Summary:
Tras los últimos acontecimientos ocurridos en Alejandría, Carol siente que debe ayudar a Jessie y a su familia a pasar por ese trance que ella conoce tan bien. Pero toda la situación junto con todo el sufrimiento que lleva en su interior, hará que su sufrimiento aumente más. Daryl quien está viendo como Carol está sufriendo, está dispuesto a cumplir la promesa que le ha hecho: "No dejaré que te consumas"
Género: Romance
Rated: M
Warnings: Posibles escenas subidas de tono en los próximos capítulos (Lemmons)
Pairings: Caryl
Capítulo 1 - No dejaré que te consumas.
El aire frío de la noche acarició su hermoso rostro. Admiró las calles de Alejandría alumbradas sólo por la luz de la luna. Las luces de las casas estaban apagadas indicando que probablemente los Alejandrinos estarían sumidos en profundos sueños. Por un instante, deseó ser ellos, deseó ser ignorante de lo que ocurría detrás de los muros que les protegía de los muertos y los no-muertos para poder dormir toda la noche sin temor.
Deseaba que algún día pudiera considerar aquel lugar como su hogar, pero en las circunstancias en las que el mundo se encontraba, era complicado. No debía bajar la guardia. Su obligación era seguir en alerta, ocultándose bajo la imagen de ama de casa indefensa, que no sabe defenderse con un arma. Ya había pasado antes, había considerado la prisión como su hogar y fue desterrada de ella, para ser destruida más tarde por el gobernador. Se habían planteado establecerse en una hermosa casa en medio del bosque junto a Ty y las niñas, pero pronto ese sueño fue destruido de la peor manera posible. Había llegado a la conclusión que nunca podría considerar un lugar como su casa. El mundo tal y como era ahora, se basaba en ir de un lado a otro. Alejandría no era más que una estancia temporal. Tarde o temprano las cosas saldrían mal y tendrían que volver a vivir entre los bosques. Ella lo sabía y debía estar prevenida para cuando llegara ese momento.
Lo que había sucedido horas atrás en la asamblea, era un claro ejemplo de lo cruel y peligroso que era el mundo actual. Pero el peligro no eran los muertos, sino los vivos. Pete había degollado a Reg delante de gran parte de la ciudadanía de Alejandría y Rick se había visto en la obligación de matar a Pete delante de todos los habitantes, incluida de su mujer, Jessie.
Sin quererlo, Carol estaba demasiado involucrada emocionalmente con el caso de Jessie, en especial con uno de sus hijos, Sam. Movida por su instinto acompañó a Jessie a su casa pasando gran parte de la noche con ellos. Jessie estaba tan aturdida por lo que acaba de presenciar que no rechazó su presencia, es más parecía estar agradecida. Carol sabía que la muerte de Pete era lo mejor que podía haber pasado, por el bien de Jessie y sus hijos. Sam mostró indiferencia sobre lo ocurrido con su padre, mientras que su hermano parecía más afectado.
A diferencia del grupo de Rick, los alejandrinos no estaban acostumbrados a situaciones tan dolorosas como las que acaban de vivir. Ellos sin embargo, estaban demasiado familiarizados al dolor y a la confusión emocional tras esos amargos momentos. Durante el tiempo que Carol estuvo en casa de Jessie, las conversaciones con ella fueron inexistentes, se mantuvieron en silencio gran parte del tiempo, aunque si las tuvo con Sam, quien parecía dispuesto a entablar conversación con la mujer, mientras les acompañaba en ese periodo tan complejo.
Tras varias horas sosteniendo el dolor emocional de la familia Anderson, Carol volvió a la casa que compartía con su grupo. Jessie no había hablado abiertamente de lo que sucedía entre ella y Pete, pero las circunstancias y su forma de vida le recordaba a su historia con Ed. Eran tantos los recuerdos amargos que aparecieron en su cabeza que los ojos le pesaban demasiado debido al dolor. Quería llegar a su cama y dormir para olvidarse de todos esos recuerdos. Demasiados sentimientos y recuerdos que Carol nunca quiso recordar de nuevo.
- ¿Dónde te habías metido? - una voz ronca pero suave le sobresaltó cuando subió las escaleras hacia la casa.
