Hola a todos n.n Pues un día estaba aburrida y se me ocurrió esta historia~
No hay mucha lógica aquí .-.
Algunos personajes fueron tomados del manga (como Hao, Yoh, Horohoro, Len...), pero todos los demás si los inventé yo:) así como los escenarios y la trama en si xD
Para los que no sepan, esta parte esta en Shaman King Remix Track, cap 15
(submanga.~com/183612) - solo lo juntan, y le borran esta cosa"~" (no se como se llama xD) no podía poner links :c
Puse mucho esfuerzo en hacerla, y hay muchas referencias estilo anime (ya saben gotas en la cabeza, caídas, etc.)
Así que espero que les guste :B
¡Rescatemos a la princesa Hao!
Capítulo 1: El comienzo~
Había una vez, en un reino muy, muy lejano, situado en algún lugar perdido del mapa, un castillo lleno de vida y de alegría, donde 2 hermanos vivían muy feliz y pacíficamente…
"¡Princesa! ¡Princesa!", una voz resonó por toda la habitación ocasionando que la joven y bella princesa abriera lentamente sus ojos.
"¿Qué sucede hermano?", preguntó esta tallándose los ojos.
"Ya es tarde, es hora de levantarse", el joven y apuesto príncipe corrió las cortinas para que la luz pudiera entrar.
"¡Hermano! ¡Apaga eso! ¡Todavía es muy temprano!", se quejó la princesa cubriéndose el rostro con la almohada para evitar ver esa luz cegadora.
"Como si pudiera apagar el sol", pensó el hermano con una gota estilo anime en el rostro.
"Lo siento hermana, pero tienes que levantarte de una vez. Hoy es ese gran día."
Ella se puso algo melancólica. Retiró la almohada de su rostro y delicadamente se sentó en la cama. Desde esa posición clavó su vista en la mirada del joven. "¿Es hoy? ¿Tan pronto?"
"Me temo que si."
"Pero… Hermano", sus ojos empezaron a humedecerse, "¡Hermano! ¡No quiero que te vayas!", la joven salió disparada de la cama y en cámara lenta saltó hacia su hermano, provocando que ambos cayeran al suelo.
"¡Princesa!", el joven príncipe lloraba a cascadas mientras abrazaba a su hermana, "Por favor, sea fuerte."
"Seré fuerte hermano, por ti", la princesa también tenía lágrimas en los ojos.
Unos cascabeles se escucharon desde el pasillo y la puerta se abrió de golpe, el pequeño asistente entró en ese momento.
"¡¿PERO QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ? SU MAJESTADES, DEJEN DE PERDER EL TIEMPO!", les gritó un joven, sospechosamente pequeño, medía aproximadamente un metro de altura y tenía unas curiosas orejas puntiagudas, además de que usaba un sombrero estilo santa Claus pero en color verde. En casi todo su cuerpo había cascabeles, y por eso, siempre que se movía hacía mucho ruido.
"Tranquilo Manta, solo nos estábamos despidiendo", le comentó el príncipe.
"Pero, joven…", el pequeño asistente rió algo nervioso, "No queda mucho tiempo."
"Todo esta bien, ya esta listo para irse", la princesa se limpió las lágrimas.
El joven le dedicó una sonrisa a su hermana, se levantó y se dirigió a la salida.
"Bien, ya estoy lis…", su hermana lo sujetó de las piernas provocando que el príncipe cayera al suelo (otra vez), "No hermano, espera, no me dejes sola."
"Su majestad…", el curioso elfo estaba comenzando a llorar también.
"Tranquila, hermana, todo saldrá bien", el joven le acarició la cabeza y se levantó. "Bien Manta, vámonos de una vez."
"Si señor."
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El carruaje ya estaba listo en el inmenso jardín del reino, el cual estaba rodeado de flores, donde las hadas revoloteaban alrededor. Había una enorme cascada con agua pura y cristalina, donde algunos animales del bosque, como venados y unicornios, uno que otro tigre o lobo que venía a devorar a los anteriores, (ya saben, lo típico) venían de repente a tomar esa agua. Era un reino de fantasía.
