SUMARY: Todos saben que Sasuke y Naruto son rivales, pero también Mikoto y Kushina cuando se trata de la chica perfecta para sus respectivos hijos.
Parejas principales: ¿? X Sakura; Sasuke x Sakura; Naruto x Sakura
Parejas secundarias: Fugaku x Mikoto; Minato x Kushina
Aclaraciones: En el fic, Itachi no se convirtió en criminal, y el clan sigue vive y coleando; tanto Minato como Kushina siguen vivos y Minato sigue siendo Kage de Konoha.
Género: En este capítulo, Comedia.
La idea surgió de: En mi búsqueda de saber si el seiyuu de Mikoto en Shippuden era el mismo que en la primera temporada, descubrí que los seiyuus de Mikoto y Kushina comparten el mismo nombre. Pensando en eso, pensé en versus y después por arte de magia surgió la idea.
Publicación: Semanal
Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su creador Masashi Kishimoto
-ELLA ES MI NUERA-
by: Atori
Threeshoot
Episodio 1
La cena ya estaba preparada y el nerviosismo creció en una mujer. Sabía que era tarde, muy tarde había que recalcar, y él se estaba retrasando.
El sorbo de alguien tomando un líquido y el ruido estrepitoso al limpiar un metal, le recordó que ella no estaba sola en la cocina. Girándose, mientras limpiaba las manos sobre su blanco delantal, observó a los dos miembros de la familia, inmunes, tranquilos y silenciosos como buenos Uchihas que eran.
Su marido Fugaku, se encontraba descansando tras el largo día laborioso en la comisaría de policía, tomando aquel té verde que tanto le encantaba, aunque en su rostro no mostrara indicios de su gusto tan aprobatorio. Si había algo que siempre perduraría en el semblante de su marido, era la máscara de la seriedad. Rasgo característico entre los Uchihas varones.
Su hijo mayor, sentado en una esquina, era otro que tal bailaba. Igual de tranquilo y sosegado que su marido, sin la menor pizca de preocupación, leía un pergamino que tenía sobre sus piernas cruzadas, al tiempo que limpiaba su kunai, donde otros limpios y brillantes, reposaban a su lado. Así era su hijo mayor, una persona que nunca descansaba pese a que estaba de vacaciones. Siempre tenía que estar estudiando jutsus o abrillantando su material ninja. Pues a pesar de que llevaban varios años de absoluta paz, su hijo mayor Itachi, siempre decía:
"Hay que estar preparados. Nunca se sabe lo que puede suceder"
Por una parte, eso la tranquilizaba, porque con Itachi, nadie de su familia saldría herido de muerte. Además contaban con un Hokage fuerte, casi legendario, por lo que mayor seguridad existía en su clan y en la villa de Konoha.
Pero entonces, ¿por qué su pequeño se retrasaba tanto?
Eran más de las nueve; estaba anocheciendo; su hijo menor siempre llegaba antes de que acabara de preparar la cena; no recordaba un día en que su hijo fuera impuntual.
¿Y si le había pasado algo malo? ¿Y si algún ninja lo había atacado?
-Itachi. -el aludido dejó de limpiar el arma, levantando la cabeza.
-¿sí, madre?
-ve a buscar a tu hermano.
El tono preocupante y temeroso, hizo que para los dos presentes supieran qué es lo que tenía la mujer en la mente exactamente. Fugaku no dijo nada, solo soltó un largo suspiro silencioso, al tiempo que meneaba la cabeza. Itachi, todo lo contrario, solo sonrió divertido por el absurdo miedo que su madre tenía.
-madre, Sasuke ya tiene dieciséis años. Ya no es un niño.
-pero se está retrasando.
-seguro que sus amigos le entretuvieron. Ya sabes como es Naruto-kun cuando le mete cizaña. –agregando de algo, que para el muchacho le resultaba divertido cuando era espectador de lo ocurrido.
Mikoto lo pensó detenidamente, recordando al hiperactivo rubio y lo cargante que resultaba con su pequeño.
De hecho, aunque no sabía porqué, su hijo menor y el hijo del Hokage eran rivales. El rubio siempre quería sobrepasar a su pequeño, sin éxito. Y su hijo con su arrogancia, heredadas de sabe dios quién, no hacía más que soltarle insultos ofensivos, aunque su favorito era, usuratonkachi.
