Resiste, Uchiha, resiste.
Tal vez eso era lo más difícil que había tenido que hacer a sus cortos 17 años de vida, bueno después de aceptar el divorcio de sus padres, pero esto era peor.
¿Cómo se supone que un adolescente con las hormonas alborotadas sobreviviera a esto?
Estaba en su habitación, recostado, sin camisa, y con la chica más sexy que había conocido, encima de su cuerpo besando su cuello deliciosamente ¿y el que podía hacer? Nada ¿Qué debía hacer? Apartarla, pero realmente no podía.
Sakura era todo lo que un hombre querría en la vida, era inteligente, tenía un cuerpo de infarto que él había recorrido hasta el cansancio, ella no era la típica chica delgada, ella tenía curvas, curvas magnificas, unos pechos grandes, firmes y cremosos, una cintura estrecha, un vientre plano, el mejor trasero del instituto, y él tenía que rechazarlo todo, Mierda.
Ella besaba su cuello, tenía una minifalda de jean y su sostén, mentiría si dijera que no estaba terriblemente excitado, estaba usando todo su autocontrol para no arrancarle las bragas y hacerla suya, porque ella era suya, no eran novios, pues los dos creían que eso arruinaría la pasión, pero los chicos del instituto sabían que no se podían acercar a ella pues era propiedad de Sasuke Uchiha, incluso en las circunstancias que se encontraba, de no poder siquiera tocarla, ella me pertenecia.
Solo en ese momento se dio cuenta que ella se había detenido y lo miraba fijamente.
-Puedo saber qué diablos te sucede? – me pregunto enojada, la vi a los ojos tratando de saber en qué pensaba pero me distraje con ellos, eran grandes, de un verde jade, con pestañas espesas que los rodeaban, su nariz era pequeña y respingada y sus labios eran tan…besables.
¡Kami-sama! Si seguía así no podría resistirse, no podía cogérsela pero tampoco quería que ella buscara a alguien más, eso lo mataría.
-No sé a qué te refieres- respondió esquivando su mirada, ella solo elevo una ceja y lo siguiente que supo fue sentirse libre, pues ella ahora estaba de pie vistiéndose, moría por rodearla con sus brazos para que se calmara, pero no podía.
-Olvídalo Sasuke- dijo tomando su bolso y saliendo de su habitación.
Tsk…detestaba cuando le hablaba en ese tono frio, el prefería cuando le hablaba entre gemidos.
Maldito fugaku, todo esto era su culpa.
FLASHBACK
-Hijo, es bueno verte-
-Sí, es un milagro que tengas tiempo para ver a tu hijo- lo vio sonreír arrogantemente, detestaba esa sonrisa, era tan cínica.
-De hecho, necesito algo, llamémoslo un favor- dijo detrás de su imponente escritorio – conoces a nuestro nuevo inversionista, Hiashi Hyuuga, bueno es muy importante para mí que él se mantenga de nuestro lado, Sasuke, y a cambio de hacerlo el solo pide una cosa- Yo estaba atento a cualquier cosa que saliera de su boca, pues en los temas de negocios era un genio, y dado que heredaría la empresa junto con Itachi, me gustaba estar informado- su hija, Hinata, tiene tu misma edad y el piensa que ella no sabe nada acerca de vivir, y mucho menos de los hombres, ha estado en un internado católico desde que era pequeña, así que ya te imaginaras que es una chica muy tímida, y el necesita que alguien tome su mano en el camino, y la cuide, entrara a tu escuela, y sería excelente si ella tomara tu mano ¿sabes a lo que me refiero?- no podía ser que su padre le estuviera proponiendo lo que él creía- para ser más claro, hijo, quiero que durante estos dos meses de vacaciones estés con ella y la hagas tu novia, sal con ella, hazla feliz, que se sienta comoda en el instituto y seré tu genio.
-¿Mi genio?- realmente mi padre se había vuelto loco.
-Así es, tres deseos, lo que tú quieras, no importa el precio, solo asegúrate que no involucren homicidios y será tuyo ¿Que dices?
-Por supuesto- bueno, de hecho esto era genial, solo tenía que salir con esta chica y tendría todo lo que quisiera, amaba a mi padre y sus locas ideas, estaba por salir de su oficina, cuando escuche que me llamaba, inmediatamente preste atención.
-Quiero aclararte, que aunque hyuuga quiere que su hija salga de su burbuja tampoco quiere que la lastimen y esto se resume a serle fiel, Sasuke, y eso incluye a esa linda pelirrosa que siempre va a casa.
Fue un balde de agua fría.
¿Cómo sobreviviría sin mi dosis diaria de Sakura?