Un extraño caballo color verde relinchó sacudiendo su melena negra la cual tenía forma de serpientes.
"No me tardo Tokaguero, ya voy."
"Solo date prisa, joven."
El príncipe abrazó una última vez a su hermana y le dijo: "Princesa, cuida bien del castillo mientras yo no estoy."
"Claro que si, hermano."
"Y recuerda, todo estará bien", le dijo con una enorme sonrisa en el rostro, "Por cierto Manta, cuídate mucho", cargó a su pequeño amigo haciendo que sus pies se separaran del suelo y, a la misma altura que él, le dio un gran abrazo.
"C-Claro que sí", el pequeño se puso azul porque no podía respirar.
"Oye Manta, ¿por qué te pusiste azul? ¿Es que acaso los bajitos se ponen azules cuando se despiden de alguien?"
"N-No… r..res…", el elfo no podía decir nada coherente.
Tokaguero volvió a relinchar, pero esta vez más fuerte, provocando que el príncipe soltará a Manta por el susto. Manta cayó al suelo, su nariz se infló (como si fuera la nariz de una vaca o cerdo) y respiró como si nunca hubiera respirado en su vida.
Los príncipes lo vieron un poco preocupados, pero no dijeron nada.
"Bueno, creo que ya es todo. Salúdame a mamá y a papá cuando regresen", se despidió el príncipe, dispuesto a irse de una buena vez.
La princesa lo detuvo antes de que subiera: "¡Espera!", le entregó un paquete en forma de espada, "Esto es para ti, ahora si, ya vete, y cuida bien de Amidamaru", le ordenó.
"¿Y ahora por qué me habla así? ¿Y quién es Amidamaru?", se preguntó el príncipe con una gota en el cabeza.
"Cuídate mucho... Hao."
Entró al carruaje y cerró la puerta detrás de él.
"Tokaguero, llévame a mi destino."
"Como no señor, y tranquilo, recuerde que el gran Tokaguero esta con usted."
El joven príncipe echó una última vista a su hogar, a su enorme castillo, como los que había en los cuentos de hadas, ya que no lo vería en un buen tiempo. Varias torres de diferentes tamaños hechas de ladrillos fueron su hogar por muchos años, pero, era el momento de irse. El carruaje comenzó a moverse con mucha velocidad, sorprendiendo al joven, y provocando que cayera de su asiento.
"¡Maestro! ¿Se encuentra bien?", preguntó el caballo verde al escuchar un golpe.
"Si…~", contestó el chico todo contorsionado (sus pies seguían en el asiento, pero su cabeza y sus brazos estaban en el suelo, como si estuviera sentado pero de cabeza).
Se incorporó y volvió a sentarse derecho, pero seguía muy pensativo.
"Hola. Mi nombre es Yoh Asakura. Tengo 17 años, y soy el príncipe de todo este reino. Mi hermana es la princesa y es mi deber cuidarla, pero en estos momentos tengo que resolver una difícil misión (no se cual es, me quedo dormido mientras me explicaban que tenía que hacer), solo se que por ahora tengo que llegar al pueblo Hagame. Eso es lo único que se…"
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De regreso al castillo, la princesa Hao había seguido el carruaje con la mirada hasta perderlo de vista.
"Tranquila, su majestad, él estará bien."
"Si, lo se, él es muy fuerte."
"¿Desea algo más?", el duendecillo empezó a bailar haciendo que todos los cascabeles que tenía en ciertas partes de su cuerpo sonarán. En el pasado eso siempre animaba a la princesa.
"Ahora no, me gustaría estar sola."
El pequeño asistente entendió la indirecta y regresó al castillo. La princesa miró el vacío por un tiempo, pero, después se resigno y entendió que tenía que seguir adelante. Se levantó, dio un paseo por el jardín, se acercó una flor y la empezó a oler, ese lugar emanaba tranquilidad y paz, y la princesa estaba muy contenta por esa tranquilidad, hasta una bola de fuego perturbó la dichosa paz.
"¡¿Pero qué?!", fue lo único que alcanzó a decir antes de que un enorme dragón obeso que tenía dificultades para volar con un peinado que parecía un pan largo (o una pistola) la agarrará.
