Hola! Aquí estoy de nuevo, presentando un nuevo fic que se me ocurrió en éstos días! Es una idea que me entusiasma mucho! Espero que a ustedes les guste! Tendrá un poco de aventura y de romance, en partes iguales y utilizaré más personajes! Espero que les guste y que mi historia sea aceptada!
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Falsas esperanzas
Capítulo 1: "El robo"
...No pasó mucho tiempo para que el amanecer nos encontrara despiertos. Pero aún así continuamos caminando, todas esas personas dependían de nosotros, no podíamos defraudarlas. El sólo pensar en todas los niños que estaban esperándonos, con la esperanza de que llegáramos con las hierbas medicinales para el jefe de la tribu, sólo eso bastaba para darnos las fuerzas necesarias para continuar. Ya el hambre y el calor azotaba nuestros cuerpos pero no nos importaba. Me sentía un poco preocupada por Stella y por el hijo de nuestra entrañas, pero a pesar de ofrecerle en varias ocasiones que podíamos detenernos a descansar, ella solo se rehusaba pero siempre con una sonrisa.
Nos alegramos al ver que a lo lejos ya se podía ver la aldea, tanto así que quisimos apresurar el paso, pero antes de que pudiéramos avanzar, un grupo de monos, gorilas y chimpancés nos interceptaron en el camino, lo que retrazó bastante nuestro recorrido pues ellos... OYE ARNOLD! OYE ARNOLD! OYE ARNOLD! PUM!.
Arnold apagó su despertador ya no queriéndolo escuchar. Se había despertado más temprano de lo normal sin ayuda alguna y el sonido del reloj no era muy agradable cuando uno descansaba y mucho menos cuando uno estaba bien despierto. Suspiró profundamente mientras se estiraba un poco sin deseos de levantarse aún, pero era el primer día de escuela del año y debía hacerlo. Pero antes, tomó entre sus manos aquel apreciado libro que estaba leyendo hace tan solo unos instantes y sonrió. Ese era su tesoro, desde hace un par de días lo era. Cuando, limpiando la azotea de la casa de huéspedes, lo encontró en lo profundo de una caja tapado de polvo y algunas telarañas. Aún podía recordar la gran emoción que floreció en su ser cuando, después de sacudirlo un poco, pudo leer las palabras escritas en la tapa del mismo. Diario: Aventuras en la selva por Miles y Stella. Cielos, los nombres de sus padres! Aún le parecía un sueño. Fue tanta su alegría que corriendo escaleras abajo se los mostró a sus abuelos, quienes con lágrimas en los ojos sonrieron igual de emocionados. Poco después el abuelo le explicó que la época en la que estaba escrita fue poco antes de que él naciera, probablemente fueran las últimas noticias que se tuvieran de ellos. lo que le dio un poco de melancolía. Pero aún así, desde ese mismo instante comenzó a leerlo, fascinándose con las aventuras que allí estaban descriptas, San Lorenzo, un pequeño lugar de Sudamérica, básicamente todas las aventuras se llevaban a cabo en una selva. La valentía de sus padres que allí se demostraban eran las mismas que le había relatado su abuelo en una oportunidad. No se había sentido tan cerca de ellos como ahora.
Con mucha pena se sintió obligado a abandonar su lectura, se estaba haciendo demasiado tarde y sus responsabilidades lo llamaban. Con mucho cuidado tomó el desgastado libro entre sus manos y lo guardó en uno de los cajones de su escritorio, en espera para que cuando volviera de la escuela continuara disfrutando de él.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Finalmente amado mío, hoy volveré a ver tu hermosa cabeza de balón! Oh! Amado! En la última semana no he podido disfrutar de tu compañía, por ello mismo decidí ir a tu casa para ver como estabas, desde lejos claro, pude apreciarte a través de tu ventana, al parecer has estado encerrado allí desde hace días. Pero no me preocupo pues se que no es por depresión ni por enfermedad, se lo ve en tus ojos. En ellos se ve como nunca una gran emoción y alegría provenientes de lo que sea que estuvieras leyendo. A mi parecer un antiguo y ya deshecho libro, pero eso poco te importaba a ti, a la distancia se podía ver lo mucho que lo cuidabas, como si de un tesoro se tratara. Y de ahora en adelante en cierta forma también lo será para mi Arnold, aunque no pueda leerlo, aunque no pueda saber el contenido del mismo, porque todo lo que te haga feliz amado mío, lo es igualmente para mi... VAMOS OLGA! BAJA DE UNA VEZ NIÑA QUE NO TENGO TODA LA VIDA PARA ESPERARTE!
