Hola, este es el primer fic que publico, estoy escribiendo otro en plan
serio, pero como no se me ocurre un título no lo puedo publicar aun, asi
que de momento pongo este que es una ida total de olla. No tiene ni pies ni
cabeza, pero como "soy como soy" y no tengo remedio aqui se los dejo.
diviertanse.
Eso de que los personajes no son mios lo sabeis de sobra, pero lo recalco
¡¡¡NO SON MIOSSSSSS!!
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"MORTÍFAGOS ANÓNIMOS"
Tras la caída definitiva del Señor Tenebroso, sus seguidores, los mortífagos se entregaron a la justicia voluntariamente. Albus Dumbledore, el nuevo ministro de magia decidió reinsertarlos a la sociedad, después de un tiempo en rehabilitación de mortífagos en la nueva y mas moderna prisión de azcaban. Para los ex-mortífagos arrepentidos, se habían creado unas reuniones que se llamaban "MORTÍFAGOS ANONIMOS". La primera reunión contaba con la presencia de el mismísimo Ministro de Magia, que ilusionado con este nuevo proyecto, esperaba ansioso el comienzo de la sesión El primero en subir al estrado y hablar fue Severus Snape (por ordenes de Albus Dumbledore, si por el fuera, estaría ahora tumbado en el sofá delante de la chimenea comiendo pipas y pensando porqué cosas podría quitarles mas puntos a Gryffindor)
-Hola a todos - comenzó Snape - Mi nombre es Severus
-¡¡HOLA SEVERUS!- contesto toda la sala a coro
Snape se quedó callado, eso era lo que Dumbledore le había ordenado que dijese, pero no esperaba para nada esa respuesta por parte de la sala
- Eh..esto...Severus - le dijo Dumbledore - Ahora es cuando debes contar cómo y porqué te hiciste mortífago.
Severus asintió de mala gana y comenzó a hablar.
-Bueno, todo empezó cuando dejé el colegio, la mayor ilusión de mi vida era ser profesor de defensa contra las artes oscuras en Hogwarts, yo había leído mucho sobre artes oscuras pero necesitaba prepararme mejor. Me enteré por unos amigos de que un tal Voldemort, especialista en artes oscuras daba clases, así que me apunté a ellas. Lo único que no me gustó fue este horrible tatuaje en el brazo que todos nos teníamos que hacer - y les enseñó a todos la marca de su antebrazo, todos instintivamente miraron las suyas. -Voldemort era un gran maestro, sabia muchas maldiciones y hechizos, yo siempre tomaba muchos apuntes en sus clases, no quería perderme ningún detalle. Saqué muy buenas notas y me gradué con honores. Con el título en el bolsillo y muy ilusionado fui a Hogwarts a ofrecer mis servicios como profesor de Defensa contra las artes oscuras, pero Dumbledore me dijo que ese puesto ya estaba cubierto y que el único puesto que tenia libre era el de profesor de pociones. A mi no me interesaba ese puesto, pero me había gastado todo mi dinero en las clases de Voldemort y necesitaba el trabajo así que como yo no sabia mucho de pociones, con lo poco que me quedaba me compré el "maletín para pociones de la Srta. Pepis" y acepté el puesto. Cada año, al comienzo de curso le pido al director que me cambie de puesto y me de el de profesor de Defensa contra las artes oscuras, pero él siempre tiene alguna excusa para no dármelo -Diciendo esto, y echándole una mirada acusadora a Dumbledore Snape se sentó al concluir los aplausos que le brindó la sala.
El siguiente en subir al estrado a contarnos su experiencia fue.....
- Hola, mi nombre es Peter ¡¡¡HOLA PETER!!!
