Disclaimer: Harry Potter y compañía le pertenecen a JKR, la Warner Bros, etc, etc etc.
Nota de EugeBlack: ¡Hola! Este es mi primer intento de slash, trío. Llevo meses intentando terminar este shot. ¡Finalmente lo logré! ¡Hurra!
Advertencia: este fic es slash (relaciones chico/ chico), si no te gusta, no lo leas, ¡nada de howlers!. Es un PWP, contiene lemmon y muuucho OOC.
Dedicado a SabelaMalfoy. Wapa, aquí está tu regalito, retrasadísimo, pero más vale tarde que nunca. ¡TQM wapa!
PERVERSIONES EN CLASE DE POCIONES
Miré mi reloj y pegué un brinco que casi pego al techo. Faltaban menos de diez minutos para que comenzara la clase de Pociones. Agarré rápidamente los libros y los guardé en mi mochila, sin preocuparme porque no estuvieran en orden alfabético. Salí rápidamente de la biblioteca para dirigirme a las mazmorras.
Estaba tan apurada que apenas me daba cuenta de lo que sucedía a mi alrededor. De repente sentí un agudo dolor en mi hombro e instantes después estaba en el suelo. Con los ojos brillantes por el dolor, miré a mi alrededor y vi a un temeroso chico de Hufflepuff. Sentí la rabia crecer en mi interior, si llegaba tarde a la clase de Snape por culpa de ese chiquillo…
"Disculpa, no fue mi intención" empezó a decir el chiquillo, con la voz temblorosa. Supongo que mi mirada lo habrá asustado. JA. Se lo merece.
"¡Quince puntos menos para Hufflepuff! ¡Y a ver si te fijas la próxima vez por dónde andas!" grité molesta mientras me paraba y recogía mi mochila. Uff menos mal que no se llegó a abrir, sino perdería demasiado tiempo recogiendo todos los libros.
"Pero… pero… no es justo" balbuceó el chiquillo, protestando por la pérdida de puntos para su Casa.
"Apártate de mi vista si no quieres que sean treinta" le dije con un tono que perfectamente podía rivalizar con el de Draco Malfoy. Hmm Malfoy. Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos impúdicos que vinieron a mi mente al recordar a mi hurón favorito. "Soy Premio Anual y perfectamente puedo quitar puntos" le dije antes de darme la vuelta y seguir mi camino a las mazmorras. ¡Maldición! Me atrasé más por culpa por ese chiquillo y ahora me quedaban escasos tres minutos para llegar a la clase.
Bueno bueno, se que quizá fui un poco mala con el Hufflepuff, ¿pero es que el niñato no entiende que tengo que llegar a clase rápido? Y debo admitir que no es precisamente porque la clase de Pociones para los ÉXTASIS sea muy interesante. Quiero averiguar qué hay entre Harry y Malfoy. Se que hay algo extraño entre esos dos. Desde que comenzó el año escolar no ha habido las riñas de épocas pasadas. ¡Malfoy ni siquiera se mete conmigo! ¡O con Ron! Pero Ron es demasiado denso para darse cuenta de que algo extraño pasa, simplemente está demasiado sorprendido de que Malfoy ya no se meta con él. JA. Si se enterara que en la clase de Pociones, Malfoy, Harry y yo formamos equipo… le daría un infarto como mínimo.
Finalmente llego a la puerta del aula de clases, miro mi reloj y dejo escapar un profundo suspiro, falta menos de un minuto para el comienzo de la clase. Me recuesto unos momentos de la pared, intentando recuperar el aliento y la compostura después de haber corrido por medio colegio. Vaya, creo que necesito dejar de pasar tanto tiempo en la biblioteca y hacer algo de ejercicio. Hmm quizá le pida a Harry que me enseñe a volar como Merlín manda, o a Ron, hasta Malfoy. Hmm al pensar en volar y en escobas no puedo evitar que ciertas imágenes vengan a mí. Malfoy. Harry. Volando en sus escobas, haciendo piruetas, sudorosos y excitados por el ejercicio. El viento jugando con sus cabellos y túnicas, dejando ver algunos trozos de nívea y suave piel. Ñam ñam.
Vuelvo a sacudir la cabeza y me paso la mano por el cabello, arreglándolo lo mejor posible. Definitivamente tengo que dejar de tener esos pensamientos. ¡No es posible que me vaya a correr al lado de la puerta de la clase del grasiento y para nada sensual profesor de Pociones!
Sí, lo admito. ¡Lo admito! Este último año he desarrollado una 'ligera' atracción por mi mejor amigo. ¿Cómo no hacerlo?. Ya no usa los lentes, y ya no es el mismo niño flacuchento de cuando entró a Hogwarts. Los entrenamientos de Quidditch y de Defensa han hecho maravillas en su cuerpo. Y Malfoy, aunque es un engreído y capullo en casi todas las ocasiones, eso no quita que sea sumamente atractivo.
