Disclaimer: Inazuma Eleven/go/chrono stone/galaxy le pertenece a level-5.

Solo podía pensar en ella, su mirada se perdía en el cielo estrellado, sonreía sin querer, ver su sonrisa siempre lo alegraba, estaba cansado por el entrenamiento, se ducho, comio y se acosto. Aun con la sonrisa de ella en su mente, tomo la decision de decirle lo que sentia por ella, cerro los ojos lentamente y se durmio.

-Tenma, Tenma, levantate es tarde- dijo Aki moviendo al chico.

-Cinco minutos mas- respondió babeando.

-Te perderás el entrenamiento de la mañana- comento Aki.

-Es cierto- dijo levantándose de la cama-, tengo que llegar a entrenar.

El pelicastaño salio de su cuarto, se ducho, se vistió y bajo a desayunar, cuando termino de comer se fue corriendo a toda velocidad para llegar a tiempo al entrenamiento de soccer de la mañana, en medio de la carrera para llegar al Raimon vio a Shinsuke corriendo.

-Shinsuke, esperame, vamos juntos- exclamo Tenma.

-Tenma, claro, pero apurate- le dijo Shinsuke.

-Claro- le respondio el pelicastaño.

Ambos corrieron a la maxima velocidad que sus piernas les permitieron, corrieron cinco minutos hasta llegar al Raimon, caminaron hasta el club, se cambiaron y fueron a entrenar, todo ocurrio con su flujo normal hasta el descanso.

-Toma Tenma- dijo la peliazul.

-Gracias- le dijo el pelicastaño algo sonrojado.

Se tocaron las manos, lo que hiso que Tenma se sonrojara mas de lo que estaba, Shindou, Tsurugi, Shinsuke y Kirino se dieron cuenta del sonrojo del pelicastaño. Continuaron con el entrenamiento normalmente hasta que se hiso tarde y todos fueron a sus respectivas casas.

-Espera Tenma- dijo Shindou a lo lejos.

-Shindou, Tsurugi, Kirino, Shinsuke ¿qué pasa?- pregunto el aludido.

-Queriamos preguntarte algo- dijo Tsurugi.

-¿Que quieren preguntarme?- pregunto Tenma.

-¿Te gusta Aoi?- pregunto directamente Shinsuke.

-¡Ehhhhh! Que clase de pregunta es esa- exclamo Tenma.

-Shinsuke, lo preguntariamos de otra forma, no hay de otra, responde Tenma- dijo Kirino suspirando-, ¿te gusta o no?

-No, ella es una amiga de la infancia, ¿porque dicen eso?- respondio nervioso el pelicastaño.

-Es la misma mentira que dijo Shindou cuando le pregunte si le gusta Akane- dijo Kirino.

-¡Kirino!, me prometiste que no dirias nada sobre eso- reclamo Shindou.

-Eso todos ya lo sabiamos- dijo burlandose Tsurugi.

-¡Como que todos sabemos que te gusta Kinako!- exclamo Shinsuke.

-¡Eso no es cierto!, no me gusta Kinako- respondio Tsurugi molesto y algo sonrojado.

-No te gusta como a Tenma no le gusta Aoi- se burlo Shindou.

-Asi es... espera no... mierda- dijo Tsurugi.

-Volviendo al tema- comento el pelirrosa-, responde Tenma, ¿te gusta Aoi si o no?

-Esta bien- dijo resignado Tenma- si, me gusta de hace un tiempo.

-Y no sabes como decirselo ¿cierto?- pregunto Kirino.

-Asi es- respondio bajando la cabeza el pelicastaño.

-No te preocupes nosotros te ayudaremos- dijo Shindou.

-Gracias, por cierto ¿quien le gusta a Kirino?- pregunto Tenma.

-Le gusta mmmmhhh...- no termino Shindou por que Kirino le tapo la boca.

-No es nada que te importe mucho- dijo nervioso el pelirrosa-, lo dices y le digo a Akane que te gusta- susurro a Shindou.

