Buenas buenas! Estoy aquí por primera vez, así que es un verdadero honor estar en el Fan Fiction. Soy una india en esto, así que les pido paciencia desde lo más profundo de mi alma, gracias!

Este Fic esta inspirado en los Fics: "Mi vida con Sebastian Michaelis" y "Viviendo con Sebastian Michaelis"

Nunca tuve pensado el crear mis propios fics, verán, lo hago por diversión, espero desarrollar la habilidad para la escritura..

Como se dice?... Ah! Cierto.. Al fic! Chanchan!


Capítulo I: Ese mayordomo, rutinario.

Mayo, uno de los meses calurosos en Inglaterra, y aquí, sigo yo, luchando con el calor.

Regresaba un martes de mi ensayo de la Banda, cansada de tanto bailar, y más el calor, no era nada agradable tener todo ese uniforme puesto, además de sudado, aunque, para ser sincera hacía algunas veces una brisa estupenda que alejaba todo ese calor.

Tenía que prepararme para una presentación que tendría dentro de unas semanas. Mis amigas y yo, comenzábamos una nueva coreografía, pasábamos toda una tarde después de clases ensayando y ensayando para que todo fuera perfecto, o casi perfecto.

Nuestra maestra era una exalumna, que había pasado casi toda su vida metida en la Banda, su nombre era Katherine Smith (pensarán que era familia de Will Smith o algo así pero no lo era).

Ya se preguntarán de qué era la Banda. No piensen que es una banda de esas, en que había unos cantantes con voz pesada, cantando Rock, vestidos de negro, con bailarinas que parecían prostitutas, no… Es la banda del Instituto en donde estudio. Una banda conformada por bailarinas, acróbatas, músicos y en tiempos de cavernícolas, batuteras.

-¡Hasta luego chicas! ¡Nos vemos el jueves! ¡Recuerden ensayar los pasos en sus casas! –decía Katy- ¡Oh, Natasha! –me gritó mientras iba entrando al Toyota Yaris de color azul metálico- Espera, todavía no te vayas

Katherine tiene unos 23 años, si no más recuerdo. Mide 1,75; un cuerpo sencillo, cabello castaño claro, hasta la parte media de su espalda; sus ojos color negro, piel un poco blanca, nariz respingada, con uñas no muy largas. Su personalidad, algo extraña por decirlo así, cariñosa, gran consejera, confiable, no era muy femenina, solía ser muy mala y sarcástica algunas veces, pero, sobre todas las cosas baila de una manera increíble.

—Claro —me bajé del carro— ¿Qué es lo que ocurre? —le pregunte mientras se paraba casi sin aire al frente de mí.

- Quería preguntarte, si... –decía con su respiración entrecortada- .

-Toma aire y me dices. No tengo prisa en llegar a casa. –le coloqué mi mano en uno de sus hombros, tomo aire y prosiguió-

- Bueno… La cosa es que, necesito que trates de no faltar el viernes, hay proyectos nuevos que presentar ante la coordinadora April y sabes que a ella no le gusta que faltes. –Movió su labio hacia un lado-

April Looper era la Coordinadora de Cultura, Deporte y Actividades Extraescolares del Colegio. Su personalidad, bueno, muchos dicen que es una amargada, gritona, etc… Lo cierto es que es jodida en su trabajo y echadora de broma fuera de él. Todo depende de cómo te comportes con ella. Su aspecto físico era de un escaso cabello color vinotinto, con un corte un poco más debajo de sus hombros; bajita, unos 50 años, gordita, su rostro es cuadrado, ojos color marrón oscuro.

-Hmm, trataré de no faltar esta vez. Recuerda que tengo que ir a buscar a mi hermano al Karate y hacer unas cosas. Casi siempre tengo mi agenda llena los viernes, sabes no… Como es viernes, ya ni puedo tomarme un respiro. –arrastre esas palabras y con cierto desgano-

-Por favor, Naty. No nos dejes con ella, tú eres mejor para el habla, te desenvuelves mejor y así podremos terminar más rápido. Tómalo como un gran favor. –me miró con cara de perrito regañado- Por favor, ¿sí?

Esas caritas a veces me dan ganas de golpearlas, cosa que no podía hacer, porque era mi profesora. Si no lo fuera, ya estuviera contra el suelo limpiando la acera.

También quería mencionarles que una de mis debilidades es hacerle favores a la gente, no me puedo contener, no me pregunten el porqué si ni siquiera yo lo sé.

