Espejito, Espejito, Quién es el Más Enamoradito
Por Ladygon
Aclaraciones
Este fic está basado en el capítulo 4 de la 2° temporada de Star Trek Tos, si no lo vieron, lo pueden encontrar en youtube, se llama "Mirror, mirror" y mi fic cuenta lo que sigue después, a continuación de este capítulo, en el mundo paralelo "malvado" al que se transportaron Kirk, Uhura, McCoy y Scotty. En este mundo paralelo, todo es lo contrario al universo de Star Trek, pero las cosas siguen siendo iguales, o sea, es como el otro lado del espejo. Hay un Kirk malvado y todos son malvados. La federación es un imperio tiránico, etc. Spock usa una barba, que se le ve muy bien, es una barba estilo candado. Podríamos decir que es un spirk malvado jejeje, ya que los protagonistas son los malvados del mundo paralelo malvado y sigo la línea argumental original, sin interrupción en el tiempo por este lado. Sin embargo, siendo fiel a las nuevas pelis de Star Trek, en especial Into the Darkness (que me trae como loca), me basé en los nuevos protagonistas, así que no creo que a este Spock se le vea tan bien la barba como al Spock Prime, de ahí el cuento. Sin embargo, debo confesar que a mí los protagonistas se me confunden entre los nuevos y los viejos, ya que también adoro el spirk 1.0 si lo pudiéramos decir de alguna forma. No por nada son los iniciadores del género llamado "slash".
No suelo hacer tantas aclaraciones en un fic, pero pienso que es necesario, ya que incluso tomo algunas líneas del episodio, es por esta razón que digo que, los personajes, el capítulo y nada de Star Trek me pertenecen, son méritos de nuestro visionario Gene Roddenberry, y ahora J.J. Abrams. Se hace con fines de entretenimiento sin ánimos de lucro.
Aviso que hay spolier del capítulo, pero no mucho, si quedan con ganas de verlo sería genial. Si no han visto el capítulo, este fic se puede leer igualmente, no afectando en nada su comprensión.
Aquí les va.
Capítulo 1
El transportador vibraba con ese sonido especial y las figuras aparecieron en un halo de luz, tenuemente primero, luego con avidez de manera más nítida, oscilando de la misma forma que los latidos de su corazón, al ver materializarse al capitán de la nave estelar USS Enterprise, James T. Kirk.
Tuvo que recuperar a su capitán, y lo había recuperado desde ese mundo paralelo perfecto donde todos eran buenas personas y vivían en paz con sus sentimientos, pero… ¿era lo correcto?, ¿no era el otro capitán Kirk mejor?... La lógica dictaminaba que su capitán debía regresar al mundo al cual pertenecía, mientras que los otros del mundo paralelo debían regresar al suyo. No importa que el capitán fuera un asesino, déspota malvado, sin piedad, lleno de ambiciones, de poder y conquistas, no importaba, porque sea como sea, era su capitán.
En cambio, el otro capitán Kirk era el bueno, un líder que se preocupaba por los demás incluso con él mismo. Le había dicho antes de irse a su mundo, que tomara el control de la nave, que el imperio al cual pertenecía era ilógico, porque estaba destinado a la destrucción, que de él dependía el cambio para terminar con la tiranía, que podía cambiar el presente. Él vio un hombre de visión en su persona, pero la verdad es que ese capitán, no lo vio todo.
El comandante Spock también hizo cosas muy malas en pos de un imperio malvado y de un capitán malvado. Ahora, iba hacer algo más malvado, peor: Traición.
-Bienvenido capitán- dijo su primer oficial.
-Nunca pensé decir esto, pero me alegra mucho verlo- le sonrió de lado el capitán Kirk, mientras avanzaba hacia el tablero de comandos donde se encontraba detrás Spock. Se le quedó mirando un rato. Esa barba candado le venía bien… y si se afeitaba se vería…
Aparecieron hombres de seguridad en la puerta.
-¡Qué significa esto Spock! No me diga que usted tampoco me reconoce- su acento déspota se fue apagando hasta hacerse un murmullo.
-Capitán- Spock lo miró fijamente con fuego en sus ojos- tengo órdenes del Comando de la Flota Estelar de matarlo.
-¡QUÉ!- quedó en shock el afectado.
-Seguridad, lleve al doctor y a los otros a las cabinas de confinamiento- ordenó Spock.
-¡Pero si ese no era yo!- gritó Kirk fuera de sí.
-¡SILENCIO!- lo increpó su primer oficial- Eso tendrá que explicármelo muy bien enseguida- solo Kirk supo traducir lo que significaba esto.
Spock estaba molesto con él. El capitán Kirk se estremeció de pies a cabeza de solo pensar que su primer oficial estaba mosqueado al extremo ¡Al cuerno eso de que no sentía! Su regla de no lidiar nunca más con un vulcano enojado y que había aprendido de la peor forma, la rompió. Ahora tenía al vulcano enojado y con órdenes de matarlo, ¡MATARLO! ¡A él, al todopoderoso James T. Kirk! El mundo se le cayó en pedazos. Estaba perdido. El único que podría alguna vez matarlo era ese vulcano. Estaba, realmente perdido.
