Capítulo 1

Aunque Narcisa había decidido olvidar por completo todo lo que los negros y las costumbres que tenían cuando Malfoy cuando se casó con Lucius. La superioridad de los sangres pura era una idea que gustosamente seguía, pero después del fracaso de la Primera Guerra Mágica, era más que obvio que los métodos empleados por Voldemort solamente que tenía el nombre de Malfoy quedara embarrado en el lodo.

Lo malo era que Lucius era demasiado terco y orgulloso como para escuchar a una mujer, aunque esa mujer fuera de su propia esposa. Si había algo que los Malfoy me había enseñado, era algo que queríamos que fuera, debía ser cualquier método para poder obtenerlo.

Era bueno que Lucius nunca ha sido bueno con los hechizos de localización, sabía perfectamente que esta noche nada podía salir bien. Si Lucius pensaba seguir a Voldemort a la ruina, estaba muy preocupado por el hecho de que mi hijo y yo no corriéramos el mismo destino.

-Si ama. -Hablo un elfo tembloroso.

-Sube las protecciones de la mansión, no permitas que nadie que no sea un Malfoy entre la casa. Sobre todo no dejes que mi hermana Bella ingrese. -Hablo Narcisa.

-Si ama, lo que usted ordene. -Entonces el elfo desapareció de la habitación.

-Duendecito. -En el pequeño y con una túnica color negro apareció en la habitación.

-Me llamo ama. -El elfo dijo haciendo una reverencia.

-Guarda todas las cosas que ya te ordenado antes, deja duplicados en su lugar. Escóndete hasta que te vuelva a llamarte de nuevo. -Dijo Narcisa.

-Si ama.

Las órdenes ya han sido dadas, así que ahora lo único que quedaba es llevarse a su hijo lejos y esperar que Harry Potter termine con el señor Oscuro. Las profecías que el ministerio tenía eran las únicas que existían.

El toque de queda del colegio de Hogwarts ya había pasado hace horas, pero imposible para varios slytherin el poder dormir. No después de que todos los Gryffindor se hubieron escapado y lo más seguro era que Potter y los demás seguramente ya habían escapado de Umbridge.

Solo esperaba que Umbridge apareciera y expulsara en Potter y sus amigos de una buena vez del colegio.

-¿Cuánto crees que el hechizo de mini Weasley Dure? -Pregunto Blaise Zabini burlándose.

-No sé, pero Crabbe parecía estar sufriendo mucho. -Dijo Pansy riéndose.

-¿Qué tanto piensas Draco? -Pregunto Theo. No parece que Crabbe te simpatizara tanto.

—El tonto se dejó hechizar, así que es su culpa, me pregunto si ahora sí expulsaron a Potter del colegio. —Draco comento mientras jugaba con su varita.

—Lo dudo, Dumbledore no permitiría que eso pasó. —Theo se levantó sacudiéndose la túnica. —Ya es tarde, lo que sea que Potter y su compañía hizo, seguramente va a ser noticia mañana a la hora del desayuno. Ya me retiro, hablamos mejor en el desayuno.

—Que aburrido eres Theo. —Se quejó Pansy.

—No lo fastidies, ya sabes cómo es Theo después de todo. —Señalo Blaise.

Draco podía escuchar como Pansy y Blaise seguían hablando sobre Theo, dejo de prestarles atención y se puso a analizar lo Theo había dicho. Aunque a veces era molesto, Theo tenía razón, Dumbledore no iba a permitir que su alumno favorito fuera expulsado del colegio.

Ya era tarde, lo mejor era conseguir unas horas de sueño a pasar toda la noche sin dormir. Mañana los leones se encargarían de que todo el colegio supiera lo que Potter hizo.

Blaise y Pansy ya estaban retirándose a sus habitaciones, estaba caminando varios pasos detrás de ellos para no escuchar sus quejas cuando algo en mi bolsillo empezó a calentarse. Metí mi mano al bolsillo y saque el collar que mi madre me había dado desde que Voldemort regreso.

