Nota: Es importante decir que los personajes y nombres le pertenecen a Akira Toriyama, solamente las disparatadas historias pueden ser nuestras, pero eso no es gran cosa. Esta es otra versión de un par sobre el que se tejen muchas teorías, esta es la mía y espero que les guste.

Capítulo 1

Goku y Piccolo sobrevivieron a las infames lecciones de conducción y ahora tenían todo el tiempo para dedicarse enteramente a sus arduos entrenamientos en espera a la aparición de los androides del doctor Gero.

Gohan les acompañaba y cada día el niño desarrollaba más poder y mejores técnicas. Fue bueno para él tener dos maestros, aunque a veces podía resultar confuso. El muchacho encontraba siempre tiempo entre sus estudios para ir con su padre y Piccolo a las montañas a seguir con el entrenamiento, y es que a razón de las advertencias del joven del futuro, un guerrero con el poder de Gohan era siempre de gran ayuda.

Mirai Trunks era un misterio que solamente Gokú y Piccolo, gracias a su agudo oído, conocían. Ambos sabían el origen del muchacho, pero no decían nada porque no querían poner en riesgo la existencia del hijo de Vegeta. Con Piccolo no había problemas, el namekuseijin era discreto y nunca hablaría demás. Sin embargo Goku, no es que era un chismoso, pero simplemente se distraía en ocasiones y eso podía ocasionar problemas.

Bien, un año de duro entrenamiento pasó rápidamente y Goku entrenaba tranquilo en las montañas, suponía que el resto estaba en lo mismo.

—Me muero de hambre —dijo Goku cuando sonó su estómago —. Creo tu mamá ya debe tener lista la cena, ¿quieres ir a casa a cenar?

—Sí papá —respondió alegre Gohan, aunque sabía que una vez en casa le esperaban pilas de libros y montones de tareas —Vamos dragón —dijo el pequeño hablando con su amigo morado.

—Piccolo, sé que solamente bebes agua, pero eres igual bienvenido en casa para pasar el rato —le invitó Goku

—Prefiero quedarme a estrenar un poco más —respondió el verde guerrero, y es que la esposa de Goku podía ser molesta en algunas ocasiones —. De seguro Vegeta no pierde el tiempo como tú.

—Yo creo que a esta altura Vegeta debe estar muy entretenido en otras cosas diferentes del entrenamiento —dijo Goku pensativo, y no por algo fue alumno del maestro Roshi, y aunque no dijo esto con mala intención, fue su ingenuidad la que le hizo hablar.

—¿A qué te refieres Goku? —preguntó intrigado el namekuseijin

—No a nada —dijo Goku tapándose la boca —. No dije nada.

—Si te refieres a que debe estar procreando al chico del futuro...

—¡Shh…! No lo digas que Gohan podría escucharte —de pronto el lado buen padre, casi nunca visto en Goku salió.

—Pero si fuiste tú el que trajo eso a la conversación —habló Piccolo en un tono más bajo —. Además no es algo que nos incumba, si las cosas siguen su curso normal. El que debería estar preocupado eres tú, que dentro de poco te enfermarás.

—Pero yo me he sentido mejor que nunca —dijo Goku —. A lo mejor ahora que sé que voy a enfermarme, el entrenamiento que hago me proteja de eso.

—Sí, es posible que la venida de ese muchacho cambiara algunas cosas.

—Entonces ¿crees que por algún motivo el hijo de Vegeta y Bulma podría no nacer?

—Yo no he dicho eso —respondió Piccolo.

—Pero podría dar un vistazo, solo para estar seguro.

—¡No Goku! Es muy peligroso interferir, ya te lo advirtió el chico del futuro —dijo con un tono de reproche Piccolo —. Deja que las cosas ocurran.

—Es que la verdad yo siento curiosidad de saber cómo es que esos dos terminan juntos, porque después de todo Bulma tiene un carácter muy complicado y ya conoces a Vegeta.

—Por eso mismo no debemos interferir, eso fue lo que dijo aquel joven del futuro.

—Me teletransportaré solo para ver, no diré nada.

—¡Goku!

Acto seguido el guerrero se materializó en la Corporación Capsula donde Vegeta entrenaba incansablemente en la cámara de gravedad, mientras Bulma estaba ocupada con sus inventos. Todo parecía tal y como los había dejado, con la diferencia de que Vegeta ya estaba entrenando a más de 400 veces la gravedad de la Tierra.