-Okey, trataré de pensarlo a ver si puedo. –Suspiré- Qué más me queda.

-¡Muchas gracias! Esta te la debo. Hasta el jueves. –se notaba emoción en su voz y se alejo-

Vaya, vaya. Otro viernes al cual venir, cansada de clases, para venir de nuevo al Instituto. ¿Qué más me queda? Esto me pasa a mí y por mi maldita debilidad de hacerles favores a la gente, que se me hace imposible decirles que no. Todo el mundo siempre me debe algo.

¿Buscar a mi hermano al karate? Yo ya no vivía con mis padres, tan solo era una simple excusa para ir a en búsqueda de un trabajo. Mis padres podrán pagarlo todo, en sí, no me gusta mucho la idea, pero es de gran ayuda, prefiero ser independiente, luego de que logre comenzar la universidad me costará para adaptarme y cuando me case, ¡aún más!

Miré mi reloj de color azul eléctrico y vi que eran justamente las cuatro y cincuenta y nueve. Me metí a mi auto, cerré sus puertas con la mayor delicadeza que podía existir en este mundo, procedí a encenderlo y fue cuando apareció, dándome un gran susto mi estimadísima Roseanne.

-¡Ay, ay, ay! Olvidarla es imposible. –Dijo con voz altísima, cantando esa horrible canción que era muy pegajosa- ¡Vaya! ¿A dónde vas tan deprisa que no nos llevas? –Su tono pícaro me hizo reír en voz baja-

Roseanne Evelyn Simmson Lawrence, mi mejor y anormal amiga, prima lejana, demente en todos los sentidos, bromista, confiable y muy pero muy discreta. Con 16 años, nacida el 23 de mayo. Hermana media. Junto con ella son 3 hermanos. La pobre es la única hembra de entre 2 varones. Su aspecto era de una nariz fina, su cabello liso ondulado en las puntas de color castaño claro, labios rosados y curveados, su piel bronceada; era solo 5 cm más baja que yo.

-Eso no es problema suyo. –respondí con sarcasmo-

-Seguro verás a tu novio. –dedicándome una mirada perversa-

¿Novio? ¿Acaso dijo novio? Pff, ¡por Dios! ¿Ni mi primer beso he tenido y ya dice que novio?

-¡Bah! ¿Qué novio vas a estar teniendo? Si estas más preocupada en tus estudios y ensimismada en encontrar un trabajo cuando tus padres te pagan todo. Creo que deberías de darte un relajo. ¿No lo crees Evans?... ¿Evans?

Evans Simmson Lawrence, es el hermano mayor de Roseanne, Jefe de toda la Banda, trabaja en el Instituto de donde él mismo fue egresado, mientras logra entrar en la Universidad de West Valley. Cabello corto de color castaño claro, ojos color miel, nariz respingada y con músculos tonificados.

-¿Evans?... ¡Evans! –le gritó Rose al pasarle la mano enfrente de la cara. Parecía perdido, no, es más estaba perdido mirando por encima de mi pequeño auto-

-¿Qué diablos miras Evans? –dijimos con un tono molesto y agudizando nuestras voces-

-Oh… Ya sé qué mira o mejor dicho, a quién mira. –le dije levantando una ceja pícaramente- ¡A Evangeline!

Seguro se preguntarán quien es Evangeline, pues, es una simple chica, como todas, solo que tiene vuelto loco a Evans. Desde que está en la banda, ha sido el amor platónico de Evans, por así decirlo, o es lo que pensamos Rose y yo. Hay que admitirlo, tiene un buen físico y su personalidad es hermosa, no vayan a pensar que soy una clase de pedófila o una lesbiana, no, hay que aceptarlo. Comencemos con su físico: blanca, cabello liso largo hasta la parte media de la espalda, marrón claro, nariz poco alargada y redonda en la punta, labios gruesos lisos, con una buena comisura, dientes derechos con ortodoncia, pestañas largas, alta, un poco plana.