Se giró de golpe buscando a su dueño entre la oscuridad, y vio una sombra en el suelo del porche, sentado, con sus manos abrazando sus rodillas, a cual niño pequeño inseguro, mientras admiraba el cigarro que sujetaba entre sus dedos. Carol suspiró aliviada al ver de quien se trababa. No le apetecía hablar sobre lo sucedido, pero estar en compañía de Daryl siempre era agradable.
Le había visto durante un segundo después de que Rick disparara a Pete, plantando al lado de Aarón y ese hombre desconocido. No le había dado tiempo a darle la bienvenida, antes de seguir los pasos desesperados de Jessie.
Avanzó hacia él sentándose a su lado con las piernas cruzadas en forma de indio. A pesar de que no veía sus ojos por la débil luz de la luna, sabía que Daryl le miraba buscando respuestas en su rostro. Abatida, Carol dejó caer la cabeza hacia atrás apoyándola en la madera blanca del porche. No era el sitio más cómodo, pero la sensación de calidez y tranquilidad le invadió por primera vez en días. Daryl no dejó de observarla ni un instante mientras ella se acomodaba a su lado, esperando una respuesta a su pregunta. Como era habitual, no insistió ni pronunció ninguna palabra, dándole el espacio necesario para responder.
Unos segundos de silencio, un suspiro y entonces, habló.
- Con Jessie - Daryl observó su rostro detenidamente y vio dolor. Unos segundos después supo la razón- Pete pegaba a su mujer - Sin poder evitarlo, la voz de Carol tembló y se odio a sí misma por sentirse vulnerable.
Probablemente Daryl sabía lo sucedido en la reunión y él porque Rick había acabado con su vida, pero dudaba que le hubieran contado ese detalle. Y tenía razón, Maggie le había contado lo que había pasado, pero ella no tenía constancia de lo que ocurría entre el matrimonio.
Ante tal revelación, Daryl pestañeó varias veces intentando asimilar la noticia, antes de apartar la mirada y dirigirla hacía el suelo. La sensación de preocupación aumentó al notar en su voz la aflicción por la situación de Jessie. Intentó buscar respuestas escaneando su rostro, pero la escasa luz no le permitió ver más allá que una ligera mueca.
-Sugerí a Rick que le matara - Carol ignoró la mirada de Daryl que estaba en ella muy intensamente.
Daryl no dijo nada, solo llevó su cigarro a la boca y dio una calada para después soltar el humo muy lentamente. El silencio los invadió durante unos instantes, pero como era costumbre entre ellos no fue incómodo. Daryl tiró la colilla del cigarro cuando éste se consumió, antes de volver a mirar a Carol, quien parecía distraída mirando hacia la oscuridad y escuchando los grillos de fondo.
-¿Sigues intentándolo? – susurró Daryl. En esta ocasión, fue Carol quién buscó su mirada. Éstas coincidieron unos instantes, tiempo que ella se dedicó a reflexionar. Tardó unos segundos antes de que finalmente le respondiera.
- Sí, sigo intentándolo. ¿Y tú? - Su pregunta le recordó lo que había sucedido durante la misión.
Él sabía que por unos instantes, se había rendido con el objetivo de que Aaron pudiera volver a Alejandría. Sabía que sí Morgan no hubiera aparecido, probablemente él no estaría vivo.
Aun así, Daryl asintió.
- Si.
El silencio volvió a reinar de nuevo, mientras Carol apartó la mirada, pero él la mantuvo en su rostro y rápidamente Daryl notó el dolor emocional que seguía retenido en su interior.
-Hey-, la llamó para que volviera a mirarle de nuevo, y cuando sus ojos se encontraron, él volvió a hablar- tienes que permitirte sentir también -La frase le sorprendió enormemente pues era la misma que ella había pronunciado días atrás cuando él se encontraba muy abatido.
Carol suspiró, sintiendo como algo en su interior se rompió. Y en ese instante las barreras emocionales se quebraron después de tanto tiempo; las pérdidas de Lizzie y Mica. Tyresse. Su destierro. Sam. Jessie. Pete. Ed. Sophia. Un cúmulo de sentimientos que no podía retener después de ese día tan duro.
Buscando un poco de apoyo emocional, dejó caer la cabeza contra su hombro sucio y descubierto, mientras algunas lágrimas brotaran de sus ojos.
