Roselandia. ¡Hola lectores! Pues esta es una de mis creaciones, como ya sabrán soy Roseland en otro foro donde también publique esta historia, no sé realmente que sea pero espero les guste. Un beso y gracias por tomarse su tiempo, acepto reviews.
Esperando
La hierba bajo su pie era golpeada constantemente, mientras él no se daba cuenta de que su extremidad se movía de arriba a abajo con desesperación. Estaba al borde de un colapso de pura ira ¡Como se atrevía a haberle mentido!
Bueno… la verdad ella no le había dicho en que momento iba a volver… solo dijo 'tres días' y admitía que de seguro él era el apresurado y Kagome estuviera en esa cosa llamada instituto aún.
Pero, Inuyasha prefería irse por el lado de su enorme orgullo, en vez de tragárselo, así que Kagome era la que estaba retardada porque quería y nada más. Punto.
Siguió en su tarea de pisar fastidiosamente la hierba, sus brazos estaban dentro de sus mangas y su mirada denotaba tanto fastidio como la mueca en su cara. Sacó una de sus garras para rascarse la nariz con molestia.
No supo en que momento el golpeteo que mantenía contra el suelo cesó, y se encontraba ya en el borde del pozo, mirando atentamente el oscuro fondo con sus tiernas orejas girando atentas hacia cualquier ruido.
Una luz y una corriente de aire llegaron desde el fondo del viejo y mugriento pozo, llenando sus fosas nasales con aquel dulce aroma tan común y ahora se daba cuenta, necesario, para mantenerlo en calma.
"¿Inuyasha?" preguntó Kagome alzando su chocolate mirada, alzó su brazo cuando vio como el hanyou sobre ella le extendía la mano, tomándola desde la muñeca y alzándola con cuidado hacia arriba.
Inuyasha soltó su muñeca en seguida que la vio a salvo en el suelo, quitando la recién notada amarilla mochila del hombro de Kagome. Ella sonrió ante el gesto en cuanto él se daba la vuelta.
Kagome sonrió "¿Estabas esperándome?"
Un sonrojo se extendió por las mejillas del hanyou luego de haber escuchado la pregunta. Volvió la vista al frente totalmente tenso. ¿El la había estado esperando? Realmente… siempre lo hacia…
"¡Por supuesto! ¡Dijiste que volverías hoy! Tenía que estar al pendiente para no perder más tiempo" respondió hastiado. Mientras el sonrojo se hacia más leve haciendo a sus pies empezar a caminar.
Las pequeñas manos de Kagome se cerraron entorno al brazo de Inuyasha, acurrucándose a su costado mientras le seguía el paso.
Inuyasha la miró aún con aquel tierno sonrojo en sus mejillas, con clara cara de impresión. Pero todo se esfumó cuando vio como ella parecía sentirse bien a su lado, haciendo a sus facciones suavizarse hasta sacarle una sonrisa.
Después de todo… el coraje que sintió y su ataque de nervios… se habían esfumado.
