''La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido''
Súper Héroe
Caminaba a paso apurado por los pasillos de aquel instituto. Su respiración era agitada, y de sus ojos se podía reflejar enfado e ira.
A lo lejos podía ver como un grupo de chicos estaban recargados contra sus casilleros fumando unos cigarrillos comunes.
—''Mal día el que me ha tocado''— hasta en sus pensamientos el rencor distorsionaba su voz, sonando dura y fría.
Detuvo su carrera y se detuvo frente al grupo de chicos que fumaban, ella los miró a cada uno con furia, lo que le habían hecho no lo iba a dejar pasar de largo…
—Vaya, vaya… miren quien llegó— dijo un chico de pelo azul, su voz burlona hizo enfadar a la persona a la que iba dirigido el mensaje
—Muy gracioso, gusano— rio la chica al frente con ironía— Ahora bien, ¿Quién de ustedes, pedazos de mierda, me delató por los grafitis en el auto del director? —
Una joven de pelo rosa platinado compartió miradas cómplices con el chico de pelo azul, y luego ambos miraron a una chica pelirroja con una coleta. La última se echó a reír a carcajadas
— ¿Tan rápido vas a iniciar tus escándalos, princesa? — Dijo la pelirroja, y la peli rosada y el peli azul se mofaron de la chica al frente con buena gana
— Es en serio, imbécil. Creí que teníamos un trato— respondió furiosa
— ¿Y qué? ¿Acaso creíste que lo iba a cumplir? Por favor Luka, deja de ser tan ingenua- a continuación, la pelirroja aspiró el cigarro y luego soltó una gran nube de humo
— Ustedes en verdad que sois unas mierdas, ¿Debo recordarte que la apuesta incluía NO DELATAR A NADIE?- dijo Luka, la chica al frente que en estos momentos tenía unas ganas terribles de partirle el hocico a la pelirroja en frente
La pelirroja chasqueó la lengua y miró retadora a Luka —Oh, entonces… ¿Debo recordarte que me importa un cuerno las reglas de la apuesta? —
— Me vale madres que no te importe, igual debes cumplirla— respondió Luka cruzándose de brazos, enfrentando de manera agresiva a la pelirroja
— Oh vaya, miren quién me habla de cumplir las reglas aquí— y antes de que la pelirroja pudiese proseguir su ronda de burlas sobre la joven al frente, el peli azul le tocó el hombro
— Déjala, Cul. Si se está haciendo buena entonces pronto será miserable, porque nosotros nos encargaremos de que así sea— y nuevamente, los tres chicos se rieron de buena gana de Luka.
Luka suspiró enfadada, rodó los ojos y murmuró para sí misma —Estoy rodeada de idiotas…—
Se dio vuelta y se dispuso a ir a la oficina del director, de algún modo debía limpiar ese auto para evitar que llamaran a sus padres.
(...)
Llegó a la oficina del director, el hombre de unos cuarenta y tantos años miró con sus ojos cafés a la joven en frente. Sin duda la más problemática que su instituto ha tenido que soportar
— Por favor, tome asiento Megurine san—
Luka suspiró otra vez, tiró su mochila al suelo y se sentó en la silla enfrentando con la mirada a aquel director de cabello castaño canoso. Sin duda, su día no podría ser peor…
(…)
Mientras tanto, una joven de cabello agua marino marrado a dos coletas escribía garabatos en una libreta, estaba afuera del instituto sentada bajo un árbol. Las clases habían acabado, pero como no había nadie cerca que pudiese correrla del establecimiento, decidió instalarse y hacer un poco de tarea en paz.
Se arremangó un poco las mangas de su suéter gris.
Escribió una serie de números y letras en la libreta, mientras hojeaba de vez en cuando ese libro de matemáticas, le resultaba extrañamente fácil aquella materia, a pesar de que a muchos les aterre o ya de plano sean pésimos en ella.
Escribió un número final en aquella ecuación, la había resuelto sin problemas, pues entendía las ecuaciones sin problemas
—''Como me gustaría entender a la gente al igual que como lo hago con las matemáticas''— pensó la joven, y luego se sobresaltó sola —'' ¿Y si no puedo entender a la gente porque la gente no entiende las matemáticas y yo sí? ¿Y si creen que soy igual de aterradora que las matemáticas?'' — apresuradamente buscó en su mochila un pequeño espejo, ya para cuando lo consiguió se miró el rostro.
Instantáneamente sonrió para sí misma
— ''No, definitivamente no doy miedo''—
Regresó su vista a su tarea, aún faltaban ejercicios que completar. Y nuevamente se metió en ese mítico mundo lleno de cálculos y letras incomprensibles.
Ya pasaron quince minutos, por fin acabó su tarea. Pero escuchó unos pasos llegar hasta ella, no era una sola persona, eran varias.
