Hola, otra vez, soy Melody Shadow, ¿os acordáis de mí? Hace dos días que asesine a mis compañeros y mis padres se mataron entre ellos, los policías al llegar a mi casa y encontrar todo calcinado pensaron que había sido un robo que había salido mal y al final lo quemaron todo por ocultar pruebas; cuando encontraron los cuerpos de Alejandro y Óscar no le dieron muchas vueltas, al ver sus niveles de alcohol en sangre pensaron que habían tenido una pelea borrachos y los mataron; los dos casos os habían tomado como casos aislados que ocurrieron el mismo día; ellos creen que morí en el incendio, por eso nadie sospecha de mí, ahora mismo lo estoy pasando mal.
Voy caminando por las calles, escondiéndome entre los rincones más oscuros o los callejones, como de las tiendas que dejan la comida fuera exponiéndola y mientras están distraídos consigo robar algo, es otra de las cosas que aprendí de Aron "como robar sin que te vean" en cierta manera fue mi maestro para la defensa personal, el manejo de armas, el robo, la puntería… Vale, me enseñó todo lo malvado; no duermo, es extraño, el primer día sentí cansancio y dormí en la calle escondida, pero hoy ya no tengo la sensación de estar exhausta, es como si de repente esa sensación se hubiera salido de mi cuerpo de repente, extraño…
El hambre está presente, mi estómago ruge como si hubiera un león dentro y tengo ganas de hacer pis, me suelo poner detrás de algún contenedor y algún rincón para hacer mis necesidades, está amaneciendo, ¿tan rápido paso el segundo día?
Ya es de noche, he estado de vuelta rondando por las calles, sigue siendo extraño, esta noche me siento acogida por la oscuridad, es extraño; empieza a hacer frío, siento el aire azotar mi cabello, mis mejillas empiezan a sentirse frías y mi nariz también, algo en mi interior me hace avanzar hasta una casa; allí está entrando una pareja me muevo rápida y pongo el pie antes de que la puerta se cierra, es extraño no se están dando cuenta de mi presencia, cierro la puerta con delicadeza y empiezo a caminar detrás de ellos; los dos se van a su cuarto, los veo quedarse dormidos, algo en mí se activa, aunque no me hayan hecho nada quiero matarlos a los dos, quiero clavar mi navaja y sentir sus gritos de terror, quizás ahorque a la mujer con una de mis cadenas y al hombre le haga verlo y luego lo mate, sonrió, ese impulso es más fuerte, poco a poco mis pies me dirigen a la habitación, los miro desde el umbral de la puerta, están profundamente dormidos, me acerco poco a poco; ellos están tranquilos con una expresión tranquila en los rostros; me acerco a la mujer y desato la cadena de mi muñeca izquierda, le levanto la cabeza suavemente y pongo la cadena alrededor de su cuello, segundos después empiezo a apretar la cadena, la mujer abré los ojos de golpe, intenta zafarse pero estoy encima de ella con una sonrisa, me mira con horror mientras dirige sus manos a su cuello, demasiado tarde, no puede llegar a hacer nada, ya está muerta, deja de respirar y quito la cadena poco a poco, bajo de la cama, y veo como su pareja la abraza sin saber que está durmiendo con una muerta, veo una cadena parecida a la mía en una cajita, es un collar, quito la joya del collar y coloco la cadena cerca del hombre, me voy a la habitación de al lado, un cuarto de invitados, me tumbo y me dejo llevar por los brazos de Morfeo.
Despierto, ya está amaneciendo, solo he dormido varias horas pero para mí han sido como dos días de sueño, me levanto de esa cama y coloco bien todo, parece que nunca allá estado allí, el sol hace contacto con mi ropa y siento como si me molestara, ignoro eso y bajo a la cocina, me doy la satisfacción de coger una mochila pequeña y poner algo de comida, unos bocadillos y una botella de agua, tiro todo a la basura pero vuelvo a subir al cuarto dejando restos de comida al lado del hombre para simular que fue él quien se comió la comida, abandono la casa por la salida de atrás para que nadie me vea, pronto estará en el periódico, ya me lo veo, "hombre asesina a su pareja por razones desconocidas", en mi mente sigue la expresión de horror de la chica, me hace sonreír.
Ha vuelto a caer la noche, siento que la oscuridad me reconforta, no he llegado a comer mucho, la mitad del primer bocadillo de tres y un trago de agua, tampoco tengo la sensación de querer hacer mis necesidades, cada día todo se vuelve más extraño.
