Hola a todos y bienvenidos a mi nueva pequeña historia "Todos Los Perros Son Iguales". Esas historias pueden ser o no reales, yo no voy a poner nombres de lugares, para que no tener problemas con los lectores. Sin más nada que decir espero que les guste la historia.
Todos Los Perros Son Iguales
En un pequeño pueblo, de más o menos mil habitantes, había una tienda de mascotas. En el pueblo habían dos tiendas. En una de ellas, el dueño sale a la calle y comienza a colgar un cartel que decía "Cachorritos en venta". Era de esa clase de anuncios que siempre atrae a los niños. Pronto, un niño apareció, vio el cartel y entró en la tienda. Se acercó lentamente hacia el mostrador y el dueño se le acercó.
-¿Que desea?- Preguntó el hombre que aparentaba tener cincuenta años más o menos.
-¿Cual es el precio de los perritos?- Preguntó el niño con una linda cara que se podría decir que era igual a la de un ángel.
-El valor de cada uno es entre 30 y 50 pesos.- Respondió el hombre. Los pesos son argentinos, para que quede en claro. Sigamos con la historia. El niño metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas.
-Solo tengo 2 pesos con 37 centavos.- Dijo el niño tristemente. Agregó. -¿Puedo verlos?- El hombre sonrió y silbó. De atrás de una puerta, salió una perra corriendo, seguida por cinco cachorros. Uno de ellos estaba quedándose atrás. El niño inmediatamente señaló al perro que cojeaba o rengueaba, está bien dicho de las dos formas.
-¿Que le pasa a ese perrito?- Preguntó el niño. El hombre suspiró.
-Bueno, verás, ese perrito cuando nació el veterinario me dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.- Dijo el hombre. El niño se emocionó mucho y exclamó.
-¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!-
-No, tú no vas a comprar a ese cachorrito. Si realmente lo quieres, yo te lo regalo.- Replicó el hombre. El niño se disgustó y miró al suelo, luego, lo miró al hombre a los ojos.
-Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros cachorritos y yo le pagaré el precio completo.- Dijo el niño y puso lo único de dinero que tenía, sobre el mostrador. Agregó -De echo, le voy a dar mis 2 pesos con 37 centavos y pagaré 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo.-
-Tu en verdad no querrás comprar a este perrito, hijo.- Dijo el hombre tomando al perro y poniéndolo sobre el mostrador. Agregó. -El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos.- El niño se agachó y se levantó la manga larga de su pantalón para mostrar su pierna izquierda. Estaba cruelmente retorcida e inutilizada soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo.
-Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco y el perrito necesitará a alguien que lo entienda.- Esto lo dijo con un tono de inocencia y muy dulcemente. El hombre se mordía el labio y trató de no llorar, pero no lo logró, ya que sus ojos se llenaron de lágrimas. Le sonrió al niño.
-Hijo, solo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tu.- Dijo el hombre, el niño le dio el dinero, tomó al cachorrito y se fue feliz. En la vida no importa quien eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente. El verdadero amigo, es el que llega cuando todos se han ido.
Aquí termina la historia, espero que les haya gustado. Cuando la encontré y la terminé de leer, en internet, tenía lágrimas en los ojos. Si quieren que siga subiendo más de estas historias, solo pídanmelo. Mi único pedido es que pongan sus reviews.