-puede que tengas razón. –murmurando para sí misma. Tenía que ser por eso que su pequeño se retrasaba, pero entonces, ¿por qué no estaba del todo convencida?
Para alivio de la mujer, la puerta principal fue abierta.
-míralo, ahí lo tienes. –murmuró Itachi con sus ojos clavados en el pasillo, como si pudiera ver a su hermanito entrar.
Sin embargo, cuando la puerta fue cerrada con tanta fuerza, con semejante violencia, produjo una sensación de extrañeza en los tres miembros. Escucharon sus pasos fuertes y apresurados. Lo vieron pasar por la cocina, sin haberles mirado, sin haberles saludado, pero advirtiendo claramente que estaba tan enfadado como molesto. Escucharon un segundo portazo, y madre e hijo, curiosos y preocupados, se dirigieron de inmediato a ver qué rayos tenía el menor de la familia.
Fugaku, sin embargo, dejó al pequeño Sasuke en manos de Mikoto e Itachi. No podía mostrar signos de preocupación por el niño. Eso era tarea de Mikoto. Él simplemente se encargaba de su entrenamiento y de inculcarle el camino para ser un ninja como buen Uchiha. Mikoto de su educación y de los problemas sentimentales del chaval. Así no arruinaría su reputación como líder y padre autoritario que era. Además, Mikoto siempre le contaba los problemas de su querido retoño en las noches y que Itachi, como buen hermano que era, siempre procuraba ayudarlo, y al día siguiente, Sasuke amanecía con mejor humor.
Así iba bien en su familia.
Todo perfecto y en armonía.
Sin embargo esa noche, quizás fuera diferente.
Lentamente y con suavidad, Itachi y Mikoto habían abierto la puerta corrediza que daba a la sala de entrenamientos, y lo que vieron les resultaba completamente raro.
Ahí estaba Sasuke, sentado con las piernas y brazos cruzados, los ojos fuertemente cerrados y un aire que nunca habían visto. Estaba muy enfadado y muy molesto eso era verdad, pero de alguna manera, lo notaban distinto.
Fijándose bien, Itachi se percató de que su hermano tamborileaba el pié derecho y la mano izquierda.
Oh sí, su hermanito estaba realmente cabreado, y algo le decía que alguien había golpeado en su orgullo. Muy consciente era de que su hermano se sobrevaloraba. Si no fuera por su carácter Uchiha, gritaría a los cuatro vientos…
"Yo soy tope guay. Todas las nenas están coladas por mí y no hay nadie mejor que yo"
Mikoto, ignorando la ligera sonrisa que se había formado en el mayor por sus propios pensamientos, se encontraba más preocupada por su niño. Le disgustaba que estuviera tan malhumorado. Después de todo era su Sasuke, el niño de la familia, el consentido, el mimado… quiso entrar y preguntarle la razón, pero la mano del mayor negándolo, se lo impidió.
-déjale, madre. –dijo, al tiempo que cerraba la puerta corrediza.
-nunca le había visto así. –anunció preocupada, siendo empujada por su propio hijo, para que acatara su orden sin problemas- ¿qué crees que le haya pasado, Itachi?
-… -ampliando su sonrisa.
-¿lo sabes? –preguntó extraña.
-puedo imaginarlo.
-… -su expresión dejó claro a Itachi qué quería saberlo.
-es una chica.
O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O
-¡TARDE! ¡ESE MOCOSO LLEGA MUY TARDE! –bramaba una mujer completamente roja de rabia.
-tranquila, Kushina-chan. –eran las palabras calmadas de un hombre que lucía nervioso por el carácter de su mujer.
-¡SON MÁS DE LAS NUEVE! ¡COMO ESE MOCOSO HAYA ESTADO EN EL ICHIRAKU, LO METO EN AGUA HIRVIENDO PARA QUE EL RAMEN SEA MÁS DELICIOSO! –lo decía con unos ojos que echaban fuego y una sonrisa de locura, bien dispuesta a cumplir su amenaza.
-vamos Kushina-chan, ¿cómo vas a hacerle eso a nuestro hijo? –bien consciente era de que las palabras de su mujer, aunque sonasen estúpidas, si la dejaba, cumpliría a rajatabla su amenaza- Seguro que se ha retrasado, porque se ha encontrado con Sasuke-san, y ya le conoces. Hasta que no consiga derrotarlo, no se queda tranquilo. –"como alguien que yo me sé" No podía agregar en pensamientos.
