Cuentos para no dormir:

Hace muchísimos años en una pequeña localidad europea los grandes clanes de magia y ocultismo se reunieron para celebrar el nacimiento de tres niños prodigios, nacidos con una gran capacidad para magia y cuyo potencial era infinito.

Había escasos momentos como estos, los más viejos lo sabían, que a lo largo de la historia nacen personas que tienen destinadas marcar un rumbo distinto a el cual el mundo estaba acostumbrado.

Lukas Bondevik en Tønsberg, Arthur kirkland en Londres y Vladimir Lupei en Transilvania el ultimo un mestizo hijo de una bruja y un vampiro.

Cuanta la leyenda que al momento de los tres cumplir los diecinueve años desaparecieron extrañamente, jamás fueron encontrados, hasta que un dia…

-HASTA QUE UN DIA QUE.

Cuando tenía diez años había encontrado un extraño libro en el cuarto de los tesoros de mi padre. Hablaba de una leyenda con tres chicos misteriosos. Papá era pescador y cada cosa extraña que conseguía la guardaba, porque decía que cada cosa tenía una historia que contar por muy pequeña que fuese, y las guardaba como tesoros.

Provengo de una pequeña familia de pescadores en Copenhague que sobrevive vendiendo sus pescados a los comerciantes que pasan por los puertos. El día que mi padre trajo este libro a casa dijo que estaba escrito en noruego y que era muy antiguo, tal vez pertenecía a los antiguos vikingos o a algunos poderosos hechiceros.

No entendía noruego, pero era muy similar al danés así que le pedí a un amigo noruego que me ayudara a traducirlo y me ayudo a traducirlo mientras me daba clases de noruego. Hoy en día entiendo perfectamente el idioma tanto que decidí mudarme a Oslo.

En aquel tiempo, habían unas páginas rasgadas y otras no estaban, perdí completamente las esperanzas de hallar el resto ya que el libro fue encontrado en lo profundo del mar y las posibilidades de no encontrarlos eran infinitas.

Estudie historiología en Oslo y me gradué con honores, gracias a mis estudios pude afirmar que el libro que había encontrado mi padre databa de la edad media, verdaderamente antiguo.

El libro hablaba de tres chicos que cambiarían el rumbo del mundo como lo conocemos, obviamente no había registros de ellos dado a la antigüedad del libro, pero por alguna extraña razón sus apellidos se mantuvieron.

Había contactado yo a un tal Scott kirkland de escocia, aseguro no saber de qué estaba hablando y prácticamente me echo de su casa a patadas. Los Lupeis eran una familia muy adinerada en Transilvania, el famoso actor Andrei Lupei era moldavo y apenas un niño pequeño era muy difícil contactar con una familia tan poderosa. Y finalmente el apellido Bondevik la razón de que me haya viajado de Oslo hasta Tønsberg no quedaba muy lejos pero un viaje era un viaje.

-disculpe me podría decir donde vive la familia bondevik.

-usted está loco.-eran las respuestas más frecuentes.

Otra vez me cerraron la puerta justo en mis narices. Aun así no me rendiría descubría que había pasado con esos chicos y su papel fundamental en la historia. Estaba seguro de que algo importante era y que no solo era un cuento de niños.

Mi madre muchas veces me regaño por estar pensando siempre en este libro, ella decía que libros que hablaran de brujos y vampiros no eran más que puras fabulas.

-disculpe sabe algo de los bondeviks.-volvía a preguntar esta vez a una señora ya mayor, era la quinta vez que preguntaban y me respondían algo, la mayoría solo pasaban y me ignoraban.

-aaah, creo saber algo de ellos, cuando era pequeña mi abuelo me conto que su abuelo le contaba que hace mucho tiempo hubo un incendio, donde mataron principalmente a esa familia, los perseguían aunque nadie sabía el por qué.

Un incendio en Tønsberg había leído algo sobre eso en mis libros de historia, jamás había oído esta versión, hizo que me interesara más en el caso.

-sabe algo más sobre ellos.-insistí de nuevo.

-ooh, no que recuerde, solo se lo que me conto mi abuelo. Aunque en la biblioteca local hay un libro de las grandes familias que formaron el pueblo atreves de los años tal vez consiga algo ahí.

-en serio, muchísimas gracias señora.- estreche la mano de la anciana y la sacudí con fuerza por la emoción. Wow después de tanto tiempo podía sacar un poco más de información de esa familia. Con un poco de suerte descubriría quien era Lukas bondevik.

-no hay de que, no hay de qué.

La biblioteca de Tønsberg era grande y muy amplia tenía una enorme sección de historia y mitología nórdica. Era tan grande que me fue muy difícil encontrar el libro al cual se refería aquella vieja mujer. Me pasee de pasillo en pasillo hasta llegar a lo más recóndito de la biblioteca, ese lugar oculto entre las sombras, donde todos los libros están cubiertos por una fina capa de polvo. Extrañamente son los más interesantes y los más olvidados.