Daryl ladeó la cabeza hacia ella sin saber muy bien que hacer, las respuestas emocionales de los demás siempre le habían abrumado, pero en especial las de Carol, porque nunca sabía qué hacer para reconfortarla. Podía ir a buscar a Sophia en medio de la noche, podía intentar ser un caballero e intentar agarrar su jarra de agua, podría animarle con frases alentadoras, pero cuando lloraba no sabía nunca que hacer.
Así que hizo lo único que se le ocurrió, llevó su mano hacia la suya agarrándola y ella se agarró a su mano fuertemente, mientras sollozaba.
- Pete ya no podrá hacerles más daño - susurró - tienen una segunda oportunidad, como la que tuviste tú. Pueden empezar de nuevo. Mira todo lo que has conseguido.
- Si, y mira en lo que me he convertido - murmuró amargamente dando una visión de sí misma bastante negativa.
Aquello molestó enormemente a Daryl, ¿Qué no veía lo genial que era? ¿No veía que si no fuera por ella estaría probablemente muertos?
- Si, en una superviviente - Dijo con dureza, al darse cuenta de la imagen tan negativa que tenía sobre sí misma. Carol negó con la cabeza, apartándose de él, molesta consigo misma por haber bajado la guardia.
Daryl se sorprendió al ver que se levantó rápidamente, poniendo distancia tanto física como emocionalmente. Casi pudo ver como las barreras volvían a forzarse en su interior de nuevo, aislándola del mundo exterior. Daryl simplemente la siguió con la mirada mientras se ponía de pie.
- Será mejor que me vaya a dormir - Carol se sacudió los pantalones momento en el que Daryl le dio tiempo para admirar de nuevo su atuendo.
- Sigues estando ridícula - Carol empezó a caminar hacia la casa, giró el rostro con una pequeña sonrisa antes de desaparecer por la puerta.
- Y tú sigues necesitando una ducha.
A pesar del cansancio no lograba dormirse. La situación de Jessie y Sam le recordaba a la que había vivido con Ed, tanto que algunos de los momentos del pasado volvieron a su mente. Sam le recordaba a Sophia, tenía esa inocencia que también había tenido su hija. Carol se golpeó mentalmente al recordarse a sí misma que no debía volver a derrumbarse. No debía bajar la guardia, había mucho en juego. Había intentado por todos los medios no venirse abajo para mantener al grupo en un lugar seguro, al menos temporalmente, y por un instante había estado a punto de tirar todo por tierra.
Si se dejaba guiar otra vez por sus sentimientos, no estaría en alerta por si algo pasaba y debía pasar a la acción.
Daryl se estiró en el sofá, con la ropa puesta sin molestarse en cambiarse y ponerse más cómodo. Había una cama en la habitación de arriba, pero él todavía no se sentía seguro allí. Prefería estar en el sofá, ya que si pasaba algo, él tenía un sueño ligero y podría actuar rápidamente. Con las manos bajo su cabeza admiró la noche por el ventanal de la sala de estar.
Las lágrimas de Carol en el porche le habían perturbado. A pesar de que parecía que ella empezaba a dejarse llevar, comenzando a llorar sus pérdidas, tal y como ella le había sugerido cuando él estaba sufriendo, Daryl había notado que volvía a cerrarse de nuevo. Se había mostrado más distante y fría, cuando se había percatado de que se estaba dejando llevar por sus emociones.
Sabía desde su reencuentro en Terminus, que ella estaba sufriendo por algo que había sucedido durante su destierro. Más tarde en Atlanta supo que tenía que ver con Lizzie y Mika y que aún le sacudía internamente. Y todo lo relacionado con Jessie y su situación, también estaban haciendo mella en su estado anímico. Pero él no sabía qué hacer para aliviar el sufrimiento de Carol. Había probado con las mismas estrategias que ella había utilizado con él después de salir del hospital de Atlanta, pero parecía que en ella no funcionaban. Al fin y al cabo, como ella había dicho, eran diferentes.
Necesitaba encontrar la manera para aliviar el dolor que Carol llevaba dentro. Con esa idea en la cabeza se durmió.
A la mañana siguiente, Daryl entró en la cocina abrochándose los botones de la camisa a cuadros y con los cabellos mojados, de donde caían gotas humedeciendo su camisa. Avanzó hacia la repisa concentrado en la prenda sin mirar a su alrededor, sin embargo, se sintió observado. Levantó la vista divisando a Carol con su característico atuendo de ama de casa, con las pinzas de cocinar en la mano y una mirada divertida que él conocía muy bien. Daryl viró los ojos al cielo.