" YA VOY! YA VOY! Y es HELGA!" se quejaba Helga al momento en que dejaba de escribir "Oh! Rayos! No se puede estar en paz en esta casa! Así uno no se puede concentrar!" mientras con muy malas ganas salía de su habitación para comenzar a bajar las escaleras. Al final de ella se encontraban, extrañadamente, sus sonrientes padres.
Sonrientes!
"Te tenemos una sorpresa Helga!" exclamó bien despierta Miriam.
Sorpresa! Oh! No! Es..!
"Hermanita bebe!"
Olga!..de repente a Helga le falto tanto el aire que tuvo que tragarse todas sus maldiciones para no ahogarse, pues el abrazo de oso que le estaba proporcionando su hermana mayor no era precisamente delicado. Siempre era así cuando llegaba a casa como siempre de sorpresa.
"Ya basta! No te emociones!" finalmente pudo escaparse de la jaula que habían formado sus brazos. "Cielos! Y ahora que sucedió? Te cansaste de ganar premios y decidiste venir a modelarlos a tu familia o que?".
"Jaja! Hermanita siempre tan ocurrente!" sonrió tiernamente Olga "De hecho, estoy tomando unos días de descanso antes de volver a viajar, los extrañaba tanto!"
"Y donde debe ir ahora mi princesita?" preguntó Bob tan melosamente que casi hizo vomitar a Helga.
"Oh! Pues me han pedido ayuda para grabar un documental en una selva de Sudáfrica!"
"Eso es fabuloso hija!" exclamó Miriam "Te harás muy famosa!"
"Ja! No es para tanto madre, es un lugar bastante desconocido, su nombre es San Lorenzo y...". Continuó relatando Olga a sus fascinados padres, sin darse cuenta que un portazo se había escuchado en toda la casa. Helga ya estaba harta de escuchar las fabulosas aventuras de su tediosa hermana que siempre convertía en zombis a sus padres, siempre sería igual y nada lo cambiaría. Por lo tanto decidió marcharse hacia la escuela, a pesar de que aún era bastante temprano, cualquier cosa era mejor que ser ignorada por su propia familia. De seguro encontraría algo que hacer hasta la hora de entrada.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
"Buenos días Gerald!" exclamó Arnold en el pórtico de la casa de huéspedes recibiendo a su mejor amigo con su tradicional saludo con los dedos.
"Buenos días viejo!" y así emprendieron el camino hacia la escuela. "Que tal va la lectura, he?"
"Es simplemente fascinante Gerald!" exclamó Arnold con una gran sonrisa "Está prácticamente descripta todas las aventuras de mis padres en ese diario! Aún no he podido terminar de leerlo completamente pero en cuanto lo haga te contaré con lujo de detalle todas ellas!"
"No hay apuro viejo!" intentó calmar Gerald a su amigo, aunque aún así se sentía feliz de que pudiera encontrar algo relacionado a sus padres. "Por cierto, como fue que lo encontraste recién hasta ahora? Si siempre estuvo en la azotea de tu casa?"
"Yo tampoco lo entiendo Gerald, supongo que luego de lo que sucedió con el vecindario y casi nos mudamos de la casa de huéspedes, las cajas se mezclaron y de la nada apareció, pero no puedo asegurarlo." Arnold también se encontraba extrañado por lo sucedido, pero al recordar su aventura del vecindario, algo se movió en su interior. Pero se vio obligado a volver a la realidad cuando se dio cuenta del camino que habían tomado.
"Oye Gerald, este no es el camino a la escuela, a donde vamos?"
