Bueno primero que nada me tengo que disculpar, sé que tengo el otro fic sin terminar y ando subiendo este, pero es que tenía la idea en mente y debía escribirla (sobre todo después de perderme en mi imaginación con estos dos); además en un principio se me fue la inspiración, luego tuve muchas cosas q hacer de la escuela (q por ciertos inconvenientes en mi país, han suspendido muchos días de clases... y nosotros los estudiantes tenemos que recuperar las clases y evaluaciones en menor tiempo) y también, para rematar , a la final no sabía muy bien como continuar, pero ahora tengo algunas ideas (y recupere algo el hilo de por donde quería ir con el fic)
Nuevamente pido disculpas u.u sinceramente odio q me hagan esto cuando leo una historia y nunca la terminan... yo tratare de terminarla! (mi orgullo no me permite dejarla así... por más tiempo )
Bueno ahora sí, sin más distracciones les dejo el fic
Capitulo 1
Encuentro
Desde que desperté hoy en la mañana tuve un presentimiento. No sabía decir si era malo o bueno pero, justo después de abrir mis ojos, un escalofrió recorrió mi cuerpo a la vez que, sin razón, mi corazón se llenaba de emoción y comenzaba a latir rápidamente.
Pero ahora sí creo… que era uno malo.
Después de pasar otro día tranquilo en la mansión, la mayor parte del tiempo en la biblioteca leyendo este libro que curiosamente llamo mi atención luego de caérseme de uno de los estantes repentinamente mientras buscaba alguno para entretenerme, y el cual trataba sobre todo lo relacionado con respecto a unas creaturas de mitos llamadas vampiros, comenzó a llover después de un rato de que el sol se ocultase.
Mientras yo seguía con mi entretenida y curiosa lectura sobre esos sádicos seres, la lluvia tampoco cesaba y poco a poco iba aumentando. Eso no me incomodaba, al contrario me gustaba el sonido de la lluvia al caer, pero después de que hiciese acto de presencia un estruendoso trueno las luces se apagaron, sumergiéndome en la oscuridad, esa a la cual tanto le temo. Tan rápido como se oscureció me invadió el miedo, pero me tranquilice un poco después de encender la linterna que siempre llevo conmigo, sobre todo cuando es de noche, preparada especialmente para este tipo de casos.
Trato de permanecer en calma mientras me acurruco en el mullido sillón en el cual antes leía, al lado de una mesita con una lámpara. Ya era muy tarde, seguro Tsunade y los sirvientes estaban durmiendo, así que me dedique a esperar a que la luz volviese. Espere un rato pero no había señal de que volvería, así que consigo animarme un poco para ir a mi habitación, guiando mi camino con la pequeña luz de la linterna y agarrando fuertemente el libro que aun no termino de leer cuando, justamente empezaba a subir las elegantes escaleras del salón principal, el repentino sonido de que algo choco contra la puerta de entrada detuvo mi andar. Me estremecí por completo, y después de un par de segundos, lentamente consigo voltearme, quedando de frente pero a unos cuantos metros de distancia de la puerta principal. Más terror me invadió cuando se volvieron a escuchar un par de golpes tras de ella. Iba a ignorarlo, seguramente era producido por mi imaginación porque ¡nadie podía venir de visita a estas horas de la noche y encima con aquel chaparrón de agua que llovía! Además de que nadie solía visitarme. También surco por mi mente la idea de que fuese alguien en busca de refugio por la lluvia, pero nadie vivía a menos de 20 kilómetros de la mansión, así que no podía ser. Se volvió a escuchar un ruido tras de ella, así que me dirijo hacia la puerta pensando en que quizá fuese una rama o algo que chocaba debido al viento contra la puerta.
-Seguro solo es una inofensiva rama atorada Sakura, solo eso –me decía en camino para quitar lo que fuese que hiciese ese sonido que acababa con mis nervios.
Ya estaba delante de ella y lentamente agarro y giro el picaporte cuando justamente antes de abrirla, me recorre de nuevo aquel extraño escalofrió de esta mañana. Grande fue mi sorpresa al encontrarme en la entrada a un hombre de tez blanca tirado en el piso, empapado y con la ropa mancada de sangre debido a las heridas que tenia, y más aun debido a una grande que resaltaba entre las costillas, aun abierta y sangrante.
-¡Señor! ¿Qué le paso? –Pregunte mientras trataba de socorrerlo, pero el solo me sujeto del hombro y me miro directamente a los ojos, con unos orbes negros y profundos, antes de desplomarse en mis brazos - ¡Oh Dios! ¿Señor?
Como pude lo trasladé, haciendo un gran esfuerzo para arrastrarlo hasta adentro de la morada para que por lo menos no se mojara, y luego de recostarlo en el piso, corrí rápidamente hasta la habitación de Shizune.
-¡Shizune! Por favor despierta, necesito que me ayudes con algo –la levante apenas entre.
-¿Qué sucede señorita Sakura? –pregunta mi sirvienta adormilada mientras la llevo conmigo hasta la entrada.