Con pasos seguros, entro al aula y veo que aun faltan unos pocos por entrar. Rodeo los ojos, si llegan 2 segundos tarde va a haber una masacre en la pérdida de puntos de las Casas. Me dirijo a la mesa donde están sentados Harry y Malfoy. Me detengo, no se han percatado de mi presencia. Frunzo el ceño y los observo, están hablando en susurros, por lo que no llego a escuchar qué dicen. Instantes después Harry se ríe y un rubor cubre sus mejillas. ¡Tengo que averiguar exactamente que sucede entre esos dos!
Termino de acercarme a la mesa y me siento al lado de Harry.
"Hola Harry. ¿Cómo amaneciste?" le digo mientras le doy un beso en la mejilla.
El rubor de las mejillas de Harry aumenta y baja la mirada por un instante. Malfoy inclina levemente la cabeza, a forma de saludo, pero sus fríos ojos grises no me abandonan.
"Err… bien Mia. Muy bien. ¿Y tú?" me preguntó con la voz un poco rasposa.
Iba a responderle pero Snape escogió justo ese momento para hacer su aparición. Entró al aula con su imponente estilo de siempre, la capa ondeando de una forma dramática. Vaya. ¿Cómo hará eso?. Digo, siempre que entra a clase la capa ondea de la misma manera, ¡y nunca hay brisa en este lugar!
Veo como el profesor se dirige al pizarrón, levanta la varita y con un movimiento de esta aparecen las instrucciones en la pizarra. Luego se voltea y observa a todos y cada uno de los estudiantes, como si intentara conocer nuestros más profundos secretos.
"Las instrucciones para la segunda fase de la elaboración de la Poción Multijugos está en la pizarra. Está todo lo suficientemente claro, por lo que espero que no tengan ninguna duda y no estropeen el salón mientras realizo unos compromisos. A trabajar". Dicho esto, se dio la vuelta y salió del aula.
Dejé escapar un suspiro que no me había dado cuenta que había estado deteniendo. Inmediatamente saco mis apuntes, mientras Harry se levanta para buscar el caldero y demás instrumentos, y Draco buscaba los ingredientes de la poción.
Durante los siguientes minutos empezamos a cortar todos los ingredientes. Los tres estábamos trabajando en un cómodo silencio. Pero instantes después, Malfoy rompió el silencio.
"Potter," empezó a arrastrar las palabras. "Así no es como se corta, los cortes tienen que ser longitudinales y de 3 milímetros de separación. Esos cortes que has hecho están muy grandes, y no servirán" le dijo mientras sutilmente le tocaba la mano con la que estaba cortando. Seguidamente las mejillas de Harry se volvieron a ruborizar.
¡Oh Merlín! ¡Malfoy ha tocado la mano de Harry! Y aunque arrastró las palabras, como siempre lo hace, no sonó despectivo en ningún momento. ¡Tengo que saber ya qué sucede entre esos dos!
"Malfoy tiene razón Harry. Esos cortes no están bien. A ver, dame eso, lo iré a botar y buscaré más" le dije mientras rápidamente agarraba la bandeja con el ingrediente mal cortado y me dirigía al bote de basura. Me deshice del ingrediente e inmediatamente me acerqué al armario, donde agarré una nueva porción del ingrediente.
Me regresé a mi asiento y le pasé el ingrediente a Harry. Inmediatamente me enfrasqué en mi propio ingrediente, pero de vez en cuando echaba miradas furtivas a Harry o a Malfoy, para ver si había algo extraño. Pero durante los siguientes 25 minutos de la clase nada pasó entre ellos, y me estaba empezando a sentir frustrada.
A los instantes también me empecé a molestar, ya que los otros dos grupos que estaban en la clase habían terminado y habían colocado sus calderos en un lugar seguro, para inmediatamente después marcharse del salón. ¡Y nosotros acabábamos de poner la poción en el caldero! ¡Oh Merlín! Snape va a llegar en cualquier momento y nos va a quitar tropecientos puntos por no tener la poción lista a tiempo, aunque su querido y adorado Malfoy esté en el grupo. ¡No! ¡No quiero que me castiguen! ¡No quiero pasar toda la noche limpiando asquerosos calderos con la lengua!
Respiro hondo varias veces para calmar mi incipiente ataque de pánico. Me giro y veo que Malfoy ya está dándole vueltas a la poción, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Un poco más tranquila porque falta poco, empiezo a recoger los instrumentos de la mesa. Instantes después frunzo el ceño, Harry ha permanecido muy quieto y con los ojos cerrados.
"Hmm ¿Harry?. ¿Me ayudas a guardar los instrumentos?" le pregunto mientras coloco una mano en mi cadera.
Harry permaneció con los ojos cerrados, mientras su cara se ponía bastante roja. Soltó un leve gemido. Aguanté la respiración. Veo a Malfoy, quien se encuentra tan tranquilo como siempre, dándole vueltas a la poción con una mano. ¡Un momento! ¿Dónde coño está la otra mano de Malfoy?.
