Buenas, aquí les dejo esta historia, quizás la continúe dependiendo de su opinión. Últimamente no dispongo de mucho tiempo así que solo me da para escribir cosas más cortas, espero su comprensión por ahora. Muy buenas lunas a todos.
Los personajes no me pertenecen, son del sensei Akira Toriyama.
QUISIERA NO SENTIRLO
Definitivamente nunca iba a entender qué le sucedió la noche anterior, cómo fue capaz de cometer ese grave error, era una mujer comprometida, muy a su pesar, pero aún lo era. A pesar de las constantes peleas con su aún novio, ella no había visto esa posibilidad de terminar su relación de casi quince años. Se ponía a pensar más seriamente y su rostro se tornaba triste, ya todo se había esfumado.
Cuando era una muchacha joven y soñadora, conoció a aquel lobo solitario del desierto, fiel a sus costumbres, le gustó mucho, físicamente el muchacho no estaba nada mal. Con el tiempo ella fue conociendo más y más sobre el tímido joven y le tomó cariño, con el paso de los años se hicieron novios y fueron felices; claro, aquello había sucedido hace tantos años, que había olvidado que era sentir ese fuego interior cuando estas cerca de la persona a la que amas. Lo había olvidado, hasta anoche.
Anoche algo impensable sucedió con ella y su tan alardeada inteligencia, ella que recriminaba a Yamcha por sus continuas infidelidades y ella, precisamente ayer había caído en lo mismo. Mordió de aquella manzana provocativamente prohibida y ahora estaba perdida.
Perdida porque no sentía nada de culpa, ayer había sido totalmente feliz en los brazos de aquel asesino espacial, ahora que lo pensaba bien. Sí que estaba loca!, solo una mujer como ella podría haber pasado la mejor noche de sexo de su vida, con un "hombre" como él.
Estas loca Bulma…cómo pudiste…él te hará sufrir, nunca va a estar contigo, para él…llevas en la frente un aviso de úsame y tírame, que tonta fui.
Pensaba para sus adentros, lo cierto era que le había encantado lo que sucedió, cuando el guerrero la acariciaba tan suavemente, mordía con sumo cuidado cada parte de su cuerpo, cuando lo sintió dentro de ella por primera vez; se sentía la mujer más feliz del universo, nunca había hecho el amor de esa manera, jamás se hubiera imaginado que Vegeta era capaz de tales tratos, vaya que cuando estaba en la intimidad era totalmente distinto.
Y eso la perturbó, ya que se suponía debía de estar arrepentida ante tal aberración. Pero nada de eso ocurría, al contrario, su curiosidad por el Saiyajin iba en aumento. Cada vez dejaba de verlo menos como un despiadado asesino y ahora empezaba a verlo como lo que realmente era, un hombre con muchos conflictos internos, pero no era malo. Ella estaba convencida de eso, Vegeta no era una mala persona.
No!, claro que no. Gokú fue capaz de darle una oportunidad. Por supuesto que ella también se la daría. Ayer quedó claro que el saiyajin puede ser muy rudo, pero a ella la trató como jamás nadie lo había hecho, conoció un lado del guerrero, tan distinto...que cayó rendida ante él y se dejo hacer. Esto taladraba en su mente con un compás insaciable. Cuando despertó no encontró al hombre a su lado y lo entendió, tampoco ella se sentía cómoda como para hablar de eso. Puesto que no tenía nada claras sus ideas.
Pero algo sí tenía claro, sea o no que pueda suceder algo más con Vegeta en el futuro. Iba a dejar a Yamcha, ya no tenía sentido seguir con eso, sabía que hace mucho tanto él como ella ya no sentían lo mismo. Prueba de ello eran las constantes infidelidades del beisbolista. Aunque siempre retomaban la relación con falsas promesas por parte de él o porque ella simplemente tenía miedo de quedarse sola, eso terminó por acabar con todo ese gran amor que desde adolescentes había existido, no quería agobiarse más con eso, pronto tendría que lidiar con ese engreído Príncipe, no sabía bien si estaba preparada.
Ese hombre la ponía nerviosa, una risita leve salió de sus labios. Ayer temblaba de placer debajo de su cuerpo, lleno de músculos y cicatrices; recuerdos de todas sus batallas en el espacio y también la tierra, cosa que lo hacía ver extremadamente sexy. Jadeaba, gemía de placer, le pedía más y más. Estaba en el cielo, ese hombre era el amante perfecto.