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El carruaje se detuvo repentinamente, provocando que el joven Yoh cayera (de nuevo).
"Au", se quejó por el dolor, "¿ahora que Tokaguero?"
"E-Esto, yo, jo-joven", el caballo no decía nada coherente, así que Yoh salió a ver que había pasado. Una lanza les había bloqueado el paso, y, él que controlaba la lanza era un chico con una armadura de caballero plateada.
"Lo siento, pero no te permitiré pasar hasta que me hayas demostrado tu fuerza."
"¿Eh?", Yoh se quedó admirando lo brillante que era la armadura.
"Como dije, no te permitiré pasar hasta que me hayas demostrado tu fuerza", el caballero se estaba impacientando.
"¿Mi fuerza?", le preguntó confundido el príncipe.
"¡¿Es que estás sordo o que?!", el caballero se molestó, pero el príncipe no pareció inmutarse, así que terminó clavando su lanza en el suelo muy bruscamente debido al coraje que le provocaba la despreocupación de ese chico.
"¡YO ME LARGO DE AQUÍ", gritó el caballo verde, antes de salir huyendo, provocando que todo el carruaje (incluida la comida, mapa, ropa, etc. del príncipe desaparecieran de ahí), y, al dar al vuelta tan bruscamente, el paquete que Hao le entregó a Yoh cayera al suelo.
"¡Oye espera!", el caballo ignoró totalmente a su maestro.
"Pero que caballo tan cobarde, ¿así será el dueño?", una sonrisa burlona se formó en el caballero.
"Bueno, si no hay más remedio", el príncipe recogió el paquete, pasó por debajo de la lanza y siguió su camino.
"¡¿A DÓNDE CREES QUE VAS?!", el caballero agitó su lanza furioso en el aire mientas daba saltos tratando de ganar la atención de Yoh.
"Tengo que llegar a Hagame pronto", el joven príncipe empezó a silbar como los pájaros.
"¿Y a este que le pasa?", se preguntó el caballero.
El joven príncipe comenzó a reírse.
"¡¿ES QUE TE PAREZCO GRACIOSO?!", le gritó el caballero.
"¿Piensas quedarte ahí para siempre? Las personas te están viendo raro", se siguió burlando el castaño.
El caballero se percató de que varios carruajes estaban pasando y que las personas se estaban burlando de que él estuviera saltando y agitando la lanza en el aire.
"Mira Mami, un payaso", dijo una pequeña antes de que su carruaje desapareciera.
El caballero se puso rojo como un tomate, incluso su cabello en forma de púa creció, y se lanzó contra el príncipe: "Mira la vergüenza que me has hecho pasar, esto termina aquí", le gritó mientras lo atacaba con su lanza. Para su sorpresa, el príncipe lo esquivo con facilidad.
"¿Por qué gritas tanto?", le contestó esté indiferente.
"¿Es que no te importa nada?"
"Me importa vivir una vida sin preocupaciones", le dijo sacando la espada que su hermana le entregó antes de partir, "No se que quieras, pero tengo que irme."
El príncipe siguió su camino como si nada hubiera pasado, con la espada en mano, silbando e ignorando de nuevo al caballero.
"¿Pero cuál es tu problema?"
El caballero trató de atacar a Yoh por la espalda, pero el príncipe lo detuvo con facilidad sin siquiera darle la vuelta, chocando lanza con espada. El caballero agregó presión, pero no parecía afectar al príncipe. Éste, por su parte, cortó el aire con su espada, mandado a volar al caballero y haciendo que se estampará contra un árbol.
"¿Pero qué?"
"No quiero pelear contigo, pero si no me dejas otra opción, lucharé", el príncipe se había puesto serio.
"Vaya, así que no eres tan despreocupado como aparentas ser", una sonrisa burlona apareció bajo la armadura de plata.
El caballero se levantó y rápidamente saltó encima del príncipe dispuesto a clavarle su lanza al príncipe, pero éste dio un paso atrás provocando que la lanza se quedara atascada en el suelo.
"¡¿POR QUÉ NO PELEAS ENSERIO?!"
