Pareja: Zero/Yuuki

Fandom: Vampire knight

Advertencias: Spoilers

Título: A dreamy world

- Por favor, no te acerques a mí.

- Zero -susurró ella, acercándose lentamente hacia él, extendiendo su mano para tocarle.

- ¡¡He dicho que no te acerques!! -gritó dando un paso hacia atrás mirando hacia el suelo, ni siquiera era capaz de mirarla a los ojos -. ¡No sé quien eres! ¡No te conozco!

Yuuki dio unos pasos hacia atrás un poco asustada y apenada al mismo tiempo, no entendía cómo todo había cambiado tan radicalmente. Pero no iba a dejar que su mejor amigo se apartara de él.

- Zero, sigo siendo yo, ¡¡soy yo, Yuuki!! ¡Mírame a los ojos y dime que ves!

- Solo veo a un vampiro de sangre pura sediento de sangre.

Yuuki sintió que se le encogía el corazón, todavía no quería aceptar la situación actual, pensar que era una... vampiro. No, no entraba dentro de su mente, no tenía sentido, pero era la verdad y no podía escapar de ella. Ahora, al escuchar esas palabras salir de la boca del que antes había sido su mejor amigo, el que tanto la había protegido y cuidado, la hacían gritar de dolor por dentro. La desgarraban y le habían sentirse extremadamente pequeña. No sabía cómo contraatacar a las palabras de Zero, solo podía dejar actuar a sus sentimientos, a lo único que todavía le mantenía cuerda en ese mundo caótico.

Lentamente, sin hacer caso de las sordas negativas de su amigo, fue acercándose paso a paso hacia él, sin hacer el menor ruido al andar, como si sus pies estuvieran pisando un suave colchón de plumas.

En pocos segundos, los labios de Yuuki rozaron los de Zero suavemente, sorprendiéndole durante unos instantes en los que sus pensamientos aprovecharon para quedarse a un lado y dejando actuar a su cuerpo por su cuenta.

Los labios de él respondieron a esa caricia, que tan cálida había sentido, profundizando el beso, pidiendo más de los labios de ella. Yuuki, por su parte, notando que su compañero no ponía impedimentos decidió dejarse llevar un poco más, disfrutar de ese momento que ella consideraba como un sueño precioso, uno del que no quería despertar.

Los ojos de Zero se estrecharon de repente, al recordar, que por culpa de una sangre pura su vida se había teñido de agonía y dolor, destrozando completamente su vida. Condenándole a ser algo que tanto aborrecía. Nunca podría confiar en uno de ellos. Eran su principal enemigo. Y ella era uno de ellos. Y lo peor de todo, era la hermana de aquel vampiro al que tanto odiaba, Kaname Kuran.

Separó al instante sus labios de los de Yuuki, al igual que sus brazos que habían actuado automáticamente, sin pedir consentimiento a su cerebro, abrazándola para atraerla más a él. Era lo que había anhelado hacer durante tanto tiempo, pero ahora, ya no le parecía correcto, ya no era su inocente y graciosa Yuuki. Ahora era una desconocida que había usurpado su cuerpo.

Una lágrima cayó de los ojos de Yuuki al comprender la negativa, saber que él no la aceptaba y su sueño se rompía en pedazos como un cristal resquebrajado.

- Por favor, Zero... –suplicó Yuuki agarrándole de la camisa, sin saber qué decir para retenerlo a su lado.

- No, no juegues conmigo. Puedo aceptar que sigas siendo Yuuki físicamente, pero no esto... -dijo entre dientes, soltándose de ella y dándole la espalda -. No vuelvas a acercarte a mi Yuuki, por mi bien y por el tuyo...

Dicho esto Zero desapareció entre las sombras, dejando a Yuuki en la soledad, dejándose caer derrotada de rodillas en el suelo, derramando lágrimas silenciosas que iban bañando su rostro, y con un dolor en su pecho que la rompía por dentro. No podía pensar, la tristeza la envolvía completamente. Solo era capaz de hacer una cosa. Gritar su nombre a la nada.

- ¡¡ZEEEERO!!