TE DEJO EN LIBERTAD
-Ahh… sí… Ed…ward sí – alcancé a decir, sentir el cuerpo del hombre que amo sobre el mío era la sensación más satisfactoria que podía tener. Su mano y boca sobre mis pechos hacían maravillas, mientras que la otra mano penetraba mi intimidad dándome más y más placer.
Eran momentos como este donde me podía olvidar de todo lo que me preocupaba.
-Ahh…- decía Edward.
-Te quie…ro de… dentro ahora – exigí, necesitaba de él, necesitaba olvidar todo lo que en otra situación me carcomía por dentro.
Y como siempre, sin decir mayor palabra me penetró, duro, rápido, sin contemplaciones, tal como había empezado a ser desde unos cuantos meses hasta la actualidad.
-Siii… así… - me sentía completa cuando lo tenía dentro de mí.
-Ahhh… Ahh… - gemía mi amado, volvió a tomar uno de mis pezones en su boca, incrementando más la sensación de éxtasis que me estaba volviendo loca.
Un par de embestidas más y un poderoso orgasmo me invadió seguida por él. Se recostó sobre mi pecho y yo lo envolví con mis brazos, estaba exhausta pero aun así siempre adoraba tenerlo entre mis brazos, pero la satisfacción no me duró mucho, ya que como últimamente venía sucediendo, él levantó la cabeza con una sonrisa que me parecía algo forzada, dejó un casto beso en mis labios, se salió de mí y se levantó de la cama para ir a darse una ducha.
No pude evitar que algunas lágrimas escaparan de mis ojos. Era como si tener mi olor en su cuerpo le molestaba, cada que estábamos juntos era lo mismo me brindaba el mayor placer y luego así por así se levantaba y se duchaba sin decir nada, sea la hora que fuese.
Las cosas habían cambiado, llevábamos viviendo juntos durante un año y hacía una temporada que lo había notado diferente, lo sentía más distante, cada cosa que hacíamos juntos era como si él lo hacía más por obligación que porque realmente lo quería, sí yo le pedía salir a pasear en pareja o tomarnos vacaciones en nuestros respectivos trabajos para realizar algún viaje él simplemente me decía que no tenía tiempo y que tenía cosas que solucionar de momento que ya lo haríamos después, solo notaba sonrisas reales cuando estábamos con nuestros amigos.
Jasper y Emmett, mis hermanos, también lo habían notado ya que una tarde que tenía libre en mi trabajo vinieron a visitarme y entre conversa y conversa me preguntaron si algo iba mal entre nosotros, les expliqué lo que sucedía y ellos también quedaron intrigados, se ofrecieron a hablar con él para indagar qué era lo que pasaba con él pero yo les hice prometer que no lo hicieran ni que le dijeran nada a sus novias, Alice y Rosalie, hermanas de Edward, al despedirse me sonrieron y abrazaron amorosamente aunque en sus ojos también pude ver el descontento que les causaba mi situación.
Me cobijé con la sábana intentando ahuyentar aquel sentimiento de abandono que últimamente se había alojado en mi pecho. Cerré mis ojos e intenté dormir, pero no hubo caso, mis pensamientos no me dejaban tranquila, escuché cuando la puerta del baño se abría pero simulé estar dormida, no quería ver en su mirada la expresión de preocupación y tristeza que últimamente se apreciaba en sus ojos; escuché el sonido de su celular y como él se apresuraba a cogerlo después sus pasos que se dirigían hacia el pasillo.
Entonces decidí levantarme para ir al baño ya que seguro tardaría pues últimamente cada que recibía una llamada se iba al despacho para conversar de forma privada suponía yo así que por eso opté por asearme un poco.
Pero el destino tan cruel me tenía deparado otra cosa, al caminar hacia el baño lo escuché hablando, estaba en el pasillo y sin querer me quedé ahí y no avancé.
-Sabes que no puedo hacerlo – decía, tardó unos minutos en hablar - las cosas han cambiado sí, lo sé, pero aun así no puedo hacer eso.
¿De qué hablaba? Me pregunté.
