Luego de terminado el sexto año, James los invito a pasar el verano en su casa, Sirius ya vivía con los Potter, y quedaba evidenciado que los señores Potter, eran realmente nobles, miren que además de aceptar a Sirius estaban dispuestos a alojar a los otros camaradas de su hijo por el verano.
Sirius ya había abandonado a su familia biológica, por lo que se consideraba a si mismo como un huérfano que había encontrado su hogar en casa de su "mejor amigo en todo en mundo". Solo extrañaba a una persona de su familia, extrañaba a "Drómeda" "su prima favorita y la única cuerda de la familia", no sabia nada de ella desde que se casó un hijo de muggles, en una ocasión escucho a Bellatrix decir que la perra traidora estaba embarazada; Eso entre otros insultos. En fin. En algunas ocasiones él mismo se sorprendía imaginándose a su querida prima junto a un niño muy mono, que por casualidad era idéntico a él (por no decir que era él) cuando tenía 3 o 4 años.
Remus, había llegado una semana atrás, cuando ya había pasado la luna llena y en ese momento entro a la habitación sacando a Canuto de sus cavilaciones.
_ Llego carta de Peter._anunció sentándose al pie de la cama.
_ ¿Qué dice Colagusano?_ inquirió incorporándose.
_ No va a venir, su mamá esta enferma_ dijo tendiéndole la carta que traía en las manos.
_ Mejor, así disfrutamos más._ musitó Sirius.
_ ¿Eso, qué significa?_ cuestionó el chico castaño.
_ Cuando salgamos al pueblo, no nos tendremos que preocupar por convencer a alguna chica de que salga con él._ dijo como quien explica algo obvio.
_ ¿A cuantas chicas has convencido para que salgan conmigo?_ preguntó el castaño.
_ A Ninguna, no se como pero tu las convences solito, tal vez es por lo cursi que eres._ Sirius, hizo una mueca al decir cursi._ ¿por cierto donde esta James?
_ Esta fregando platos, a lo muggle._ dijo divertido._ Dórea, lo castigo por dejar la escoba llena de lodo en la sala; mejor ni aparezcas por la cocina, James puede ahorcarte, esta sospechando que fuiste tú, él que dejo la escoba en la sala.
_ Una sola palabra, y no sobrevives._ lo amenazó.
_ ¿En serio?_ lo retó Remus._ ¿estas seguro, quieres meterte en problemas, con un licántropo enojado?
_ Ya relájate, me rindo, me rindo._dijo alzando las manos, rindiéndose.
_ Eso esta mejor, ya debes de ir aprendiendo que eres un pequeño cachorrito, nada más._dijo Remus poniéndose de pie.
_ Al menos yo no salgo corriendo cuando hay luna llena._ dijo Sirius, lanzándole la almohada, pero la esquivó, y la lanzo de regreso aunque tampoco dio en el blanco.
_ Perro, tonto _le dijo mientras salía del cuarto.
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Con James condenado a fregar platos todos los días, manualmente. Pasaron uno, dos, tres días hasta que por fin pudieron salir de la rutina diaria y decidieron divertirse un poco, Sirius y James estaban volando lanzándose una quaffle, Remus un tanto hastiado del quidditch, busco la sombra de un árbol para poder leer un poco.
_ ¡Sirius!, muchacho, ven un momento._llamó la señora Potter desde la puerta trasera de la casa.
Los merodeadores descendieron, rápidamente y Canuto se dirigió a la casa, dejando su escoba al lado de la de Remus.
_ Lunático, venga, juguemos un poco._animó James a su amigo
_ Luego, si, estoy en un punto critico de la historia y….
_...No te gusta perder el hilo de la emoción…bla bla bla…_dijo dejándose caer junto a su amigo que no se inmutó._ ¿otra historia, romántica?
_ Tragedia, traición, y un poco de romanticismo._respondió mientras cambiaba de página._ Una, recomendación de Lily.
_ ¡Genial!, luego me lo prestas para ver si así acabo de comprender lo que le gusta a "mi ángel"
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Sirius, entro a la casa y se dirigió a la sala donde supuso debía estar la señora Potter, y no se equivocó, ahí estaba pero también estaba una mujer castaña de bellas facciones y porte elegante que le sonreía calidamente, y sujetando con una mano a una pequeña niña que trataba de esconderse entre la túnica de su mamá.
_ ¡¿Andrómeda? ._se sorprendió el merodeador
_ Por fin, te vuelvo a ver.- le dijo esta al merodeador, acercándose y dándole un fuerte abrazo a su primo.
_ ¿Pero? ¿Cómo, me encontraste?_inquirió un poco aturdido y de pronto vio como el cabello de la niña cambiaba del rojo, al castaño, y no pudo evitar mirarla, era preciosa "Toda una Black" pensó._ ¿Cómo se llama?_ preguntó mirando a la niña que ahora le brindaba una tímida sonrisa.