Algo había pasado, y debió de ser muy malo. Blaise y Pansy seguían discutiendo, solo di la vuelta y regrese a la sala, la capa de Theo todavía seguía en el mueble así que lo tome prestado. Me la coloque y corrí en dirección a la oficina del profesor Snape, no sabía porque mi madre desea que fuera para allá, pero era seguro que el profesor Snape sabía algo.

Toque la puerta e ingrese a la sala, de lo que esperaba encontrarme, ver a mi madre en la oficina no era una de ellas. Estaba con una capa oscura y tenía su varita agarrada firmemente en su mano derecha, por si eso fuera poco el profesor Snape estaba inconsciente sentado en su silla con la cabeza apoyada en la mesa.

—¿Madre? —Le pregunte cerrando la puerta.

Las protecciones del colegio eran sorprendentes, nadie podía aparecer o desaparecer dentro de los terrenos del colegio. Y cuando los padres venían, las reuniones ocurrían en el despacho del director y ciertamente no en plena madrugada.

—Draco, felizmente viniste rápido, temí que te tomara más tiempo venir. —Dijo Narcisa abrazando a su hijo.

—¿Madre que pasa? ¿Qué le paso a mi padrino? —Pregunto Draco zafándose de los brazos de su madre.

—No tenemos mucho tiempo, necesitamos irnos ahora mismo. —Narcisa hablo apretando su aún más su varita.

—¿Por qué? Mañana tengo clases. —Hablo Draco.

No era que le preocuparan las clases, pero todavía no acaba de asimilar todo lo que estaba pasando ahora mismo. No había nadie más, así que su madre debió de atacar a su padrino y dejarlo inconsciente, por lo menos eso espera que fuera la razón de su actual estado.

—Tu padre trato de recuperar un profecía del ministerio de magia hoy día, fallo en su misión y ahora mismo debe de estar siendo enviado a Azkaban probablemente acusado de ser un mortífago. —Narcisa dejo de caminar por la habitación y se concentró en su hijo. —El señor Oscuro en persona le encargo a tu padre esa profecía, todo el mundo sabe que solo la muerte o un destino peor puede esperarle a los que le fallan.

—Ahí fue Potter cuando dejo el colegio, es su culpa que mi padre fallara en su misión. —Draco dijo molesto.

Potter y su compañía lo único que hacen es arruinarlo todo, cuando Potter muera todo será como debió ser.

—Potter no importa ahora, si nos quedamos el Señor Oscuro va a castigarnos, lo mejor es desaparecer. Ya tengo dispuesto todo para que ni el ministerio o cualquier mortífago pueda encontrarnos, solo debemos darnos prisa, no queremos que alguien sepa que nos vamos. —Termino de hablar Narcisa con prisa.

—No vamos a huir, los sangres pura somos superiores y solamente quedándonos al lado del Señor Oscuro vamos a ocupar el lugar que nos corresponde. —Hablo Draco con soberbía.

—El Señor Oscuro es un mestizo lunático que lo único que va a conseguir es hundirnos a todos, si no quedamos vamos terminar en Azkaban o muertos por su propia mano. —Grito Narcisa.

La puerta del despacho de abrió haciendo que Pansy cayera al suelo, dejando ver a Blaise y Theo parados, dejando más que claro que habían estado espiando la conversación que madre e hijo tenían.

—¿El señor Oscuro es un mestizo? —Pregunto Pansy sorprendida aún en el piso.

Narcisa movió su varita haciendo que Theo y Blaise entraran a la oficina y cerrando la puerta estaba vez con llave. Lo último que necesita que más personas aparecieran para espiarla.

—Gracias Pansy por descubrirnos. —Dijo Theo con su varita en la mano.