-No ahora no puedo ir contigo – volvió a hablar, será qué…? No, no creo, no quiero creerlo - ¿Mañana? No creo que tampoco pueda, quedamos de salir todos en la noche mejor dejémoslo para pasado mañana ahí podemos vernos no te preocupes. – Volvió a quedarse callado, supuse yo esperando que terminara de hablar la otra persona – entonces así quedamos, no ella no dirá nada, ya que veré que excusa saco – silencio – sí no vemos, también te quiero mucho.
Y al escucharlo decir eso mi mundo se vino abajo, por suerte mi cuerpo reaccionó e inmediatamente volví a la cama y me hice la dormida nuevamente, sentí cuando él ingresó a la habitación y cuando se acercó a la cama suspiró audiblemente, se acostó pero sin abrazarme como lo hacía al principio de nuestra relación. Al cabo de unos minutos sentí su respiración lenta y acompasada, se había dormido.
Lentamente me levanté y salí del cuarto, las ganas de llorar pudieron conmigo, lloré y lloré casi toda la noche, Edward ya no me quería, tenía a otra persona, yo solo era un estorbo en su vida que no le permitía ser feliz con la persona a la que quería ahora, por qué tuve que saberlo en este momento por qué no lo supe antes, ahora todo se complicaba, la vida feliz que había imaginado ya no se concretaría y eso me hacía la persona más desdichada, pero lo amaba tanto, ¿Qué hacer? Me pregunté.
No sé cuánto tiempo estuve llorando en la sala hasta que empecé a notar que el cielo se aclaraba, me limpié un poco mi rostro y me apresuré a bañarme y cambiarme, necesitaba salir de ahí antes de que él se diera cuenta de mi estado.
Cuando estuve lista él aún seguía dormido, dejé una nota sobre la almohada con la pobre excusa de que tenía que ir a hacer unas gestiones de la oficina y me fui. No lo acompañé a almorzar como era nuestra costumbre, nuestra relación era solo eso una maldita costumbre. Tenía que aclarar mis ideas.
-o-o-
Un mes había pasado desde aquel descubrimiento, un mes desde que mi relación con Edward iba en picada a pesar de que él intentara portarse igual que siempre, ya nada era igual, cada día lo sentía más distante y eso era como dagas que mataban mi apenas vivo corazón, las llamadas siguieron y cada que colgaba él se quedaba pensativo y con expresión triste, suponía yo que la mujer que lo llamaba le exigía pasar más tiempo con él porque los viajes se volvieron cada vez más seguidos y las veces que le sugerí que podia acompañarle simplemente dijo que no porque no tendría tiempo para dedicármelo a mí ya que se la pasaría trabajando solamente. Pero ya lo había decidido, si para él estar conmigo era una tortura pues… yo lo amaba tanto como para dejarlo ser feliz así yo no esté ya en esa ecuación.
Me estaba arreglando, era viernes por la noche y habíamos quedado de ir con los chicos a un pub… ahí sería todo. Edward no salió conmigo porque "tuvo que ir a dejar unos papeles importantes a la oficina" por favor qué excusa más pobre dije una vez se fue. ERA VIERNES, quien le creería eso cuando no trabajaba los sábados.
Me arreglé lo mejor que pude, un jeans ajustado, botas altas, blusa de seda azul y una chaqueta negra de cuero, mi cabello lo dejé suelto, me maquillé un poco, casi nunca lo hacía pero hoy era un día importante y quería dejar un lindo recuerdo.
Mis hermanos pasaron por mí y las chicas alabaron mi vestuario aunque les pareció extraño que me arreglase tanto, mis hermanos me vieron por el espejo retrovisor y yo solo me encogí de hombros restándole importancia.
El lugar estaba lleno a su totalidad pero Alice ya había reservado una mesa para nosotros, pedimos nuestras bebidas y al poco rato llegó él, saludó a todos y después a mí con dándome un casto beso en los labios para luego enfrascarse en una conversa con mis hermanos, me sentí ignorada.
-Está fantástico este lugar – me gritó Alice. Yo asentí.
-Todo está de lujo – concordó Rosalie. Ambas con una enorme sonrisa, yo intenté imitarlas pero aun así se dieron cuenta de mi estado de ánimo. – Te pasa algo Bells.
-No, para nada – contesté mecánicamente, aunque siendo sinceras me sentía un poco mareada.
-¿Segura? – Insistió Alice – desde hace unos días te noto un poco pálida.