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
El timbre de la casa de la familia Heyerdal sonaba sin cesar. La pequeña niña de la casa no espero en acudir al llamado, inmediatamente bajó corriendo las escaleras para llegar hasta el recibidor. Con mucha emoción por la persona que vendría a esa hora. Pero al abrir la puerta...
"Hola Ger...!" dijo pero al ver de quien se trataba "HELGA!" exclamó entre sorprendida y desilusionada.
"Ger!" preguntó ésta curiosa junto a una mirada acusadora dirigida a su amiga "A mi también me da gusto verte Phoebe..." finalizó irónicamente.
"Discúlpame Helga! es que me sorprende que estés aquí tan temprano, eso es todo" respondió Phoebe en una extraña actitud, lo que notó Helga.
"Es que ya no puedo venir a recoger a mi mejor amiga para irnos juntas a la escuela?"
"Oh? No, claro que está bien, es solo que.. es q-que..." intentaba nerviosamente Phoebe de explicar, pero se vio interrumpida por la vos de un niño.
"Hola Phoebe! Lista para irnos!" exclamó entusiasmado Gerald quien, en compañía de Arnold, venía llegando al pórtico de la casa. Las miradas de Helga y de Arnold se cruzaron de inmediato provocando un malestar en ambos.
"Ja! Ahora entiendo Phoebe, no te preocupes puedo irme sola..." dijo Helga con una sonrisa picara a Phoebe, haciéndola sonrojar de inmediato.
"NO! No es necesario Helga, puedes acompañarnos si lo deseas.." quiso convencerla su amiga.
"No, no de verdad, estoy bien así, nos vemos allá!" dijo Helga ya dándose la vuelta para irse por otro rumbo. Aunque más que por ellos, necesitaba escapar de allí por si misma, por el niño rubio que seguramente también los acompañaría a la escuela.
"Vamos Helga!" exclamó precisamente Arnold haciéndola parar en seco "Todos vamos hacia el mismo lugar, no tiene sentido que tomes otro camino." Arnold se sorprendió de si mismo por lo recién dicho. Si bien siempre había sentido cierta lástima por la soledad que demostraba Helga, ésta acción fue más bien para su propio bien, no para el de ella. Acaso quería estar en su compañía?
Helga volteó a mirarlo con una mirada tan fría que a Arnold parecía habérsele erizado la piel. Aún se sentía dolida, muy dolida. Porque? Porque su querido cabeza de Balón la había lastimado profundamente y aunque ella sabía que no era su culpa, no podía dejar de sentirse así desde ése día. Desde el día en que habían salvado juntos al vecindario. Desde ése día en que se vio obligada a confesar sus sentimientos por el mismo Arnold y que luego, también él, la hizo retractarse. No es que la haya obligado, ella también había tenido parte de culpa en ello, por permitirlo. Pero la sola intención que tuvo él la había destrozado. Le había demostrado que desconfiaba en ella, en sus palabras y en sus acciones. No pudo creerle en una primera instancia que lo amaba, pues volvió a preguntárselo, quería que volviera a decir esas palabras que tanto le había costado decir y, como era de esperarse, no pudo. No pudo hacerlo porque la actitud de él la había sorprendido. Que a pesar de todo lo que hizo por él, él no haya podido ver a través de ella su verdad, la verdad escondida tras esa mentira, lo que para ella igualaba a que no haya demostrado quererla aunque sea un poco.
Ése día había mentido, si, pero no estaba segura de poder volver a hacerlo. Y es por ello que quería mantenerse alejada. De verdad no estaba en condiciones como para enfrentarse a él. Como una vil cobarde se había escondido de él durante todas las vacaciones. Tenía miedo, si, tenía miedo de que Arnold intentara tocar el tema de sus sentimientos. A pesar de que ella le había dejado claro que todo fue un error y que no lo amaba, sino que lo odiaba. La mayor de sus mentiras sin lugar a dudas.
"Ya vamos de una vez! Sino llegaremos tarde el primer día de clases!". Exclamó Gerald al ver la indecisión en los ojos de Helga. Se había formado una gran tensión en el ambiente y tanto él como Phoebe sabían la razón de ello: la conflictiva e inestable relación entre Arnold y Helga.