—Ninguno de ustedes deberían estar acá, si alguien los descubre estarían en muchos problemas. —Hablo Narcisa molesta. Al menos que el horario de clases hubiera cambio significativamente desde que estuvo en Hogwarts, tal vez no tenía hasta el amanecer para hacer todo lo que tenía que hacer.

—¿Sra. Malfoy asesino al profesor Snape? —Pregunto Blaise tocando con su varita el hombro del profesor.

—¿Quiénes estuvieron en el ataque del ministerio? —Pregunto Theo.

Theodore Nott, hijo único de Alberth Nott. Seguidor de Voldemort y creyente de la pureza de la sangre. Un tipo brusco y bastante desagradable con las mujeres.

—Tu padre participo, pero no sé si fue atrapado o escapo; como fuera, tal vez también debas de buscar un lugar donde esconderte. Nunca se saber cómo reaccionar el señor Oscuro.

—Supongo que no voy a tener que preocuparme por los exámenes ahora. —Dijo Theo cruzándose de brazos.

—¿Vas a irte? —Dijo Pansy mirando a Theo desconcertada.

—El estatus de sangre no es algo que me preocupe, como mi padre hace. El introducir sangre nueva siempre es bueno, el mayor número de squib es de los que pertenecen a los sagrados veintiocho. Sin ánimos de ofender, pero podemos tomar como ejemplo al señor oscuro. Uno de los magos más poderosos del mundo, y es un mestizo. —Hablo Theo moviendo su varita de un lado a otro.

—Guau, varios podrían considerarte un traidor a la sangre solamente por ello. —Dijo Blaise.

—Basta, Draco debemos de irnos. —Dijo Narcisa.

¿Irse? Draco todavía seguía sorprendido, si padre estaba preso era por culpa de Potter, y si me iba no iba a poder cobrármelas todas las que Potter y sus amigos me habían hecho. Draco no quería irse, para ser exactos, lo que más deseaba era ayudar al Señor Oscuro a limpiar este mundo.

—¿El señor Oscuro es en verdad un mestizo? —Pregunto Draco.

—Sí, aunque no quede nadie vivo que puede testificar como tal. —Dijo Narcisa.

—¿Entonces porque mi padre lo sigue? La pureza de sangre es importante. —Dijo Draco confundido.

—Faltan pocas horas para que amanezca, sería malo que alguien supiera de lo que estaba pasando acá, o que el profesor Snape despierte. Dudo que vaya a estar de muy buen humor. —Dijo Blaise.

—Sra. Malfoy me gustaría irme con usted, es obvio que sabe cómo burlar las protecciones del colegio sin alertar a nadie. —Dijo Theo guardando la varita.

—Por supuesto, podrías quedarte con nosotros, siempre es bueno tener una varita más a la mano. —Hablo Narcisa.

Draco estaba sin palabras, su mejor amigo ya estaba haciendo planes para dejar el colegio y parecía estar tomando toda la situación con demasiada calma. Theo no era un cobarde, sabía pelear muy bien, pero como el mismo decía, sabía mucho mejor que peleas era mejor evitarlas.

El estatus de sangre era importante, pero la idea de por si era contradictoria sin un mestizo quería iniciar una guerra, que iba a ponerlo a él por encima de los sangre pura. Tía Bella ya se había encargado de ilustrar con detalle lo que le hacían a los muggles que atrapaban y dicho trato no se diferencia mucho a lo que les pasaba a los traidores que castigaban.

—Madre si escapamos tía Bella va a buscarnos. —Dijo Draco.

—Tu padre es el único que tiene la marca tenebrosa, puedes buscarnos, pero es imposible que puedan encontrarnos. —Dijo Narcisa hablando con tal seguridad, que a Draco le dio curiosidad preguntar ¿Cuánto tiempo llevaba planeando traicionar al señor Oscuro?

—Está bien, solo debo recoger algunas cosas. —Dijo Draco.

—Tienen veinte minutos, sería realmente muy malo que Snape despertara antes de que nos fuéramos.