Pues su único hijo, el hiperactivo Naruto Uzumaki había heredado sus rasgos físicos, pero en cuanto a carácter, lo había sacado de ella. Siempre energética, saltando de un lado a otro, con modales poco elegantes para una mujer como ella, muy mal perdedora y otras tantas cualidades que la hacían distintas al resto de las mujeres.
Desde que la conocía, solo hubo una temporada en que se había comportado decentemente, y eso había sido cuando había estado embarazada de Naruto.
Pero después, la enérgica Kushina había vuelto a la vida, y tras haber dado a luz a Naruto, lo primero que había hecho era comer ramen, alegando que esa comida tenía que estar en todos los restaurantes en honor a su hijo.
Y en casa, por supuesto, no podía faltar el ramen, que era de lo único que se alimentaban. Desayuno, comida, merienda y cena… siempre ramen.
Pero con el paso de los años, y que Naruto descubriera el Ichiraku, hizo que en ocasiones no cenase en casa, por lo que para eso resultaba una ofensa para su mujer, que lo castigaba a un día sin ramen.
Claro que su vida no estaba traumada únicamente por el ramen. Debido al carácter tan chocante que tanto madre como hijo poseían, su relación era como la de una rivalidad entre dos niños pequeños. Kushina comenzaba y Naruto no se quedaba atrás.
Todo lo contrario con él. Naruto le tenía cierto respeto y gran estima porque era el conocido Hokage con el que soñaba algún día ser de mayor.
-tienes razón. –habló Kushina cruzada de brazos, por la absurda idea que se le había ocurrido, por lo que Minato dio un suspiro de alivio, de que por una vez fuera comprensiva- no puedo echarlo en agua hirviendo porque se estropearía todo el ramen.
Y lo decía con tanto convencimiento, que Minato casi se cae por sus palabras en una mujer como ella. Podían ser válidas en su hijo, ya que pese a que tuviera dieciséis años, seguía siendo un ingenuo y un pelín atolondrado sobre la vida, pero su mujer…
De tal palo, tal astilla, que palabras tan ciertas.
-¡MINATO, VE A BUSCARLO! –ordenó de pronto, con los brazos en jarras, sin importar que el hombre que tenía delante era más fuerte que ella, y Hokage de la villa.
-vamos Kushina-chan, llegará pronto. Ten paciencia.
Como sus palabras tuvieran un efecto mágico, la puerta principal fue abierta. Y como en la mansión Uchiha, fue cerrada después de un portazo.
-¡PAPÁ! –gritó Naruto, a medida que caminaba rumbo a la sala donde se encontraban sus progenitores.
-¿sucede algo, hijo? –preguntó el hombre, cuando lo tuvo a la vista.
-¿no puedes contratar a algún ANBU para que mate a cierta persona?
-… -esa era la respuesta del hombre, y ver que su hijo hablaba muy enserio, le dejaban de una pieza.
Sin embargo, su madre sí que le había dado una respuesta y fue un capón en toda la cabeza.
-¡ANTES DE "PAPÁ" Y "MATAR AL VECINO", ME DICES DÓNDE HAS ESTADO, MOCOSO!
-¡AU! Mamá, eso ha dolido.
-¡¿ME HABLAS A MÍ, MOCOSO?! –colocándose frente a Naruto, que ante la imponente figura de su madre, solo pudo tragar saliva- ¡ANTE UZUMAKI KUSHINA, LA MUJER DEL HOKAGE!
Naruto volvió a tragar saliva tan duro, que le dolió, y ese dolor sirvió para que olvidara su temor, y se encarara ante su madre.
-¡POR MÍ PUEDES SER LA MUJER DEL HOKAGE, QUE PRONTO SERÉ MEJOR QUE TÚ! ¡YO, NARUTO UZUMAKI ME CONVERTIRÉ EN HOKAGE Y ME DEBERÁS RESPETO!
-¡RESPETO ES LO QUE PRIMERO DEBES APRENDER ANTE TUS MAYORES! –dándole un segundo capón.
-¡AU! ¿Cómo puedes ser así con tu propio hijo?
-porque te lo mereces. –riéndose como una posesa.