Ya no hubo tiempo para pensarlo más, Phoebe y Gerald tomaron el camino a la escuela, seguidos de lado por un distraído Arnold. Helga también los siguió, pero desde atrás por una obvia razón, aunque no tan obvia para cierta Cabeza de Balón, lo que enfado de sobremanera a Helga.
"ARNOLDO VEN AQUÍ!" ésa brusca ordenanza despertó a Arnold de sus sueños e inmediatamente corrió al lado de Helga.
"Qué sucede Helga?" preguntó aún desconcertado.
"Qué no ves que quieres un poco de privacidad!" exclamó indignada Helga señalando hacia delante donde Phoebe y Gerald iban tomados de las manos y el niño le decía, de vez en cuando, algunos comentarios a los oídos de la chica que hacia que ésta se ruborizada.
"ups! Lo siento." Respondió Arnold bastante avergonzado finalmente entendiendo la situación. Y continuó caminando lado a lado con Helga, aunque les incomodara ésta situación, sólo lo hacían por sus amigos.
Arnold no podía evitar desviar de vez en cuando su vista hacia su compañera. Jamás se había sentido tan incomodo en su compañía. Y todo a causa de esa supuesta confesión que le hizo ella hace más de un mes. Y si bien todo quedó como una confusión, esas simples palabras, aunque hayan sido mentira, cambiaron su modo de pensar y de sentir en cuanto a todo lo referido a Helga. Y ese beso, ese apasionado beso que le había brindado en ésa misma ocasión había sido tan diferente a los que anteriormente le había dado. El calor de sus labios y el brillo de sus ojos parecían suplicarle a gritos que no le creyera, que viera sólo y tan sólo en su corazón la verdad de sus sentimientos, de esos sentimientos dirigidos tan solo hacia él. De la probabilidad de vivir un amor tan puro como lo era el incondicional. Un amor que había durado ya tantos años y que al día de hoy se cumplía uno más, 11 años de edad tendrían ya ellos, de los cuales 8 probablemente una niña pequeña e indefensa seguía sufriendo un amor no correspondido. Cuanto deseaba volver a ver a esa niña, a la niña que conoció tan solo a los tres años, porque sabia que, aunque todos lo negaran, aunque nadie quisiera creerlo ni verlo como él lo estaba haciendo, esa Helga seguía existiendo, seguía allí escondida tras esa máscara de niña rebelde y abusadora. Lo que más deseaba es que ella confiara lo suficiente en él como para demostrárselo, ser esa personita especial que todos necesitamos para descubrir en alma y espíritu la esencia de cada ser.
Pero esas probabilidades sólo se daban en sus sueños. Después de todo si ella lo amara simplemente se lo demostraría, no conocía persona más fuerte de carácter y determinante que ella. Pero si no lo amaba entonces, porque lo ayudó a salvar el vecindario, qué razones la llevaron a hacerlo? O que ganaría ella después de eso?. Porque en él, cuando le confirmó una vez más lo mucho que lo odiaba, dejó una gran calma. Una calma congelada que, en cuanto llegó a su casa ése día, se derrumbó cuan castillo de arena dejando a la luz una profunda desolación y un gran arrepentimiento porque si él no hubiera hablado, todo habría quedado en que la única y verdadera razón de todo ello es lo mucho que ella lo amaba. Y quizás, sólo quizás, en este mismo instante, sería feliz, inmensamente feliz.
Arnold pensaba en todo esto pero no quería aceptarlo, no, no quería aceptar que se estuviera preocupando por los sentimientos de Helga. No quería aceptar que se estaba preocupando por sus propios sentimientos hacia ella. Lo consideraba como lo más loco del mundo.
Luego de lo acontecido no había vuelto a verla hasta ahora, había ido a cada rincón de la ciudad inconscientemente buscándola, de algún modo ansiaba verla. Pero jamás pudo encontrarla, incluso llegó a pensar que estaba evitándolo. Lo único que le quedaba era ir a verla a su propia casa, pero jamás reuniría la valentía suficiente para hacerlo, lo más próximo fue llamarla pero jamás estaba. Quizás fuera porque Bob Pataki a quien siempre llamaba era a Olga confundiéndola como ya era cotidiano, pero supuso que Helga ya estaría acostumbrada a ello, pero aún así jamás contestó.