-¡Para! - masculló Daryl, entre dientes con tono cansado e inevitablemente Carol se echó a reír. A pesar de ser objeto de las burlas de Carol, el arquero mostró una suave y casi imperceptible sonrisa.
- Es una pena que te hayas duchado, pensaba utilizar la manguera esta noche.
Daryl soltó un "Pff" y obviando sus burlas pasó por su lado dirigiéndose hacia la encimera cogiendo el cartón de leche de soja, para beber directamente de él.
-¡Daryl! - Le regañó Carol - existen los vasos - Daryl se encogió de hombros antes de limpiarse las gotas que caían por las comisuras de sus labios con la manga de la camisa. Carol negó con la cabeza dándose por vencida.
Minutos más tarde, ambos se sumergieron en una larga conversación cuando Carol le preguntó a Daryl quien era Morgan y porque conocía a Rick. Daryl le contó prácticamente todo lo sucedido en su salida. Aunque obvió el detalle de que estuvo a punto de no volver, ya que creyó que no era necesario contárselo.
- Debemos seguir en alerta. Deberíais comentar a Deanna y a Rick lo que os sucedió a Aaron y a ti, aunque dudo que Dianne este para tomar muchas decisiones tras la muerte de Reg. Ahora más que nunca deberíamos ser previsores.- Daryl asintió a sus palabras pues estaba totalmente de acuerdo. Carol se percató que gracias a Morgan, Daryl había vuelto a Alejandría a salvo. Más que nunca se alegraba que estuviera de vuelta, y tuvo la necesidad de hacérselo saber - Me alegro que estés de vuelta - Murmuró Carol dejando reposar su mano en su brazo, mientras él le respondió con otra pequeña sonrisa.
Sus miradas conectaron una vez más con mucha intensidad, antes de que ella empezará a recoger utensilios que habían sido utilizados para preparar el desayuno. Daryl se mantuvo allí apoyado contra el mármol de la encimera pensativo, mientras la mujer siguió haciendo sus labores de limpieza.
La última frase de Carol le hizo recordar lo que había sucedido durante su salida. Había estado a punto de no volver, puede que hubiera salido vivo de allí, pero las posibilidades eran remotas y él lo sabía. Era reconfortante saber que Carol siempre se alegraba de su vuelta. Después de la noche anterior en el porche, se dio cuenta de que fue un error plantearse la posibilidad de dejarse vencer por los caminantes. Si había algo por lo que merecía la pena seguir vivo era Carol. Obviamente, todas las personas de su grupo eran importante para él, pero Carol era especial para él.
A pesar que parecía estar bien, le conocía lo suficiente para saber que en su interior aún estaba lidiando con demasiado dolor emocional. Avanzó hacia ella quien había empezado a limpiar los restos de harina, le agarró suavemente del brazo parando sus movimientos. Sorprendida, levantó la vista hacia él.
- ¿Cómo estás?
Carol supo enseguida que se refería a lo que sucedido la noche anterior. La mujer le miró antes de volver a centrar la mirada en lo que estaba haciendo. Daryl pudo notar un cambio de actitud, su espalda se irguió y su mirada se oscureció un poco, tensándose de nuevo como si las barreras se alzaron de golpe entre ellos dos.
- Estoy bien.
Daryl levantó las cejas incrédulo, sin llegar a creerse sus palabras, quiso replicar pero el sonido de alguien bajando las escaleras y el gimoteo de un bebe le interrumpió. En ese instante, Rick con Judith en brazos se adentraron en la cocina, susurrando un "Buenos días". Daryl siguió con la mirada puesta en Carol, mientras que preparaba las tortitas que había hecho para desayunar. Rick sentó a Judith en la sillita para bebes antes de dirigirse a Carol.
-¿Cómo estaba Jessie?
Daryl quien había permanecido contra la encimera sin perder de vista a Carol, dirigió la mirada hacia Rick. Daryl sabía que ese tema le hacía sufrir e intentó que Rick captara el mensaje dirigiéndole una mirada intensa hacia él, pero éste pareció no entenderlo.
- Confundida, necesita tiempo para asimilar todo - dijo pausadamente y Rick asintió. Se acercó agarrando la comida de Judith y empezar a darle de comer.