Cierro los ojos, en mi mente corriendo los distintos lugares en donde podría estar la mano de Malfoy. Sin poderlo evitar, un pequeño gemido sale de mis labios. Abro los ojos horrorizada. Afortunadamente Harry no se dio cuenta, sigue con los ojos cerrados y ese adorable rubor en el rostro. Pero Malfoy sí se dio cuenta de mi gemido. ¡Y ahora me está viendo con una sonrisa autosuficiente y predadora!
Bajo la mirada rápidamente, termino de recoger los instrumentos y me dirijo al armario para guardarlos. Me cuesta un poco ponerlos en su lugar, porque mis manos tiemblan ligeramente. Termino de guardar todo y cierro la puerta del armario, y me recuesto de esta. Mi respiración es errática, ¡Draco Hurón Puñetero Malfoy! Mira lo que has causado con esa mirada predadora y de deseo, con esos ojos grises como la luna y… Agarro mi túnica y me la quito, hace demasiado calor en las mazmorras, ¿no?.
Otro gemido me saca de mis cavilaciones, levanto la mirada y veo que es Harry quien ha gemido, mientras Draco sigue moviendo la poción, como si fuera lo más interesante del mundo.
Me acerco de nuevo a la mesa, y no puedo evitar quedarme observando a Draco. Instantes después, este se da cuenta y me vuelve a sonreír de esa forma, mientras apaga el mechero y deja de mezclar la poción. Trago duro, y desvío la mirada, si lo sigo viendo voy a correrme.
Las manos no me dejan de temblar, pero empiezo a guardar mis pergaminos en la mochila. Sin poderlo evitar, uno se me cae debajo del escritorio. Siento que el corazón me palpita muchísimo mientras me agacho y me meto bajo el escritorio, para agarrar el pergamino.
Una vez que me meto debajo, todo pensamiento acerca del pergamino queda relegado al fondo de mi mente. La visión que tengo delante es la más excitante que he visto en mi vida.
¡La mano de Draco está acariciando suave y lentamente el miembro grande y duro de Harry! Ooohhh.
Por un momento me olvido de respirar, mientras observo hipnotizada el movimiento de esa mano. Arriba abajo, arriba abajo, arriba abajo. Sin apenas darme cuenta de lo que hago, bajo mi mano y la meto debajo de la falda, tocando mis partes sensibles. Muerdo mi labio inferior para evitar que un gemido se escape.
Mientras me masturbo sigo viendo el movimiento de la mano de Draco, y escucho los gemidos amortiguados de Harry.
En un impulso que no pude controlar, decidí que Malfoy también necesitaba un poco de placer. ¡Merlín, ya se lo estaba dando a Harry al masturbarlo, y a mi me lo estaba dando solo con la esplendorosa vista que tenía al frente.
Acercándome a las piernas del rubio, agarré el botón de su pantalón y lo abrí, para luego bajar el cierre. Me detuve un momento, con mis manos colocadas firmemente en sus caderas. Me volví a morder el labio. ¿Y si Malfoy no quería eso? ¡Qué vergüenza! Más nunca podría verlo a los ojos.
Cualquier duda que tenía fue disuelta cuando Draco se levantó un poco del asiento, para que yo removiera con más facilidad sus pantalones. Sonreí satisfecha. Delicadamente le baje los pantalones, dejándoselos a nivel de los tobillos. Instantes después le bajé los bóxers negros que tenía, e inmediatamente después salió a la vista su miembro erecto y orgulloso, que se sentía feliz por la liberación de la tela.
Me acerqué un poco más, agarré sus testículos y empecé a jugar con ellos, mientras colocaba un pequeño beso en la cabeza de su miembro. Sentí un estremecimiento en el cuerpo de Draco y mi sonrisa se amplió. Con más confianza, empecé a lamer todo el miembro, mientras seguía jugando con sus testículos. Instantes después, me metí todo su miembro en mi boca, y empecé a succionar, lamer y morder suavemente, mientras escuchaba unos gemidos provenientes de la boca del rubio. Giré mi mirada y vi que la velocidad de la masturbación en el miembro de Harry se había acelerado.
De repente sentí que la mano libre del rubio se posaba sobre mi cabeza, queriendo profundizar la felación. Cerré los ojos con placer, tener completamente dentro de mi boca el miembro de Malfoy me daba un placer genial.
Sentía como la coherencia empezaba a abandonar mi cerebro. Se sentía demasiado bien lo que estaba haciendo. Quise otorgar más placer, por lo que estiré mi mano derecha y me uní a la mano de Malfoy, masturbando a Harry. Un escalofrío de placer recorrió mi espalda, al sentir el roce de nuestras manos sobre el miembro de Harry, el cual ya estaba húmedo, debido al pre-semen. Los gemidos en la habitación se incrementaron, e instantes después, Harry se corrió en nuestras manos, pegando un pequeño grito de placer, haciendo que yo también me corriera. Poco después Draco se corrió en mi boca, y no tuve ningún problema en tragarme el líquido amargo.
