Iron Man, El hombre araña y Avengers no me pertenece, todo pertenece a ese adorable viejo guapetón de Stan Lee J

Prologo

10 años antes de Iron Man

Antoniette Edelyn Stark es una de las mentes más brillantes del mundo, sino la más brillante, eso nadie lo podía negar, sin embargo ella misma no podía dejar de pensar que por primera vez en su vida su brillante mente le había fallado (y no, aquella vez que comenzó como una noche de apuestas en las vegas y termino como bailarina exótica en un bulevar mexicano no cuenta).

Allí estaba ella, sentada en la brillante porcelana de su baño privado, mirando estúpidamente al absurdo símbolo positivo de cinco pruebas de embarazo que Potts le proporciono, burlándose de ella.

-¿Señorita Stark? ¿se encuentra bien?- escucho a Potts a través de la puerta, la chica era buena, era la asistente que más le había durado, y por su desempeño seguramente duraría mucho, eso esperaba, no todos los días alguien tenía el valor de enfrentarse a ella y decirle que se había equivocado, definitivamente tenia futuro.

-Estoy bien Potts, estoy bien…- Definitivamente no estaba bien, pero tampoco se podía quedar aquí sentada estúpidamente, tenía mucho que planificar, y un futuro padre al que llamar.

-Eso lo dudo señorita Stark- dijo Potts mientras abría la puerta, le echó un vistazo a las pruebas de embarazo y enseguida tomo las cinco y las tiro en la basura, se acercó a Toni, la levanto y la ayudo a llegar hasta su cama.

-Iré por un té, espere aquí por favor, Jarvis si no te importa…-

-Sera un placer señorita Potts, la maquina está preparado el té de menta con miel que usted utiliza para calmarse luego de una de las travesuras de mi señora- un voz cibernética se escuchó a través de la habitación. Potts solo sonrió irónicamente, sabia la frecuencia con lo que esto sucedía.

-Que sean dos por favor Jarvis- ordeno mientras se dirigía a la puerta.

-Como guste Señorita Potts-

Toni no les prestó atención, seguía inmensa en su aturdimiento, recordando la noche que dio como resultado este pequeño problema.

Contrario al conocimiento popular sobre ella, no se la pasa acostándose con cualquier hombre que se le atravesara, si se le veía con cantidades de hombres hermosos, pero esos no eran más que adornos, meros muñecos que usaba para mostrarse en eventos. A ella poco le interesaba la apariencia externa de los hombres, pero la sociedad no pensaba igual, para ella, siempre y cuando tuviera el cerebro suficiente para tener una conversación intelectual con ella era un buen candidato, hasta ahora en sus 22 años de vida solo unos pocos que puede contar con una mano lo han logrado y había guardado sus números por si necesitaba de algo de compañía.

Estaba en una fiesta de caridad donde se reunían las mentes científicas más brillantes del mundo, y Richard Parker, siendo el jefe científico y mano derecha de aquel ser repugnante llamado Norman Osborn seguramente estaría allí, por supuesto que todo comenzó como un accidente, ni loca se involucraría voluntariamente con alguien de Osborn, pero como todas sus (pocas) aventuras, empezó con una charla y una copa, seguido de una gran charla científica y luego menciono su nombre, estaba un poco sorprendida de que Osborn tuviera a alguien decente, pero qué más da, ya no le importaba si era de Osborn o no, el tipo ya la había excitado con la charla y estaba lo suficientemente borracha para no pensar en más, y él no estaba mucho mejor que ella, así que como dicen, lo demás es historia.

-aquí traigo su té señorita Stark- Potts apareció a través de la puerta dejando el té en su mesa de noche, Toni salió de su aturdimiento solo para soltar un suspiro.

-no me llames así Potts, sabes que odio las formalidades, solo llámame Toni, te lo has ganado- sonaba cansada, y lo estaba -déjame sola por favor…

-Está bien señori… quiero decir, está bien Toni, si te llamo así, entonces tú también me puedes llamar Pepper, que pases una buena noche, e intenta descansar un poco- comento mientras se retiraba, dejando a Toni sola en su habitación, Jarvis, sintiendo el estado de animo de su ama poco a poco atenúo las luces de la habitación hasta dejarla en completa obscuridad.

-No prometo nada- dijo a la obscuridad mientras se acurrucaba sobre sí misma y froto suavemente su vientre plano.

-Bueno chico, al menos tu donante de esperma tiene buen ADN, te odiaría definitivamente si salieras idiota como Hammer, aunque teniéndome como madre, lo dudo mucho y también dudo que borracha o no me acostaría con alguien como Hammer, lo más probables es que termine golpeándolo con mi cinturón negro de artes marciales mixtas- y así se quedó, frotando su vientre y despotricando sobre la estupidez humana hasta quedarse dormida, mañana maquinaria las patrañas que tenía planeadas para resolver este problemilla.