Volteó a mirarla una vez más, incluso ahora parecía ignorarlo, sin hablarle o siquiera mirarle, evadiendo hasta su ausencia y la ligera sensación de ser fijamente observada. Cuando hace meses atrás lo que más deseaba es que lo dejara en paz, sin agredirlo. Ya le era insoportable todo aquello.
"y..." rompió el hielo finalmente Arnold "... como pasaste tus vacaciones Helga?". Helga sabía que solo intentaba sacarle práctica por lo que solo se limitó a contestar...
"Pasándolas." Lo que, sin lugar a dudas, desconcertó a Arnold. Al parecer tendría que ir directamente al grano para conseguir lo que quería.
"Ya veo. Yo tampoco tuve más aventuras luego de que..." observó por el rabillo de su ojo la expresión que fuera a formarse en el rostro de la niña "...salvamos.. al vecindario". La reacción no se hizo esperar, Helga frunció ligeramente el ceño al momento en que su corazón dio un gran salto, necesitaba escapar de allí antes de que continuara. "...aunque creo que está bien... fueron demasiadas sensaciones como para un día, no lo crees?". Era claro que no se refería solo a las sensaciones de la aventura vivida. Ésta vez la niña tan solo evitó su mirada girando su cabeza hacia otro lado.
"Supongo." Eso era lo que Arnold estaba esperando, sin lugar a dudas los recuerdos de ése día incomodaban tanto a Helga como a él.
"Sabes? Después de todo lo ocurrido ése día... aún me queda una pequeña duda." Sabía hacia donde se dirigía Arnold con todo ello. De pronto clavó su mirada en Phoebe y Gerald como suplicándoles con la mirada que intervinieran antes de que ocurriera algo poco deseado. Pero, lamentablemente para ella, ellos se encontraban demasiado ocupados como para darse por enterados. "Saber la razón por la cual me ayudaste tanto."
Para suerte de Helga, ya habían llegado a la escuela, no tendría que hacer más que mezclarse entre los niños que se encontraban en el patio de la misma para perder a Arnold. Ya comenzaba a apresurar su caminar para hacerlo cuando Arnold intentó detenerla, pero una tercera persona intervino en la situación.
"Hola Arnold!" la dulce vos sonó lejana para Arnold quien algo desilusionado veía como Helga se le escapaba una vez más de sus manos. "Vaya! Helga tenía mucha prisa no crees?"
Helga respiró aliviada. Jamás creyó sentirse tan feliz de ver a la señorita perfección. Lila, sin querer, la había ayudado en su huída. Pero no pudo evitar mirar melancólicamente, a lo lejos, a él y a ella, juntos, no podía evitar pensar en que ésa sería su triste historia de siempre.
"Arnold? Te encuentras bien?" volvió a preguntar confundida Lila.
"Oh? Si, estoy bien, gracias." Respondió Arnold con una forzosa sonrisa. Cielos! Nuevamente se había distraído con Lila, si Helga lo odiaba también por ello no podría culparla. Pero el tenerla frente a si, sólo confirmaba sus sospechas, las que ya hace un mes llevaba en su interior. El no extrañarla era, sin lugar a dudas, una de las más graves. Ya no brillaba para él, su sonrisa ya no era encantadora ni su vos melodiosa. Por primera vez notó esas pequeñas pecas sobre sus mejillas y el pomposo color de su cabello. Había perdido todo ese encanto desde ése día, desde que Helga pasó a primer instancia frente a sus ojos.
"A primera instancia! HELGA!" se alarmó Arnold de sus pensamientos. "No, no y no! No me gusta Helga! Claro que no!" Lila le hablaba constantemente, pero él poco la escuchaba, se encontraba alarmado por ésta última revelación "No puede gustarme la persona que me ha hecho la vida miserable! No tiene lógica alguna! A pesar de todo lo bueno que haya hecho vaya a saber con qué intenciones, no me puedo olvidar de la mayoría de su vida, donde su blanco perfecto para burlas y bromas he sido exclusivamente yo!. Arnold piensa!"
