CAPITULO 1 "INTRODUCCIÓN"
SASUKE
Manejaba con cuidado de camino a la universidad. La nieve cubría en totalidad los alrededores y la carretera, a pesar de estar libre de nieve, se veía bastante resbalosa.
Siempre me había llamado la atención la manera en la que Konoha se adaptaba perfectamente al clima. Cuando era primavera, cientos de personas corrían a a los parques y jardines a recolectar flores. En verano, aunque la mayoría corría a Suna a causa de la playa, se podía observar el río lleno de gente. En otoño iban a recolectar manzanas y se botaban en enormes pilas de hojas secas. Y en invierno, las personas se abrigaban y salían de sus casas con chocolate caliente con malvaviscos a hacer muñecos de nieve o patinar en el lago.
Si bien, esas prácticas eran comunes en Konoha, yo nunca me había sentido familiarizado con ellas. Yo siempre me había sentido demasiado ocupado para hacer tales cosas.
Como esta mañana, por ejemplo:
Sakura había insistido que me quedara con ella a jugar en la nieve.
¿Qué clase de estúpido cree ella que soy?
Mi primera clase era a las 12:00, si bien, era lo suficientemente tarde como para hacer otra cosa, preferí estudiar para los finales. Ser un estudiante de primer año de criminología, no era fácil.
Sakura hiso un berrinche, como los que acostumbraba, y yo la ignore olímpicamente.
Últimamente mi relación con ella se estaba enfriando. Ella era hermosa de los pies a la cabeza, sumamente inteligente, pero también era infantil e inmadura en un grado insoportable.
Cuando la conocí, su belleza, su inteligencia y su increíble manera de besar me habían deslumbrado. Los primero meses de nuestra relación habían sido perfectos. Ambos estábamos ocupados con nuestros estudios, nos veíamos cuando podíamos y teníamos ganas de vernos. Las cosas cambiaron cuando ella empezó a pasar más tiempo en mi departamento que en el suyo. Se paraba temprano a preparar el desayuno para mí y para Shikamaru, mi compañero de piso, empezaba a lavar mi ropa, y llevaba la mayoría de sus pertenencias sin siquiera habérmelo preguntado.
Ella paso de ser mi chica perfecta, a ser un fallido clon de mi madre. Un maldito grano en el trasero.
Me había pasado las últimas tres semanas intentando romper con ella. Empezando con cosas tan simples como no desayunar, burlarme de esas estúpidas películas cursis que tanto le gustaban, hasta tirar su colección de revistas de chismes con la excusa de que para mí eran basura, (¡Y lo eran!) e incluso, negarme al sexo.
Sea como sea, ninguna había funcionado aun, y yo estaba más irritable que Sai cuando perdió su cuaderno de dibujo.
Llegue al aparcamiento de Konoha's University, y me estacione al lado de una moto que rápidamente reconocí como la de Deidara.
Justo antes de bajarme, mi celular empezó a sonar. Con cierta incertidumbre de que fuera Sakura, lo saque del bolsillo delantero de mi pantalón. Era mamá.
-Hmp, ¿Ma?
-¡Sasuke! ¡¿Dónde estás?! –su voz sonaba gangosa, como cuando lloraba
-En la escuela
-Lo siento cariño, pero ¿puedes venir a casa?
-No, tengo un examen importante, no puedo salir ahora. Dime que pasa
-Hmp –su respiración era agitada y sonaba frustrada, como si se debatiera entre decirme o no –Es un poco delicado, tu tía Rinko llamó hace un momento, es Neji
Neji, mi primo, había sido durante mucho tiempo mi único amigo, antes de que él y su familia se mudaran a Tokio. El saber que algo andaba mal con él, me tenso de inmediato.
-¡¿Qué pasa con Neji?! ¡¿Tuvo un accidente?!
-No, hijo –mi mamá relajo su voz, fue entonces que me di cuenta de que algo verdaderamente malo ocurrió. –Sasuke… Neji acaba de ser diagnosticado con Leucemia… Neji tiene cáncer.
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NEJI
Tumbado en mi habitación, con las luces, celular y computadora apagados.
Estaba hecho una porquería.
Hace dos días había recibido mi sentencia de muerte… ¿Para que esforzar siquiera?
