Hola gente!, hace ya tiempo que fantaseaba con esta historia y escenas de esta. No sé si ya sabréis que tengo muchas historias, pero mi USB está demasiado lleno y quise hacer un popurrí de mis archivos, HAHAHAHAHAHA, bueno empiezo con las aclaraciones y eso…
ATENCIÓN!: supongo que está de más decir que los personajes son de Akira y eso. Pero hay una cosa en especial que quiero aclarar, en esta historia Marron utilizará un arma originalmente (creo) de Soul Calibur, mi videojuego favorito, el arma es una especie de aro de metal afilado y con puntas, es el arma de Tira, (si no sabéis quién es buscarlo en google Tira) y me encanta por ello llamo a mi humilde relato Eiserne Drossel, lo usará solo que de una forma especial.
El dolor se hizo insoportable, lo llevaba planeando desde hace meses y a pesar de haberme mentalizado de lo pasaría era demasiado doloroso
—y listo—tomo una toallita húmeda y tapo mi parte sensible con ella— ¿te ha dolido mucho?
—No, solo han sido cosquilleos— no iba a decirle que si llorando como una niña pequeña— ¿Cuánto te debo?
—una noche en mi departamento— Se hizo el idiota, tomé mi corsé de metal— será mejor que no te lo tapes
—Como sea de todos modos no voy a estar mucho tiempo aquí— Deseé unos cuantos billetes de 100— Aquí tienes, ¿dónde está el baño?
—Detrás de esa puerta, preciosa, ¿te acompaño?
—No gracias, no soy inútil— caminé hacia el lavabo seguida por la mirada lujuriosa del dependiente, me introduje él en baño, hice unos movimientos alrededor de mi pezón en donde recientemente me había perforado 10 pequeños piercings en una forma de estrella de de 5 puntas
Sonreí satisfecha del trabajo de aquel necesitado tatuador, las heridas ya habían sanado gracias a mi hechizo de regeneración, me puse el corsé de metal, coloqué la cadenita que colgaba de el. Puse mis manos extendidas a la altura de mi cintura, el portal al inframundo se abrió bajo mis pies, destruyó el suelo con un diseño a cuadros blanco y negros, cuando me vaya estará como antes, salté al interior del huracán.
Toqué el suelo con mis manos y pies, levanté mis manos para hacer desaparecer el portal, seguramente ese hombre se estará preguntando por donde salí.
— ¿ya has vuelto? — La voz de mi no tan dulce amiga me llamó desde las penumbras de la espaciosa cueva— ¿Qué te has hecho?
—Me perforado el pezón ¿quieres verlo? — me dirigí a ella, su silueta empezó a formarse por la luz de mi fogata
—No
—Como quieras, ¿ya has pensado en algo?
—Puede oírnos— me miro furtiva
—ya lo sé, me refiero a que ya has pensado que quieres hacerte si un piercing o un tatuaje— me burlé
—graciosa, pues no, no creo que este bien hacerme algo así
—Será— me solté el pelo dejándolo caer de una forma salvaje— ¿has entrenado o me estabas esperando?
—Acabo de patearles el culo a los demonios, me voy a dar un baño termal ¿vienes?
—tal vez luego, ahora quiero permanecer a solas con mi teta—tome mi pecho por encima del corsé, ganándome una carcajada de mi amiga