Instantes después, saqué el miembro de Malfoy de mi boca, mientras intentaba tranquilizar mi respiración. No se si pasó un minuto o una hora, los tres en silencio, tratando de calmarnos por lo que habíamos hecho instantes antes. Cerré los ojos, rememorando el placer que había sentido. Pocos momentos después los abrí de golpe, cuando sentí un par de manos en mis hombros. Harry me estaba sacando delicadamente del escritorio.
Salí de donde estaba, y me levanté, pasándome una mano por el cabello, intentándolo arreglar, pero creo que no obtuve ningún éxito. Levanté la mirada y me hundí en las profundas esmeraldas de Harry. Me estaba mirando con un profundo deseo y lujuria.
Una pequeña sonrisa se asomó en mis labios, y aparté la mirada. Al lado nuestro estaba Malfoy, se había subido los pantalones pero no se los había abrochado, y nos observaba con una sonrisa divertida en el rostro. Parecía que aprobase lo que se advertía en la mirada de Harry.
Di un par de pasos de forma nerviosa, sentía como la excitación y adrenalina empezaba a correr por mis venas de nuevo. Ahora estaba a pocos centímetros de la boca de Harry, mi mejor amigo. Observé esos delgados labios rosados, que me invitaban a probarlos. Desde hace mucho tiempo he querido saber a qué saben, ¿a vainilla? ¿A fresa?. Tenía que saberlo ya, no iba a poder aguantar por mucho tiempo más.
Me puse de puntillas para estar al mismo nivel que Harry, puse una de mis manos en su indomable pero a la vez suave cabello negro, y la otra en su cintura. Unimos nuestros labios. Al comienzo fue como un toque juguetón, pero luego él empezó a lamer y morder delicadamente mis labios, haciendo que un pequeño gemido se me escapara. Abrí la boca y le permití la entrada a su lengua. Inmediatamente nuestras lenguas empezaron una especie de baile erótico, probándose, conociéndose, gustándose.
Nos separamos cuando necesitábamos un poco de aire. Unimos nuestras frentes mientras nos recuperábamos, él me tenía firmemente agarrada por mi cintura. Me encantaron sus labios, eran simplemente exquisitos, algo con lo que rápidamente podías enviciarte. Lo volví a besar, pero esta vez de una forma más apasionada. Enrosqué mis dos manos en su cabello, jugando con los suaves cabellos que tenía en la nuca, provocando un gemido de su parte, el cual fue ahogado en nuestras bocas.
Mientras nos besábamos, sentí otros labios en mi cuello. ¡Esos dos me iban a volver loca! Harry y yo nos dejamos de besar, y en ese momento Harry y Malfoy se vieron a los ojos intensamente, para luego acercarse un poco más y darse un beso tan apasionado que hasta a mi me quitó el aliento. Estaba en el medio de los dos chicos más guapos de Hogwarts, ¡wow era simplemente genial!
Al poco tiempo me cansé de la falta de atención que estaba recibiendo, y, sin dejar de acariciar la nuca de Harry, empecé a hacer lo mismo en la nuca de Malfoy. Los dos se separaron del beso, recuperando el aliento. Decidí no darle más tiempo a Malfoy, por lo que delicadamente giré su rostro y atrapé sus labios.
Hmm sus labios también sabían bastante bien. Mordí y lamí sus labios suavemente, luego el los separó un poco y mi lengua entró en su húmeda cavidad. Nuestras lenguas empezaron una pequeña batalla, por ver quién tenía el control de la situación. Y yo no estaba dispuesta a perder esa batalla, por lo que dejé escapar una pequeña risa de triunfo cuando Malfoy se separó un instante.
Los ojos de Malfoy estaban nublados por el deseo, y esta vez fue él quién atacó mis labios, dispuesto a una revancha. Mientras nos besábamos, Harry empezó a desabotonarme la camisa. Cuando terminó de desabotonarla, bajé la mano que tenía en su nuca para facilitar el trabajo. Instantes después mi camisa estaba en el suelo, al lado de nosotros. Me separé del beso cuando sentí los húmedos labios de Harry en mis hombros, realizando un camino de besos.
Mi respiración se puso más agitada cuando sentí que Malfoy me desabrochaba el sostén, para luego deslizarlo por mis brazos, y luego unirse a la camisa, la cual yacía olvidada en el suelo. Harry apretó suavemente mi seno izquierdo, y empezó a lamer, besar y succionar el derecho. Sentía que me correría en cualquier momento. Malfoy empezó a besarme de nuevo mientras dibujaba círculos imaginarios en mi abdomen.
Después de eso Harry empezó a darle el mismo tratamiento a mi seno izquierdo, mientras apretaba y jugaba con el derecho. Ya no podía contener mis gemidos, me estaban llevando al borde de la locura y el placer.
Draco se colocó a nuestro lado, para simplemente observar el panorama. Lo desvestí con la mirada.
"No… no es justo… tienen demasiada ropa" logré decir entre gemidos.