Desde entonces no me había duchado, apenas y había comido y ni siquiera podía cerrar los ojos temiendo que después no despertara. Mi madre molestaba tratando, inútilmente, de animarme. ¿Para qué ducharme y asearme, si después de todo, estaba podrido por dentro? ¿Para qué comer, si después de todo me iba a morir?
Tenía más de cinco opciones de tratamiento, siendo la quimioterapia la más efectiva, pero también la más letal.
Gaara y Hinata habían estado tratando de animarme, diciéndome que tipo de tratamiento podía ser el más efectivo, rápido, fácil, indoloro. Pero, al igual que mi madre, habían fracasado en su intento.
Mi padre era el único que parecía de mi parte, le decía a mi madre que no me obligara a asearme si yo no quería, a Hinata y a Gaara que ya habría tiempo para decidir el tratamiento, e incluso le decía a Hanabi que no quería comer brownies.
Sonreí levemente, recordando lo que mi padre me había dicho ayer:
"Neji, sé que esto no es fácil para ti, pero, no es fácil para nadie. Y no me refiero a los millones de enfermos de cáncer en el mundo… me refiero a nosotros… tu familia… tus amigos… no queremos perderte, tan solo… intenta"
Lentamente me deslice de debajo de mis sabanas y cogí el móvil. Lo encendí
23 llamadas perdidas. Gaara, Kankuro, Temari y Hinata eran los únicos nombres que aparecían. No me sorprendía, después de todo ellos eran mis únicos amigos.
Hinata y yo éramos inseparables de los hermanos Sabaku No, desde que nuestros padres se unieron en la compra de un hotel.
A un maldito segundo de volver a apagar el celular, sonó. Era Sasuke. Lo más probable era que mamá llamara a su hermana, y esta le avisara a Sasuke, de mi deprimente estado.
Pensé si no contestar seria lo mas fácil, sin embargo lo hice, después de todo, Sasuke era de las pocas personas que de verdad apreciaba
-¿Hmp?
-Hmp, Hola primo –dijo él, con voz neutra
-Hola Sasuke
-¿Cómo estás?
-Muriendo…
-¡Con una mierda Neji! No sé exactamente como está tu salud, pero existen los tratamientos.
-Sasuke, el cáncer no se cura.
-¿Y es por eso que te la pasas lamentándote de tu estado?
-¡Valla! ¡De verdad que mamá conto el chisme completo!
-No es un chisme. No puedes simplemente encerrarte en tu habitación a llorar. ¡Eres Neji Hyuga! ¡Puedes salir adelante!
-No, no puedo… moriré.
-Deja de actuar como un imbécil. ¡No me hagas sentir vergüenza al decir que eres mi primo!
A pesar de que sus palabras me llenaban de furia, algo en mi interior se relajó, al sentir a la primera persona que no me hablaba como si fuera un animal a punto de entrar al matadero.
-Eres un idiota
-Lo soy. Pero te apuesto diez grandes que me extrañas
-Sí. Te extraño tanto como se extraña un grano en el trasero.
Escuche si estúpida risa… no la burlona, ni la sarcástica, su estúpida risa real.
-Mira imbécil, esta semana es de exámenes. Pero salgo de vacaciones el sábado, llego a Tokio el domingo ¿ok?
-¡¿Qué?! ¡¿Para qué?!
-¡¿Cómo que para que, idiota?! –Sonaba un poco ofendido – ¡Pues para ayudarte a escoger tu estúpido tratamiento! Si escoges quimioterapia tu larga y sedosa melena se caerá. ¿Por qué no investigas la radioterapia? Itachi dice que es más molesta, pero seguirás igual de sensual
-¡Aunque este calvo y flaco, seguiré siendo mucho más atractivo que tú, estúpido!
Sasuke volvió a reír.
-Entonces te veo el domingo en la tarde. Ponte guapo.
-¡Idiota! Te estaré esperando.
Sin más, colgué. Una autentica sonrisa se marcó en mis labios, sin que tratara de esconderla.
Tome una toalla y me metí a bañar.
Hola, traía esta historia desde hace rato… estuve leyendo un libro que se llama "Bajo la misma estrella" de John Green y de ahí nació la idea, espero que les guste.
P.D.: Todo lo escrito es sin la intencion de molestar e incomodar a nadie. Y si lo hice, pido una disculpa. El cáncer es una enfermedad horrible que ha marcado mi familia por generaciones. Lo menos que quiero es ofender. :) dejen Review