A los ojos de Evans era Afrodita en persona. En ciertas ocasiones llegaba a exagerar, para él era como una musa que lo inspiraba desde el tocar sus instrumentos hasta el componer canciones acústicas, lo único que le faltaba era crear poesía, cosa que si haría se convertiría en un escritor famoso de cursilerías y de romance dramático, sería más como una mezcla de Romeo y Julieta junto con William Shakespeare, ¡un completo desastre! Lo malo era que para Evangeline, él solo era una sombra y nunca lo miraba, solo como su profesor, como amigo y no como algo más. Como si fuera algo posible, la pobre tiene tan solo 17 años y Evans 20, quedaría como el acosador de menores, pedófilo, entre otras cosas. Siempre se lo decimos Rose y yo, que ella es muy pequeña para él, la respuesta que constantemente nos decía: "La edad no importa". Claro Evans, solo eres un acosador de menores nada atractivo, a punto de caer en paranoia y en un manicomio si no le correspondía.

-¡Eso Evans, mirando a Eva! –gritamos haciéndolo ruborizarse un poco.

-¡Mira, aquí está tu bombón Eva! Te está esperando –definitivamente Rose era una indiscreta y muy mala con las personas algunas veces, aún así, la quiero, es algo que me gusta de ella-

-¡Basta ya Rose! –refunfuño Evans ruborizado, golpeándole un hombro- S-solo somos amigos.

-Sí claro. Solo estas aspirando a algo más, créeme, que eso no lo puedes ocultar cuando te ubicas con la familia. –solté una pequeña risa, no lo pude evitar. Fue un momento muy gracioso.-

Hubo un reducido silencio entre nosotros, así que acudí a romperlo. . Otra cosa que no me ha gustado, el que persista un silencio entre personas, me hace sentir incomoda, es…como un apretón en el estomago y un corre que te atrapo con mis sesos.

-¿Tienen quien los lleve? –pregunté- O ¿se quedarán un rato más?

-No, ya nos íbamos. No te preocupes por nosotros, estamos bien. Gracias. –me dedicó una sonrisa- Te dejamos. ¡Nos vemos! –se despidieron dándome un beso en la mejilla-

Al fin podre irme a casa, darme un buen baño, gracias al cielo que no hay tarea, así podre llamar a mis padres que tengo tiempo que no los llamo, deben de estar preocupados. Encendí mi auto y me encamine a casa, colocando Angel of Darkness versión Nightcore. Incluso, escuchando esa canción tuve una gran lluvia de ideas para las próximas coreografías, pero, principalmente debería de llamar a Evans y que me pase por e-mail las percepciones que tiene él acerca de los proyectos. ¿Por que demonios no hable con él cuando lo vi ahorita? Yo y mi mala memoria, siempre pérdida en otro mundo. Tenía cerca el día en que debería de exhibir los próximos proyectos que atesoramos.

Tan solo eran 10 minutos de travesía y me parecía, como 1 hora. Pase por el portón eléctrico de la Residencia de edificios en donde vivía, el vigilante encargado del estacionamiento era un gordito llamado Dave, un gordito muy simpático para ser sincera, era un señor un poco mayor, su cabello era sedoso y liso, marcado por unas cuantas canas, en las facciones de su rostro se podía apreciar que en sus mejores tiempos, fue una persona con un gran atractivo.

-¿Que tal Dave? ¿Cómo va todo? –Dije saludándolo desde mi auto-

-¡Oh! ¿Cómo esta joven Natasha? Todo está bien. Lo que si hay es un calorón de los mil demonios.

- Era de esperarse, en estos meses una ola de calor asecha a nuestra ciudad. –reí - Bueno hasta luego Dave. – Me despedí y entre a la Residencia-

-Adiós joven Natasha.

Vincent West, así se llama la Residencia, son edificios en donde habitaban la clase media y la clase alta. Lo sé, dirán que soy tan solo una mimada y ricachona, déjenme decirles algo, provengo de una familia humilde y sencilla, eso no cambiara en los años.