Al escuchar eso, Harry dejó las atenciones que tenía en mi cuerpo para verme a los ojos, provocando un gemido ante la pérdida del contacto. Sus ojos verdes brillaban más que nunca.
"Hmm, creo que tienes razón, todos deberíamos estar en igualdad de condiciones" dijo Draco, con la voz rasposa debido al deseo. Le lanzó una mirada cargada de lujuria a Harry.
Harry sonrió ampliamente, se agachó y removió su mochila por unos instantes. Luego se paró de nuevo y apuntó la puerta de la clase, colocando potentes hechizos de silencio y privacidad. Todo eso lo realizó bajo nuestras atentas miradas.
Harry se volvió a acercar a mi, se agachó y agarró mi falda, desabrochándola. Luego la deslizó suavemente por mis piernas, mientras repartía besos y lamidas en las dos. Después procedió a quitarme pantaleta, medias y zapatos. ¡Ahora estaba completamente desnuda y ellos todavía tenían ropa! ¡No es justo!
Dejé escapar un gemido de frustración ante la injusticia de la situación, me acerqué a Harry y lo besé apasionadamente, pegándome lo más posible a él, pero la ropa que tenía era muy molesta. El moreno me masajeó suavemente la espalda con una mano, mientras que con la otra jugaba con mi trasero. La voz del rubio nos sacó del mundo en el que nos encontrábamos.
"Potter. Granger. Me imagino que la estarán pasando genial, eso se nota a leguas. Pero la fiesta es de tres. Y es de mala educación dejar afuera uno de los invitados" Malfoy arrastró las palabras, y tenía una de sus cejas levemente levantadas.
Harry levantó una ceja divertido. "¿Celoso Malfoy?"
"Quisieras tú" respondió el rubio con un tono serio, pero la pequeña sonrisa que adornaba sus labios desmentía su supuesta molestia.
Harry sonrió y se acercó al rubio, puso su dedo índice en los labios del rubio, el cual inmediatamente abrió su boca y empezó a succionar lentamente. "Tendré que hacer una actuación especial entonces, no puedo permitir que el tercero de la fiesta se sienta abandonado" dijo el pelinegro con la voz rasposa por el deseo.
Harry se alejó un par de metros y empezó a mover las caderas de una forma deliciosa, no tenía idea que mi amigo se pudiera mover así. Harry cerró los ojos y se quitó lentamente la túnica, mientras seguía moviendo exquisitamente su cuerpo, era como si estuviera bailando una canción que él era el único que podía escuchar. Siguió moviéndose, lentamente, y procedió a quitarse su corbata y camisa, dejando ver tu formado pecho. Draco y yo jadeamos al mismo tiempo, ambos estábamos disfrutando enormemente el strip tease que estaba ofreciéndonos. Con sensuales movimientos, Harry continuó desvistiéndose, con cada trozo de piel que mostraba me excitaba más y más. ¡Esto era demasiado bueno para ser real!
Después de unos minutos u horas, finalmente quedó desnudo, un hermoso cuerpo desnudo ante mis ávidos ojos. Con movimientos casi felinos, Harry se acercó a Draco, quien lo observaba con una mirada tan lujuriosa que era capaz de hacer sonrojar a la prostituta más experimentada de Londres.
Los chicos se unieron en un beso casi animal, Draco se aferraba al trasero redondo y suave de Harry. Viéndolos de esa forma, decidí que era momento de empezar el verdadero juego. Me acerqué a nuestro escritorio y agarré mi varita, y con un sencillo hechizo, Draco quedó completamente desnudo, mostrando su pálida y perfecta piel. Al sentirse desnudo, Draco rompió el beso y me miró con una ceja levantada.
Me acerqué y le susurré al oído, "¿Qué?. Eras el único que faltaba. Además, es hora de jugar…"
Dicho eso, Draco se dio la vuelta y me besó de forma casi violenta. Enrollé mis brazos en su cuello y el me alzó para… ¡llevarme al escritorio de Snape! Me puse un poco tensa y el rompió el beso, me habló con una voz muy seductora. "¿Qué? ¿Acaso una de tus fantasías sexuales no es tener sexo repetidamente en el escritorio de Snape?"
Err… no. Realmente no. ¡Pero bueno! Por lo visto esos dos chicos eran unos pervertidos… y no me voy a quejar. Lo volví a besar mientras me recostaba suavemente en el escritorio. Después empezó a besarme en la mandíbula, cuello, pecho, abdomen… Mientras que yo me besaba a Harry y acariciaba su perfecto frente.
Emití un fuerte gemido cuando sentí que Draco acariciaba mi sexo con su lengua. ¡Oooohhh! ¡Oooohhhh! Mi mente decidió dejar de funcionar en ese momento. Lo único que sentía era como esa perversa lengua hacía travesuras en mi lugar más sensible… hasta que finalmente tuve el orgasmo más fuerte de toda mi vida.