Pronto se dio cuenta de que la hora del almuerzo se acercaba y como siempre el saiyajin hacía acto de presencia en el gran comedor. El mutismo fue absoluto, incómodo. Se sentía la tensión de sus cuerpos, recientemente unidos. El Príncipe pasó a su lado sin pronunciar palabra alguna, se sentó en una de las sillas a esperar que los robots domésticos le sirvan el almuerzo. La verdad era que nadie sabía por dónde empezar. Los padres de la mujer no estaban en casa, para variar; estaban de vacaciones. La casa era de los dos, para los dos. La verdad era que ambos tenían miedo de lo que pueda suceder, al saberse solos. Miedo de volver a caer.
De pronto ambos tomaron la palabra a la vez…
Fue un error. – Dijeron al unísono
El error fue totalmente mío por dejarme engatusar por una mujer tan vulgar como tú.
Ah sí?, no me digas…anoche no parecías recordar en absoluto que era una vulgar, es más hasta me dijiste que era hermosa. – Le contestó mordazmente la peli azul.
Hmmmp, pues mentí; estábamos apareándonos, qué querías que dijera?
Apareándonos? Óyeme!, yo no soy ningún animal como para que uses esos términos conmigo.
Qué?, no entiendo bien por qué los humanos suelen ponerle nombres ridículos y cursis a las cosas, no me interesa como lo llamen aquí, fue un simple acto de apareamiento y eso es todo.
Un simple acto de apareamiento?...espera, a ver si entiendo…dices que te apareaste conmigo, solo porque sí?...que no hubo una razón en el fondo de todo esto...enserio crees que me tragaré ese cuento?.
De qué estás hablando mujer?
Que anoche me hiciste el amor!, fuiste tierno y delicado, eso es mucho más de lo que imaginaba de ti. Sabes muy bien que eso no es un simple acto de apareamiento Vegeta y si tú eres tan tonto como para no darte cuenta, es tu problema. Yo sí sé distinguir muy bien las cosas.
Y distingues que no me interesa en lo más mínimo acaso? – Sonrió de lado
Distingo que eres un maldito cobarde, tienes miedo de lo que sentiste, no es así? – Dijo tranquilamente la mujer
Vegeta la tomó agresivamente de los hombros y la empujó contra la pared.
Escúchame bien humana estúpida, no vuelvas a faltarme el respeto de ese modo, entiendes?. Ya he tenido suficiente con tener que lidiar contigo todos los días, escuchar tus chillidos insoportables, tu escandalosa voz. No colmes mi paciencia, yo no soy como Kakaroto o el imbécil ese que tienes de novio, te lo recuerdo por si lo haz olvidado. me he dado el lujo de he exterminar cientos de planetas y vidas, una más a mi gran lista no sería ninguna carga.
Bulma tragó saliva, estaba muy nerviosa y asustada. Lo que él decía era cierto, había sido una tonta en tratar de esa forma a alguien como él, podía matarla tan solo en un segundo. Se desilusionó, él jamás la vería como algo más que un simple objeto con el que satisfacer sus deseos.
Bien, pero yo también tengo algo que decirte. Yo no soy una cosa que puedes usar y dejar, soy un ser humano débil sí, pero lleno de vida y de sentimientos. Jamás me avergonzaré de eso. Esto me hace diferente, de ser algo como tú.
Algo como yo?
Tú eres un asesino desalmado. Jamás podré entender que me sucedió anoche, por un momento pensé que podrías ser diferente. Pero no es así, jamás será así.
Ja! Y qué pensabas? Me das risa, vas por el mundo diciendo que eres un genio y mira que creer ese tipo de estupideces!
Bulma cacheteó al maldito saiyajin, cómo se atrevía a herirla de esta manera. No lo toleraba, lo detestaba en este momento. Vegeta tomó fuertemente la mano de la mujer y con la otra hizo aparecer una bola de energía, en sus ojos podía reflejarse ese odio que sentía.
Mátame!, mátame si eso te hará sentir mejor…hazlo!, no eres más que un cobarde, un don nadie, Príncipe de nada, de nadie!, un mediocre…Nunca, escúchame bien, nunca vas a superar a Gokú. Nunca serás como él! – Gritaba la peli azul, había dicho todo cuanto había sentido. Su corazón latía demasiado fuerte, sabía que éste sería su fin. Había provocado demasiado a Vegeta.