Al decir esto Edward se volteó a verme fijamente, qué irónico, ni siquiera se había dado cuenta de aquello. Lo ignoré
-Tranquila estoy bien, no me pasa nada.
-Bueno aquí trajeron nuestras bebidas – dijo Emmett cuando uno de los meseros ponía las bebidas que siempre solíamos pedir en los bares, yo miré mi vaso y la verdad es que no me apetecía para nada además de que en mi estado actual no sería recomendable.
-Yo paso – dije alejando el vaso de mí, los allí presentes me miraron extrañados – la verdad es que no tengo ánimos ni ganas de tomar alcohol hoy – me excusé.
-Segura que te sientes bien – me preguntó Edward con el ceño un poco fruncido. Yo suspiré.
-Sí Edward estoy bien, solo que no quiero tomar – le respondí sin mirarlo a los ojos para que no viera que mentía. Realmente me sentía destrozada, estaba segura que para mí sería difícil alejarme de él, pero lo que más quería era verlo feliz. Iba a decir algo cuando el dj empezó a hablar.
-BUENO MI QUERIDO PÚBLICO NUEVAMENTE BIENVENIDOS A FREE SOUL, EL MEJOR PUB DE LA CIUDAD ESPERAMOS QUE LO PASEN DE MARAVILLAS Y YA SABEN CUALQUIER PETICIÓN AQUÍ ESTÁ SU FIEL SERVIDOR TONY DJ –y dicho esto la música bailable empezó a reproducirse nuevamente incrementando el nivel de efusividad de todas las personas.
Los chicos salieron a bailar, Edward me preguntó si quería bailar con él y acepté, quizá sería la última vez y no estaría mal aprovecharlo, estar en sus brazos sin duda era algo que extrañaría mucho. Cuando pasaban unas horas de haber llegado supe que era el momento, me escabullí de la mesa alegando que iba al baño, por suerte en ese momento las chicas habían ido a ver más bebidas para ellas y me enrumbé al lugar donde estaba el dj, hablé con él y le expliqué lo que quería hacer, al principio se mostró un poco dudoso pero luego de unos minutos aceptó me ofreció un micrófono y por un pasillo me ayudó a llegar hasta el mini escenario que había en el lugar, tomé una fuerte inspiración y no lo pensé, porque si lo hacía me arrepentiría. La música fue cesando hasta que se detuvo.
-Buenas noches – dije con micrófono en mano subiendo al escenario, no miré a nadie, no miré hacia donde él estaba solo continué – quizá a algunas personas les extrañe mi intervención esta noche y quiero de antemano pedir disculpas por interrumpir la música – el lugar estaba en completo silencio y eso hacía incrementar más mis nervios – pero no será por mucho tiempo.
-Estoy aquí frente a ustedes para dedicarle un tema a la persona más importante de mi vida, a la persona que amo – continué – no estoy acostumbrada a hacer este tipo de cosas pero dado el caso me ha parecido necesario, quizá esa persona piense que no es la mejor forma de hacerlo y me disculpo por ello, pero fue un impulso lo que me trajo hasta aquí, frente a ustedes, y eso no siempre me ocurre así que decidí hacerle caso a mi impulso, solo espero puedas disculparme por la forma en la que decidí hacerlo – dije mirando disimuladamente en dirección a Edward, pude ver reflejado en su rostro la sorpresa, miré en dirección a donde estaba el dj y asentí para que empezara a reproducir la pista de la canción.
Siento que me desconoces
Siento que tocarme ahora
Te da igual, te da igual
Cada vez hay más temores
Crece como hiedra la inseguridad
Dirigí mi mirada hacia él, y podía decir que su rostro era de completa incredulidad, sus ojos estaban totalmente abiertos. Desvié mis ojos nuevamente.
Y me lastima ver que intentas rescatar
Lo que un día en el alma nos unía
Ya no está
Aunque estas
Es momento de afrontar la realidad
Volví a mirarlo, a pesar de todo lo amaba y me dolía hacer esto y de esta manera, pero en el fondo sentía que estaba haciendo bien.
Tú me quieres pero yo te amo
Esa es la verdad
Tu presencia aquí me está matando
Sentirte a la mitad
Me he cansado de intentar y no lograr
Que te vuelva a enamorar
Sé que no me quieres lastimar
Pero tengo que soltarteeeee
Hoy te dejo en libertad.