Una vez que recuperé un poco de control, me di cuenta que Harry y Draco se estaban cambiando de lugares. Ahora Harry estaba encima de mí, y simplemente se sentía correcto, como debía ser. Draco estaba a mi lado, haciéndome cariño en el cabello y dándome besos de mariposa en todo mi rostro. Me pareció que estaba muy romántico, pero finalmente caí en cuenta del porqué de su actitud… ¡Harry me estaba penetrando y dolía! ¡Dolía! ¿¡Coño porque nadie me explicó que esta vaina dolía tanto?. Draco intentó distraerme del dolor con sus suaves besos, y Harry empezó a moverse con más cuidado, al ver mi expresión de dolor.
Después de un tiempo indefinido, Harry estuvo finalmente dentro de mí… poco a poco el dolor empezó a pasar, la sensación de tener a Harry dentro de mí, llenándome… era gratificante, especial. Realicé un pequeño movimiento de caderas que hizo que Harry gimiera profundamente. Sonreí y las volví a mover, indicándole que estaba lista. Poco a poco, empezó a salir y a entrar mientras nos besábamos lentamente. Estiré mi mano y empecé a acariciar lentamente el miembro erecto del rubio, no podía dejarlo fuera de la diversión. Un gemido escapó de sus labios y sonreí dentro del beso.
Un sinfín de sensaciones me llenaban mientras Harry me hacía el amor, era mejor de lo que había pensado… y añadiendo al rubio a la ecuación… wow. Sentí como Draco apartaba mi mano de su miembro, lo miré confundida. Él se acercó y me dijo suavemente "Todavía no."
Iba a replicar pero otra vez los pensamientos coherentes abandonaron mi cerebro cuando Harry aumentó de velocidad. Tras varias embestidas más, Harry gimió fuertemente y regó su semilla en mi interior. Al sentir eso volví a correrme.
Momentos después, Harry volvio a besarme suavemente y se separó de mí. Draco se acercó y lo besó cariñosamente. Luego, Draco se giró y me observó con un brillo inexplicable.
"Por favor, necesito…" me dijo con la voz ronca del deseo.
Aunque me sentía un poco adolorida, tenía muchas ganas de unirme a él, por lo que acepté. Draco sonrió y se colocó encima de mi, besándome en los labios mientras acariciaba con su mano mi vagina, preparándome de nuevo. Harry simplemente nos observaba, contento de vernos juntos.
Una vez que estuve preparada, Draco se deslizó dentro de mí, y de nuevo sentí muchas emociones en mí interior, esos chicos de verdad que eran una cosa seria. Draco empezó a moverse rápidamente, estaba demasiado excitado para aguantar mucho. Moví mis caderas al mismo ritmo que él, ambos gemíamos fuertemente. Harry decidió entrar en acción y besó mi cuello y senos. Momentos después, Draco y yo nos vinimos al mismo tiempo, me sentía exhausta y feliz… ya había perdido la cuenta de la cantidad de orgasmos que había tenido.
Minutos después los tres nos separamos lentamente, nos levantamos y nos empezamos a vestir en el más absoluto silencio. En ese momento mi mente volvio a funcionar, mandándome un millón de pensamientos al mismo tiempo. ¿Qué rayos había pasado? Bueno, obviamente perdí la virginidad en el aula, con Harry y M-Draco… ¿Pero cómo llegó a pasar?. Obviamente son pareja, y nunca han dado indicaciones de que yo les interesara de esa forma… ¿Ahora qué va a pasar? ¿Las cosas van a seguir como si nada? Aiissshhh ¡Hermione Granger eso te pasa por pensar con tu otra cabeza! ¿Qué? ¡Los hombres no son los únicos con dos cabezas!. Aunque mi otra cabeza sea algo… amorfa.
Terminé de vestirme, agarré mis cosas y mi varita, sin dedicarles ni una mirada. No sabía qué iba a pasar, y no quería afrontarlos en ese momento. Me acerqué a la puerta con varita en alto, dispuesta a levantar los hechizos que Harry había colocado antes. Quedé paralizada cuando sentí una mano en mi hombro. Me di la vuelta lentamente y me encontré con las esmeraldas de Harry, el cual me veía expectante y a la vez herido.
"¿Por qué te vas?" me preguntó… parecía lastimado.
"Yo… err… um… yo… Creí que ya todo había terminado…" terminé diciendo en un susurro.
"¿Quieres que todo se termine?" me preguntó Harry. Desvié la mirada y observé a Draco, quien se estaba acercando. Volví a desviar la mirada. ¡Por supuesto que no quiero que se termine! Acabo de pasar el mejor rato de mi vida, en compañía de mi mejor amigo, por el cual tengo sentimientos, y con Malfoy, el chico más apuesto, egoísta, malcriado, Slytherin… bah, ¿a quién engaño?. Malfoy me atrae mucho. ¿Qué clase de pregunta es la que hace Harry?. Ah, es que él no sabe nada de mis sentimientos.
