Querido profesor Layton:
¡Hola, profesor! Soy Luke, Luke Triton. ¿Cómo le va? Ya hace mucho tiempo que no le escribo... Pero tengo una razón. ¡He tenido mi primera aventura en solitario! Esta navidad ha sido inolvidable. ¡Y he conocido el secreto que pocos saben acerca una de sus historias! Sí, así es, he descubierto:
El asistente aprendiz Luke:
Aventuras de Navidad
"LA LEYENDA DEL CUENTO DE NAVIDAD"
Parte 1-Carta 1
Como usted sabrá, estoy viajando por todo el mundo, desde que nos separamos en el puerto de Londres. (Véase: Final de "El profesor Layton y el Futuro Perdido") Sin embargo, parece que viajo sin rumbo fijo. No sé a dónde mi padre me quiere llevar, pero sé que llevo mucho tiempo haciendo viajes y viajes, y estoy cansado de ello. Recuerdo que, una vez, fui a un pequeño pueblecito de Inglaterra, Portsmouth, más al sur de Londres, donde se dice que nació Scrooge, personaje protagonista de la novela "Cuento de Navidad".
Llegamos a su pequeño puerto, más o menos, a las nueve y media de la noche, y anduvimos por las calles del pueblecito un determinado tiempo. Todo tenía un ambiente muy acogedor, navideño y pueblerino, algo que me hizo estar cómodo, contento y feliz con todos, contando con el añadido de la nieve.
Con el espacio de vista que tenía entre la bufanda y la frente, divisé cerca, un grupo de música callejero, que tocaba una canción que me encantó tanto, que decidí unirme a ellos. Cogí mi armónica de mi bolsa, y empecé a escuchar la canción, intentando infiltrarme así con las otras notas de la partitura que me entregaron. Mis padres, orgullosos, observaban cómo atraíamos a cada vez a más gente, que dejaba dinero en un sombrero que me recordó mucho al suyo, excepto por el hecho que su cinta era azul marino.
Tras acabar de tocar, marchamos los tres al hotel, donde cenaríamos, nos ducharíamos, y reposaríamos plácidamente, hasta la mañana siguiente. Me gustó la idea de que, al fin, tras varios meses dando vueltas y vueltas en el mar, durmiese en una cama, y que no escuchase sirena o notar movimiento continuo. Pasé toda la noche pensando en tres cosas: por qué no me dice mi padre a dónde vamos a ir, si tiene algún sentido la dirección en la que estamos viajando, y si podré comer tortitas mañana en el restaurante del hotel.
Pero, a la mañana siguiente, me iba a suceder algo que ni yo podía imaginar, conocería por accidente a los que harían que las tornas de mi vida y mi ruta diesen un giro completo.
A los que harían que acabase en un problema bien grande...un misterio que no tenía ni cabeza ni pies...¡pero sí cuerpo!
*CONTINUARÁ*
P.D.: Esta ha sido la primera historia que escribo. En este capítulo no he visto muy buena idea dar de golpe la verdadera trama de la historia... Por favor, comenten si les ha gustado o no, qué puedo hacer para mejorar...¡Lo que sea!