"Esta bien, pelearemos enserio. Pero primero, dime quien eres y que es lo que deseas."
"Soy el caballero de la noche, Len Tao. Mi deseo es ser la persona más fuerte de este mundo, para eso tengo que vencer sujetos como tu y ganar puntos de experiencia", dijo sacando su lanza del suelo.
"De acuerdo. Yo soy Yoh Asakura y…"
"No me importa quien seas, solo quiero vencerte", lo interrumpió.
"Vamos allá."
-El caballero Len vs. El Príncipe Yoh-
Yoh apenas se estaba preparando para la batalla cuando Len lo atacó rápidamente hiriéndole un poco el brazo.
"¡No ataques tan de repente!"
"Es tu culpa por no prestar atención", le contestó Len con una sonrisa de superioridad.
Yoh trató de no perder la calma, y, saltó por encima de él y lo golpeó en la cabeza, pero él que terminó temblando por el impacto fue el príncipe. Si no hubiera sido por la armadura, Len en estos momentos estaría partido por la mitad.
"¡¿Qué?!"
"¿Te sorprende mi armadura? No la vencerás tan fácilmente", de nuevo esa sonrisa de superioridad.
"Tsss", gruño Yoh al retroceder por el golpe.
"¿Y ahora que vas a hacer? ¿Por qué no admites simplemente tu derrota?"
"No, ya he llegado hasta aquí, no puedo simplemente rendirme." Se agachó y se acercó rápidamente a Len, dándole un golpe en las costillas.
Las sonrisas burlonas de Len eran insoportables, "Así nunca ganarás." Debido a que Yoh estaba a muy corta distancia Len pudo herirlo con su lanza nuevamente golpeándolo en las costillas.
"Arrgg", Yoh se sujetó las costillas, al parecer tenía una o 2 rotas.
"¿Eso es todo lo que tienes?"
"¡Claro que no!", nuevamente intentó otro ataque directo.
"¡Ya te dije que eso no funciona!", Len saltó en el último momento, aplastó la cabeza de Yoh provocando que su rostro rozará con el suelo.
"A este paso perderé, necesito un plan", pensó el castaño, "No puedo seguir atacando directamente, ¿Qué debo hacer?"
"¿Es que ya te vas a dar por vencido?"
"¿Cuántas veces tengo que repetirte que no me daré por vencido?", le dijo Yoh muy calmadamente, provocando la furia del caballero.
"¡¿Por qué sigues tan calmado?!"
"No ganaré nada preocupándome."
"¡ACABARÉ CONTIGO!", Len no oculto su furia y le dio varios golpes seguidos en forma de bofetones a Yoh.
Yoh estaba llegando a su límite y lo sabía, pero no podía pensar en ningún plan. Mientras trataba de incorporarse Len lo sorprendió con una patada mandándolo a volar. Yoh trató de levantarse, pero le costaba mucho trabajo.
"¡NO TE DEJARÉ!", le gritó Len desde el cielo, si seguía esa trayectoria iba a atravesar el pecho de Yoh. Justo en el último segundo Yoh logró rodar y esquivar el ataque, provocando que la lanza de Len quedara nuevamente atascada.
Yoh estaba respirando con dificultad, era ahora o nunca, pero, ¡su espada no funcionaba contra esa armadura! ¿Qué debía hacer? Len seguía tratando de sacar su lanza de la tierra, pero, estaba muy bien atascada. Sin saber como, Yoh sintió como si la espada le estuviera hablando, escuchó como claramente le decía ~Agua~
Al principio no sabía que pasaba, pero entonces se dio cuenta que detrás de Len Tao había un lago, la armadura se oxidaría si Len caía ahí.
"Bien, ¡allá voy!", pensó mientras se volvía a acercar sigilosamente a Len.
"¡CUCHILLA DE BUDA!", gritó cortando el aire con la espada, creando así una onda que mandó a Len Tao volando al agua. Dentro del agua el joven caballero perdió todos sus puntos de vista restantes, cayendo inconsciente.
-Ganador... Yoh Asakura...
"Vaya gané", estaba incrédulo el príncipe, pero se percató de que en el lago se formaron unas burburjas, "¡Oh no!", gritó el joven Yoh al darse cuenta que si no lo rescataba el chico se ahogaría.