"Bueno… ustedes son pareja y yo… err…"
"Y nosotros no queremos que te vayas, o que esto termine" dijo Draco. Lo busqué con mi mirada y me sorprendió al ver que su mirada gris era completamente sincera. Sentí que mi corazón se llenaba de esperanzas.
"¿Qué… qué quieres decir?"
Harry suspiró y se acercó más, me dio un delicado beso en los labios y luego empezó a hablar. "Hermione, Draco y yo somos pareja desde hace varios meses. Pero también hemos sentido una atracción muy fuerte hacia ti… Eres muy importante para mi 'Mia. Nos encantaría que estuvieras con nosotros."
Me quedé sin palabras. La proposición me parecía extraña, no sabía que pensar, todo había pasado muy rápido. Todavía no podía creer que ellos sintieran algo por mí, que quisieran estar conmigo. ¡Los tres juntos! ¡Como pareja… trío… lo que sea!
"Yo…"
"Por favor…" dijo Draco antes de atacar con sus labios mi cuello. Ohh estos chicos iban a ser mi perdición, definitivamente.
"Yo creo que…"
& & &
¡BUM!
Desperté de golpe. Miré mi reloj y pegué un brinco que casi pego al techo. Faltaban menos de diez minutos para que comenzara la clase de Pociones. Agarré rápidamente los libros y los guardé en mi mochila, sin preocuparme porque estuvieran en orden alfabético. Salí rápidamente de la biblioteca para dirigirme a las mazmorras. ¡Oh Merlin qué sueño fue ese! Oooohhh. Mejor no pienso en eso, no vaya a ser que me vuelva a correr…
Estaba tan apurada que apenas me daba cuenta de lo que sucedía a mi alrededor. De repente sentí un agudo dolor en mi hombro e instantes después estaba en el suelo. Con los ojos brillantes por el dolor, miré a mi alrededor y vi a un temeroso chico de Hufflepuff. Sentí la rabia crecer en mi interior, si llegaba tarde a la clase de Snape por culpa de ese chiquillo…
"Disculpa, no fue mi intención" empezó a decir el chiquillo, con la voz temblorosa. Supongo que mi mirada lo habrá asustado. JA. Se lo merece.
"¡Quince puntos menos para Hufflepuff! ¡Y a ver si te fijas la próxima vez por dónde andas!" grité molesta mientras me paraba y recogía mi mochila. Uff menos mal que no se llegó a abrir, sino perdería demasiado tiempo recogiendo todos los libros.
"Pero… pero… no es justo" balbuceó el chiquillo, protestando por la pérdida de puntos para su Casa.
Me congelo unos instantes, recordando que mi sueño había empezado JUSTAMENTE de esa manera… No, no. Definitivamente pura coincidencia. JA. Como si Harry y Dr-Malfoy sintieran algún interés por mí. Vuelvo a mirar mi reloj y escasamente me quedan tres minutos para llegar a clase. Acelero mi paso para llegar a tiempo. Quiero averiguar qué hay entre Harry y Malfoy. Se que hay algo muy extraño entre esos dos. Desde que comenzó el año escolar no ha habido las riñas de épocas pasadas.
Finalmente llego a la puerta del aula de clases, miro mi reloj y dejo escapar un profundo suspiro, falta menos de un minuto para el comienzo de la clase. Me recuesto unos momentos de la pared, intentando recuperar el aliento y la compostura después de haber corrido por medio colegio. Vaya, creo que necesito dejar de pasar tanto tiempo en la biblioteca y hacer algo de ejercicio. Hmm quizá le pida a Harry que me enseñe a volar como Merlín manda, o a Ron, hasta Malfoy. Hmm al pensar en volar y en escobas no puedo evitar que ciertas imágenes vengan a mí. Malfoy. Harry. Volando en sus escobas, haciendo piruetas, sudorosos y excitados por el ejercicio. El viento jugando con sus cabellos y túnicas, dejando ver algunos trozos de nívea y suave piel. Ñam ñam.
¡NO NO NO!. ¡Aquí pasa algo MUY extraño! Mis pensamientos reales son muy similares a los del sueño. ¿¡Qué coño pasa?. Quizá no debí haber abandonado Adivinación en tercer año… ¡me sería muy útil en este momento!
Con pasos seguros, entro al aula y veo que aun faltan unos pocos por entrar. Rodeo los ojos, si llegan 2 segundos tarde va a haber una masacre en la pérdida de puntos de las Casas. Me dirijo a la mesa donde están sentados Harry y Malfoy. Me detengo, no se han percatado de mi presencia. Frunzo el ceño y los observo, están hablando en susurros, por lo que no llego a escuchar qué dicen. Instantes después Harry se ríe y un rubor cubre sus mejillas. ¡Tengo que averiguar exactamente que sucede entre esos dos! ¡INSISTO, YA HE VIVIDO ESTO!
Termino de acercarme a la mesa y me siento al lado de Harry.
"Hola Harry. ¿Cómo amaneciste?" le digo mientras le doy un beso en la mejilla.