Vivo en el último piso, el decimocuarto piso, para mi suerte no tenía que subir los 14 pisos a pie, estuviera medio muerta en las escaleras, usaba un elevador; un loft de dos pisos, que contaba con una hermosa vista hacia la ciudad, sus luces, los llamativos y escandalosos anuncios de los hoteles, bares, restaurantes y demás cosas, hacían de mi apartamento un confortable lugar para vivir; en la entrada se encontraban a ambos lados de la puerta unos materos con rosas rojas y rosadas, las cuidaba como a mi propia vida, una amplia sala con sus comodidades normales, un enorme sofá de semicuero negro en forma de L, un televisor plasma de 76", un estéreo mediano y finalmente, del otro extremo de la sala, me topaba, con lo que yo llamo "la sala de música", en momentos de estrés y fatiga, lo usaba, me relajaba enteramente, se hallaba un piano de cola color blanco como la nieve, una guitarra, una flauta dulce, un teclado, una silla de cuero blanco ligeramente decorada con diamantes; 4 habitaciones, mi recámara, el de los huéspedes, la que había seleccionado para Rose y la última la usaba como estudio u oficina, después de toda la estancia se localizaban los grandes ventanales que daban perfectamente a la vista de la incasable y escandalosa ciudad estaba el comedor algo grande, todo fue idea de mi madre una fanática de la moda y la decoración, yo solo soy una solitaria empedernida a la música, la lectura y el baile, podría decirles que jamás comía en esa mesa, ni siquiera cuando mis amigas venían a visitarme, siempre en el sofá con 4 litros de bebidas gaseosas, una gran olla de palomitas de maíz, 3 potes de helado, mirando una que otra película cómica, ciencia ficción o aventura, o si no nos acomodábamos en la mesilla que existía en la terraza a rememorar nuestras imprudencias y excentricidades que hacíamos cuando éramos unas pequeñas niñas, la cocina era exorbitante, con una larga barra de granito negro con 4 sillas tipo bar, una estufa que era nueva y un refrigerador donde sin enigma alguno podía guardar la comida para durar 75 años… calculen que yo no soy una persona que come tanto, bueno, está bien, solo comía como oso preparándose para invernar cada vez que salgo de vacaciones, hasta cuando mis amigas se presentaban en mi casa la mayoría de las veces me encontraban con algo en la boca, me llegaron a llamar "pote sin fondo", tenía dos compañeras que siempre me sacaban de aprietos la inseparable cafetera y la que al presentarse un problema siempre estaba allí para escucharme… el microondas. No me considero una chef profesional ni tampoco una prodigia de la cocina, sabía lo necesario gracias a las enseñanzas de mi abuela que cocina estupendo, además de que hice un raquítico curso de cocina de todo un mes, me bastaba para defenderme al vivir sola. Cuando salía del apartamento, me colmaba de comida de la que se me pegara la maravillosa gana y hasta que quedara como pavo relleno a punto de estallar en una cena de navidad, había una puertezuela al final de un pasillo que quedaba entre la sala de música y la amplia sala y más allá estaban las escaleras que daban al segundo piso, Eureka! He aquí la famosa terraza. ¿Ya le dije que era de dos pisos verdad?, principalmente, al cruzar esa puerta, había una puerta que daba a un pasillo, luego a un baño o medio baño, el pasillo seguía hasta llegar a las habitaciones, primero se encontraba mi estudio en el cual le construyeron un gran ventanal hacia la ciudad, una mesa junto con una laptop, en una de las paredes miles de carteles que me había regalado la maniática a los animes, Scarlet, dos bibliotecas llenas de libros, no era gran cosa. Luego se encontraba el de Rose, ¡diablos! Sí que tenía sus cosas en esa habitación, todavía no comprendo porque tiene tantas cosas ahí si vivía cerca, se suponía que se vendría a vivir conmigo, y aún sigo esperándola; no era muy grande su habitación, tenía un ropero grande, zapatera, una cama de dos plazas, su peinadora y su enviciado balcón, pasaba horas allí, escuchando música, no comprendo porque aún no se ha lanzado, con su baño propio, por supuesto. Al seguir transitando por el corredor, pasillo, galería, como sea, se encontraba la habitación de los huéspedes, una cama pequeña, un armario, dos mesas de noches y un televisor de 42", los antojos de mi madre son increíbles, créanlo. Y para terminar con este recorrido que te deja mareada, al final del corredor se encontraba mi habitación, al adentrarse podías ver a tus pies una alfombra negra, mi recamara era monumental de tamaño, dentro de esta se hallaba un vestier grande, una cama matrimonial, envuelta en finas sábanas color negro y blanco con un edredón sedoso, con una ventana que daba a la parte frontal de la residencia, libreros a ambos lados de la pared, mi propio balcón conectado a la terraza, el baño desmesuradamente gigante, con su ducha propia a parte, la gran tina de baño, con los colores que a mi madre le encantaba… el rosa flamingo y el blanco.

Con los antojos de mi madre, a cada mes o periódicamente ella cambia el estilo de "mi apartamento"; era más de ella que mío.