-vaya una madre que estás hecha.
-¡mocoso! Te tengo dicho miles de veces que no me llames mamá, me da repelús. –estremeciéndose cuerpo entero.
-¿entonces, cómo quieres qué te diga? ¿madre? .
Otro capón más fuerte que los anteriores, fue lo que recibió Naruto.
-¡AU! –fue la queja del rubio, sobándose la cabeza- pero, ¿por qué me pegas? aún por encima que te llamo con respeto.
-¡de respecto y una porra! Los hijos que llaman así a sus madres es porque son mujeres sosas y remilgadas.
-¿en serio, madre? –palabras dichas en esta ocasión acompañadas de una sonrisa maliciosa.
-¡KUSHINA! –le gritó en pleno oído como ataque de la pelirroja- ¡tienes que llamarme Kushina! Vuelves a llamarme mamá o madre, y te mando al asilo para que Danzo te cuente sus batallitas. –decía esta vez divertida.
-¡NOOOO! ¡ESO ES SATÁNICO! –llorando de desgracia, a lo que Kushina se reía triunfante- ¿No tienes corazón con tu único hijo?
-no tengo porqué.
-pues ya verás, -frunciendo el ceño y un dedo acusador- mañana no podrás escaquearte de la audiencia con el Kazekage, porque te aburre. Le diré a Ibiki-sensei de lo que te propones y que te vigile.
-como sueltes el chivatazo, no lo cuentas.
-y después le diré a la vieja Koharu, que te saltas las clases de Ikebana, para que te sermonee. –ahora el que se divertía del asunto era Naruto, al poner en serios aprietos a su madre.
Así continuaban con un Minato de espectador que solo sonreía nervioso por la tempestad que tenía delante, sin atreverse a meterse en medio de la marea para ir a tierra.
Ese era su pan de cada día, su misión diaria de rango S.
Ni ser Hokage, ni la tercera Gran Guerra Ninja había sido tan dura como el tener que ver a madre e hijo meterse el uno con el otro, hasta que el olor a ramen hecho, los despertaba y como locos, corrían para comerlo con gusto.
Quizás debería de empezar a hervir el agua, y así preguntar con más calma qué significaban las palabras de su hijo sobre matar a alguien.
O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O
En la mansión Uchiha, Mikoto acababa de fregar los platos de la cena. Su marido ya se había retirado a la habitación, y como era costumbre, no había preguntado qué le ocurría a su hijo. Era tarea suya contárselo cuando estuvieran asolas. Pero decirle que era una chica, lo que tenía a su hijo, todavía, encerrado en la sala de entrenamientos.
Era incomprensible.
Por lo que ella tenía conciencia, su pequeño Sasuke gozaba de una buena popularidad entre las chicas de Konoha, incluso las que venían de fuera quedaban embobadas en su pequeño.
¿Cómo podía estar así por una chica, si eran ellas las que lamían el suelo por el que su retoño pasaba?
Además, ¿qué le había hecho esa chica para que estuviera de semejante talante?
Sin duda necesitaba respuestas.
-Itachi, ¿estás ahí?
-aahh. –respuesta afirmativa, tan común en los chicos.
-¿vas a decirme exactamente qué tiene Sasuke? –limpiando el último plato, para después voltearse y mirar con seriedad a su primogénito que estaba sobre el marco de la puerta.
-ya te lo he dicho madre, es una chica.
-explícate mejor. –exigió, adoptando ese aire serio que había aprendido durante tantos años al estar con semejantes elementos que siempre lucían seriedad y frialdad.
-pues conociendo a Sasuke como le conozco, una de sus fans habrá abandonado el club para largarse con otro que debe ser penoso. Y a juzgar por su enfado, creo que la chica debe ser alguien muy cercana a él. –e Itachi podía asegurar con certeza quién era la chica en cuestión.
Mikoto adoptó un aire pensativo, repasando las palabras de su hijo mayor. Si había entendido bien, su hijo estaba celoso. Y eso significaba también que su hijo estaba enamorado de esa chica.
¡POR FIN!
Gritaba para sus adentros emocionada.
¡POR FIN SU HIJO SE HABÍA ENAMORADO!