El rubor de las mejillas de Harry aumenta y baja la mirada por un instante. Malfoy inclina levemente la cabeza, a forma de saludo, pero sus fríos ojos grises no me abandonan.
"Err… bien Mia. Muy bien. ¿Y tú?" me preguntó con la voz un poco rasposa.
Iba a responderle pero Snape escogió justo ese momento para hacer su aparición. Entró al aula con su imponente estilo de siempre, la capa ondeando de una forma dramática.
Veo como el profesor se dirige al pizarrón, levanta la varita y con un movimiento de esta aparecen las instrucciones en la pizarra. Luego se voltea y observa a todos y cada uno de los estudiantes, como si intentara conocer nuestros más profundos secretos.
"Las instrucciones para la segunda fase de la elaboración de la Poción Multijugos está en la pizarra. Está todo lo suficientemente claro, por lo que espero que no tengan ninguna duda y no estropeen el salón mientras realizo unos compromisos. A trabajar". Dicho esto, se dio la vuelta y salió del aula.
Dejé escapar un suspiro que no me había dado cuenta que había estado deteniendo. Inmediatamente saco mis apuntes, mientras Harry se levanta para buscar el caldero y demás instrumentos, y Draco buscaba los ingredientes de la poción.
En este momento decido ausentarme de todo lo que me rodea… de verdad que me estoy volviendo loca… todo esto lo soñé… Durante los siguientes minutos no me doy cuenta que Malfoy toca la mano de Harry, que éste se ruboriza como una colegiala… ¡no me doy cuenta de nada!. ¡Todo está normal!. Si si, todo fue un producto de mi imaginación, el sueño sólo fue eso… un sueño. Y Negación no sólo es un río en Egipto…
Salgo de mi estupor y me doy cuenta que sólo quedamos nosotros tres. ¡Todos han terminado y nosotros no!
Respiro hondo varias veces para calmar mi incipiente ataque de pánico. Me giro y veo que Malfoy ya está dándole vueltas a la poción, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Un poco más tranquila porque falta poco, empiezo a recoger los instrumentos de la mesa. Instantes después frunzo el ceño, Harry ha permanecido muy quieto y con los ojos cerrados.
"Hmm ¿Harry?. ¿Me ayudas a guardar los instrumentos?" le pregunto mientras coloco una mano en mi cadera. Deja vu.
Harry permaneció con los ojos cerrados, mientras su cara se ponía bastante roja. Soltó un leve gemido. Aguanté la respiración. Veo a Malfoy, quien se encuentra tan tranquilo como siempre, dándole vueltas a la poción con una mano. ¡Un momento! ¿Dónde coño está la otra mano de Malfoy?. Oh no oh no oh no. ¡Negación SÍ es un río en Egipto, esto no puede estar pasando…!
Cierro los ojos, en mi mente corriendo los distintos lugares en donde podría estar la mano de Malfoy. Sin poderlo evitar, un pequeño gemido sale de mis labios. Abro los ojos horrorizada. Afortunadamente Harry no se dio cuenta, sigue con los ojos cerrados y ese adorable rubor en el rostro. Pero Malfoy sí se dio cuenta de mi gemido. ¡Y ahora me está viendo con una sonrisa autosuficiente y predadora!
Bajo la mirada rápidamente, termino de recoger los instrumentos y me dirijo al armario para guardarlos. Me cuesta un poco ponerlos en su lugar, porque mis manos tiemblan ligeramente. Termino de guardar todo y cierro la puerta del armario, y me recuesto de esta. Mi respiración es errática, ¡Draco Hurón Puñetero Malfoy! Mira lo que has causado con esa mirada predadora y de deseo, con esos ojos grises como la luna y… Agarro mi túnica y me la quito, hace demasiado calor en las mazmorras, ¿no?.
Otro gemido me saca de mis cavilaciones, levanto la mirada y veo que es Harry quien ha gemido, mientras Draco sigue moviendo la poción, como si fuera lo más interesante del mundo.
Me acerco de nuevo a la mesa, y no puedo evitar quedarme observando a Draco. Instantes después, este se da cuenta y me vuelve a sonreír de esa forma, mientras apaga el mechero y deja de mezclar la poción. Trago duro, y desvío la mirada, si lo sigo viendo voy a correrme.
Las manos no me dejan de temblar, pero empiezo a guardar mis pergaminos en la mochila. Sin poderlo evitar, uno se me cae debajo del escritorio. Siento que el corazón me palpita muchísimo mientras me agacho y me meto bajo el escritorio, para agarrar el pergamino.
Una vez que me meto debajo, todo pensamiento acerca del pergamino queda relegado al fondo de mi mente. La visión que tengo delante es la más excitante que he visto en mi vida.
¡La mano de Draco está acariciando suave y lentamente el miembro grande y duro de Harry! Ooohhh.
"Fin"
EugeBlack
Miembro de la Orden de las Mortífagas
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Miembro de la Orden Draco Dormiens Slash
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