Disclaimer: Plot (c) MC. Quedan avisados :D

Claim: Sunny/Leah —sdklalksjl, y eso es todo lo que diré (?).

Advertencias: *ella ignora esa parte* Lo admito, está bien, femslash.

Notas: Esto va en respuesta al reto Crossover Twilight/The Host, del foro LOL. Y es regalito de bday para Anna, Cafesitodeldia, que me lo pidió ;D Enjoy darlin'.

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When You Smile


Cuando vio esa sonrisa, la odió. La odió demasiado, porque le pareció la cosa más falsa en este mundo, porque ella sabía muy bien que la felicidad no llegaba a tal punto y que una persona no podía sonreír de tal manera sin ser falsa al respecto. La odió porque aquella pequeña muchacha se atrevía a sonreírle de aquella forma sin saber lo que había sufrido, sin saber que ella no podría sonreír de aquella forma nunca más, sin saber nada acerca de ella.

Pero más que odiarla, Leah la envidió. Envidió con cada fibra de su ser a aquella menuda mujer llamada Sunny, porque no podía concebir que pudiese ser más feliz que ella. Y quizá era el pensamiento más egoísta del mundo, pero nadie podía decir que era feliz sin haber sufrido lo que la loba antes. Por eso la envidió tanto cuando la vio sonreír ampliamente desde la lejanía, jugando -haciéndose cosquillas- con un muchacho musculoso que le recordaba al chupasangres ese llamado Emmett. Porque ella no tendría nunca más eso. Nunca más sonreiría e intentaría quitarse si alguien le hacía cosquillas, nunca más iría a pasar una tarde con nadie, ni compartiría un helado o un beso, un abrazo o una simple caricia. Porque ella sólo tenía en mente a una persona, y aquella persona había elegido (o había sido elegido de forma retorcida, ciertamente) y no podría cambiar aquello.

Y cuánto lo hubiera deseado, realmente.

Pero cuando la besó, por puro desquite, una tarde que la encontró sola, una tarde en la que no le importó el no conocerla, una tarde en la que se dejó llevar por sus emociones, porque le daba la gana y quería, quizá, transmitirle con el beso rudo y para nada romántico todo aquello que tenía dentro y que sentía al verla sonreír, se percató de algo muy distinto. Leah quiso demostrarle toda su frustración, todo su odio y todo su sufrimiento, quiso decirle con ese movimiento de labios contra labios que la vida era una mierda. Quería compartirlo con ella, que Sunny entendiera lo que a ella le sucedía, así como Leah pudo entender alguna vez lo que la muchacha sentía la mayoría del tiempo. Pero además de todo eso, Leah también sintió algo distinto, en el fondo de su garganta, en su pecho y expandiéndose por todos lados, lo sintió cuando Sunny no se alejó y envolvió su cuello con sus brazos, cuando profundizó de manera tímida el beso y cuando entendió todo lo que quiso transmitirle, lo sintió justo allí. Era esa sensación cálida que tanto había extrañado alguna vez. No era amor, pero era como si la muchacha intentase compartir a su vez su alegría, equilibrar todo en el beso. Porque cada vez que la veía sonreírle podía ser consciente de que algo dentro de ella había, de que sabía que Sunny intentaba hacerle sentir su alegría y robarle una sonrisa, aunque fuera difícil y a la manera en que ella solía demostrarlo (esa sonrisa torcida que era preludio de algún comentario algo rudo pero que no era tan envenenado y que parecía ser más suave).

Y mientras Leah dirigía sus manos a la cintura de Sunny, pensó que simplemente la conocía de toda la vida, y que con ella, no volvería a ser feliz, pero sí podría, quizá, pensar que una sonrisa no heriría a nadie.

Porque, debía admitirlo, a Sunny le quedaban demasiado bien en su rostro.


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