—Kakaroto ¿qué haces aquí? —preguntó Vegeta que había sentido el ki del guerrero. Extrañado y molesto dejó su entrenamiento para ver a Goku.

—Nada Vegeta, solo pasaba por aquí y pensé saludar —dijo Goku disimulando mal nerviosamente.

—¿Cómo pudiste alcanzar el nivel de súper saiyajin si siempre estás perdiendo el tiempo, insecto?

—No lo sé —dijo sin darle importancia al insulto —. Yo solamente quería ver cómo estaban tú y Bulma.

—¿A qué te refieres? ¿Por qué nos mencionas a los dos juntos? —dijo muy suspicaz Vegeta

—A nada, solamente era curiosidad ya que viven juntos.

—¡No vivimos juntos!

—Pero viven en la misma casa.

—Kakaroto, no sé si el entrenamiento que recibes es para incrementar tu estupidez o qué, pero te está resultando.

—¡Oh Vegeta! Contigo no se puede conversar, mejor me voy a hablar con Bulma — E inmediatamente apareció en la cocina donde Bulma tomaba un café.

—Gokú, que sorpresa —dijo Bulma sorprendida —, dime ¿te has sentido bien, esa enfermedad no te ha afectado todavía? — Ella le puso la mano e la frente al guerrero.

—No, me siento de maravilla.

—Que bueno, eso me tranquiliza porque esos androides de los que nos hablo ese chico del futuro me dan mucho miedo, pero Yamcha cree que no debemos preocuparnos demasiado.

—Oh Yamcha —dijo Goku pensativo — ¿sigues viendo a Yamcha?

—Sí, es mi novio, nos vemos a menudo.

—Eso me temía —dijo Goku sin pensar en sus palabras.

—¿Por qué? —preguntó Bulma con el mismo tono suspicaz de Vegeta — ¿qué sabes de él? ¿Está saliendo con otra chica?

—No es nada Bulma — respondió Goku sin saber que decir —. Mejor me voy porque Milk ya debe tener lista la cena, adiós.

Goku desapareció de la cocina de la casa de Bulma. Ella miraba con extrañeza el sitio vacío que había dejado, fue en ese momento que notó la presencia de Vegeta en la puerta observando en silencio.

—¿Qué era lo que quería? —preguntó ella sin esperar respuesta, pero la respuesta vino.

—Ese Kakaroto es un imbécil, no deberías preocuparte por él.

Bulma le dirigió una mirada a divertida a Vegeta y éste le devolvió otra con media sonrisa por un instante, luego dejó la habitación para volver a su rutina.

Goku volvió con Piccolo, su semblante mostraba gran preocupación, porque para el guerrero saiyajin las cosas no iban bien, según su percepción.

—Te digo Piccolo que ni Bulma ni Vegeta se ven enamorados el uno del otro.

—¿A eso fuiste a su casa?

—Tenía que cerciorarme de que las cosas iban bien y todo está mal. Bulma sigue saliendo con Yamcha y Vegeta sigue tan agrio como siempre.

—Eso no quiere decir que Trunks no vaya a nacer.

—Pero Piccolo, ya ha pasado un año y no hay ningún indicio de algo entre esos dos, solamente tienen tres meses para terminar juntos y que nazca su hijo.

—Me parece tiempo suficiente.

—No comprendes, creo que si no ayudamos Vegeta y Bulma jamás tendrán a Trunks —trataba de explicar Goku —. No podemos poner en riesgo su existencia, debes ayudarme a que Vegeta y Bulma tengan una relación.

—Lo que pides es muy extraño Goku —le dijo Piccolo

—Es que eres un namekuseijin.

—No veo que tenga que ver. Tú eres un saiyajin.

—A ustedes solo les sale un huevo por la boca y eso es todo, los humanos somos distintos. ¡Que no te enseñó nada Kamisama o tu padre sobre la procreación de los humanos y los saiyajin.

—No veo que sea tan complicado.

—¿Qué cosa no es complicada? —preguntó Gohan apareciendo detrás de los guerreros.

—¡Gohan! Casi me matas de un ataque al corazón —dijo Goku con la mano en el pecho.

—Lo lamento papá, pero mi mamá me mandó a decirte que sino vienes a casa enseguida no te dará de cenar.

—Dile a tu mamá que estaré ahí enseguida

—A propósito papá, ¿de dónde vienen los niños?

Las quijadas de Goku y Piccolo se fueron al suelo, no estaban listos para ese tipo de preguntas.