Titulo: Diamante
Pareja: Fem!USxFem!UK/ Emily=Alice (sin orden)
Disclamer: Hetalia y sus personajes pertenece a Himaruya Hidekaz, esta historia es mía.
Advertencias: mujerxmujer, lesbianas (Si no te gusta, la puerta es ancha :D), discriminación.
Nota: Esta es la continuación de "Biblioteca". Este está hecho con todo mi amor a mi tía (casualmente menor que yo) Karla. I love you, eres toda una loquilla ;) y un beso GIGANTE a mi amada beta, Ayleen (Linda, TE AMO).
Diamante
Probablemente muchos no la entendían. Ella sabía que a los ojos del mundo algo así era simplemente inconcebible, incluso varias veces le habían preguntado el por qué, pero siendo ella como era les respondía a todos de la misma manera, dejándolos aún más confundidos que antes.
Suspiró enamorada apenas divisó la figura femenina esperándole a la entrada de la escuela. No pudo detener el impulso de correr hacia ella, gritando su nombre para hacerse notar entre la multitud. Cuando llegó a su lado la saludó con una gigante sonrisa, siendo correspondida con una más pequeña pero igualmente cálida, de esas que le hacían tocar el cielo.
—¡Emily!— La llamaron unas chicas que eran sus amigas, con una cara notoriamente disgustada al ver a su acompañante—¡Vamos ya!— Le apuraron, diciéndole indirectamente que se deshiciera de la "indeseable" como le habían apodado. Le molestó.
Miró nuevamente a la persona a su lado, encontrándose directamente con esos ojos verde esmeralda que hacían que su corazón quisiera salirse por la boca. Luego de un segundo de mirarse acercó delicadamente el rostro contrario al suyo, uniendo sus labios frente a todos los curiosos sin vergüenza alguna.
Pero la verdad, era ella quien no entendía a nadie. Le decían que Alice no era para ella porque no era popular, porque era una ratona de biblioteca, porque no se esforzaba en verse bonita, porque era mujer, porque no "brillaba". ¿Cómo no lo veían? ¡Ella brillaba más que todos ellos juntos!
Se separó de los labios contrarios, juntando sus frentes amorosamente. Les lanzó una mirada desafiante al grupo de chicas que las miraban con asco y se retiró del lugar, caminando orgullosamente de la mano con su novia.
—¿No te arrepentirás luego?— Le preguntó la de ojos verdes, mirándola con curiosidad.
—No, de todos modos íbamos a dejar de hablarnos luego de la graduación.— Le sonrió nuevamente, besando su mejilla— Te amo, Alice.
—También te amo, Emily.— Y siguieron caminando, ignorando las miradas reprobatorias que les lanzaban.
Porque Alice es un diamante.