_Nymphadora Tonks._ dijo Andrómeda._ es metaformaga._agregó con orgullo
_ ¡Sirius, me aburro!, y Remus sigue inmutable en su lectura._ dijo James entrando en la sala, y al momento se quedo petrificado al ver a la prima se su amigo.
_ Mira, James, no es una verdadera sorpresa._dijo Sirius emocionado._ ¿no es la niña mas linda que has visto? _ inquirió tomando en brazos a la pequeña Nymphadora
_ Eh ¿Quién es?_preguntó James
_ Ella, es mi prima Andrómeda._dijo señalando a esta y luego miro a la niña._y esta linda niña es Nymphadora Tonks, su hija.
_Es un gusto, soy James Potter._dijo tendiéndole la mano a Andrómeda y luego se dirigió a la niña._ y un gusto conocerte a ti también pequeña.
_ ¿Sabes hacer magia?_ le pregunto la niña a James, con una dulce voz cantarina.
_ Si, Sirius también._ respondió, mientras la niña se revolvía en los brazos de Sirius.
_ ¿Puedes sacar un conejito?, me gustan los conejitos, mi papi siempre aparece uno para mi._ dijo risueña, mientras el cabello se le tornaba rosa.
_Dora, por favor compórtate._le reprendió su madre.
_ James, por que no te llevas a la niña a jugar un rato mientras Sirius habla con su prima._ dijo la señora Potter.
_ Claro, si no te molesta._dijo James dirigiéndose a Andrómeda, mientras Sirius ponía a Tonks en el suelo y ella tomaba la mano de James.
_No claro que no._dijo._ pórtate bien, no hagas travesuras y ten cuidado._le dijo a la pequeña niña.
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_Bien, a ¿Qué quieres jugar, Nymphadora?_dijo cuando ya habían salido de la casa y se dirigían al árbol donde estaba Remus
_¡Tonks!
_Si, ya se Nymphadora Tonks.
_¡No, Nymphadora No!_ soltó un gritito y sus ojos se llenaron de lágrimas.
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Remus, estaba muy concentrado en su libro, James ya lo había interrumpido, y tratando de molestarlo a cada segundo; le tapaba los ojos o regresaba la página de su libro argumentando que no había acabado de leerla; como no logro inmutarlo de su lectura se levanto y desapareció del patio, bien ahora si podía leer cómodamente. Paso un buen rato en silencio y avanzo varias páginas y de pronto:
_¡No, Nymphadora No!_ Remus, oyó la voz de una niña, una voz dulce aunque sonaba entre irritada y triste, levanto los ojos y ahí estaba una pequeña niña de rostro en forma de corazón, tez blanca y en ese momento su cabello cambiaba de un rosa a un gris opaco; estaba prendida de la mano de James que tenia expresión de angustia al ver a la niña a punto de llorar.
_ ¿Qué le hiciste? De seguro ya la asustaste_ Remus le preguntó a James, al tiempo que se ponía de pie y cargaba a la niña._ ¿Quién es?
_ Es la primita de Sirius, Andrómeda esta aquí y ella es su hija._explicó James, mientras le limpiaba la mejilla a Tonks, que había dejado escapar una lagrima.
_No te preocupes pequeña, ¿James, te asustó verdad?_ le preguntó divertido a la niña, después se dirigió a James._ ¿Qué le hiciste?
_ Me dijo Nymphadora._ dijo la niña limpiándose los ojos.
_ Pues así se llama._se excusó James mirando al castaño
_ No, solo soy Tonks._ dijo la niña, mientras se recostaba en el hombro de Remus, estaba sollozando.
_ Por eso, Nymphadora Tonks._dijo James acercándose a la niña y acariciándole el cabello.
_ Nymphadora es feo, soy Tonks._ dijo la niña
_ ¿Entonces no te gusta tu nombre?_preguntó James, la niña levanto la cabeza y negó con ella._ Podías, haberlo dicho, Tonks ¿quieres un chocolate?
_ Si, me gusta mucho el chocolate._dijo la niña que volvía a ser pelirosa, y esbozo una sonrisa y aparecieron unos hermosos hoyuelos en sus mejillas.
_ ¡Tiene hoyuelos y todo!_dijo James._ ya me estoy encariñando con esta pequeña señorita….Bueno Remus, ya la oíste dale un chocolate
_ Pero si fuiste tú el que le ofreció uno._dijo Remus, que ponía a Tonks en el suelo. Pero en ese momento sacaba un chocolate relleno de fresa y se lo daba a Tonks._ Disfrútalo, espero que te guste ese o ¿prefieres las ranas de chocolate?
Tonks, impaciente como ninguna otra niña, tomo el chocolate lo saco de la envoltura y le dio una mordida.
