Disclaimer: Rowling creo a este hermoso personaje, y a los demás. Desgraciadamente, todo es de ella. Excepto la idea.
"INOCENTES CHICAS MUGGLES"
Sirius estaba terminando de poner el poster de la chica muggle en bikini sobre la pared de su cuarto. Cuando lo aseguro con algunos hechizos de presencia permanente, sonrió satisfecho. Contando con este, ya tenía cinco poster, ¡Y estaba completamente eufórico! Y no era para menos, esas chicas muggles sí que estaban para…
— ¡Sirius! —Gritó Walburga Black al irrumpir en su cuarto y romper las cavilaciones de su hijo.
Y Sirius suspiro completamente frustrado, su momento de paz y admiración se había ido a la mierda.
—Dime, madre —Contestó con frialdad.
— ¿Qué…? —La señora Black se acercó al poster muggle que recién estaba tatuado en la pared—. ¡¿Qué es esto? , ¿Qué diablos hace aquí esta estupidez muggle? —Gritó con voz desquiciada. Porque estaba cansada de que Sirius manchara la honorable mansión Black con tremendas ofensas muggles.
—Pues, adornan mi cuarto —Dijo Sirius con una muy falsa inocencia —. ¿O acaso ese no es el motivo de los posters muggles? —Terminó con una bella sonrisa.
Era lo que más le gustaba hacer: Molestar a su madre hasta que ella comenzaba a hablar tan rápido que nadie, absolutamente nadie le entendía una sola palabra.
— ¡Pero Sirius, esto es horrible! Deberías de aprender de Regulus, el sí sabe apreciar el valor de la pureza de su sangre y no se mezcla con mestizos a menos de que sea realmente necesarios, ¡Y qué decir de con los sangre sucia! A ellos los repudia completamente —Comenzó a parlotear su madre, haciendo que Sirius comenzara a salirse de su cabales —. Mi querido Regulus…
— ¡Basta! ¡Quiero que te calles! No necesito oírte hablar así en mi habitación —Sirius había llegado a su límite y solo atinaba a expresar su furia por medio de gritos de con bruscos movimientos de brazos.
Y es que él podía ser paciente –o quizás no mucho- pero su familia era todo un caso perdido.
Los Black era una de las mayores familias discriminadoras en cuanto a pureza de sangre se referían, pero él, gracias a su nato carácter rebelde, siempre había llevado la contra en los ideales de siglos atrás. Y es que no era como en el mundo muggle, donde según le había dicho Evan, había algo que se llamaba "Derecho a Libre Expresión" pero no, en su casa no existía tal cosa.
Su padre lo miraba como si fuera su mayor decepción, su madre lo miraba con ojos de furia contenida y sus labios tensados en una tensa línea y Regulus, el que era su hermano y esperaba que lo apoyara o tan siquiera le hablara, simplemente lo ignoraba, como si no existiera.
Sirius empujo a su madre fuera de su cuarto y ella se quedó paralizada en el umbral. Sirius saco su baúl de Hogwarts por debajo de su cama, lo abrió de un solo tirón y aventó en el su ropa, zapatos, revistas y libros. Lo cerro de un golpe, lo tomo y con la otra mano agarro su escoba, paso junto a su madre golpeando su hombro y bajo rápidamente por las escaleras. Salió por la puerta principal y salio volando.
—¡Sirius! ¡Sirius! Chiquillo malcriado, ¡Vuelve! —Se escucha como gritaba su madre. Sus grito se iban apagando conforme él se alejaba.
Tomo la ruta que lo llevaría a Godric Hollow, quizás tendría que volar todo el día y parte de la noche, pero ahora se sentía completamente aliviado, se le había pasado el coraje y ahora pensaba en que podía decirle a la familia de James Potter para que aceptarab que se quedaran con él.
Y se dio cuenta que probablemente no extrañaría para nada su hogar, excepto, quizás, por una cosa: Los posters de las chicas muggles.
Espero reviews, son como mi paga después de tener esta gran hermosa idea antes de dormir.
Podrian recompensar mis horas de sueño por unos cuantos.
Ya saben, tomatazos, avadas, o también les queda la opción de ir a mi casa y degollarme por escribir historias tan malas.
