Ninguno de los personajes me pertenece, son de Yana Toboso.
Este fic es de mi total autoria :)
Estaba cayendo ¿pero que importaba? Siempre lo supo, desde el momento en que vio sus ojos sabia su destino. Pero eso no cambiaba que había intentado resistirse al hechizo, aun cuando era una batalla por demás perdida lo intento ¡y sí que lo hizo! Pero siempre donde girara, al final, siempre encontraba lo mismo. La triste verdad de que, por más que lo intentara, no vería nada más que esos malditos ojos. Había entendí que la desesperación por dejar de verlos, no era más que una ilusión, lo que en verdad deseaba era poder tener esa mirada para sí mismo, esa mirada turbia y oscura pero increíblemente bella, que lo mirase solo a él. Aun cuando simplemente era una cadena aferrada por la soledad y el dolor la que le unía a osos ojos sombríos, sentía que no podía estar más cómodo que enganchado a la pena de tenerlos pero sin tener una verdadera mirada de ellos. Sentía que simplemente podía mirar su rostro fijamente y vivir así el resto de su vida.
¡Hasta el momento en el que comas mi alma por completo, tú eres mi mayordomo Sebastian Michaelis!
Nunca había entendido su existencia, pero teniéndolo a él, sabía cuál era su lugar en el mundo y había nacido para encontrarlo, para ser que se apoyara en él cuándo no tenía las fuerzas para levantarse del agujero que se había convertido su existencia… Porque si, era algo que existía más no era algo vivo.
Graba en mi alma el dolor de mi vida
No podía darse lujo de decir que tenía una vida… ¡Pero qué va!... Él no necesitaba vida si tenía el agridulce sabor que solo la venganza y el dolor podían otorgarle. Así es como había decidido continuar y no se arrepentía de su elección, jamás podría volver a lo que era, ahora solo veía la desgracia que había sido su compañera desde que comenzó a respirar y no le importaba, la alegría traicionera no volvería a engañar para entrarlo en el hoyo de la mediocridad que todos llamaban felicidad. Pobres infelices, todos estaban atados al dolor, quisieran o no, y tarde o temprano los llevaría al túnel de la oscuridad y sus vidas alegres se escaparan lentamente de sus manos quedando solo el vacío, asfixiante y pesado. Por eso, él había elegido ese camino, el de la venganza, porque ya tenía su propio vacío y deseaba con todo el rencor del que era capaz y aún más aun, que a los que volvieron una tortura su infancia, no solo el vacío sea su compañero sino que el más cruel dolor quede anclado a sus almas por siempre.
Conforme pasa el tiempo el dolor se debilita, pero no quiero que el tiempo cure mis heridas
Es así donde esos ojos escarlatas entraban en juego, es ahí donde el demonio que lo agobiaba y al mismo tiempo lo serenaba transformaría su idea en plan. Sabía que él siempre estaría de su lado, obligado por el contrato, pero al fin de cuentas, estaría. Siendo su mayordomo, su asesino, su necesitad, su mártir, su todo. Pero como había dicho no le importaba, no le importaba recibir unos cuantos golpes o dejarse utilizar. Su muerte seria traída por aquellas manos, que una vez lo habían hecho nacer de nuevo en una cuna de odio. Sería lo primero y último que vería en su insignificante existencia pero… tenia esos ojos y eso era lo único que importaba.
Tú eres mi mayordomo…. Yo soy su mayordomo por toda la eternidad… A partir de ahora, me darás solo una respuesta. La sabes ¿no es así? … Yes, my Lord.