_Mmmm…fresa…_dijo saboreando el relleno del dulce, se dejo caer en la hierba justo donde había estado Remus, los merodeadores la imitaron y se sentaron uno a cada lado de Tonks. De pronto ella se levantó y se sentó en el regazo de Remus, y este quedo muy sorprendido.
_ Parece que..._empezó James pensativo, pero su expresión se volvió divertida._...le gustas, Remus…
_ Por favor, es solo una niña._replicó divertido mientras observaba a Tonks, cuyo cabello cambiaba constantemente de color mientras comía el chocolate, pero sus ojos se habían vuelto de un dorado.
_ Por eso, de seguro ya eres su amor platónico._dijo con aire soñador
_ ¿Sabes hacer conejitos con magia? _ preguntó Tonks a Remus, acabando su chocolate y se relamía los dedos
_ ¿Conejos?_ Inquirió Remus
_ Le gustan los conejos y su papa aparece uno para ella._explicó James, mientras le limpiaba las manos a Tonks con un pañuelo._Eso es lo que ella me dijo a mi también me preguntó si lo puedo hacer.
_ Eh, Tonks, ninguno de nosotros dos sabe aparecer conejos, pero de seguro Sirius si puede, ¿Por qué no se lo pides a él?_ sugirió Remus, Tonks asintió
_ ¿Los dos también son primos de mi mami?_les preguntó la pequeña.
_ No, nosotros somos amigos de Sirius._respondió James
_ ¿Me das otro chocolate?_le pidió Tonks a Remus, este como no pudo negarse a su tierna sonrisa asintió y le dio otro chocolate.
_ Me retracto, que lastima no le gustas._dijo James, fingiendo desilusión._ solo quiere tus chocolates._añadió dándole una palmada en la espalda a Lupin, el castaño ignoró a su amigo. Se quedaron callados por un tiempo mirando como la metaformaga devoraba el chocolate. De pronto a Remus le surgió un instinto protector hacia la niña, en ese momento la rodeo con los brazos acunándola en su pecho.
_ Pero…_empezó James, acusando a su amigo con la mirada._... ¡ella te gusta!_soltó
_ Cornamenta, es solo una niña._se excusó Lunático
_ Una muy linda y tierna._agregó
_ Pero sigue siendo una niña._dijo._ por favor debe tener 3 o 4 años._añadió impaciente.
_ Y tu 17, son solo 13 años, no hay nada malo en eso._animó Potter, Remus lo miro serio por unos segundos y entonces los dos echaron a reír.
_ ¡Es una niña!_dijeron al unísono, aun no recobraban la compostura, cuando Sirius y Andrómeda llegaron junto al árbol, ¿en que momento, Tonks se había dormido?... ahí acurrucada en el regazo de Remus, con su cabecita apegada a su pecho y con las manitos manchadas de chocolate, aun sostenía un trozo en su mano derecha.
_ ¡OH!, espero que no les haya causado problemas, es muy traviesa._ dijo Andrómeda cargando a su hija.
_ No, para nada, a nosotros nos pareció muy tranquila._ dijo James
_ Y, yo que quería pasear con ella en escoba._ soltó Sirius._ por cierto, el es Remus Lupin._ señaló a Remus con la cabeza._ el causante de que Nym tenga las manos llenas de chocolate, hemos tratado con todo, pero su adición al chocolate no se quita con nada.
_ Un gusto._ saludó Andrómeda sonriendo.
_ Es un placer conocerte._ respondió Lupin amablemente, aunque rojo por la introducción que dio su amigo.
_ Bueno, tengo que retirarme. Hasta luego y gracias por todo._musitó dirigiéndose a James y Remus.
_ ¡Adiós!_se despidieron los dos al unísono
_ Tienes que prometer que nos veremos y me dejaras mimar a mi primita._le dijo Sirius a su prima, esta asintió y tras esto se marcho con la pequeña Nymphadora en brazos.
Luego del verano los merodeadores volvieron al colegio para su séptimo y último año; a menudo Sirius recibía cartas de su prima, así como algunas fotos de Tonks, este a su vez le enviaba obsequios a Nym. Cuando terminaron el colegio, Canuto mantenía contacto con su única familia pero este se desintegro cuando Sirius fue enviado a Azkabán.
Remus, disfrutaba de las historias que Sirius contaba sobre Tonks, siempre eran historias alegres sobre las múltiples travesuras de la metaformaga.
¿Algún día volveré a ver esa traviesa sonrisa y esos tiernos hoyuelos en sus mejillas?_ Pensaba Remus.
Tal vez algún día la vuelva a ver. Talvez esa niña, sea lo que Remus necesita para ser feliz. Tal vez no solo disfrute de su sonrisa si no también de sus labios. Tal vez por su culpa ahora ella adore el chocolate relleno de fresa.
