Prisionera de mis recuerdos.

En un día de lluvia como el de ahora, todo había cambiado para ella. De un momentó a otro, y por azares del destino, dejo de ser esa niña feliz e inocente que amaba a su familia.

No estaba segura de si lo que le había pasado era malo o bueno. Realmente no lo sabía, pero algo en su interior ya sabía la respuesta.

Por un lado extrañaba a su familia, extrañanaba esas cenas familiares y los cuentos que su madre solía contarle. Pero por el otro, con lo que había sucedido, ganó una nueva familia.

Ganó una nueva razón para luchar y seguir adelante, y si es cierto que el camino fue muy duro y doloroso ante cada paso que daba hacía adelante, estaba feliz.

Puesto que había logrado superarse a si misma, había logrado superar sus espectativas y las de los demas. Había obtenido amigos, a quienes aún hasta ahora podría seguirles llamando "familia", porque eso eran. Eran una familia.

De diferentes lugares, con diferentes personalidades y caracteres. Pero eso nunca impidió que fueran los mejores amigos y hermanos.

Se sentía nostalgíca de solo recordar su pasado, de solo recordar a la niña que fue y la que era, de recordar lo vividó y superado junto a sus amigos.

Fue triste y doloroso el transcurso del camino, pero al final todo esfuerzo dio sus frutos y abrió nuevas puertas.

Una nueva esperanza renacia para el mundo, una esperanza que ella y sus hermanos llevaban esperando por mucho tiempo. Con ella el mundo cambiaria para bien y nadie más tendría que vivir lo que ella si.

Todo lo vió oscuro desde la muerte de su familia, pero al pasar del tiempo encontro una nueva luz que florecio como una delicada flor dentro de ella.

Sus pensamientos estuvierón nublados como aquel cielo gris durante mucho tiempo, pero logró seguir adelante con la ayuda de a quienes más quería.

Por esa clase de amistad es por la que vale la pena luchar y sacrificar, y ella lo sabía. Había visto el sacrifició y lo había vivido también. Y si lo tuviera que volver a hacer nuevamente, lo haría.

Por aquellos quienes nunca la dejarón sola, quienes le dierón una razon más por la cual vivir y luchar. Quienes le dierón una razón para ser valiente, para esforzarse y superarse.

Daba tristeza el que todo terminara así como así, después de tanto tiempo y esfuerzó. Pero el pensamiento de ir a mejor vida junto a sus amigos la alegraba en sobremanera aún en un momento como ese.

Estarían juntos, y ya no habría nadie que lo impidiese. Serían esa familia pacífica y unida que siempre desearón ser.

Se sentía libre, se sentía tan libre como el viento, sentía que volaba y que todo a su alrededor desaparecía.

Le sonrió al cielo nublado, como si esperara que este le respondiera. Pero simplemente cerro los ojos por un segundo, toda carga desaparecio de sus hombros, estaba tan ligera que sentía que la brisa podría llevarsela con solo una ventisca.

Ya no había marchá atrás, todo sería mejor. Estaría junto a quienes la protegierón y quisierón.

Sintió como la vida se escapaba de su cuerpo, y volvio a cerrar los ojos con una leve sonrisa en su rostro.

– Gracias...– Susurró debilmente al viento.

"Siempre fuí prisionera de mis recuerdos... Y ahora que mi viaje ha llegado a su fin. Me preguntó si mis amigos estarán ahi, esperando por mi"

Y con este último pensamiento, se durmió en un profundo sueño, del que quizas nunca despertaría. Pero su alma y su espiritu volvieron a donde siempre pertenecierón.

Su Hogar.