Este fic participa del Primer Reto Mensual "Primer beso" del foro "Scorly: Enemies, Friends and Lovers"

NADA ME PERTENECE EXCEPTO ERICK Y TERRY QUE SON PERSONAJES IDEADOS POR MOI... LO DEMAS FUE ESCRITO, PENSADO, E IDEADO POR LA GRAN JOTAKA.

Primera viñeta, Rox nos cuenta la historia de su primer beso... pal fanfic...!


ROXANNE POV

Habían dos cosas que yo adoraba del mundo de los muggles. La primera, los parques de diversiones. La segunda, los chocolates que el hermano de mi mejor amiga Terry me regalaba cada vez que me veía.

Terry y yo íbamos juntas a Hogwarts, nos habíamos conocido en el expreso y al final el sombrero nos había enviado juntas a Gryffindor. Fuimos las mejores amigas desde entonces, pero, ¿quién diría que el padre de Terry y mi padrino Harry eran primos? Empezamos a invitar a los Dursley a nuestras cenas navideñas. Fue así como lo conocí.

Lo había visto antes en el colegio, pero nunca me había detenido a prestarle demasiada atención. Erick era un año mayor que yo. Era alto, atlético, rubio y tenía ojos azules. Aquello no me hubiera llamado la atención en absoluto, de no ser por el sentido del humor de ese chico. Es que él era tan divertido y tan adorable que no pude evitar que se convirtiera en mi primer amor. Y si, señores y señoras, me pasé dos años de mi vida enamorada del hermano mayor de mi mejor amiga.

De algún modo que hasta el día de hoy considero increible, nos hicimos grandes amigos, pese incluso a que él iba a Hufflepuff y que no coincidíamos casualmente por el castillo. Pero, siempre que nos veíamos, él me regalaba un chocolatillo con relleno de crema de fresa que él sacaba de entre mi cabello. ¿Cómo lo hacía? No tengo idea, pero era tan asombroso y mágico que prefería no responder esa cuestión.

MI cumpleaños era durante las vacaciones de fin de curso, por lo que no podía celebrarlo en Hogwarts como la mayoría de chicas, pero bueeeno, ya estaba acostumbrada, así que el año en que cumplí trece, me esperé otra celebración sencilla en casa de la abuela Molly con todos mis primos y quizás algún amigo de ellos. Nunca me esperé que Erick negociara de saber Merlín que maneras con mi padre para que me dejase salir un par de horas con él.

Así que cuando Erick me envió un mensaje de texto a mi iMagic para darme la noticia y decirme que me recogería a las cinco, no hice más que emocionarme, gritar, reir a carcajadas cual neurótica, ponerme a brincar sobre mi cama y caerme. Me puse ropa bonita, me cepillé el cabello y me apliqué mascara de pestañas, aunque con lo grandes que eran mis ojos, no era del todo necesario.

Exactamente a las cinco, tocó la puerta y salí como alma que lleva el diablo a abrirle. Me llevó al nuevo parque de diversiones en Londres. Asumo que imaginaran que me sentía en una nube. Estaba en uno de mis lugares preferidos en el planeta, con el chico que me gustaba celebrando mi cumpleaños.

Me llevó a todas las atracciones a las que quise ir, literalmente. Ganó un hermoso gato de peluche para mí en uno de esos juegos de dispárale al objetivo y me abrigó con su casaca de estilo de instituto norteamericano que había visto en todas esa películas que le gustaban a Victorie. Está por demás decir que para impresionarle me había puesto lo más bonito que tenía para este verano, es decir, había estrenado un vestido rosa floreado hasta un poco por encima de la rodilla, sandalias de tiras de color marrón, una carterita de cuero con flecos y mi chaqueta de jean favorita con pins de Avicii.

Fuimos hasta un Starbucks a comprar un Frappe –mi bebida favorita en el mundo mundial y la galaxia galáctica –y luego subimos a la rueda de la fortuna. Ver Londres desde arriba era probablemente lo más bonito que había visto en mi vida, y si incluimos la iluminación en lucesen luces lilas, pueden imaginar lo hermoso que era todo aquello.

-Sabes, Rox, quería regalarte algo especial por tu cumpleaños, pro todo lo que escogía me parecía inadecuado. – me tomó la mano y muy sutilmente –aunque yo percibía absolutamente todo – entrelazó sus dedos con los mios. ¡Oh por Merlin y sus túnicas sexys , esto no era real… pero estaba pasando! De repente, el breve espacio de la caceta me pareció abismal y quise que la distancia entre nosotros fuera nula. Me sorprendí a mi misma deseando su cercanía y no pude evitar sentirme acalorada, entonces tomé un sorbo de mi café para disimular y él rio al verme. –Tienes un bigote, Rox.

Oh, rayos. Rápidamente me puse a buscar un pañuelo en mi cartera, pero él fue más rápido que yo y me pasó suavemente el pulgar por los labios. Y aunque soy morena, estuve segura de que el notaría mi sonrojo. Mi corazón latía desbocado por la expectación. Supe lo que iba a pasar incluso antes de ver como él se inclinaba para rozar sus labios con los mios. Mi primer beso.

Entonces él se apartó, solo para dedicarme su sonrisa traviesa, dirigir su mano a mi cabello y sacar un chocolate. Mi regalo especial. Me besó otra vez antes de decirme –Feliz cumpleaños, Rox.


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