Hola, esté es un fic que ya tenía escrito y colgado hasta el capi 6 en un foro, pero que empezaré a colgarlo aquí. Espero que os guste y que comenteis ^^
Dedicado a Naty este primer capi por que si! :P
833. Capitulo 1.
Diciembre podía ser el mes más frío del año. Para algunas personas, sin embargo, era el más calido. Éste no era el caso de Gregory House.
Para Gregory House este mes de Diciembre estaba siendo el peor de su vida. Ya de por sí odiaba el mes de Diciembre, siempre lleno de pacientes con catarros estúpidos que venían a molestarlo a la clínica y con gente feliz esperando ansiosos reunirse con sus familiares en las fechas navideñas. Él odiaba todo eso.
Nunca celebraba la Navidad. Y este año no iba a ser una diferencia. Más sabiendo que Cuddy estaría, a pesar de ser Judía, celebrándolo con Lucas.
No había peor forma de empezar el mes de Diciembre que terminar Noviembre cómo lo había hecho. Un palo tras otro.
Primero enterarse de la relación de Cuddy con Lucas. Aquello le había sentado como un balde de agua fría. Tras abrirse, decidirse a luchar por una relación con Cuddy, la mujer de la cual estaba perdidamente enamorado, y comprender que si quería algo tenía que como mínimo intentar cambiar (sin dejar de ser él) se había dado con un canto en los dientes al ir a la habitación de la decana a ayudarle con Rachel y encontrarse allí al detective, el que creía su amigo.
En aquel momento comprendió las palabras de Lucas hacía ya más de un año: "el primero que llegue se la queda". Maldito Bastardo. Se había aprovechado de su ausencia y de la debilidad de Cuddy…
Después de aquel primer intento fallido, había seguido con su rutina y finalmente comprendió que si quería una relación, primero tenía que destruir la que actualmente tenía Cuddy. Y así lo hizo, llevándose un segundo chasco y el peor de todos: el día de Acción de Gracias. Lo había dejado completamente tocado y hundido. Cuddy había sido cruel, demasiado cruel para su gusto, y sin embargo, es algo que él mismo haría… Y no por esa jugada iba a desistir. Lucharía desde otro frente.
Cuddy y Lucas no habían roto, habían fortalecido su relación queriéndose mudar juntos, aunque gracias a Wilson habían desistido porque la decana no encontraba el lugar idóneo para ellos y Rachel.
Y ya entrados en Diciembre, ahí estaba él, sentado en la camilla de la clínica intentando maquinar un nuevo plan. Por suerte para House contaba de nuevo con la ayuda de Wilson, por lo que ya no se sentía tan solo como las últimas semanas y todo sería más fácil.
Al fin y al cabo el mes de Diciembre empezaba mal, y tal vez podía ir peor, pero… No desistiría en lograr su objetivo.
De repente la puerta de la consulta se abrió dejando pasar a una Cuddy entre enfadada y decaída. Le dio más importancia a lo primero; seguramente ya le habían avisado que no atendía a ningún paciente.
-Lo de quitar el número de la consulta está ya muy visto, House.
-¿Sí? Tendré que revisar mis trucos… No me gusta repetirme-dijo con un movimiento de mano, quitándole importancia.
Cuddy se cruzó de brazos y lo observó con el ceño fruncido. House no había cambiado nada. Seguía intentando escabullirse de la clínica. Sólo era una treta para llevársela a la cama, y por eso no pasaría. Ella era feliz con Lucas, tenía estabilidad… Era agradable, cariñoso y se llevaba bien con su hija; no podía pedir nada más. Tenía que vivir su vida de una vez por todas sin pensar en los demás y mucho menos en House.
Había decidido no mudarse por ahora porque todos los pisos, loft y casas que encontraba tenían algún defecto y Lucas lo había achacado a House sin ningún motivo aparente. Y ahí estaba el problema, Lucas inconscientemente la hacía pensar en él. Ese día había sido la peor discusión de todas, pero, las parejas siempre tenían sus más y sus menos.
-¿Qué?-House levantó la vista de su cómic.
Cuddy movió la cabeza negando. – Te quiero recibiendo pacientes en dos minutos o me ayudarás a colgar todos los adornos navideños.
-Eso es un golpe bajo.
-Dos minutos-dijo cerrando la puerta en un golpe seco. House aún pudo escuchar el taconeo alejándose. Por su forma de caminar estaba muy enfadada.
Resignado, se levantó, colocó el numero de la clínica en la pared y llamó al primer paciente.
Tres pacientes, eso era lo que llevaba. Tres malditos pacientes. Uno con alergias, otro la tensión alta, y el último con la típica ETS.
Suspiró al despedir al paciente y salió en busca del nuevo caso más aburrido de la historia.
-Edward Burns-llamó.
House entró de nuevo a la consulta sin esperar al paciente, mientras leía el historial sentado en el taburete.
-Frecuencia respiratoria alta, escalofríos, y tos -levantó la vista encontrándose con un señor de unos 60 años, pelo veteado en blanco, barba de varios días y ropa zarrapastrosa. -¿Dígame, en qué puedo ayudarle?
El anciano tosió durante unos segundos.
-También tengo los brazos entumecidos…-dijo sin apenas moverse.
-Y seguramente hemoptisis -apuntó House.
-¿Qué?
-¿Ha escupido sangre al toser?