A mi se me acusa de haber traicionado a los Potter, pero nunca me habéis preguntado porque lo hice. Os lo contaré: Una noche. mis amigos Remus, Sirius y yo fuimos invitados por James a cenar en su casa. Mientras Lily preparaba la cena y el pequeño Harry dormía nosotros decidimos jugar al parchís. Siempre que jugamos al parchís, yo soy el verde, pero esa noche, James cogió las fichas verdes y dijo "yo seré el verde, verde como los ojos de mi amada". A mi me sentó aquello muy mal, pero me aguanté, porque estabamos en su casa y el parchís era suyo. Durante el juego James no paró de comerse mis fichas, aunque pudiera comerse las de Sirius o las de Remus, siempre se comía las mías, así que perdí. Entonces llegó Lily con la cena, era tortilla de patatas, yo me aparté un trocito y al probarla.... buagg ¡¡llevaba cebolla!! y yo odio la tortilla de patatas con cebolla, Lily notó mi cara de asco y me pidió disculpas, me dijo que James le había dicho que a todos nos gustaba con cebolla, que enseguida me prepararía otra cosa. Pero entonces Harry se puso a llorar, Lily cogió al niño y me lo dio a mi porque todos los demás estaban comiendo y ella se fue a la cocina a prepararme algo. Entonces algo empezó a oler mal, era el niño, como todos estaban ocupados pues me tocó a mi cambiarle el pañal. en cuanto le quité el pañal asqueroso y le limpié el culito al niño, este se empezó a reír y se hizo pipí, echando a perder mi mejor camisa. Todos se rieron de mi, así que me fui de allí y me encontré a Voldemort que estaba paseando al perro. Le conté lo que me había pasado y él me dijo que por una suma considerable el podría hacerse cargo de "el asunto" y escarmentarlos a todos, pero yo no tenia tanto dinero, así que me hizo un descuento pero no se vengaría de todos solo de uno o dos, y que tenia que elegir entre todos, yo le dije que sobretodo quería vengarme de James y de Harry, que Lily había sido muy amable y que Remus y Sirius lo único que habían hecho era reírse. Y así fue, yo le di el dinero y el se fue a Vengarse por mi. Para sellar el trato, en vez de firmar en un papel, me firmó a mi en el brazo dejándome esta marca - y mostró la marca. Todos aplaudieron
El siguiente en subir al estrado era un chico de unos 17 años , rubio.
-Hola, soy Draco- dijo sin mucho ánimo
-¡¡HOLA DRACO!!
-Antes de nada, quería decir que ¡¡¡¡YO NO SOY MORTÍFAGO!!!
La sala se estremeció ante el grito del joven. Albus Dumbledore se acercó a él.
-Draco, la finalidad de estas reuniones es aceptar lo que eres para...
-Le digo que ¡¡YO NO SOY MORTÍFAGO!!
-Draco, tienes la marca en el brazo, y sabemos que has utilizado la maldición cruciatus así que no lo niegues
-Esta bien, contaré porqué tengo una marca en el brazo y porqué utilicé esa maldición pero ¡¡¡YO NO SOY MORTÍFAGO!!. Toda la culpa es de mi padre, mi padre siempre estaba con sus reuniones secretas y sus chorradas con sus amigotes. Los hijos de los amigos de mi padre acudían los fines de semana a las reuniones ultrasecretisimas y a sus fiestecitas, mi padre insistía en que yo fuese también con ellos, pero yo pasaba. A mi me gustaba irme los fines de semana con mis amigos a la discoteca, o irnos ha hacer surf, de acampada y esas cosas. Un día, que nos fuimos la pandilla ha hacer Surf, Marcus, que era mayor nos enseñó un tatuaje que se había hecho en el brazo. A todas las chicas les gustaba Marcus por el tattu tan chulo que tenia así que yo decidí que también me haría uno. Encontré un dibujo de un dragón que echaba fuego por la boca que me gustaba mucho, y fui ha hacerme el tatuaje, pero como soy menor de edad necesitaba un permiso firmado de mis padres. Al principio mi padre se negó, pero un día dijo que me llevaría él mismo a hacerme el tatuaje y yo muy contento, cogí mi dibujito del dragón y me fui con él. Llegamos a dónde hacían los tatuajes, mi padre firmó los papeles y yo me senté en una silla mientras me clavaban la aguja y me hacían el tatuaje. Pero cuando terminaron de hacérmelo, no era mi dragón que echaba fuego por la boca lo que tenia dibujado, sino la serpiente horrorosa esta - y mostró la marca a todos. - Pero yo insisto en que ¡¡¡NO SOY MORTÍFAGO!!. ¡¡y la maldición Cruciatus se la eché a mi padre por hacerme esto.!!
Esta vez nadie aplaudió, todos estaban extrañados mientras Draco cabreado pasaba por delante de donde estaba sentado su padre y le daba un pisotón.