El joven príncipe soltó la espada y brincó al agua. Nadó hasta lo más profundo del lago, como Len tenía una pesada armadura se hundió muy deprisa. Cuando por fin lo alcanzó tuvo unas cuantas dificultades para levantarlo. En un momento gritó por el esfuerzo, mucha agua se le metió, casi se ahoga, perdió a Len y tuvo que bajar por él de nuevo. Después de mucho esfuerzo, y de casi morir ahogado, los chicos salieron con las caras azules, pero vivos.
Yoh le quitó su armadura a Len, revelando a un chico chino algo pequeño de estatura, con un cabello en forma de pico como de 5 cm de alto, con ropas normales, una camisa blanca con mangas cortas y unos pequeños shorts.
"¿Con qué así eres en realidad?", le sonrió aunque sabía que el chico estaba dormido. Si descansaba un poco iba a recuperar todos sus puntos de vida y estaría como nuevo.
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Unas horas habían pasado, Yoh había encontrado leña y, en medio de la carretera, había encendido una fogata. Algunas personas lo reconocían, después de todo, el era un príncipe, y lo saludaban muy entusiasmados. Yoh les regresaba el saludo muy contento.
"¿En dónde…?", Len abrió lentamente los ojos mientras se incorporaba.
"Ya despertaste", Yoh no lo vio ya que tenía su mirada clavada en el fuego.
"¿Por qué?"
"¿Porque qué?"
"¿Por qué no me dejaste morir?"
"¿Bromeas? ¿Cómo me iba a quedar con los brazos cruzados mientras tu te ahogabas?"
"Pero te cause muchos problemas."
"No te preocupes por eso, no creo que seas un mal chico."
"¡No sabes nada de mí!"
"Tienes razón, no se nada de ti."
"¿Entonces como sabes que no soy una mala persona?"
"Solo lo sé."
"¿Qué respuesta es esa?", Len puso una cara de enojo, pero no grito, Yoh estaba tan calmado que Len no era capaz de enfadarse enserio. Bajó la vista para percatarse de que no tenía su armadura puesta. "¡¿DÓNDE ESTÁ MI ARMADURA?!"
Yoh señalo la armadura que yacía en el suelo, estaba mojada y algo oxidada.
"¿Cómo me la quitaste?"
"Bajé el zipper."
"¡¿EL ZIPPER?!", esa noticia impactó al joven caballero.
"Si, mira", Yoh le mostró el zipper que estaba en la espalda, "¿Es qué nos sabías que tenía zipper? ¿Entonces cómo te la ponías?"
"Prefiero no hablar del tema."
El castaño se rió provocando que Len se pusiera rojo por la vergüenza de nuevo.
. . .
"¿No crees que las estrellas son hermosas?", le comentó después de un tiempo.
"¿Eh?"
Yoh se acostó para poder ver mejor el cielo nocturno.
"Las estrellas están rodeadas de oscuridad, pero eso no les impide brillar intensamente en el cielo."
"¿Qué tonterías estás diciendo?"
"Creo que eso es lo que nos pasa a los humanos. Estamos rodeados continuamente de oscuridad, muchas personas se quedan atrapadas en esa oscuridad, pero hay otra que hacen lo más que pueden por brillar tan fuerte como esa estrella", dijo señalando la estrella más grande y brillante del cielo.
"¿Yo puedo brillar?",esas palabras le llegaron profundamente a Len, tanto que había perdido todo su coraje.
"Creo que podremos dormir aquí."
"¡¿ESTÁS DEMENTE?! ¡ESTAMOS EN LA CARRETERA!", y el coraje apareció de nuevo.
Un carruaje viejo que rechinaba mucho pasó con un caballo anciano con barba larga. El caballo se echó un gas que desgració todo el lugar. Len logró esconderse detrás de un árbol, pero Yoh…
"Este inútil no logró escapar", pensó con una gota en su rostro al ver a Yoh desmayado por el olor.
"Mejor busquemos otro lugar…", dijo éste semi-muerto con espirales en los ojos.