-Si… El otro día…
-Lo que yo decía… Hemoptisis-interrumpió el nefrólogo. -¿Algo más?
El paciente negó.
-¿Y para eso viene a hacerme perder el tiempo? ¿No puede pensar que su casa hecha a cartones no abriga en las calles de Princeton?
-Voy a morir, doctor. Estoy seguro.
-¿Sí? ¿Lo ha visto en su bola de cristal? ¿O su perro se lo ha confesado? Tal vez la fiebre tiene que ver… O el vino en mal estado.
-Y usted también va a morir, Greg.-dijo sonriendo.
-Muy astuto -sonrió House al ser llamado por su nombre de pila.- Pero claro que voy a morir, algún día, como todos; aunque usted antes si no llamo a mis chicos para que le miren esa neumonía.
House se levantó y le tendió un papel para que fuera admisión. Le trataría la neumonía ingresándolo.
-Tiene que creerme, antes de que acabe el año morirá. Tan sólo le queda un mes…
-Sí, sí… Que tenga buena estancia en nuestro hospital, la enfermera -señaló a una que pasaba por allí- lo ayudará.
Cerró la puerta con llave dejando al paciente fuera. Necesitaba un descanso.
Dos días después.
Cuddy seguía con el mismo humor, sin apenas prestarle atención a House -cada vez que lo veía cambiaba de dirección- y él no le prestó mayor importancia. Buscaba un caso en el que entretenerse. Aquella mañana se había levantado con un terrible dolor de estomago y con ganas de vomitar.
-Tienes mala cara… ¿Te encuentras bien?-preguntó Wilson justo entrando a la vez que él en el ascensor-.
-No… Esta mañana te he estucado el baño… No me gustaba la decoración.
-Eres un cerdo.
-Tú me has preguntado y yo he contestado…
-Pero no te he preguntado cómo has vomitado -contestó Wilson saliendo del ascensor y yendo hacia su despacho.
House se centró en su nuevo caso durante toda la mañana y toda la tarde. De vez en cuando sufría algún que otro vértigo, pero lo ignoraba. Tenía cosas más importantes en las que preocuparse; por ejemplo, como destruir la relación de su jefa.
-Tienes mala cara…. -Dijo Chase al verlo. -¿Seguro que estás bien?
-Al siguiente que me diga que tengo mala cara, la tendrá él -dijo levantando el bastón de forma amenazadora-.
-Los resultados de la biopsia -interrumpió Trece-.
-Gracias, alguien que no se preocupa por mí…
House estuvo releyendo los resultados una y otra vez intentando encontrar la pieza que le faltaba a su rompecabezas. Los resultados no cuadraban.
-Repetid las pruebas.
-¿Otra vez?
-Y las que hagan falta -dijo molesto-.
-House…
-¿Qué?-gritó.
-Deberías ir a descansar-indicó Chase.
-Estoy bien… Porque alguien me diga que voy a morir, no va a pasar. No seas supersticioso, Chase. Ahora que nos libramos del supersticioso de Kutner -dijo sin ningún miramiento-, llegas tú…
House, Chase, Foreman y Trece se dirigieron a la habitación de su paciente. Taub se les unió en el pasillo.
-El paciente ha muerto…
-No, está ahí… Tiene mala cara -dijo Foreman, House le fulminó con la mirada-, pero sigue vivo Taub.
-No ese paciente… El otro paciente…
-¿Qué otro? ¿El de la clínica?-preguntó House-.
Taub asintió lentamente.
-El que…
-Sí, ya, ya… El que dijo que iba a morir y yo también. Pero mala hierba nunca muere…
-Hazte las pruebas -dijo Trece.
-No. No tengo por qué.
-Llevas casi 5 días mal. Te escucho cada noche en el baño. Por dios, House, ayer te vi buscándote signos de ictericia… No te cuesta nada.
-Y no tenía -dijo House caminando hacia su despacho seguido por su amigo.
-En pasado, ¿te has visto esta mañana?
House se giró.
-Lo haces para asustarme… Y no soy tan miedica como tú…
-¿Y que me dices de la sangre del baño?
-Me vino la regla-se excusó-. Lo siento, se me olvidó pedirle tampones a Cuddy.
-Dos síntomas de fallo hepático…
-Por dios que pesado… Me haré las pruebas -dijo entrando en su despacho y soltando su mochila- si me dejas tranquilo y me ayudas a arruinar el fin de semana que tiene pensado pasar Lucas con Cuddy.
-Hecho-dijo Wilson.
Él mismo se hizo las pruebas y las mandó al laboratorio metiendo prisa. Urgente. Necesitaba esas pruebas, enseñárselas a sus subordinados y a Wilson y que lo dejaran en paz para poder continuar con su maquiavélico plan de arruinar el fin de semana romántico de la parejita del año.
A última hora de la tarde recibió los resultados. Él era un escéptico de nacimiento, sin embargo la muerte repentina del paciente, dando negativo en neumonía y sus recientes síntomas lo hacían dudar, a pesar de que una voz en su cabecita le repetía una y otra vez que sólo había sido una casualidad o tal vez era una serendipia. No, no, casualidad. Tan sólo faltaban 10 días para acabar el año…
Iba a abrir el sobre cuando sonó su busca, cogió su bastón, dejó el sobre en la mesa y salió de allí….
Continuará….
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