Los cinco se fueron riendo por lo que paso, se separaron en el camino de sus respectivas casas, Tenma entro en su cuarto y solo pudo pensar en la chica peliazul de sus sueños, en que sus amigos lo ayudarian a conquistarla, se durmio con eso rondando por su mente.

-Casa de Aoi-

Aoi sentada en su cama con un cuaderno en una mano y un lapiz en la otra, miraba el cielo estrellado de esa noche, se sonrojo y una sonrisa broto en sus labios, empezo a dibujar a una persona muy importante para ella hasta que se durmio, una lagrima cayo en el cuaderno donde estaba dibujado Tenma siguiendo un balon de soccer con una gran sonrisa en la cara.

Llego la mañana y Aoi se desperto con los primeros rayos del sol saliendo de entre las montañas, ella se levanto, se arreglo y bajo a comer.

-Aoi, ¿hoy tambien tienen entrenamiento?- pregunto su madre.

-Si, madre, hoy tambien hay entrenamiento- respondio la peliazul.

Salio de su casa y se dirigio a la cancha de soccer en la orilla del rio, donde encontro a Tenma, Shinsuke, Tsurugi y Kinako praticando en parejas, Tenma con Shinsuke y Tsurugi con Kinako, Aoi bajo las escaleras y los llamo para darles almuerzo, por el llamado, el peliazul y la pelicastaña chocaron quedando Tsurugi sobre Kinako en una posicion muy comprometedora, el silencio incomodo inundo el lugar, Aoi, Tenma y Shinsuke se alejaron y comenzaron a murmurar.

-¡No soy un pervertido!- exclamo Tsurugi levantandose.

- Dudo de tu afirmarcion- dijo Tenma.

-Fue muy sospechosa esa caida y como quedas encima de Kinako- comento Shinsuke riendo.

-Si, mira a la pobre Kinako, ni siquiera la ayudas a pararse- dijo Aoi.

Tsurugi miro a la pelicastaña que seguia tendida en el suelo con la cara muy roja, el peliazul la ayudo a levantarse y fueron a comer con los demas.

El dia paso normal (Yo: sin contar con ese insidente), el entrenamiento siguio, esta vez jugaron 2 contra 2, atardecio sin que se dieran cuenta y decidieron irse a sus casas. Tenma se quedo entrenando esta el anochecer, Aoi se quedo mirando como entrenaba, la peliazul miro el cielo, el pelicastaño se sento a su lado sin que ella se diera cuenta.

-Aoi, ¿que s lo miras?- pregunto Tenma.

-Miro las estrellas, hoy estan mas hermosas- respondio Aoi.

-No mas hermosas que tu...- dijo sin pensar Tenma.

-¿Que dijiste Tenma?- pregunto inocentemente la peliazul.

-Que ya es tarde y debemos volver a nuestras casas- respondio nervioso el pelicastaño.

Se fueron a sus casas lentamente sin decir una palabra, solo cruzaban miradas de vez en cuando.

-"Deberia decirle lo que siento en este momento, estamos solo los dos"- penso Aoi.

Se arrepintio de decirlo que pensaba en ese momento, se separaron, Aoi llego a su casa y fue directo a su cuarto se encerro y se recosto sobre su cama mirando su techo hasta que cayo en las garras de Morfeo y se durmio.

-Casa de Tenma-

Tenma al llegar a su destino se fue a duchar, y luego a su cuarto, recostado en su cama comenzo a pensar en las palabras que pronuncio sin darse cuenta al lado de Aoi.

-¿Porque no le dije que me gusta?- se pregunto- soy un cobare, tendre que esperar una nueva oportunidad para decirle lo que siento.

El pelicastaño se durmio tras pensar esto ultimo, el silencio reino esa noche, ningun animal ni persona se escuchaba, era la noche mas tranquila, que predecia que algo bueno ocurriria en esta ciudad para algunos jovenes de aquella ciudad.