-¡¡Muy bien!!- dijo Dumbledore - demos por acabada esta sesión, la semana que viene os espero aquí a todos. -------------------(:::::::[]::::::)------------------------
Si habeis llegado hasta aquí leyendo, gracias, muchas gracias. Prometo que no escribo mas cápitulos de esto, seré buena. O:)
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"MORTÍFAGOS ANÓNIMOS"
Tras la caída definitiva del Señor Tenebroso, sus seguidores, los mortífagos se entregaron a la justicia voluntariamente. Albus Dumbledore, el nuevo ministro de magia decidió reinsertarlos a la sociedad, después de un tiempo en rehabilitación de mortífagos en la nueva y mas moderna prisión de azcaban. Para los ex-mortífagos arrepentidos, se habían creado unas reuniones que se llamaban "MORTÍFAGOS ANONIMOS". La primera reunión contaba con la presencia de el mismísimo Ministro de Magia, que ilusionado con este nuevo proyecto, esperaba ansioso el comienzo de la sesión El primero en subir al estrado y hablar fue Severus Snape (por ordenes de Albus Dumbledore, si por el fuera, estaría ahora tumbado en el sofá delante de la chimenea comiendo pipas y pensando porqué cosas podría quitarles mas puntos a Gryffindor)
-Hola a todos - comenzó Snape - Mi nombre es Severus
-¡¡HOLA SEVERUS!- contesto toda la sala a coro
Snape se quedó callado, eso era lo que Dumbledore le había ordenado que dijese, pero no esperaba para nada esa respuesta por parte de la sala
- Eh..esto...Severus - le dijo Dumbledore - Ahora es cuando debes contar cómo y porqué te hiciste mortífago.
Severus asintió de mala gana y comenzó a hablar.
-Bueno, todo empezó cuando dejé el colegio, la mayor ilusión de mi vida era ser profesor de defensa contra las artes oscuras en Hogwarts, yo había leído mucho sobre artes oscuras pero necesitaba prepararme mejor. Me enteré por unos amigos de que un tal Voldemort, especialista en artes oscuras daba clases, así que me apunté a ellas. Lo único que no me gustó fue este horrible tatuaje en el brazo que todos nos teníamos que hacer - y les enseñó a todos la marca de su antebrazo, todos instintivamente miraron las suyas. -Voldemort era un gran maestro, sabia muchas maldiciones y hechizos, yo siempre tomaba muchos apuntes en sus clases, no quería perderme ningún detalle. Saqué muy buenas notas y me gradué con honores. Con el título en el bolsillo y muy ilusionado fui a Hogwarts a ofrecer mis servicios como profesor de Defensa contra las artes oscuras, pero Dumbledore me dijo que ese puesto ya estaba cubierto y que el único puesto que tenia libre era el de profesor de pociones. A mi no me interesaba ese puesto, pero me había gastado todo mi dinero en las clases de Voldemort y necesitaba el trabajo así que como yo no sabia mucho de pociones, con lo poco que me quedaba me compré el "maletín para pociones de la Srta. Pepis" y acepté el puesto. Cada año, al comienzo de curso le pido al director que me cambie de puesto y me de el de profesor de Defensa contra las artes oscuras, pero él siempre tiene alguna excusa para no dármelo -Diciendo esto, y echándole una mirada acusadora a Dumbledore Snape se sentó al concluir los aplausos que le brindó la sala.
El siguiente en subir al estrado a contarnos su experiencia fue.....
- Hola, mi nombre es Peter ¡¡¡HOLA PETER!!!