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Ya el día de clases había finalizado, por lo que Arnold y Gerald ya se encontraban camino a la casa del primero.
"Que voy a hacer Gerald! Continua ignorándome!" exclamó desesperado Arnold a su mejor amigo. De verdad hoy no había sido su día, estuvo todo un mes esperando el regreso a clases tan sólo para ver a Helga pero el destino se había vuelto en su contra. Como si el señor Simmons adivinara los sentimientos de su corazón se le ocurrió colocarlo en pareja para realizar un trabajo con LILA. Cuando hace tan solo unos meses era lo que más deseaba y en lugar de ello, lo colocaba con Helga. No era que le desagradara Lila, en lo absoluto, aunque ya no la amara le simpatizaba, pero no justamente este día, en el cual se encontraba sediento de estar con Helga. Y para colmo, la niña no le había dirigido la palabra o nisiquiera la mirada en todo el día, no más insultos, no más bolitas de papel sobre su cabeza, algo le decía que este año no sería como los anteriores. Lo que precisamente no era lo que Arnold quería.
"No sé que decirte viejo. Helga siempre ha sido muy extraña... pero creo que hoy se excedió." Respondió Gerald "Intenté hablar con Phoebe al respecto pero está igual de confundida que nosotros y sobre la pregunta de oro..." Arnold lo miró expectante "... me dijo que simplemente Helga no es tan mala como parece y quiso ayudarte como siempre lo ha hecho ó que--"
"Espera un minuto!" lo frenó confundido Arnold "Cómo que siempre lo ha hecho! Cuando!"
"No lo sé.." respondió Gerald despreocupadamente "Creí que tu lo sabrías...aunque quizás sólo lo hizo para ayudar a su padre."
"haaa..." suspiró rendido Arnold "... quizás tenga razón, ése negocio habría sido una gran estafa para él si hubiera concluido luego de destruir el vecindario." Esta vez sonrió "A pesar de lo que diga de Bob, Helga aún así lo quiere. Ojalá y lo mismo ocurriera conmigo..."
"Qué dijiste!" se alarmó Gerald volteándolo a ver, su amigo se sonrojó al instante al momento en que se colocaba sumamente nervioso.
"N-nada G-Gerald". Su amigo lo miró sospechosamente, al momento en que paraba su caminar para observarlo detenidamente.
"Viejo, amigo, estás seguro de que todo este revuelo por estar cerca de Helga es sólo para ver si la niña que conocimos a los tres años sigue existiendo? ó hay alguna otra razón?".
"N-no para nada viejo, no sé a que te refieres..." mintió Arnold, aunque al parecer su amigo no notó esto.
"Vaya! Que alivio!" suspiró aliviado Gerald retomando su caminar y comenzó a reír "Jaja! Sabes? Por un momento temí que Helga te gustara o algo así, jaja! Que locura no?"
"ha? S-si es una locura Gerald." respondió éste no muy convencido mirando hacia otro lado.
"Es decir..." continuó Gerald para el malestar de Arnold "sería una completa locura que te gustara la niña más poco femenina de la escuela, la que prácticamente golpea a todo el que se le cruza, la que siempre está malhumorada, que tiene una única ceja y más encima todo el día fruncido!...y.." por alguna razón a Arnold comenzó a molestarse con ésos comentarios "... claro! Jamás conseguiría un novio con ése carácter!"
"Gerald!" a Arnold le surgió una pequeña venita, estaba a punto de defender a la niña cuando...
WOW WOW WOW WOW WOW WOW WOW! (Jaja! No tengo idea de cómo describir la sirena del móvil de la policía, usen su imaginación, si?)
Repentinamente por la calle que transitaban pasó un automóvil de la policía a toda velocidad, preocupando tanto a Arnold como a Gerald.
"La policía! Que habrá ocurrido!" exclamó Gerald.