Ni siquiera se volteó cuando los de seguridad se llevaron a los demás.
-Marlena, acompáñanos por favor- dijo Spock con el fáser apuntándole al capitán.
El capitán pestañó un par de veces para darse cuenta, por primera vez, de la presencia de la chica. Marlena era su amante, aunque él la consideraba más una chica con la cual pasar el rato, pero qué hacía junto a Spock, ¿estaban juntos en esto?, ¿era un plan para deshacerse de él? Quiso gritarles que no se saldrían con la suya, pero la determinación en los ojos de Spock y el fáser en su mano, le hizo obedecerle y caminar hacia su destino.
Caminaron por los pasillos de la nave. Kirk se acordó de esos condenados a muerte deslizándose por los pasadizos directo a la cámara de su perdición. Se detuvieron en la puerta de sus habitaciones. Así que sería en sus aposentos. Spock se desharía de él dentro de su propio cuarto. El cuarto del capitán de la nave.
-Marlena, muéstreme ese poder del que se habló- le dijo Spock a la chica.
-¡Marlena, no!- gimió Kirk en un intento desesperado para evitar lo inevitable.
La chica ni siquiera pestañó. Kirk no pudo sostenerle la vista, y terminó por bajarla hacia el suelo.
Marlena, tranquilamente, le mostró a Spock, los controles del arma asesina que poseía el capitán Kirk dentro de sus habitaciones. La máquina le había dado demasiado poder en la flota estelar, lo mantenía libre de sus enemigos y lo hacía casi intocable.
-Así que este era su poder- meditó Spock con sus aires científicos- solo fija a la persona en la pantalla, aprieta este botón y esa persona desaparece, se evaporiza… mmmh fascinante…
-¡Spock!- Kirk levantó su vista para fijarla en los ojos del vulcano- ¡jamás la usé contigo!, ¡yo jamás usaría esa máquina contigo!, ¿no es cierto Marlena?- la chica lo miró sin expresión- ¡Ah, ya entiendo, ustedes están juntos!, ¿desde cuándo, eh?, eres un traidor Spock, aprovechaste que no estaba aquí para…
-Oh, pero si usted siempre estuvo aquí- respondió con tranquilidad el aludido- se paseó por la nave, se sentó en la silla de mando, conversó conmigo, humilló a Marlena, desobedeció las órdenes del comando, me hizo violar las normas, me golpeó en la cabeza con un objeto contundente que casi me mata…
-¡ESE NO FUI YO!- se defendió desesperado.
-¡Ah!, ¿y de quién es la culpa?- Spock se le acercó de forma peligrosa, dejándolo medio aturdido- su contraparte- comenzó a explicar muy despacio- su yo paralelo, me engañó casi totalmente, ¿sabe la razón?- hizo una pausa peligrosa- Puedo apostar a que el otro Spock, el Spock del universo paralelo al cual usted fue, lo identificó inmediatamente… ¿No es cierto mi querido capitán?
Kirk se puso tenso, comenzó a sudar frío. Recordó al Spock del otro mundo al cual quiso engañar, pero no pudo, lo reconoció sin chistar.
-Eso fue porque, porque… por…- comenzó a balbucear.
-Hice una fusión mental con el doctor McCoy para saber lo que pasaba. Pude hacerla con el otro capitán, ¿sabe por qué no lo hice?
La escena era tensa, pero al mismo tiempo emocionante. Marlena la observaba de cerca, viéndolos a ambos como si se tratara de alguna clase de película. Eso la confundía notablemente. Ahí estaba el capitán Kirk, quien la había tratado como un objeto sexual, tiránico, perverso, sin miedo a nada ni a nadie, y sin embargo, balbuceaba, temblaba, claro iba a morir, era por eso, pero se sentía otra cosa en el ambiente. El capitán Kirk estaba angustiado, no solo porque iba a morir, sino por la presencia arrebatadora de Spock, quien estaba irreconocible hasta este punto, ya que se veía muy apasionado y Spock no tenía emociones, eso todo el mundo lo sabía.
-No la hiciste con el otro capitán… - dijo en un murmullo enternecido Kirk.
-No, ni tampoco con usted- volvió la molestia en la voz de Spock- es usted demasiado inflexible, demasiado disciplinado, una vez que ha tomado una decisión...
-No, Spock…- ya sabía la razón por la que fue descubierto tan fácilmente en el otro mundo y la razón por la que estaba tan molesto Spock.
-Usted nunca- avanzó más y más donde Kirk- ¡Nunca!, quiso fusionarse conmigo, por lo tanto, no tenía cómo saber que no era usted. No había nada, pero el otro Kirk sí, tenía un vínculo con su Spock.
Kirk meneaba negativamente la cabeza de un lado a otro, mientras retrocedía hacia la pared donde quedaría atrapado, agitado, con las piernas temblando. Vio como la mano de su comandante se alza sobre su rostro y cerró los ojos con un quejido. Entonces, se entregó.
Fin capítulo 1