Eso fue todo lo que necesitaron para que Draco y Theo salieran del despacho corriendo para recoger sus cosas, provocando que Pansy y Blaise se quedaron solos con Narcisa Malfoy en la oficina.

Pansy Parkinson conocía a Narcisa Malfoy desde niña, incluso ella fue su madrina, ella le tenía un miedo saludable a la mujer que admiraba, pero ahora después de admitir haber hechizado a su profesor y decir que el señor Oscuro es un mestizo, y admitir que pensaba dejar a su esposo; estaba preso en Azkaban así que no iba a enterarse; y desertar del lado del señor Oscuro; todos los mortífagos iban a verlo así; ella pensó que prefería correr suerte con Filch.

Blaise Zabini vio como Pansy salió de la oficina, presumiblemente detrás de Theo y Draco, o huyendo de la Sra. Malfoy. Blaise no podía culparles por ello, pero eso lo deja a él en una posición algo delicada. Aunque había sido amigo de Draco desde hace cinco años, esta era la primera vez que veía a la madre de Draco y la situación era bastante tensa.

—No habido una presentación oficial, pero es un placer conocerla Sra. Malfoy. —Dijo Blaise haciendo una venia.

—Se quién eres Blaise Zabini, Draco me ha hablado de ti. Aunque seas uno de los amigos de mi hijo, me temo que a ti y a Pansy voy a tener que hacerles un encanto desmemorizador antes de irnos. —Hablo Narcisa.

Empezaba a tener mucho sentido porque Pansy había decidió irse, bueno iba a tener que evitar quedarme a solas con Narcisa Malfoy de nuevo, claro, si es que no termino con ese hechizo y olvido todo esto.

—Crabbe y Goyle están en la enfermería esta noche, supongo que mañana cuando todo el mundo se despierte y vean que Draco y Theo no están, y se llevaron su cosas, van a interrogarme. Lo malo va a ser que van a llamar a mi madre, y ella odia cuando le interrumpen en su luna de miel. —Realmente no estaba esperando ver a mi madre tan pronto.

—Oh, es cierto. Tú madre se acaba de casar hace poco con alguien de la familia Sayre.

—Sí, su matrimonio número siete. Realmente ya perdía la cuenta, no sé cuánto tiempo le dure este matrimonio. —El Sr. Sayre parecía buena gente, ojala no termine como los otros esposos de mi madre.

Aunque teniendo en cuenta la reputación de su madre, no sé cómo este hombre acepto casarse con mi madre. En fin, no podía negar que mi madre tiene un poder de convencimiento increíble. El Señor Oscuro realmente debería de haber considerado tratar de reclutarla.

—¿Qué tan molesto cree que los mortífagos estén con la huida de Theo y Draco? —El colegio ya estaba por acabar, tal vez yo también deba de terminar escondiéndome.

—Lamento causarte problemas, tal vez deberías de pasar las vacaciones lejos de Londres, Lucius no puede hacer nada, pero dudo que el Sr. Nott tome bien que su heredero desaparezca. Trata de averiguar que paso con él, lo mejor es ser precavido. —El Sr. Nott no parece ser una persona muy amable, este realmente parece no ser nuestro día.

Los únicos que no van a terminar en problemas es Crabbe y Goyle, y todo porque tuvieron la suerte de recibir una maldición de mini Weasly y Longbottom. Supongo que no tengo muchas opciones después de todo.

—Voy a buscar a Pansy, sería malo que Filch la atrapara, ya regreso Sra Malfoy. —Dijo Blaise saliendo de la sala.

Ten diez minutos así que necesitado, Blaise se lanzó a sí mismo un encanto desenrollador, él chico ya estaba rompiendo bastantes reglas como para que Filch lo encontrara ahora mismo. Dudaba que Dumbledore le permita regresar, si es que puede hacer en algún momento, si hechizada a Filch.