Siento un frio cerca de mí, aunque no esté haciendo viento ni nada de repente siento frio, ahora me arrepiento de haberme puesto una falda/pantalón y unas medias en vez de unos buenos vaqueros, ¿los creepypastas tendrían frio? ¿Pero qué locura estoy diciendo? Los creepypastas por mucho que los lea/admire no son reales, me apoyo contra una pared, miro el cielo, no hay estrellas visibles, solo tres o cuatro, ¿ahora donde iré? Podría asaltar otras casas hasta encontrar otra ropa e irme a otra ciudad como una huérfana o algo por el estilo, pero asaltar muchas casas hasta encontrar ropa de mi talla sería jugar con la suerte, estos primeros días son duros, imagínate los demás… Suspiré cansada, al final lo haré todo sobre la marcha y listo si eso luego me tocaría ir a un correccional y para fuera, seguí caminando, aunque llevara aquellas botas con un pequeño tacón no sentía dolor en mis pies, otra cosa más que apuntar a las cosas de la lista de "cosas extrañas que me están pasando", ¿lo siguiente que será? ¿Ver unicornios, perseguir elfos para que me lleven al polo norte y me den el secreto de los arco iris? Vale, esto debe ser la falta de sueño, si un día llego a dormir todo el día seguro que me viene todo esto a la vez.
Ya ha pasado una semana, nueve días, desde el día clave, cada día que ha transcurrido ha sido más extraño para mí, siento que la oscuridad cada día es más acogedora y quiero estar envuelta por ella, la luz cada día la odio más, es como si fuera un repelente, me suelo dejar guiar por mis pasos, ya no me preocupo por lo que va a pasar solo quiero seguir matando, ver las expresiones de horror y miedo en las personas que asesino, ver ese líquido rojo de sabor metálico al que llamamos sangre descender de sus cuerpos, oír sus gritos, sus suplicas, sus rezos para que se apiaden de su alma, me estoy volviendo adicta a esto y no puedo contenerme, sin darme cuenta el hambre se ha ido desvaneciendo poco a poco, también el sueño, el dolor, el frío o el calor.
Hay días que mis pies me dirigen a edificios abandonados, a solares, a hospitales, a parques, a jugueterías… Hoy me he dirigido al bosque, esta oscuro, no hay muchas luces iluminando alrededor, el bosque se ve lúgubre, me gusta; entro dentro del bosque tranquila, sé que no me va a pasar nada, se defenderme, mis pasos son tranquilos, a veces tengo que apartar una rama, para que no me dé, o intentar no tropezarme con una raíz que sobresale de la tierra y también estaba atenta de los animales, no vaya a ser que me intente morder un animal salvaje, poco probabilidad hay, pero mejor estar atenta, acabo enfrente de un lado, el lago es de agua cristalina, y hay unas piedras separadas y una más grande en el centro, la luna iluminaba el lago, la hierba alrededor era verde, parecía un lugar mágico en medio de un páramo oscuro, la iluminación de la luna me atraía, mis pasos no fueron muchos, miré mi reflejo en el lago, algo en mi había cambiado, no sabía el que pero algo había cambiado, ¿mi pelo? ¿Mis ojos? No, nada de eso había cambiado, una cosa más a la lista; miré una piedra cercana de tamaño mediano, con un paso llegaba, lo hice y me paré en ella, una extraña fuerza me atraía en dirección al centro, tuve que dar un pequeño salto para llegar a la segunda piedra, miré la distancia entre la piedra que estaba y la siguiente antes de llegar a la piedra en el centro del lago, la siguiente tenía una forma más irregular y estaba a más distancia, tuve que dar un salto y casi pierdo el equilibrio, puse los brazos en un intento de conseguir equilibrio y gracias a lo que sea que haya allí arriba no conseguí caerme, vi la última piedra, respiré y me arme de valor para saltar a la última piedra, al llegar me di cuenta de que podía sentarme en esa piedra, me senté como un indio y la luz de la luna me iluminó completamente, me vi las medias, ya me había hecho varias carreras en ellas, miré al frente, me sentía agusto con la luz de la luna, en aquel lago con la oscuridad, me daba una sensación de paz, de tranquilidad… Cerré los ojos y de repente todo se volvió oscuro…