Tan preocupada estaba por su futuro y de que viviera solo, que le alegraba que tuviera alguien en mente. Por experiencia, sabía que entrar en el corazón de un Uchiha, era como aprender una técnica prohibida cuando careces de ninjutsu y genjutsu. Y una chica lo había conseguido en su hijo pequeño.
Pues bien, por su querido pequeño que se la conseguiría.
-Itachi, necesito tu ayuda.
-…
-averigua quién es la chica y mañana ya te informaré de lo que tienes que hacer.
Itachi se quedó sin palabras, aunque eso no era nada nuevo, pero en su expresión se dibujaba el absoluto desconcierto.
¿Qué pretendía su madre?
Una vaga idea cruzó en su cabeza, negándose a creerla.
-¿vas a hacer de casamentera?
-por supuesto que sí. Sasuke se merece lo mejor. Sé que no es expresivo, pero para eso estoy yo aquí, para conseguirle la chica que tanto le gusta.
-pero madre, si la chica es novio de otro…
-¡no hay nadie que sea mejor que mi niño!
-… -esa arrogancia, esos aires superiores dejaron claro a Itachi de quién había sacado Sasuke ese carácter tan egocéntrico que poseía.
Bueno, si lo pensaba bien, tanto su padre como él, ayudaban a incrementarlo a mimarle y consentirle todos sus caprichos. Después de todo era Sasuke, el pequeño de la familia, así que, ¿por qué no a concederle la chica que le gustaba? Además, según su criterio, era la chica perfecta para su querido ototo.
O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O
Como era previsto, el olor del caldo ya preparado, había acallado los gritos entre madre e hijo, y volando como pájaros habían acudido a la cocina con babas en la boca.
Seguía insistiendo en que en su hijo podía ser algo normal, pero en su mujer…
Soltó un suspiro, intentando desechar la imagen de su mujer babeando por un simple bol de ramen.
-mocoso, deja algo para mí.
La nueva discusión se avecinaba, y esta vez por el dichoso ramen, donde madre e hijo ya repetían por tercera o cuarta vez.
-tú debes cuidar la línea. Yo estoy en fase de crecimiento. –comiendo los fideos con gusto.
-maldito mocoso… -roja de ira.
-vale, vale Kushina-chan. Prepararé más. –intervino Minato con más gotas- por cierto Naruto, puedes explicarme por qué quieres matar a alguien.
-¡oh! Lo olvidaba –decía con la boca llena, mientras balanceaba los palillos como si se tratara de una batuta- resulta que un tío detestable me ha robado a Sakura-chan.
-¿Sakura-chan no es esa chica que te da siempre calabazas? –preguntó Kushina, imitando la mala educación de su hijo.
-sí, pero no lo hace enserio. En el fondo está loca por mí. –dijo con aires de superioridad.
-sí, ya. –seguía su madre sin creérselo- sé que te da calabazas, una detrás de otra.
-bueno, puede que no. –reconoció abochornado- pero me da rabia que esté con ese gilipollas.
-Naruto, te tengo dicho miles de veces que no hables así de Sasuke-san. –le recriminó Minato con gran paciencia.
-¡no hablo del Teme! –eso fue sorpresa en Minato, ya que al único que le insultaba era al hijo pequeño del líder del clan Uchiha- Además… -bajando la cabeza- si fuera con el Teme, de verdad que no me importaría. Me dolería, pero no me importaría.
Y en sus palabras se reflejaba esa tristeza, pues sabía que su amor platónico siempre había bebido los vientos por Sasuke, pero tenía el consuelo de que él la rechazaba y así tener alguna posibilidad.
Tenía la esperanza de que Sakura se cansaría y se daría cuenta que Sasuke jamás se interesaría por ella. No como él, él no la humillaría como ese Teme lo estaba haciendo. Él la cuidaría y la trataría como la flor que era.
Nunca la daría tristeza, siempre felicidad.
Nunca la dejaría de lado, siempre junto a ella.
-¡estás realmente coladito por Sakura-chan! –exclamó Kushina con picardía.
-… -un rojo cubrió todo su rostro.
-… -Minato sonrió ampliamente- si de verdad te gusta Sakura-chan, no deberías rendirte. ¿No es ese tu lema? –con un guiño de ojo.
-ya… pero si ha podido cambiar al Teme por ese imbécil integral… además ella sabe que me gusta… -agregando las pocas posibilidades que tenía de conseguir el corazón de la Haruno.