A mi se me acusa de haber traicionado a los Potter, pero nunca me habéis preguntado porque lo hice. Os lo contaré: Una noche. mis amigos Remus, Sirius y yo fuimos invitados por James a cenar en su casa. Mientras Lily preparaba la cena y el pequeño Harry dormía nosotros decidimos jugar al parchís. Siempre que jugamos al parchís, yo soy el verde, pero esa noche, James cogió las fichas verdes y dijo "yo seré el verde, verde como los ojos de mi amada". A mi me sentó aquello muy mal, pero me aguanté, porque estabamos en su casa y el parchís era suyo. Durante el juego James no paró de comerse mis fichas, aunque pudiera comerse las de Sirius o las de Remus, siempre se comía las mías, así que perdí. Entonces llegó Lily con la cena, era tortilla de patatas, yo me aparté un trocito y al probarla.... buagg ¡¡llevaba cebolla!! y yo odio la tortilla de patatas con cebolla, Lily notó mi cara de asco y me pidió disculpas, me dijo que James le había dicho que a todos nos gustaba con cebolla, que enseguida me prepararía otra cosa. Pero entonces Harry se puso a llorar, Lily cogió al niño y me lo dio a mi porque todos los demás estaban comiendo y ella se fue a la cocina a prepararme algo. Entonces algo empezó a oler mal, era el niño, como todos estaban ocupados pues me tocó a mi cambiarle el pañal. en cuanto le quité el pañal asqueroso y le limpié el culito al niño, este se empezó a reír y se hizo pipí, echando a perder mi mejor camisa. Todos se rieron de mi, así que me fui de allí y me encontré a Voldemort que estaba paseando al perro. Le conté lo que me había pasado y él me dijo que por una suma considerable el podría hacerse cargo de "el asunto" y escarmentarlos a todos, pero yo no tenia tanto dinero, así que me hizo un descuento pero no se vengaría de todos solo de uno o dos, y que tenia que elegir entre todos, yo le dije que sobretodo quería vengarme de James y de Harry, que Lily había sido muy amable y que Remus y Sirius lo único que habían hecho era reírse. Y así fue, yo le di el dinero y el se fue a Vengarse por mi. Para sellar el trato, en vez de firmar en un papel, me firmó a mi en el brazo dejándome esta marca - y mostró la marca. Todos aplaudieron
El siguiente en subir al estrado era un chico de unos 17 años , rubio.
-Hola, soy Draco- dijo sin mucho ánimo
-¡¡HOLA DRACO!!
-Antes de nada, quería decir que ¡¡¡¡YO NO SOY MORTÍFAGO!!!
La sala se estremeció ante el grito del joven. Albus Dumbledore se acercó a él.
-Draco, la finalidad de estas reuniones es aceptar lo que eres para...
-Le digo que ¡¡YO NO SOY MORTÍFAGO!!
-Draco, tienes la marca en el brazo, y sabemos que has utilizado la maldición cruciatus así que no lo niegues
-Esta bien, contaré porqué tengo una marca en el brazo y porqué utilicé esa maldición pero ¡¡¡YO NO SOY MORTÍFAGO!!. Toda la culpa es de mi padre, mi padre siempre estaba con sus reuniones secretas y sus chorradas con sus amigotes. Los hijos de los amigos de mi padre acudían los fines de semana a las reuniones ultrasecretisimas y a sus fiestecitas, mi padre insistía en que yo fuese también con ellos, pero yo pasaba. A mi me gustaba irme los fines de semana con mis amigos a la discoteca, o irnos ha hacer surf, de acampada y esas cosas. Un día, que nos fuimos la pandilla ha hacer Surf, Marcus, que era mayor nos enseñó un tatuaje que se había hecho en el brazo. A todas las chicas les gustaba Marcus por el tattu tan chulo que tenia así que yo decidí que también me haría uno. Encontré un dibujo de un dragón que echaba fuego por la boca que me gustaba mucho, y fui ha hacerme el tatuaje, pero como soy menor de edad necesitaba un permiso firmado de mis padres. Al principio mi padre se negó, pero un día dijo que me llevaría él mismo a hacerme el tatuaje y yo muy contento, cogí mi dibujito del dragón y me fui con él. Llegamos a dónde hacían los tatuajes, mi padre firmó los papeles y yo me senté en una silla mientras me clavaban la aguja y me hacían el tatuaje. Pero cuando terminaron de hacérmelo, no era mi dragón que echaba fuego por la boca lo que tenia dibujado, sino la serpiente horrorosa esta - y mostró la marca a todos. - Pero yo insisto en que ¡¡¡NO SOY MORTÍFAGO!!. ¡¡y la maldición Cruciatus se la eché a mi padre por hacerme esto.!!
Esta vez nadie aplaudió, todos estaban extrañados mientras Draco cabreado pasaba por delante de donde estaba sentado su padre y le daba un pisotón.
-¡¡Muy bien!!- dijo Dumbledore - demos por acabada esta sesión, la semana que viene os espero aquí a todos. -------------------(:::::::[]::::::)------------------------
Si habeis llegado hasta aquí leyendo, gracias, muchas gracias. Prometo que no escribo mas cápitulos de esto, seré buena. O:)