-Lo he encontrado afuera en este estado, está muy herido, ayúdame a llevarlo a mi habitación –le pido cuando llegamos a la entrada de la mansión. La pelinegra se sorprende al ver el estado en que se encontraba el hombre, así que sin pensarlo dos veces, entre las dos lo cargamos cuidadosamente.
Después de acostarlo sobre mi cama le pedí a Shizune que me trajera unas vendas y toallas, junto con algunos implementos para desinfectarle y curarle las heridas al lesionado. Le quite el chaleco y la camisa para poder atender de inmediato la herida mayor. Milagrosamente, lo que fuese que le causo esa herida, no había alcanzado a dañar ningún órgano interno de su cuerpo, así que estaría fuera de peligro en cuanto me encargara de la hemorragia. Hice presión para evitar que se desangrara mientras llegaba Shizune con las cosas que le pedi y no pude evitar notar detalladamente el bien formado torso de mi paciente. No era ni exagerado lleno de músculos ni tampoco fofo, era algo perfecto término medio. Me reprendí mentalmente por mis pensamientos al volver Shizune, no debía estar pensando en eso con tan solo 12 años y menos en un momento como este.
Después de pasar cerca de dos horas tratándolo, desinfectando y vendando las heridas, Shizune se retiro para retomar el sueño mientras yo me quedo arrodillada a un lado de la cama, apoyando mis brazos sobre esta y observando la tenue respiración de mi paciente. Era un hombre muy apuesto, alto, de piel nívea, pelinegro con reflejos azulados y con unos penetrantes ojos negros. Había perdido mucha sangre pero ahora estaba estable.
-Me pregunto qué le habrá pasado –susurre como si estuviera charlando con él, mientras pensaba de donde vendría y cuál sería su nombre -… lo que haya sido, déjeme asegurarle que ya se encuentra mejor, y seguramente se recuperará rápido –le explico como si fuese una doctora con experiencia- tuvo mucha suerte, así que puede informarle a sus padres y amigos que no se preocupen… -sigo interpretando mi papel, cuando esas mismas palabras que digo me llenan de nostalgia-… ¿usted tiene amigos, verdad?, seguro que si… yo hace tiempo tuve un amigo… mi mejor y único amigo –lo recuerdo tristemente –pero un día, después de que el médico le diese los resultados del análisis de mi… condición, a mis tíos, me mudé de Londres para estar mejor aquí en Japón… y no lo he vuelto a ver desde entonces –termino de contarle lo sucedido pero me doy cuenta que los hechos sonaban casi trágicos –aunque aquí están Shizune y Tsunade-sama, y siempre me cuidan –trato de pensar en lo bueno- … pero con ellas no puedo pasar todo el tiempo, tienen sus cosas que hacer… -me detengo recordando mi día a día en la mansión, cada uno de ellos tan solitario y monótono como el anterior -… ¡ah! Por cierto, disculpe que no me haya presentado, me llamo Sakura, ha sido un gusto conocerlo señor… -le sonrío, como si en verdad me estuviera prestando atención, pero luego de un par de segundos recuesto mi cabeza sobre la cama ya presa del sueño- … a usted, ¿le gustaría ser mi amigo? –le pregunto antes de caer dormida, después de observar nuevamente como la luz de la lámpara iluminaba el rostro de aquel durmiente joven azabache.
Abrió los ojos a la mañana siguiente encontrándose mucho mejor de sus heridas, ya casi sin sentir algún ápice de lesión y, después de apreciar los vendajes de su cuerpo, se encuentra con el perfil, yaciente sobre su brazo derecho, de su salvadora, quien al parecer, según recordaba haber escuchado aquel monologo de anoche, resultaba ser una pequeña niña solitaria… que le recordaba a su infancia.
Giró la cabeza para observarla con mayor detenimiento, debió haber quedado realmente exhausta luego de su labor en él, ya que se había quedado dormida a su lado aun estando toda cubierta con su sangre, lo cual le daba realmente un aspecto apetecible, sin hacer de menos aquella fragancia, semejante a cerezos, que emanaba de ella… y lo tentaba a morderla.
Seguía en sus pensamientos cuando repentinamente la pequeña pelirrosa empieza a moverse un poco y se despierta, justamente encontrándose con su mirada. Ella rápidamente se sonroja al notar que se había quedado dormida y se levanta.
-¡Disculpe! Ni me di cuenta cuando me dormí… y-yo, lo siento mucho –se disculpa nerviosa y cabizbaja.
-Si tengo que disculparte por haber cuidado de mí y haberme brindado refugio en medio de aquel diluvio… estas disculpada –no puede evitar comentar con arrogancia.
-¡Y-yo!... –iba a reclamar pero solo logra defenderse haciendo un puchero y cruzándose de brazos mientras desvía su mirada, reacción que le hace gracia al pelinegro -… ¿Qué tal se siente? Al parecer sus heridas están sanando más rápido de lo que pensé que lo harían –se resigna a voltearse a preguntarle, aun preocupada por el estado de su paciente.