- ¿Sabemos algo de Glenn? - preguntó dándole una cucharada de un puré a Judith. Carol se giró confundida. Ella había permanecido gran parte de la noche en casa de Jessie y no había presenciado como un Glenn malherido había llegado con Nicholas en el hombro.
- ¿Qué le ha pasado? - preguntó Carol.
- Fue atacado por Nicholas pero parece que está bien - le respondió rápidamente Daryl - Maggie se quedaron con él.
En ese preciso momento, Morgan entró en la cocina. Rick hizo las presentaciones oportunas entre Carol y Morgan; aunque Daryl le había contado quien era ese hombre y como se habían conocido, Rick le explicó a Carol quien era. Los cuatro se sentaron a desayunar, mientras Morgan explicaba su experiencia por los bosques, y en especial su encuentro con los lobos.
-Rick debemos estar prevenidos, no podemos tomar riesgos otra vez - dijo Carol tras escuchar su relato, Rick estuvo de acuerdo y acordó ir a hablar con Dianna, a sabiendas de que no era el mejor momento para tener una conversación.
Nada más acabar con su desayuno, Rick y Morgan fueron a casa de Dianna para hablar con ella y tomar las decisiones necesarias respecto a la situación que tenían. Rick dejó a Judith en manos de Carol, quien todavía no había acabo de desayunar. La mujer ocupó el lugar de Rick, e intentó que la pequeña siguiera comiendo. Tuvo que inventarse algunos juegos para que la pequeña ingiriera más comida. Daryl se mantuvo allí sentado observando como Carol y la pequeña jugaban. Y justo cuando Daryl decidió que era el momento de marcharse, unos insistentes golpes en la puerta llamaron su atención. Daryl dio un sobresalto y miró a través de la ventana de la cocina.
- Es un niño-anunció Daryl.
- Debe ser Sam - se levantó Carol rápidamente.
- ¿Quién demonios es Sam?
- El hijo de Jessie - le contestó Carol mientras se dispuso a abrir la puerta rápidamente.
- Señora Peletier, necesito que venga, mi madre está mal - Estaba alterado, lloroso y sin aliento. Carol sin pensárselo se dispuso a salir detrás de él, pero Daryl le retuvo.
- ¿Estas segura de que no te afectara?
- Necesita a alguien, Daryl. Dale de comer a Judith y llama a Carl para que se haga cargo de ella. - Y tras esto, Carol salió tras Sam.
Daryl cerró la puerta tras de sí, cuando un sonido sordo le hizo girarse rápidamente para ver a la pequeña Judith manchada de puré toda la cara y el envoltorio tirado por el suelo, pero parecía que lejos de incomodarle, la pequeña se lo pasaba en grande.
-Tienes suerte de que Carol se haya ido, sino te daría un manguerazo - susurró Daryl.
Cinco minutos más tarde, cuando ya empezaba a estar incómodo con la pequeña tanto tiempo a solas, Daryl llamó a Carl para que se hiciera cargo de su hermana. Por la cara de éste, no le hizo demasiada ilusión ya que lo único que quería era estar con su nueva amiga, pero Daryl se escudó que tenía que ir con Aaron a planificar su próxima salida.
La situación en Alejandría estaba muy tensa tras lo ocurrido, la incertidumbre, el dolor y la confusión marcaron ese día. Rick y Michonne con la ayuda de Morgan habían tomado las riendas de la cuidad, al menos temporalmente, ya que Dianna no estaba en condiciones. Daryl y Aaron se dedicaron a revisar los alrededores de Alejandría para cualquier indicio de la presencia de Lobos. Carol se pasó el día con Jessie, quien había sufrido un ataque de ansiedad.
No volvieron a coincidir hasta la cena, donde en esta ocasión estaban todos, incluido Glenn y Tara quienes ya estaban más recuperados. Glenn, Maggie, Tara y Eugene fueron los encargados de preparar la cena para todos, aunque Eugene no hizo más decir datos que a nadie le importaba.
Después de cenar, Carl, Glenn, Eugene y Tara se pusieron a jugar a las cartas, Sasha y Rosita les tocaban el turno de noche de vigilantes en el muro, Daryl, Rick, Morgan, Michonne, Carol y Maggie discutieron sobre qué medidas tomar para proteger la ciudad.