De repente su libreta con la tarea hecha le fue arrebatada, la joven de cabello agua marino protestó
— O-oye devuélvemelo, es mío— hizo un puchero infantil, y la persona que le quitó la libreta comenzó a reír
— Oh, qué lástima, ahora es mío— dijo una pelirroja de coleta, el peli azul y la peli rosa rieron otra vez. Amaban molestar a los nerds indefensos
— No es cierto, devuélvemelo, me costó mucho hacer la tarea— la peliacua de levantó del pasto y empezó a pegar brincos intentando atrapar su libreta, por desgracia la pelirroja era dos cabezas más alta que ella
— Querrás decir, ''Me costó mucho hacerte la tarea'' ¿No? — respondió la pelirroja evitando que la peliacua, aparentemente menor que ella, atrapara el pequeño cuaderno
— No, eso no es lo que quiero decir, devuélveme eso, por favor— suplicó la joven de coletas, ya estaba poniéndose nerviosa, no podía permitir que esos matones se llevaran su hoja con los cálculos ya resueltos — A-además, vamos a cursos distintos, ya déjame en paz—
— ¿Y eso qué? Que seamos mayores a ti no nos impide en nada molestarte, rarita— respondió la chica de pelo rosado platinado
— Sí, así que deja de lloriquear, mocosa. Vete a donde tu mami si vas a ponerte así— esta vez habló el peli azul.
Y al instante luego de decir eso, unas pequeñas lágrimas se asomaron en los ojos turquesa de la menor. Lo cual fue objeto de burla de esos matones…
— ¡Hey, ustedes! — gritó a lo lejos una voz conocida por los tres chicos, y de un momento a otro, la libreta fue arrebatada de las manos de la pelirroja. La chica giró su cabeza encontrándose con la desagradable imagen de Luka presumiendo la libreta en su mano
— ¡Devuelve eso, idiota! ¿No ves qué estaba divirtiéndome? — bramó Cul, y todas las miradas se dirigieron a esa peli rosa de elegante porte, con ropa casual (Pues en ese instituto se podía ir de cualquier ropa)
— Ajá, yo también estoy divirtiéndome mientras me burlo de tu frustración— la Megurine soltó una risita agraciada, mofándose de manera directa de su grupo de ''amigos'' — Por cierto, esta es mi venganza. Así que con más razón me estoy divirtiendo—
Y a paso confiado, le entregó la libreta a su dueña, sin dirigirle la mirada, pues estaba observando al trío de idiotas con sus caras de enfado.
Finalmente le susurró a la menor que se fuera a casa, sino quería salir herida. Por supuesto que la víctima del reciente acontecimiento obedeció, no quería estar más allí y ser lastimada…
Pero sin que Luka lo supiera, para la peliacua, ese resumido ''encuentro'' le había resultado de lo más… interesante…
Al día siguiente, Luka se dirigió de camino a la escuela por un carril contrario al que siempre tomaba. De modo que podría alargar su camino a su instituto, pues no quería ver a sus amigos y mucho menos al director, pues ese mismo día tendría que limpiar su auto para quitarle todas las obscenidades que le había escrito en su coche.
Sin embargo, por alguna extraña razón, sentía que alguien la observaba.
Y esperando a que solo fuese una sensación, se dio la vuelta encarándose a lo que creía que la seguía. Y no, no era una sensación…
— ¿Qué quieres? — inquirió con dureza en su voz, la persona que la siguió dibujó una tierna sonrisa en su rostro, cosa que la hizo ver muy infantil
— ¡Hola, no sabía que venías por este camino también! — saludó aquella misma peliacua que había visto el día anterior, siendo molestada por sus ''amigos'', y vestía ese mismo extraño suéter gris y ahora que le daba una mirada más pudo notar que en el centro del suéter dibujado con hilo gris oscuro estaba dibujada la silueta de la cabeza de un gato, más unas seis líneas, tres en el lado izquierdo y viceversa simulando ser los bigotitos del felino. Tambien pudo notar que era notoriamente grande, le llegaba hasta los muslos dejando visibles un poco de la costura de unos shorts celestes gastados y zapatillas grises, en sus hombros estaba la mochila negra que, por suerte, sus amigos no lograron arrebatarle.
— No has respondido a mi pregunta, ¿Qué quieres?... Oh, no mejor ¿Me estás siguiendo? — replicó Luka perdiendo la paciencia. Lo cual a la joven al frente le resultó muy extraño
— ¿S-seguirte? Hum,… ¿No? —dijo la peliacua fingiendo no haber hecho eso. A Luka le dio un tic en el ojo, ya irritada de lo infantil que podía llegar a ser esa chica
— ¿Pero qué eres, una adolescente o un bebé? Madura, joder. Ya tienes edad para comportarte como tal— bramó exaltada la peli rosa
— Madurar no significa decir malas palabras— y la chica de coletas dio unos saltitos hasta la Megurine y le picó la nariz con el dedo —Aprende de eso— Luka le dio un zape a la mano de la chica, alejándola de su rostro
— En primera, NUNCA toques mi rostro— la peliacua se quitó con su antebrazo las gotas de saliva que habían salpicado a su rostro luego de recibir las advertencias de la peli rosa — Y segundo, cuando maduras puedes hacer lo que quieras, como decir malas palabras, se supone que puedes hacer lo que quieras sin que los otros te digan qué hacer—
La chica de pelo agua marino pareció meditarlo y dijo — ¡Oh! Entonces eso quiere decir que puedo actuar infantil si quiero, ya que soy una chica madura y puedo hacer lo que quiera sin que los demás me digan qué hacer— finalizó la jovencita con una espectacular sonrisa, asegurando así su victoria
— No, no puedes, idiota. Si actúas así nadie te tomará en serio— replicó.