-Bien… aunque no era necesario utilizar todos estos vendajes para cubrir mis heridas –asegura despreocupadamente con una expresión serena –no estaba tan grave, solo necesitaba un refugio en donde ocultarme.
-¿¡Que no eran graves! ¡Se hubiera desangrado si no lo atendía señor! –exclamaba la menor alterada por la desfachatez y falta de prudencia y conciencia del pelinegro.
-Mis heridas no eran tan graves… y si lo eran, ¿Cómo explicas que estén cicatrizando así de rápido? –le pregunta mientras se empieza a quitar las vendas de su torso para mostrarle que él no se equivocaba.
Sakura estaba anonadada. Por una parte se sorprendía que fuese cierto que sus heridas ya estuviesen sanadas, recordando en el mal estado que estaban la noche anterior, y por otro lado, ver como ese hombre tan apuesto se quitaba lentamente el vendaje de su cuerpo acababa con sus nervios.
-¡Ok! ¡Ok! ¡Le creo! ¡Pero cúbrase con algo! –se gira nuevamente alarmada, pero esta vez completamente sonrojada, tanto por lo que presenció como por sus pensamientos.
El otro se levanta de la cama, sin hacerle caso, mientras que la pelirrosa se voltea creyendo que se había tapado con las sabanas. Antes de que dijese otra palabra al volverlo a ver, rápidamente le tapa la boca y ambos se observan cercanamente, los oscuros y profundos ojos azabaches de él vs los curiosos y sorprendidos jades de ella.
-Y otra cosa… -le susurra peligrosamente –yo también tengo nombre Sa-ku-ra, soy Uchiha Sasuke –termina de forma seductora.
-… tu… estabas despierto ayer en la noche –afirma más para ella misma, mientras sus mejillas se tiñen aun más de rojo y su pulso se acelera. Sasuke que no pasa por desapercibido las reacciones de la joven, empieza a ceder ante sus instintos, haciendo que la pequeña notase sus ansias cuando observa que sus ojos negros se vuelven rojos –eres un... –iba a afirmar la aludida, pero se ve interrumpida por un rápido movimiento del pelinegro, alejándose al notar el reflejo de sus ojos deseosos en los fascinados de ella.
De la conmoción, a Sakura le fallan las piernas, y cae de rodillas al piso sin poder contener su acelerada respiración.
Sasuke simplemente no se pudo contener ante sus instintos, había perdido mucha sangre, recién se había recuperado de sus heridas, y se hallaba un suculento bocadillo, fácil y a su alcance… ¡resultaba difícil no caer en la tentación! Pero por suerte su buen autocontrol predominó y pudo evitar lastimar a quien lo había ayudado.
Ahora la observaba detenidamente, cada vez la veía más apetecible: su agitada respiración, su acelerado pulso, sus mejillas sonrojadas, sus ojos aun sorprendidos, sus labios entreabiertos… - espera… ¿¡sus ojos y labios que tenían que ver con mi apetito de cazador! –surcó esa idea en su cabeza. –Lo que has visto… -iba a explicarse pero se detiene cuando ella inesperadamente se levanta, busca algo rápidamente en una mesita de la habitación para volver ante él y mostrarle su muñeca.
-Sé lo que eres, y sé lo que necesitas –susurro –… y no te preocupes, guardare tu secreto –le sonríe tiernamente -… pero tienes hambre, ¿verdad? –Le pregunto acercado una tijera a su muñeca y sin temor.
-¿Sabes lo que estás diciendo? –le pregunta con su seriedad imperturbable deteniéndola – te mataré si no puedo parar de beber tu sangre… -le advierte –mi sed puede ser incontrolable.
-Entonces mátame –le sonríe.
-Que no voy a matarte –se niega algo confundido por la expresión de ella.
- Me mataras –asegura sin cambiar su facción divertida –al parecer no te gusta perder, así que demuéstrame que estoy equivocada –le acerca más su muñeca a la cara.
-Al parecer tú no cambiaras de idea –se resigna, cambiando al final su seriedad por una sonrisa orgullosa cuando ella niega con la cabeza.
Le agarra de la mano, como todo un caballero, y lentamente se la acerca al rostro, pero la pellirrosa se sorprende al ver que no se detiene cuando su labios están a su alcance y la pasa a detrás de su cabeza, aun sosteniéndola firmemente. Más se sorprende al descubrir que su objetivo no era su muñeca sino su cuello, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse de su decisión, él ya la había mordido.
¿Creen que vivirá? ¿Creen que morirá? ¿Quieren que lo continúe… o lo dejo así como One-shot? Tenía planeado continuarlo pero una amiga lo leyó y pensó que era un one-shot … ya tengo varias ideas para continuarlo, pero todo depende de ustedes jeje :D asi que coméntenme si les gusto, no les gusto, si le falta algo, si la continúo … etc, etc . aprecio lo que sea, hasta las criticas (si son escritas de buena manera y de carácter no ofensivo, despreciativo ni denigrante hacia mi… se puede decir de todo, ¡pero de buena manera! )
Igualmente gracias por haber leído este fic :), sin importar si lo comentaste o no (aunque claro q me gustaría que lo hicieras)