Terminaron durmiendo dentro del bosque, en un espacio donde solo había árboles. No les costo mucho trabajo dormir, ya que había sido un día largo.
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El sol salió por la mañana, los pájaros empezaron a cantar, y Len picó a Yoh con su lanza para que despertara.
"¡MIRA LA HORA QUE ES! ¿CUÁNTO TIEMPO MÁS PIENSAS HOLGAZANEAR?"
"5 minutos más…", dijo éste tirando baba.
Len estaba apretando sus puños, él estar con este sujeto lo desesperaba mucho.
"Vamos Len cálmate, todo esta bien", Yoh ya estaba despierto y tenía una enorme sonrisa en el rostro.
"¿Cómo es que…?", preguntó Len sorprendido por la rapidez con la cual paso de ser un perezoso a ser Yoh.
"¿Nos vamos?"
"Mi armadura no está del todo oxidada, me puede servir, hasta que me compré una nueva."
"Me parece bien, pero, ¿no prefieres caminar sin ella?"
"No. Los enemigos nos pueden atacar en cualquier momento. Supongo que este es la despedida. Adiós, Yoh Asakura."
"¿Te esperaste a que despertará para luego abandonarme?", preguntó éste con una gota en la cabeza.
"No podía dejarte ahí dormidote. Eres tan idiota que cualquiera te pudo haber matado."
Se puso su armadura (ahora si usando el zipper) y abandonó a Yoh.
"¿Qué tiene ese chico?", pensó para si mismo. Len si que era difícil de comprender. "Bueno, que importa, supongo que tengo que moverme."
Su estómago gruñó muy fuerte. "¡Que hambre! Veamos, ¿qué puedo comer?"
. . . (hubo un momento de silencio y un viento sopló fuertemente)
"¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!, ¡TOMA MI COMIDA SE FUE CON TOKAGUERO!", estaba llorando a cascadas.
Len estaba escuchando todo escondido en un arbusto… "Ese chico si que tiene problemas…"
5 segundos después…
"Bueno no importa, buscaré algo de comer", dijo con los ojos iluminados.
Len cayo al suelo en estilo anime y luego salió de su escondite gritándole: "¡¿CÓMO PUEDES SER TAN BIPOLAR?!"
"¿No te habías ido ya?"
Len se apenó y le dio la espalda a Yoh, "Es que… Bueno… Olvidé…"
"¿Qué olvidaste?", la calma de Yoh estaba sacando de sus casillas a Len.
"Olvide… Olvide…", la cara de Len se convirtió en un tomate, y luego en voz muy, muy, muy baja dijo: "Olvide decirte gracias."
"¿Qué?", Yoh hizo su oreja más grande para tratar de escuchar.
"Olvide… olvide…", Len estaba temblando por la vergüenza, "Olvide…"
"Si tienes algo que decirme dímelo de una vez."
"Esta bien… Yoh Asakura, ¡GRACIAS!", Len lo volteó a ver para observar la reacción del joven príncipe, pero este le había dejado de poner atención para buscar comida. En estos momentos, el joven príncipe estaba en la rama de un árbol tratando de alcanzar una manzana.
"Ya casi… Ya casi la tengo", se estiró un poco más, y cuando finalmente consiguió la manzana, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Len veía toda la escena rodeado por una aura de fuego, estaba muy molesto de que el príncipe lo haya ignorado.
"¿Cómo te atreves a ignorarme?", le dijo quitándole la manzana de la mano, "Como castigo me comeré esta manzana."
"Pero…", Yoh estaba llorando, "Esa era mi manzana…"
"Hay muchas más", le contestó Len dándole una mordida a la ex-manzana de Yoh.
Yoh lo vio con ojos suplicantes.
"¿Qué?"
"Tu lanza es larga, ¿me la prestarías para bajar más manzanas?"
Yoh se acercó a la lanza sin esperar respuesta, pero Len le lanzó una mirada asesina, agarró la lanza antes de que Yoh pudiera tan siquiera tocarla, la aventó contra el árbol, unas 10 manzanas cayeron y la lanza se clavó en la tierra por culpa de la gravedad. Yoh se quedó viendo la escena muy asustado, la lanza había caído muy cerca de su posición.