— Entonces ¿Por qué te estás tomando tan a pecho lo que digo? —
— ¡Pues precisamente porque detesto a la gente infantil! — La menor se cubrió los oídos para evitar los gritos desenfrenados de la peli rosa
— De acuerdo, de acuerdo… entonces, ¿Por qué obligas a cambiar a la gente que ya es feliz consigo misma? — Luka abrió la boca dispuesta a responder, sin embargo quedó muda al no saber cómo contestarle a esa pregunta tan simple
— D-da igual. Ahora deja de distraerme, debemos ir a la escuela— Luka resopló enfadada, sin embargo a la chica de coletas se le iluminaron los ojos
— ¿Debemos? ¿Eso quiere decir que puedo ir contigo? — Luka chasqueó la lengua y dijo
— NO—la Megurine inició su camino a la escuela, pero antes de que pudiera dar siquiera un paso más, sintió como la otra chica le tironeaba del lado inferior de su camiseta, intentando así llamar su atención — ¿Podrías soltarme? Vas a romperme la ropa— La chica de coletas obedeció a la peli rosa, liberándola de su agarre inofensivo
— Antes de que entremos allí, quiero que me respondas, ¿Cómo te llamas? — dijo apenada. La aludida enarcó una ceja confundida por eso, sin embargo no le importó y respondió
— Si te digo ¿Dejarás de seguirme?— la peliacua sintió y Luka bufó — Bien, me llamo Megurine Luka… yay— finalizó festejando irónicamente. Causándole gracia a la chica en frente
— Luces mayor, Megurine Luka, ¿Cuántos años tienes? —
— ¿Qué te importa? — volvió a responder de manera desagradable, sin embargo no logró herir una pizca de orgullo de la otra chica
— ¿Algún día me lo dirás? —
— Tal vez sí, tal vez no…—
— Miren ahora quien es infantil— remató la peliacua, sonrojando de vergüenza a Luka
— ¡Cállate! Tú me pegaste lo infantil—
— De acuerdo…— se rio — Ahora,… ¿No vas a preguntarme mi nombre? — Luka se lo ''pensó'' y respondió
— No—
— Igual te lo diré…— y antes de que la joven pudiese responder, Luka ya estaba caminando a la escuela — ¡Me llamo Hatsune Miku! —
Pero al parecer, Luka la ignoró. Aunque debía admitir que si había escuchado el nombre de la peliacua
— '' ¿Hatsune Miku?... Ok''—
Luka llegó a la escuela con retraso, sin embargo tenía una excusa, por culpa de una acusadora de nombre ''Hatsune Miku'' había llegado en verdad tarde…
Esperaba que hoy fuese un día mejor, sin volverle a ver nunca más…
(…)
Grave equivocación.
Al finalizar las clases, encontró a Miku esperándola en la puerta, y como si el día de hoy no hubiese sido pesado…
— ¿Qué haces aquí? — inquirió molesta, Miku solo la miró con gracia
— Es por eso a que vengo, quería decirte que como me salvaste de esos matones tengo que hacer algo a cambio por ti para pagarte— Miku le sonrió de manera inocente a Luka, sin embargo eso logró enfadarla aún más
— ¿Por qué no te pierdes en un bosque? Creo que esa sería la mejor forma de pagarme la ayuda— Hatsune enarcó una ceja manteniendo esa sonrisa
— ¿Y si mejor te ayudo a lavar el auto del director? —
— ¿C-Cómo sabes? — inquirió la Megurine
— Por favor, todo el mundo lo sabe, boba. En fin, ¿Te ayudo o me pierdo en el bosque? — Luka suspiró derrotada, bueno, pensándolo bien…
Quizás un poco de ayuda de una extraña no vendría mal…
Aunque lo extraño fue la forma en la que hbía conocido a aquella mocosa, sin duda la vida tiene cosas sorprendentes que descubrir...
Y lo extraño de toda la situación, es que su encuentro sea en un ambiente donde Luka acabe siendo la heroína de la situación, cuando en realidad tendría que ser la villana de manera indiscutible.
Si, tengo muchos fics que actualizar :v pero no pude evitarlo xD este proyecto rondó en mi cabeza y me gustó (soy masoquista, que decirte)
Next Episode:
Amistad
Miku intentará hacer un acercamiento más cercano con la Megurine, ¿Lo logrará? ¿Podrá enlazar una amistad con la peli rosa?