Richard Parker tenía una vida tranquila, una linda esposa, un buen trabajo y una buena vida, o al menos eso creía, todo lo que faltaba era un hijo, él y Mary lo habían intentado innumerables veces pero nada había resultado, se había sentido muy frustrado, amaba a su esposa, pero todo ese proceso era muy cansino, tanto que había decidido ser social por una vez en su vida e ir a una fiesta de caridad en representación de Oscorp, cosa que a su esposa extraño, imaginen su sorpresa al encontrarse con Antoniette Stark y tener una conversación decente con ella, para cuando le dijo su nombre, que ella seguramente conocía, ambos estaban lo suficientemente borrachos para no saber lo que hacían.

Encontrarse la mañana siguiente en una habitación del hotel cinco estrellas donde se celebró la fiesta al lado de nada más ni nada menos que Toni Stark. Eso no lo esperaba, no, definitivamente no.

Se sintió horrible, y no pudo mirar a Mary a la cara por una semana, hasta que ella lo tomó y lo obligó a contarlo todo, se sintió aun peor al ver la cara traicionada de Mary estallando en lágrimas, no le hablo por 5 días enteros, y él no la molesto tampoco, estaba agradecido de que no se fuera ni le pidiera el divorcio.

Después del sexto día la capa fría de Mary se había descongelado un poco, y hasta le dedico unas pocas palabras, para cuando termino la semana podían conversar decentemente, y no fue hasta la semana siguiente que Mary toco el tema.

-¿Lo disfrutaste?- ella comenzó durante la cena. Cenaban carne y patatas, y tuvo que esforzarse para no ahogarse luego de la repentina pregunta.

-¿Perdón?- preguntó confundido y medio ahogado con su cena.

-¿Disfrutaste dormir con Toni Stark?- pregunto de nuevo, mostrándose aún más ansiosa. El cerebro de Richard no capto muy bien la pregunta (que bueno que había logrado tragar hace un momento si no ya estaría muerto) así que solo mirar boquiabierto fue su respuesta.

-¡¿y bien?! ¡¿Lo disfrutaste o no?!- exclamo finalmente harta de la estúpida expresión de Richard.

-¡¿Qué?! ¡No! ¡Por supuesto que no! ¡Ni siquiera lo recuerdo, estaba borracho!- al parecer su cerebro termino de procesar la pregunta y por fin pudo responder decentemente.

-¡Si, claro! ¡Serias el primer hombre en el mundo que olvida acostarse con Toni Stark!- el sarcasmo goteaba por todos lados, mientras sus manos y cabeza se movían en sincronía.

-¡De verdad no lo recuerdo! ¡Además! ¡¿Cuál es tu problema?! ¡¿Por qué esto es lo primero que preguntas?!- aún sin poder creer que en realidad esto le pasaba.

-¡Por favor! ¡¿De verdad creíste que no me gustaría saber si a mi marido le gusto acostarse con la maldita perra de Stark?! ¡Se realista Richard! ¡¿Si me acostara con Leonardo Di Caprio no te gustaría saber si me gusto o no?!¡¿No te daría curiosidad saber si otro es mejor en la cama con tu esposa?! - Ya totalmente alterada, Mary no estaba teniendo mucho sentido, pero la última pregunta dio a Richard que pensar, así que un silencio se apodero de la mesa al no haber respuesta de su parte.

-…Tienes razón…- comento distraídamente Richard.

-Sabes que siempre la tengo- respondió orgullosamente Mary.

Otro silencio se instaló en la mesa, esta vez bastante incomodo, ambos se miraron a los ojos durante unos segundos, expresando su adoración mutua en un cruce de miradas, todo continuo durante unos segundos más hasta que ambos rompieron en risas, debido a lo ridículo en su situación.

Terminaron la cena en risas y haciendo chistes ridículos seguidos de sexo de consolación, el tema no volvió a ser tocado y Richard supo en ese momento que había sido perdonado, si, la vida era buena, tenía una esposa maravillosa, una linda casa, un buen trabajo y una bonita y pequeña familia, aún le podrían faltar niños, pero había decidido no apresurarse, todo vendría a su tiempo se dijo, y si, la vida nunca se había sentido más tranquila…

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

… hasta que cierta genio multimillonaria filántropa reapareció en su vida con la gracia de un huracán


Y….Voila, ¿qué les pareció? ¿Bueno? ¿Malo? ¿Asombroso? ¿Apestoso? Si tienen algunas dudas al respecto el comportamiento de los personajes dejen Reviews con sus preguntas, las responderé, lo prometo.