Una sonrisa se formó en sus labios y una risa emitió dentro del sueño al acuchillar otra alma feliz, pero el sueño que parecía más que agradable para el asesino comenzó a teñirse de terror para él. La sangre que empapaba su ropa y sus vendajes, ya no le parecía bien.

Estaba mal.

Estaba muy mal.

"¿Ray?"

Ella estaba sobre el pavimento, llena de sangre. Su guadaña contenía su sangre.

La había matado.

Y gritó.

...

Era de madrugada, pero eso no impidió que un alma atormentada despertara en mitad de la noche.

—Ah... Ah...

Su respiración era acelerada. Había despertado sobresaltado, sus oídos aun podían escuchar el sonido chorreante de la sangre salpicar en el suelo, sentir el líquido caliente y pegajoso como su olor.

Su mente rememora el grito ahogado. Las manos vendadas cubren sus propios oídos intentando acallarlo.

—¡Ray! —gritó.

Ya no aguantando. No soportando.

Necesitaba saber. Necesitaba saber que estaba bien.

—¡Ray! —Volvió a gritar— ¡Ven, ahora mismo!

La necesitaba. La necesitaba con vida.

Al rato, pudo sentir como los pies descalzos de Ray se dirigían a él.

Dormir separados (Vaya mierda)

Adulto decente (Vaya mierda)

Porque ahora mismo, le hubiera gustado despertar a su lado. Para saber, de inmediato que se encontraba bien. Al instante en que entró, prendió la luz. Provocando un gruñido en Zack quien tenía los ojos cerrados no soportando el centellante brillo.

—¿Estas bien? —cuestionó al notar que sus vendas estaban empapadas.

Además de su respiración irregular.

—Ahora si —confesó.

Sintiendo que un alivio recorría su ser. ¡Estaba bien! ¡Ray, estaba bien!

—¿Que paso? —Preguntó— ¿Fue una pesadilla?

Él no respondió, aunque hizo un leve asentimiento que no fue notado por Ray al ser tan corto y despacio.

Eso era una pesadilla. Se había vuelto de esa forma, al no sentirse nada bien luego de haberla matado. En ese instante, pareció que había acabado con su propia vida y no con la de ella.

De vuelta estaba solo.

—¿Qué fue lo que soñaste? —interrogó.

El tragó saliva.

—¿Que mierda te importa? —contestó bruscamente ¡No podía decirle! ¡No podía decirle!

—Me importa por eso te estoy preguntando —respondió simplemente— Además gritaste mi nombre.

—¡Agh! —revolvió su pelo.

—¿Me lo dirás?

—¡Bien! Soñé que te mataba.

Sus ojos fijos estaban fijos en las sabanas que agarraba con sus manos. Sintiendo, aun, el aceleramiento de su corazón.

—Yo también sueño en que me mates.

Entonces la miró (Sus ojos ya acostumbrados a la luz) y no vio lo que esperaba ver.

Lucia feliz, ¡La desgraciada! Uno sufriendo y la otra... ¿¡Que mierda!?

—Eso fue un buen sueño —alegó— ¿Quieres hacerlo realidad?

¿Eh?

—Por eso me llamaste, ¿cierto?

Sus ojos brillaban emocionados y Zack se sintió más irritado. Apretó sus dientes con fuerza.

¿Era una jodida broma?

Se sentía como un pedazo de basura luego de tener esa pesadilla. Porque era una pesadilla, sin importar la opinión de Ray porque claramente ella no la estaba poniendo en esa categoría.

¡Agh!

—Zack... ¿Me mataras?

—¡Voy a dormir! —espetó, cubriéndose con las sabanas. Dándole la espalda.

—¿No vas a matarme?

—¡No! —gruñó.

Aun no lo podía creer. Él estando fatal por la puta pesadilla y para Ray era un bonito sueño. Además, ¿Pensaba que la llamaba porque quería hacerlo realidad?

Maldición, maldición, maldición.

¡Agh! Al menos, Ray sé que encontraba bien. Con ese pensamiento, podría seguir durmiendo.