-no digas eso, mocoso. Si te rindes, de verdad que te meto en agua hirviendo. Además… -acercándose a él con malicia- ya sabes lo que se dice, dos son mejores que uno.
-… -Naruto giró la cabeza confuso, sin entender las palabras de su madre, todo lo contrario a su padre que cerraba los ojos imaginando lo que su mujer tenía en mente.
-yo me encargaré de que Sakura-chan se dé cuenta de quién eres. Abandonará a ese imbécil… humm… ¿cómo se llama?
-Sai. –respondió brevemente.
-¡ESE IMBÉCIL INTEGRAL! –repitiendo el mismo insulto que su hijo le tenía para el pelinegro- entonces más fácil es el asunto. –levantada y con el puño en señal de victoria, anunció- ¡YO UZUMAKI KUSHINA, LA MUJER DEL HOKAGE, CONSEGUIRÉ A SAKURA-CHAN PARA NARUTO! ¡PORQUE MI HIJO ES EL MEJOR NINJA DE KONOHA! ¡EL HIJO DEL HOKAGE! ¡EL FUTURO HOKAGE! ¡DI QUE SÍ, HIJO! ¡DATTEBAYO!
Contagiada por la efusividad de su madre, Naruto se sintió completamente animado.
-¡SÍ, YO EL FUTURO NINJA CONSEGUIRÉ EL CORAZÓN DE SAKURA-CHAN! ¡NO PIENSO RENDIRME! ¡ES EL CAMINO QUE YO ELIJO! ¡DATTEBAYO!
Minato solo los miraba con una sonrisa nerviosa y con un mal presentimiento.
-¿acaso no hay que tener en cuenta los sentimientos de Sakura-chan? –opinando respecto al tema.
-¿qué dices, Minato? Sakura-chan de seguro ha de estar confundida para haberse fijado en ese gilipollas. –vaya, ahora Minato entendía de dónde sacaba Naruto los insultos que repartía- además con ese Teme solo sentía obsesión por ser guapo y nada más. ¡Bah! –hasta ella trataba de manera despreciable al pequeño Uchiha, suspiraba Minato pidiendo internamente perdones a la familia del implicado- una mujer necesita alguien alegre, no una persona distante y sosegada como ese Teme. –de verdad que mañana a primera hora, Minato iría a las propiedades Uchiha y se disculparía una y otra vez- también necesita a alguien que la valore, no que la trate tan vulgarmente como ese Teme insoportable. –hasta iría a visitar la tumba de Madara y familia a pedir perdones- ¿verdad, Naruto?
-claro que sí, Kushina. ¡YO SOY MEJOR QUE EL TEME Y QUE OTRO CUALQUIERA!
Y así siguieron celebrándolo, mientras que Minato recogía su bol vacío y llevarlo al fregadero.
-bueno, en algo que se ponen de acuerdo, supongo que no debo intervenir. –viendo el lado positivo del tema.
CONTINUARÁ…
Notas de la autora:
Pues aquí con otro fic para el saco, algo nuevo y original, creo yo. Cuando surgió en mi mente, supe que tenía que compartirlo con mis queridos lectores, pero también sabía que no podía enrollarme mucho, debido a los otros fics que tengo pendientes y para que la espera no sea tanta. Es por eso, que el fic será de publicación semanal que finalizará el día 14 de febrero, día de los enamorados, donde además será un capítulo con su drama y romanticismo, de eses que tanto me gusta. Pues aunque este sea una comedia para partirse de risa, el segundo tendrá mitad humor, mitad drama; y el último, como dije, drama y romanticismo.
En cuanto al matrimonio Uzumaki, cabe destacar que es la primera vez que trato el personaje de Kushina, y debido a lo que se cuenta de ella, intenté que su carácter fuese similar al de Naruto. En cuanto a Minato, lo traté como alguien amable y comprensivo, pero que no se entromete mucho en los problemas "infantiles" de los demás. Jejeje. Igualmente, aunque saliera un poco OCC, a mí me gustó como quedaron.
Pues el siguiente, será el siete de febrero, donde Kushina y Mikoto con ayuda de ciertos individuos harán algo respecto al romance entre Sai y Sakura, así como persuadir a la pobre Sakura.
Nos vemos entonces y espero vuestros comentarios.
'Atori'