Carol fue una de las primeras en irse a dormir. Aunque se entretuvo un rato leyendo " Viaje al centro de la tierra" de Julio Verne que había encontrado por la casa, antes de finalmente dormirse. Por su parte, Daryl volvió a quedarse hasta bien entrada la noche en el porche fumando e inconscientemente vigilando la situación de Alejandría. Cuando el cansancio le venció, volvió a estirarse en el sofá. Cuando pareció que solo habían transcurrido 5 minutos una voz le sacudió.
"¡Por favor, no!"
De un salto, Daryl se levantó del sofá cogiendo su ballesta que siempre estaba a su lado. El ruido procedía de arriba, rápidamente subió las escaleras. Vio a Rick salir de su habitación con la pistola en la mano, Carl saliendo de la suya y Michonne en la habitación de enfrente con un cuchillo. Cruzaron las miradas rápidamente analizando de donde procedía el grito.
- ¿Qué ha sido...? - murmuró Michonne.
Daryl obvió su pregunta al ver que la única que no había salido de su habitación había sido Carol, pasó entre medio de ellos dos yendo corriendo hacia su habitación que estaba al final del pasillo. Michonne como Rick corrieron tras él, abrió la puerta con la ballesta preparada para atacar en el caso que fuera necesario, pero lo que vio fue a Carol sola en su cama removiéndose y llorando.
-¡No la toques, Ed! No voy a permitir que... - su voz se quedó en silencio sustituido por un llanto.
La violencia de su voz y la rabia emanaba de su sueño, su llanto se hizo más fuerte. Daryl bajó la ballesta cerrando los ojos por estar presenciando esa situación. Rick busco la mirada con su amigo al percatarse de lo que estaba sucediendo. Michonne miró a los dos hombres que compartieron una mirada comprensiva. Sin saber muy bien que hacer para que dejara de sufrir, Daryl avanzó hacia ella para intentar despertarla pero Michonne le frenó.
- No sé si es bueno despertarla. - dijo Michonne.
- Pero no podemos dejarla así - dijo Daryl con su voz algo más grave de lo normal, ¿En serio quería que la dejara sufrir de esa manera?
La voz de Daryl fue suficiente para que Carol se despertase, alterada y confusa al ver la presencia de ellos tres en su habitación con armas en las manos. Se restregó los ojos mientras recordaba su sueño. Estaba soñando con Ed y Sophia en una de sus inmutables palizas y era todo tan real que era como volver estar allí.
- Estabas teniendo una pesadilla... - explicó Daryl suavemente al ver su confusión - te hemos oído gritar pensábamos que estabas siendo atacada.
-Lo... Lo siento - susurró intentando mantener la compostura pero aun con lágrimas en los ojos.
- No te preocupes - Murmuró Michonne mostrando una sonrisa -. Descansa.
Rick solo hizo un gesto con la cabeza y desapareció con Michonne. Daryl le miró mostrando la preocupación. Al ver que éste no tenía intención de irse Carol intentó tranquilizarle.
-No te preocupes, Daryl ha sido solo un sueño.
- Ya, si tú lo dices - Alargó la mano y le limpió una lágrima que tenía en la mejilla - no voy a dejar que te consumas otra vez – Le dijo con una intensa mirada, antes de abandonar la habitación.
¡Hola!
Es mi primer fanfic Caryl y me ha costado muchísimo decidirme a escribirlo, principalmente porque tenía mis dudas sobre si iba o no iba a captar la esencia de Daryl que es sin duda quien más me cuesta de escribir sobre él, pero finalmente aquí esta.
Este parón entre temporada y temporada se está haciendo eterno, y como fan Caryl espero y deseo que en esta sexta temporada nos den ya Caryl, pero de mientras he decidido escribir como esta pareja se va a reunir por fin.
Sabemos que Carol está sufriendo por demasiadas cosas y siempre he creído que Daryl será la persona que le de ese empujón a abrirse. De hecho, creo que a pesar de las barreras emocionales que se pone Carol a sí misma, con Daryl es con quien más se muestra y es por ello que he descrito la escena del porche, porque es con él con quien se siente más confiada de dejarse llevar.
Me gustaría saber vuestras críticas tanto positivas como negativas tanto del argumento como de la historia en sí.
¡Muchas gracias a quien lo lea! Nos leemos muy pronto.
San.