"No toques mis cosas", le dijo Len mordiendo de nuevo su ex-manzana.
Yoh agarró una de las manzanas del suelo y la empezó a morder.
"¿A dónde vas ahora?", le preguntó a Len pensativo.
"¿Por qué esa pregunta tan de repente?"
"Es que yo tengo que llegar a Hagame, pero no tengo ni la menor idea de lo que debo hacer allí."
"Estoy seguro de que lo sabrás, no eres débil Yoh, eres la primera persona que logra derrotarme."
"Len…"
"Escucha Yoh, en la noche recordé mi código como caballero que soy…"
"¿Código de caballero? ¿Qué es eso?"
"¡DÉJAME TERMINAR!", le lanzó el hueso de la manzana a la cara, luego con tono serio continuó: "Me salvaste la vida, y un simple gracias no es suficiente, así que me convertiré en tu caballero a partir de ahora."
"Eso no es necesario", Yoh estaba sorprendido por la propuesta.
"No te estoy preguntando."
"Len…"
"Yo siempre he soñado con convertirme en el hombre más fuerte de todos, para eso necesito tener más batallas y seguir subiendo de nivel, y, algo dentro de mi me dice que lo conseguiré cerca de ti, no estoy seguro de porque, de hecho no estoy seguro de nada, se podría decir que es algo así como una corazonada. Así que por esa razón, Yoh Asakura, deseo acompañarte en tu viaje."
"Len… Con mucho gusto, recorramos juntos lo que queda de este viaje", la sonrisa de Yoh era inmensa, mientras que la de Len era apenas una sonrisa, pero ambos estaban felices, ya que no tendrían que seguir estando solos, se podría decir que ya eran amigos.
"Bien, vámonos", Yoh se levantó y se sacudió el polvo.
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"¡TE DIJE QUE FUERAMOS POR LA DERECHA!", le gritó Len muy desesperado a su amigo. Habían estado vagando por el bosque en busca de una salida, sin éxito.
"Calma Len, todo saldrá bien", Yoh estaba demasiado calmado.
"¡¿ES QUE TU NUNCA TE PREOCUPAS DE NADA?!", esa calma era demasiado para Len, pero el caballero terminó suspirando y le contó su plan: "Escucha, regresemos a nuestro punto de partida, desde ahí tomemos la derecha y luego sigamos adelante."
"¿Eh?", preguntó Yoh muy distraído ya que estaba ocupado observando el paisaje.
"¡¿ES QUE TU NUNCA ESCUCHAS A LOS DEMÁS?!", Len estaba listo para apuñalarlo con su lanza cuando el sonido de una paloma lo detuvo. Ambos chicos se percataron de eso, pero, ¿cómo era posible? Las palomas no vivían en el bosque, ¿o si?
En ese preciso momento algo blanco y pesado cayó al suelo. Len se asustó por el impacto, e Yoh se lo hizo notar: "Te asustaste."
"Cállate, eso no es cierto."
"Vamos no me mientas, yo lo vi."
"Por supuesto que no."
"Vaya si que ha sido difícil encontrarlo joven Yoh Asakura, pensar que tuve que volar por todo el bosque tratando de localizarlo", la paloma empezó a hablar desde el suelo, pero ninguno de los dos chicos le prestaba atención. La paloma tosió, pero no ocurrió nada. "Disculpen", se incorporó, era una paloma obesa, color blanco, con el mismo peinado ridículo del dragón. Trató de llamar la atención de los chicos, sin éxito.
"Solo tienes que admitir que te asustaste, no es tan difícil."
Len estaba rojo de la pena y su cabello en forma de pico estaba más largo de lo normal: "Lo admitiría si hubiera sido verdad."
"¡Disculpen!", la paloma insistía.
"Vamos Len, dilo."
"¡DISCULPEN!"
"¡¿QUÉ QUIERES ESTÚPIDO PÁJARO?!", Len mandó a volar a la paloma de una patada.
La paloma cayó al suelo y echando humo por las orejas le gritó: "¡¿Pero cuál es el problema contigo?! ¡Que las palomas también tienen sentimientos!", el caballero la golpeó con su lanza mandándola a volar otra vez.
