Time

¿Cuándo es que la situación se había vuelto tan desastrosa?

Norte limpió un poco de la sangre que escapaba por sus labios antes de levantar con lentitud una de sus espadas del rayado y arruinado suelo, frente suyo, una guerra se desataba en su ya arruinado taller.

Pitch.

Lanzó un suspiro tembloroso, observó con orgullo los yetis y elfos que luchaban valientemente aquella perdida batalla contra las pesadillas, no podía haber elegido mejores ayudantes.

—¿Cansado, Norte?—

Gruñó su respuesta, la situación no podría ser peor.
El ataque le había tomado por sorpresa, era algo que simplemente no esperaba luego de la derrota del Coco meses atrás, creía que le tomaría años que se recuperará, todos lo creían así. Pero no. Pitch había vuelto, y esta vez para eliminarlos a todos. Con sus fuerzas misteriosamente renovadas, había atacado el taller, convenientemente cuando los demás guardianes se habían marchado, y por si fuera poco, su primer ataque había sido a las luces, dejándolo completamente incomunicado, incapaz de advertir a los demás sobre el peligro que se cernía sobre ellos.

Y Norte tenía miedo.

Por supuesto, al principio no fue así, ¡Aquello debía ser sencillo! El Rey Pesadilla no podía estar tan fuerte luego de su anterior derrota, pero se había equivocado.

Y Norte tenía miedo.

—¡Bah! ¿Cansado? ¡Para nada!—

Soltó una risa nada convincente, inútilmente tratando de calmarse, necesitaba relajarse, ya había estado en situaciones peores antes, aquello no era nada, ¡Él era Santa Claus, un antiguo cosaco, el Rey de los bandidos! Podía salir de esta situación ... ¿Verdad?

—Entonces... ¿Estás asustado?—

El agarre a sus espadas se intensificó, más no respondió, se dedicó a observar los daños pensando en un nuevo plan. Necesitaba un plan. Necesitaba tiempo.
Retrocedió un par de pasos antes de correr hacía delante con sus armas levantadas, uno, dos, tres, tres veces fue las que atacó a Pitch, y tres las que él esquivo, la cuarta fue en la que el Coco lo derribó. Cayó.

—Phil ...—Un susurro silencioso escapó de sus labios, Norte estaba temblando, la herida en su torso no dejaba de sangrar, sus movimientos eran más lentos, su fuerza más débil, necesitaba tiempo, debía avisar a los demás.—Phil, saca a todos de aquí. Avísale a los demás.—

No se molesto en comprobar si su fiel compañero haría lo pedido, sabía que así sería, no lo dudaba, así que sin más, corrió nuevamente hacía su enemigo y su guadaña, quién ansioso esperaba destrozarlo, jum, cómo si fuera tan sencillo, ¡Nicolás del Norte no sería vencido tan fácilmente!

Necesitaba tiempo.

Norte intentaría hacer tiempo.

Pero cuando los demás llegarán, el tiempo habría acabado.


¡Hola!

Muchas gracias a todos los que se pasaron por mi humilde, y algo patético, fanfiction, ¡En serio, gracias!

Últimamente tengo una inmensa obsesión con Norte y me vi a mi misma escribiendo este pequeño oneshot antes de darme cuenta, quiero creer que por ahí habrá alguien que amé igual que yo a Nicolás y agradezca que hay ahora una historia más de él, aunque no le guste exactamente ésta.

En fin, no hay más que decir, tengo pensado dejar esta historia hasta aquí, o al menos hasta ahora, así que bueno, nuevamente gracias por leer.

¡Adiós!