Al escuchar esa última frase se levantó al igual que el resto de los chicos por la expresión de cada uno podia decir que estaban anonadados ante mi accionar.
No te odio no hay rencores
Simplemente el corazón ya no está
Tu corazón ya no está
Se han perdido los colores
Ya tus manos no me tratan de buscar
Y me lastima ver que intentas rescatar
Lo que un día en el alma nos unía
Ya no está
Aunque estás
Es momento de afrontar la realidad
Los ojos de mis hermanos y de Alice y Rose pasaban de mí a Edward y así sucesivamente, los ojos de mi amado reflejaron tristeza y comprensión, una lágrima rodaba por su mejilla, aun a la distancia pude darme cuenta.
Él público intentaba descifrar para quien iba dirigida esa canción, pero por suerte supe disimular muy bien las miradas que le daba a Edward en cada parte de la canción.
Tú me quieres pero yo te amo
Esa es la verdad
Tu presencia aquí me está matando
Sentirte a la mitad
Me he cansado de intentar y no lograr
Que te vuelva a enamorar
Sé que no me quieres lastimar
Pero tengo que soltarteeeee
De mis ojos empezaron a escaparse pequeñas lágrimas, pero sorprendentemente mi voz seguía intacta, estaba tratando controlarme lo más que pudiera y estaba haciéndolo muy bien por lo visto.
Me hace más daño seguir contigo
Y ver que aun con mi calor
Tú sigas teniendo fríooooo
Tú me quieres pero yo te amo
Esa es la verdad
Tu presencia aquí me está matando
Sentirte a la mitad
Me he cansado de intentar y no lograr
Que te vuelva a enamorar
Sé que no me quieres lastimar
Pero tengo que soltarteeeee
Esta vez sí lo miré directamente mientras pronunciaba la última parte de la canción.
HOY TE DEJO EN LIBERTAD
Agaché mi cabeza, el lugar se quedó en completo silencio por un instante y después las personas empezaron a aplaudir efusivamente. No levanté mi mirada pero acerqué el micrófono a mi boca.
-Gracias, gracias por todo, a pesar de todo te amo eso no lo dudes – terminé de decir, para luego bajar del escenario.
Por suerte el dj me dijo que podia utilizar la puerta de servicio para salir de ahí, ya que no tenía pensado ver a Edward ni a los demás precisamente ahora, en la salida ya me esperaba un taxi, por suerte muy amablemente Tony había sugerido pedir uno, él mismo se encargaría de solicitarlo y por lo visto era hombre de palabra, me subí al auto y le di la dirección al chofer, donde sería mi nuevo hogar, tristemente Edward ni siquiera se había dado cuenta de que ya había empezado a sacar mis cosas de su departamento.
Mi teléfono comenzó a sonar, miré en la pantalla y era él, ya llegaría el momento de hablar, sé que no me podía esconder para siempre pero por el momento era mejor.
Llevé mis manos a mi vientre, por lo menos tendría un buen recuerdo de él, del amor que un día nos unió, este pequeño bebé que llevaba en mi interior sería de ahora en adelante el pilar que me sostenga, sería mi nuevo motivo de felicidad. Se lo diría sí, pero aún no estaba preparada para hacerlo.
Apagué el celular al ver que tanto él como mis hermanos y cuñadas seguían llamando y me recosté en el asiento este era el inicio de una nueva vida.
HOLA, HOLA, QUE TAL, ESPERO LES HAYA GUSTADO ESTE PEQUEÑO ONE SHOT, LA VERDAD LA IDEA ME VINO DE UN MOMENTO A OTRO POR ESO ME ANIMÉ A ESCRIBIRLO, ES PEQUEÑO LO SÉ, ESPERO QUE LES GUSTE.
LA CANCION SE LLAMA: TE DEJO EN LIBERTAD, DE HA-ASH PARA LAS QUE NO LA HAYAN ESCUCHADO SE LAS RECOMIENDO, ES MUY HERMOSA… A LO MENOS A MÍ ME ENCANTA… ESPERO SER MERECEDORA DE UNOS CUANTOS REVIEWS DE SU PARTE…