"Esta vez quédate en el cielo."
El príncipe estaba en estado de shock mientras veía como volvía a caer la paloma.
"¿Y a ti que te pasa?", Len lo pico con su lanza haciendo que el príncipe estallará.
"¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡UNA PALOMA QUE HABLA!"
"¡Tonto! ¡Tu caballo también hablaba!", le recordó Len.
"Cierto", recordó Yoh tranquilizándose.
La paloma se sacudió el polvo y en voz baja dijo: "Pero que desagradable es ese chico."
Len lo miró con malicia y le preguntó: "¿Hablas de mí?"
La paloma se asustó y en un grito desesperado de mujer exclamó: "¡POR SUPUESTO QUE NO! ¡USTED ES UN SANTO! ¿CÓMO PODRÍA SER DESAGRADABLE UNA PERSONA COMO USTED? ¡POR FAVOR NO ME MATE!"
"Hmp", fue lo único que exclamó Len.
La paloma suspiró aliviada y luego recordó algo: "¡Cierto! ¡Joven Yoh, tengo una carta para usted!"
"¿Una carta para mí?"
"Espero que no sea una carta de amor, si te pones más estúpido morirás de seguro", se burló el caballero.
La paloma voló hacía la mano de Yoh y le entregó una carta.
"Vera, mi nombre es Ryu y soy una paloma mensajera, por favor lea el mensaje, y mejor me voy antes de que ese sujeto me mate", le comentó a Yoh.
La paloma salió volando a una velocidad increíble.
"Si que vuela rápido", comentó Yoh viéndola.
"De seguro tiene miedo de mí", el tono de Len indicaba que estaba orgulloso de eso.
"Bueno, a leer esta carta", Yoh la abrió con mucho entusiasmo, pero al leer lo que decía dentro su cara se volvió pálida y fantasmal.
El tiempo pasó... Len se estaba impacientando, tenía los brazos cruzados, y golpeaba el suelo con su pie, después de mucho tiempo (2 minutos con 20 segundos) le gritó al príncipe: "¡¿ES QUE NO PIENSAS DECIR NADA?!"
Len sacudió al príncipe, provocando que la carta cayera al suelo y esto era lo que decía:
~Joven príncipe, hemos capturado a su hermana, si la quiere ver de vuelta, tendrá que llegar a mi castillo y vencerme. Atentamente, alguien muy secreto, risa malvada~
Len la leyó sin querer y puso cara de `¿Qué demonios?´, mientras que Yoh se tiraba al piso liberando su alma de su cuerpo en estilo anime.
"¡PRINCESA!", gritó en cuanto Len lo picó con su lanza. El joven príncipe estaba deshecho, rodaba en el suelo y lloraba a mares, pero Len no parecía afectado en lo más mínimo.
"Pff, parece que nuestro viaje no ha terminado", luego se percató de algo y en tono triunfante dijo: "Bueno, no importa, ¡así podré viajar más, tener más batallas y subir más de nivel!", a Len se le iluminaron los ojos, mientras que Yoh se había convertido en un fantasma que ya había abandonado su cuerpo.
"¡Vamos idiota! ¡Hay que rescatar a esa tal princesa!", Len le dio una patada provocando que su espíritu regresara.
"Tienes razón, ¡todo se resolverá!", Yoh estaba muy confiado ahora.
"Este si que es bipolar", pensó Len con una gota estilo anime en su cabeza.
"Pues andando, sigamos."
La gota en la cabeza de Len no había desaparecido, pero no estaba dispuesto a quedarse atrás, así que siguió al príncipe sin quejarse.
Y así, nuestros héroes continuaron con su viaje, pero, ¿Qué sorpresas les traerá el futuro? ¿Llegará más gente para formar parte de su equipo? ¿Lograrán salvar a la princesa?
Esta historia continuará…
Si les gusto Comenten:B
También acepto sugerencias, un cuento que les guste con algún personaje también se puede~ Trataré de poner mucho esfuerzo en actualizarla rápido, así que sean pacientes
Espero comentarios e.e Y gracias por leer:)
