marron, estás radiante.
- Nosotros también te extrañamos – dijeron las dos chicas casi al borde del llanto.
- Es muy significativo para mi que estés aquí – soltó la rubia.
- Ya conocerás al afortunado padre de la criaturita – dijo Bra sonriente – Es un tipo de esos que ya no se encuentran, tan bueno como el queso…
- ¡Bra! – gritó Marron celosa, Pan reía viéndolas, siempre con ese humor.
- Bueno ¿Nos vamos? – la pelinegra las abrazó a ambas, y nunca había sido así de cariñosa pero ese día tenía tantas ganas de abrazar a tantas personas que no se contuvo.
Las tres partieron en el auto descapotable de Bra, para pan, hacia un destino incierto, ya que solo Marron y la conductora sabían dónde iban. Se desviaron de la ciudad para ir al campo, en donde rápidamente, con la agilidad de Bra -la misma que tenía Bulma- para conducir, arribaron al Monte Paoz.
- Oh – soltó Pan, sorprendida y a la vez interiormente asustada.
- Intuimos que lo pasaste más mal que todos aquí – comenzó Bra con seriedad – Si el descerebrado de Goten piensa que fuiste una desalmada por no venir a… a verla, nosotras creemos todo lo contrario, y esta vez tienes que estar sola.
- ¿Cuándo crecimos? – preguntó la recién llegada abrazando a la peliazul, quien rió.
- Era el momento, nuestras vidas cambiaron hace mucho y siempre es bueno despedirse antes de emprender rumbo adelante – Marron, la mayor de las tres, salió del auto y le acarició el cabello a ambas con cariño – La vida nunca fue fácil, pequeñas.
- Me encanta estar de vuelta si es con el apoyo de ustedes – Pan miró al monte - ¿Está ella aquí? – su voz se quebró un poco.
- Si – Bra miró la casa que había metros más allá, la casa en donde vivieron los abuelos de Pan desde casados, en donde criaron a su padre y a su tío, en donde vivió su amiga los últimos años de su vida – En el jardín de la casa, con muchas rosas como ella quiso.
- Me lo imaginaba – Pan avanzó, era como estar en la recta final a lo que quiso terminar hace mucho tiempo. Había escuchado una canción que le enseñó mucho, en donde decía que decir adiós era crecer a la vez, y eso estaba a punto de hacer.
Si, se cayó, si, por mucho tiempo se quiso quedar en el hoyo, si, pensó que sería mejor irse con su abuela Chi-chi, pero ahora estaba de pie, ahora estaba queriendo terminar con esa etapa, quería vivir su vida y esa vez no sería más la niña que vivió bajo la sombra de su abuelo, que vivió toda la vida lamentándose y preguntándose tantas veces ¿Por qué se fue?, era hora de resignarse y ser Son Pan, igual o más fuerte que su abuela, ser feliz, brillar, porque ella lo querría así.
Llegó al final del camino, y como Bra había dicho, ahí estaba la tumba de su abuela con su nombre al frente, lleno de rosas y flores, conservando el estilo dulce que siempre desplegaba la imagen de Chi-chi aunque su carácter no fuera precisamente dulce. Era una mujer admirable, pensó, digna esposa del escurridizo y distraído Goku.
- Abuela – soltó, lo único que escuchaba era su propia voz más el canto de los pájaros, no había sonido alguno aparte de eso a su alrededor – Perdón por no estar aquí, cuando pasó…
Silencio.
- Como niña que era me enterré en mi misma, si venía aquí probablemente me hubiera arrepentido de hacerlo, no necesitaba estar rodeada de todos, necesitaba tanto de la soledad y solo cuando te fuiste pude entenderlo... necesitaba comprender tantas cosas. Si me vieran todos, probablemente se sorprenderían, Goten me detesta por no venir, lo sé, pero me ha servido, y ahora que estoy aquí no se si quiera irme – sonrió – Quisiera visitarte todos los días, hablar contigo, quizás pedirte perdón nuevamente por no verte en los últimos días de tu vida, pero no puedo pedir perdón por algo que me hizo bien, y se que estancarme en el pasado no es nada bueno, Abuelita.
Lo pensó.
- Siempre te voy a recordar, fuiste la mejor y tú eres el único ejemplo a seguir para mí – suspiró – Te quiero mucho, siempre lo haré – sus ojos comenzaron a tornarse brillantes y sin quererlo, ya estaba comenzando a quebrarse demasiado.
Miró hacia atrás, un poco más arriba estaban Bra y Marron apoyadas en el auto viéndola en silencio; les sonrió pasando una mano distraída por sus ojos, esas lágrimas que se arremolinaban no caerían.
- Tengo que irme – susurró y sin decir nada más emprendió rumbo hacia donde la esperaban sus amigas, encontrando un poco de paz interior luego de aquella despedida, y al llegar arriba abrazó a las dos mujeres que la acompañarían siempre, sin decir palabra, sin llorar, sin hacer nada.
Ellas comprendieron el asunto y se quedaron así por un buen rato todas en silencio.
- ¿En serio Goten me odia?
- Pues, es un idiota... un hablador – comentó Bra – Solo sé que él dijo que eras una hipócrita sin conciencia, una niña egoísta que no se dio el tiempo de venir cuando ella se... fue.
- Tendré que hablarlo con él – suspiró Pan apesadumbrada.
- No te preocupes por él ahora, se comportó como un niño – Marron acarició el rostro de su amiga – Vamos, mis padres estarán felices de verte, puedes quedarte en mi casa.
A pan le pareció que esas palabras le quitaron un gran peso e incertidumbre de encima, no solo Marron se había adelantado a Bra, si no que, si Bra hubiera sugerido la gran idea de ir a quedarse con ella a la corporación cápsula no hubiera podido decir que no, y tarde o temprano estaría encontrándose con Trunks.
No sabía si estaba preparada para eso.
Sin extenderme, quisiera decir que este sería mi primer Long Fic de Dragon Ball Z, y bueno, mis disculpas si a veces tengo faltas, y cosas así, me esforcé mucho por hacer de este fic algo bueno y de calidad. Le quise dar muchas temáticas, como lo es el tema familiar, espiritual, tal vez un poco de humor más adelante, el valor de la amistad y finalmente el amor, claro, las parejas principales serán Trunks y Pan, Bra y Goten, y finalmente Marron y un OC llamado Mars. espero que les guste el fruto de mi trabajo :) No soy de las que tarda en actualizar, por suerte, y eso.
Este primer capítulo está algo aburrido, lo sé, pero es la base de la historia.
Sin más que decir, ¡Espero que disfruten leyéndolo!
PD: Para explicar el nombre del fic y el Summary deberán seguir leyendo y atando cabos, todo a su tiempo.