Volviendo al tema no fui capaz de hallar dicho libro, pero encontré algo aún mejor si se puede decir de algún modo. Había dado con una revista de los 80 que hablaba sobre un certamen de belleza local, el cual tenía en portada a la ganadora de dicho concurso. Astrid bondevik, una joven sumamente bella tanto que por un momento me imagine seduciéndola y conquistándola con flores y serenatas.

En la vieja y amarillenta revista se podían distinguir de a poco los colores ya gastados por los años. Obviamente era rubia y seguramente de ojos azules (como era lo típico de la mujer noruega) el cabello largo y liso, muy delgada, aunque tenía sus curvas no había que negarlo.

La poca información que daba era sobre el futuro y no relacionadas con la familia de esta.

Derrotado aunque un poco esperanzado guarde la revista y Salí de la biblioteca.

Ya afuera me dispuse a leerla en una plaza cerca de los puertos, para ver que otro poco de información podía sacarle, estaba haciendo algo de frio, habían algunas gaviotas revoloteando alrededor y como eran cerca de las doce del mediodía, salían niños que habían de terminar su labor en el colegio y se dirigían a sus casas, tanto ruido no me dejaba leer.

En medio de la muchedumbre había un chico, rubio que se veía perdido, dando vueltas por doquier, vestía algo parecido a un vestido y cargaba también una capucha larga y negra. Después de intentar de hablar con personas que huían atemorizadas por su aspecto se me quedo viendo un rato, bajo sus ojos se le veían sus ojeras, y se notaba en su cara el cansancio. Sus ojos eran hermosos. Tenían una tonalidad azulada con un brillo violeta oscuro.

Bajo su capucha con delicadeza, vi como sus delicadas manos estaban tan maltratadas, tenía hematomas, raspones y lo que parecían ser cicatrices, su rostro era fino y delicado, como si fuera el de una chica. Aun así no dejaba de ser masculino.

Sus labios delgados y rosados, parecían hechos a mano por el mismísimo Odín. Dios y su cabello, rubio que era tan liso y brillante que daban ganas de tocarlo y olerlo y perderse en su fragancia.

No dejaba de mirarlo embobado, yo que toda la vida me considere heterosexual me había excitado de tan solo ver como un hombre que incluso se veía un tanto demacrado por el cansancio, se bajaba una capucha para dejar al descubierto su rostro.

No aparte la mirada de sus ojos y el tampoco hiso a fan de querer moverse, las persona se apartaba de él y otras se les quedaban viendo como si fuera un fenómeno.

Le sonreí y el hiso una mueca de disgusto.

-ey Lukas.-le llame temblando, algo me decía que ese era su nombre, no estaba muy seguro de por qué, pero creía firmemente de que aquel hermoso ser no era nada más ni nada menos que el Lukas bondevik que aparecía en las páginas de aquel libro maldito.

Su mirada de sorpresa me lo confirmo, y a paso lento se acercó a mí.

-como sabes mi nombre.-fue lo único que dijo. Lukas tenía una voz suave y melodiosa.

-me lo supuse, eres Lukas bondevik.

-donde estoy.-no respondió a mi pregunta, creo que ni siquiera la escucho. Se veía demasiado cansado, como si hubiera estado viajando sin dormir por muchos días.

-estas en Tønsberg.

-mentira, hay demasiadas casas y mucha gente, es imposible que sea Tønsberg.

-tal vez no el que tu conozca.-le volví a sonreír.

-quita esa estúpida sonrisa, no haces más que darme miedo. Me quiero ir a casa.-algo en su voz me decía que el chico estaba mal, se veía muy pálido y estaba totalmente solo.

-quieres ver a tu familia.-pregunte.

-nada me haría más feliz en este momento.-Lukas suspiro, y miro el cielo por un momento.-no sé dónde estoy este lugar no puede ser Tønsberg.-hablo más para sí mismo que para mí.

-dame las direcciones de dónde vives, lo buscare aquí en mi teléfono.-saque mi Smartphone y el retrocedió asustado.

-es eso alguna nueva clase de magia.

-ajajaa no, que va si solo es un teléfono.-le mire compasivo.-se llama tecnología, dime Lukas cuanto tiempo llevas perdido y como llegaste aquí.

-no lo sé, sé que yo estaba intentando huir de algo con otros dos chicos, todo estaba tan oscuro.-paro un momento viéndose la manos.-creo haber hecho algo y estoy casi seguro que ese algo me trajo hasta aquí, ¿porque te estoy contando esto a ti?.

-y tus amigos.

-no lo sé.-eso ultimo lo dijo sin aliento, como si hubiese respondido a la pregunta de su muerte, como quien se despide de algo cuando en realidad quería gritar "por favor quédate".

Lukas estaba preocupado por sus amigos, que seguramente estaban en sus respectivas tierras vagándoos perdidos tal y como lo estaba haciendo el, buscando su hogar sin poder encontrarlo, preguntando a personas que los ignoraban por temor o simplemente indiferencia, gente que los tomaba por locos. Tenía que ayudar a resolver este extraño suceso.


N/a: especial Halloween, se acerca el 31 de octubre y tuve la idea de crear un fic de misterio y romance con algo de terror, más adelante veremos que paso con Arthur y Vladimir, reviews?