Prologo:
Érase una vez…
Un Bosque Encantado repleto de todos los personajes clásicos que conocemos…o que creemos conocer.
Un buen dia se vieron atrapados en un lugar donde les habían arrebatado sus finales felices….nuestro mundo.
Así es como sucedió todo….
Ha llegado el dia próximo en el que la Reina va a conseguir su propósito, una de las princesas del reino ha caído dormida por un hechizo y otra de ellas esta apunto de morir.
-¡ya me has causado suficientes problemas, niña!-exclamo la Reina.
-¡alguien vendrá a buscarme!-
-oh, si. Tu príncipe azul. Ya me he encargado de él- dijo la mas malvada de la sala señalando a una parte de la celda donde apareció un cadáver.
La joven chilló y acto seguido, se desmayo.
-no tienes agallas, querida. Eres igual que tu padre, una cobarde…-empezó a decir la Reina y añadió- después de que mueras…yo gobernare el reino y seré la mas hermosa,
Y tú, querida niña, pagaras por lo que me hiciste-
La Reina encadeno a la muchacha y salio de la celda dejándola inconsciente, después se dirigió a la sala de audiencias, la cual había sido decorada con sus mas exquisitos gustos en tapiz y telas varias, allí se encontraban una mujer de mediana edad de cabellos castaños y rizados y ojos azules penetrantes que llevaba un vestido azul oscuro sin corset y portaba un collar con un colgante que parecía un caracol como único accesorio.
El segundo invitado, solo se advertía de él que llevaba una capucha negra y vestía sus mejores galas victorianas.
-¡valla, ya era hora! Majestad, no me gusta que me hagan esperar….cuando el tiempo apremia-dijo este ultimo.
La Reina levanto su bastón a modo de amenaza:
-no te he traído para escuchar tus bromas de mal gusto, vallamos al grano por favor-pidió educadamente.
-si, porque tengo que encargarme de algo antes de que todo se desmorone-tercio la de ojos azules expresivos.
La Reina se puso su capa y los tres individuos salieron del castillo, atravesaron el bosque de los cazadores y llegaron al cementerio donde los soldados ya habían preparado la hoguera.
-¿habéis traído lo que os pedí?-pregunto La Reina.
-Maléfica, deja de ser tan seria….me pones de los nervios. Porque no esbozas una pequeña sonrisa, ¡estas apunto de ganar!-exclamo El Oscuro con sus habituales gestos y su sonrisa siniestra.
La Reina se mantuvo con la misma expresión seria hasta que El Oscuro retiro la mirada hacia su pierna izquierda:
-Blisse, es la hora- le dijo a un zorro que había a su lado, el animal lo miro tristemente y se adelanto unos pasos por delante de él hacia la hoguera.
-¿crees que es necesario?...-dijo un espíritu con forma de mujer que se apareció en su lado derecho.
-Eileen-la hizo callar El Oscuro.
-valla, con que El Señor Oscuro tiene a alguien, como no…muerto-comento la castaña con una media sonrisa.
-mejor tener a alguien que ir suplicando en la superficie como el pulpo que eres-comento El Oscuro con gesto de asco, esto hizo callar a la castaña.
-cállate, bruja. Deberías volver al océano como el vulgar pez que eres-dijo el espíritu e intento escupirle en la cara.
-¡Ya Basta! ¡Estamos a lo que debemos estar, por favor!-exclamo La Reina algo rígida.
La mujer castaña hizo aparecer un tarro en el que había dos morenas en agua que aun estaban vivas.
-mama no os olvidara, mis pequeñines…-puso el tarro al lado de la hoguera.
-pasaran a mejor vida, no te preocupes…-dijo la Reina esbozando una sonrisa burlona
-mejor que vivir con ella…cualquier cosa-comento El Oscuro soltando una risita por lo bajo.
Por ultimo, La Reina dio un golpe en el suelo con su bastón que emitió una débil luz y a los pocos segundos llego un cuervo negro como el carbón:
-querido, es tu turno. No me falles- le dijo al cuervo, que también se puso delante de la hoguera.
Los cuatro seres queridos se adentraron en la hoguera y los villanos empezaron a recitar las palabras de algún maleficio en concreto, Después un gran humo de color violeta los engullo.
Y nada mas se supo de ellos, ¿Dónde están? Nadie lo sabe.