Las palabras de Bulma calaron hondo en su ser, cómo se atrevía a tanto; se maldecía internamente por no simplemente matarla y largarse. Algo que desconocía totalmente se lo impedía, se sentía un estúpido.
Y qué te hace creer que quiero ser como él? Es simple basura y ustedes los humanos también son basura. De la que pronto me voy a deshacer.
Lárgate!, lárgate de mi casa…no quiero volver a ver tu cara horrorosa nunca más!
Me voy cuando a mí se me dé la gana, cuando yo lo decida. Soy el Príncipe de los Saiyajins, nadie puede darme ordenes, qué te hace pensar que tú si puedes hacerlo?.
Las lágrimas de la mujer empezaron a correr por sus mejillas, no pudo soportar tanto desprecio. Él le estaba haciendo pasar uno de los peores momentos de su vida. Ella era fuerte, sí; pero esto era demasiado para ella, su autoestima estaba muy herida.
Algo pasó al ver correr esas lagrimas por el pálido rostro de la humana, todas las intenciones que tenía de desaparecerla de la faz de la tierra, se hicieron añicos. Ahora solo quería abrazarla, reconfortarla. Era un completo imbécil, pasar tanto tiempo cerca de esos terrícolas lo estaban volviendo tonto.
Escúchame con atención, no voy a matarte…no ahora, aún me eres de utilidad.
Bulma sintió como el miedo empezaba a disminuir. Poco a poco, él no la mataría, se lo acaba de decir.
Por qué simplemente no lo haces y ya?...nos ahorraríamos mucho tiempo ambos - Se atrevió a decirle, sabiendo que él no la mataría. No hoy.
Porque no me apetece. -Dijo desinteresado
Algo no estaba bien, ella no lograba entender por qué si tanto decía odiarla y no soportarla, por qué simplemente no acababa con todo aquello, qué se lo impedía?...Quizás pensó que era porque si él se atrevía a tocarla, Gokú lo haría pedazos. No sabia bien la razón de su comportamiento. Ayer la besaba tiernamente y hoy. Hoy era un hombre frío, sin comparaciones. Le costaba mucho creer que fuera la misma persona con la que pasó la noche.
Por qué no me soportas, Vegeta?...qué te hice? – Preguntaba confundida la mujer
Te atreves a cuestionarlo? Me has vuelto un débil!, estás reduciendo mi fuerza de voluntad a nada! Maldita sea, no sé qué mierda me hiciste, pero te odio por eso, porque no puedo matarte! Crees que no lo he intentado?, muchas veces te he apuntado con rayos de energía totalmente dispuesto a acabar con tu patética existencia, pero nunca terminan de salir de mis manos, eres una maldita bruja!-Sentenció finalmente, todo lo que retenía oprimido en su pecho, salió como un gran torrente.
Bulma quedó pasmada ante la reciente confesión. Si el no podía matarla, pero si besarla y tratarla como lo hizo, supo que algo en el interior del Príncipe aún podía salvarse,existían sentimientos que seguramente el desconocía por completo. Algo de esperanza aún quedaba en ella, quizás no todo esté perdido.
Voy a almorzar, Vegeta. Los robots están programados para servirte. Iré a mi laboratorio, arreglaré tus robots de entrenamiento y luego te los llevaré.
Qué? - No daba crédito al cambio de humor de la mujer
Sí, creo que no hay nada más que decir por ahora, no quiero que termines por desistir y acabes matándome, después de todo aun soy muy joven y hermosa como para morir así, aún no me he casado ni he tenido hijos.
Estas demente.
Quizás, sabes?...Ahora, definitivamente creo que estoy demente.
Se acercó peligrosamente al guerrero que se quedó estático, no sabía qué hacer, sintió como los suaves y cálidos labios de la mujer se posaban en los suyos.
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Qué había sido eso?, pensaba. Vio a la mujer marcharse hacia su laboratorio llevando el plato de comida consigo. Pero qué pasó?.
Él estuvo a punto de matarla y ella lo besaba?. Despertó de sus pensamientos y salió a toda velocidad volando por la ventana de la Corporación. Necesitaba estar solo, más solo que de costumbre, necesitaba pensar...necesitaba alejarse de esa mujer o su cordura y auto control de irían al infierno.
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Espero que les haya gustado, buenas lunas a todos :)