"No lo sé..." respondió distraídamente Arnold hasta que se dio cuenta la dirección en la que iba el automóvil "Gerald! Corre! Sigámoslo!" sin dar tiempo a una interrogante por parte de su amigo, Arnold corrió a toda prisa seguido por Gerald. No pasó mucho tiempo para ver que la patrulla se detenía prudentemente en una vieja casa. Para horror de Arnold su sospecha estaba acertada.
"La casa de huéspedes!" se alarmó Gerald "Es tu casa viejo!"
"Lo sé, lo sé!" continuaron corriendo hasta que llegaron a la puerta donde esperaban un par de policía a ser atendidos, inmediatamente la puerta se abrió dejando ver a un preocupado Phil.
"Si, si, adelante.." dijo dejando pasar a los uniformados.
"Abuelo!". Phil volteó su vista al reconocer la vos.
"Oh! Arnold eres tu! Que bueno que ya llegaste!".
"Que fue lo que sucedió! Te encuentras bien!" exclamó Arnold algo agitado por la carrera "Y la abuela!" continuó preocupado al notar la ausencia de ella.
"No te preocupes Arnold, me encuentro bien." Respondió Pookie apareciendo por detrás de Phil para alivio de los niños, ambos se encontraban bien. Arnold no tardó en abrazarlos agradeciendo a los dioses por su bienestar. Los niños entraron a la casa y al pasar al recibidor pudieron ver que todos los huéspedes se encontraban allí, igual de bien que los abuelos. Pero realmente muy preocupados.
"Pierde cuidado hombre pequeño, todos nos encontramos perfectamente bien." Dijo Phil al notar
"Entonces que fue lo que sucedió?" interrogó desconcertado Gerald "Porque los policías?"
"Lo que sucedió es que un par de mal vivientes nos robaron!" explotó indignado el abuelo sorprendiendo a los niños.
"Un robo! Y que se llevaron!" preguntó Arnold.
"Eso es lo más extraño hombre pequeño..." comenzó a responder el abuelo rascando su cabeza en señal de incomprensión.
"No se llevaron nada de valor, ni dinero ni muebles ni artefactos... sólo unos cuantos documentos..." terminó por explicar Pookie.
"Documentos?"
"Así es, quizás no tuvieran valor para ellos pero si para nosotros, es por eso que los policías se encuentran aquí, para revisar un poco la casa y para así hacer la denuncia correspondiente, debemos recuperar esos papeles..." agregó Susie desde su lugar junto a Oskar.
"Por cierto Arnold..." comenzó a decir el Señor Hyunh atrayendo la atención del niño"también entraron en tu habitación... porque no revisas si te falta algo?". Sin duda alguna Arnold salió disparado hacia la misma, rayos! Todo su espacio personal había sido invadido por unos totales desconocidos vaya a saber con que intenciones!.
Gerald intentó seguir su paso pero aún así quedo muy atrás, y al llegar a la habitación pudo ver a su amigo desarmando el ya muy desordenado armario, pero al llegar a su escritorio y abrir el cajón, allí se congeló...
"Viejo?" tanteó Gerald "Que sucedió? Te falta algo?"
"NO!" exclamó Arnold desesperado aventando todo tipo de mantas y libros que se encontraban en el suelo, en busca de algo... "NO ESTÁ!" comenzó a derramar lágrimas desconsoladamente, preocupando a Gerald.
"No está? Que cosa?"
"El DIARIO DE MIS PADRES Gerald! No está! Se lo llevaron! No puede ser!"
Los ojos de Gerald se abrieron desmesuradamente al momento en que una gran rabia invadía su ser, eso no podía ser cierto, no podía pasarle esto a su amigo, no lo merecía. Pero las palabras en ese momento no servirían de nada, sólo se limitó a arrodillarse junto a su amigo mientras lo abrazaba consolándolo, tratando de darle esperanzas de que no era así, deseaba con todas sus fuerzas que no fuera así.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Y? Que les pareció? Bien? Mal? Aburrida o poco original? Plis! Dejenme un review para saber como va la historia si? Se los agradecería muchisisimo! Cuídense!