Alguien o algo interrumpió mi paseo mental por el departamento, donde ya me localizaba y ¿que creen? Fue mi perrita. Una pinscher miniatura de color marrón ladrillo, su nombre es Ruby, de unos 5 años de edad, coqueta equivalente a mi madre. Se encontraba en el sofá negro y bajo a saludarme con sus ladridos. Me agaché haciéndole cariño como saludo, esta dejo de ladrar y se volvió a acomodar en el sofá.

Que día tan agitante tuve hoy, sin imaginarme que estas próximas semanas serán así de agotadoras y estresantes, sobretodo también me encontrare con los exámenes finales. Respire profundo y me encamine hacía mi habitación, tire el bolso en la cama y sin más nada, fui a darme un buen baño.

Me recosté sobre la cama, para revisar que tenía en el teléfono y para mi sorpresa era mi tío Jhon que me había escrito, preguntándome que como iba todo, que tal las clases, que si sabía algo sobre mi madre, etc., etc.… Las típicas preguntas de siempre.

Cargaba mi cabello húmedo por el baño, así que decidí levantarme de la cama, no sin antes responderle a mi tío claro. Ya comenzaba a sentir hambre, me prepare un hot dog, y volví a la cama, pero esta vez tome la laptop y revisé mi e-mail, mientras se hacían las nueve y treinta.

-Que aburrido, no hay nada nuevo. –Suspire- ¡Claro! Proseguiré a escribir, a ver si es en esto que me llevo bien.

Así es, no me dedicaba a tiempo completo a la escritura, a penas soy una principiante en esto. Solo lo hago por entretenimiento. Además, como soy una solterona, rutinaria, sin nada más que hacer, escribía novelas o pequeñas redacciones acerca de leyendas, mitos, entre otras cosas. Esto me servía de desahogo, obviamente mis instrumentos servían, pero, cuando agarraba arranques no quería que mis pobres instrumentos asumieran las consecuencias de lo que me pasaba, así que decidí empezar a escribir.

Déjenme decirles que mi vida como solitaria y soltera, era realmente aburrida, pasaba los 7 días de la semana, los 365 días del año y al menos 12 horas estudiando para prepararme para ingresar a la más deseada Universidad de West Valley, Charlotte's University, no cualquiera tenía la oportunidad de entrar. Al colocar tan solo un pie en esa Universidad, se podía ver miles de jóvenes llorando por no poder entrar, otros maldecían el no poder haber estudiado antes, en cambio, yo ya tenía mi cupo al cien por ciento asegurado, a cambio de darle calificaciones perfectas.

Con el tiempo he adquirido, más responsabilidades, más retos, más obstáculos, más problemas el cual buscar una solución; me estoy volviendo loca últimamente, sin embargo, me he podido acostumbrar, con todo y mi locura.

Extrañaba a mis padres, el mantenerme lejos de mi familia me hacía sentirme, sola, desprotegida, como un cerdo en el medio de un bosque con lobos hambrientos, para mi suerte siempre estaban Rose y Evans que me ayudaban en lo que podían, pero, había un pequeño problemilla, Rose ya no estudia en el mismo salón, nos habían separado desde hace 3 años, a ella no le importó, siempre siguió y sigue ayudándome en lo que puede.

Por otra parte, un día casi me hospitalizaban, le daba más prioridad a los estudios que a mi propia salud y bienestar, llegue hasta el punto de que tenían que llevarme y traerme para absolutamente todo. Era mi peor pesadilla estar en un hospital o más aún… las agujas. Sí, soy una cobarde ante cualquier cosa que contenga una aguja, en especial las inyectadoras.

Toda mi vida parecía aburrirme hasta que para mí, ya en lo absoluto se me asemejaba a rutina, rutina, rutina y más rutina: el pararme a las 5am, el asistir al colegio, estudiar, sacar excelentes notas, bailar, comer… en su totalidad me parecía una simple rutina, lo que no sabía es que hasta cuando lo llegaría tomar así, y en su integridad mi vida estaba a punto de dar un giro de 360 grados, cambiándola por completo. Así fue como un día inesperado, ocurrió.


Que tal? Tomatazos? Asesinato o que? :s Verán no todo el tiempo podré subir los caps.. Debido a que estoy en el segundo lapso, y aquí los profesores se emocionan y te mandan hasta decir BASTA de puros trabajos, examenes, etc.. Ahorita estoy comenzando los últimos examenes y buehhh.. :s T.T Voy a morir... Les agradecería si dejan su reviews.. Se les quiere! Gracias por leer!