Los personajes pertenecen a la grandiosa stephenie excepto algunos que yo invente :P disfrutenlo y por favor sean tolerantes (A) soy primeriza.

Riñas

No entendía por qué mi madre siempre ponía tanto problema para salir con Jacob, mi padre nunca lo hacía pero algo le molestaba a mi madre, siempre se disgustaba cuando me veía a Jacob y a mi juntos.

-¿Adónde vas?- pregunto mi madre de ojos dorados

-¿Adónde crees?- pregunte con sarcasmo, había peleado bastante con mi madre ese día

-Ya sabes que no me gusta…

-… que vaya a la push, si pero ¿me importa?

-Bella- dijo mi padre con voy aterciopelada- deja que vaya ya está bastante grande para salir sola

-Solo tiene dieciséis Edward- refunfuño

-Tu tenias diecisiete cuando te enamoraste de mi- junto su frente con la de mi madre y la beso.

-¡Hola! Estoy aquí no se besen enfrente de mi ¡por favor!

-Si lo sé Edward- repuso mi madre- pero no es lo mismo

- ¿Que ahora no vas aceptar las relaciones entre híbridos y licántropos pero si las entre vampiros y humanos?

-Naturalmente- dijo me madre y le beso de nuevo.

Carraspeé no estaba de humor para escenitas de amor entre mis padre que tenían solo dos años más que yo, bueno mi madre seis y mi padre cientocho pero igual tenían aspecto de dieciocho y diecisiete. Además gracias a ese estúpido don que había desarrollado no solo podía proyectar mis recuerdos si no que podía ver los de las personas mientras los pensaban, lo había descubierto hace pocos días, algo parecido a lo de mi padre lector de mentes, lo que no era muy bueno cuando se es adolecente ¿Por qué no habré sacado el don de mi madre? Yo solo me quería ir pitando de ahí para ir a ver a la razón de mi existencia, Jacob. Si sin duda el lo era y lo iba a ser siempre, el amor que yo sentía por él, era inigualable tal como el que él sentía por mi y creo que eso le preocupaba a mi madre.

-Claro que le preocupa- respondió mi padre, de nuevo hurgando en mis pensamientos. ¿No podía tener algo de privacidad?

-Creo que no- contesto de nuevo mi padre- la única que la tiene es tu madre.

-¿Me quieren explicar que está pasando?- pregunto mi madre molesta por nuestra conversación mental.

-Creo que es hora de que le cuentes la historia a Nessie- dijo mi progenitor con esa mirada que siempre hacía que mi madre se derritiera

Mi madre hizo una mueca pero asintió. Guay ahora me iba soltar un sermón de los buenos.

-Nessie acompáñame por favor- y se dirigió hacia la estancia donde se encontraba la chimenea, nos sentamos en las sillas q se encontraban cerca de ahí.

-Está bien mamá, suéltalo- dije, mientras más rápido hablara más rápido me iría y vería a Jacob.

-Cálmate hija- me dijo- Esta bien, tienes que entender que esto puede ser un poco fuerte para ti- hizo una mueca.

-¿Fuerte?- pregunte intrigada, mi madre sabia captar mi atención, éramos muy parecidas.

-Sí, escucha hace mucho tiempo antes de que tú nacieras cuando yo todavía era humana y antes de casarme con tu padre Jacob estaba… enamorado de mí.

Mentira.

-¡QUE! ¿Mi novio? , eso es una mentira, la más vil de todas.

-No no lo es – le dirigió una mueca a mi padre- te dije que no era buena idea.

- Tranquila no te puede hacer daño ni a ti ni a Jacob, no te preocupes- le beso en la coronilla y se dirigió hacia su habitación- llámame si me necesitas.

-Mamá continua- dije enfadada por lo que me acababa de contar.

-Está bien pero no te enfades con migo yo nunca supe de quien iba a quedar imprimado Jacob y nunca se me paso por la cabeza que iba a ser de ti.

-¿Y… tu… le… amabas también?- la pregunta me quemo la garganta y me causo repulsión.

Asintió. Me levante de mi asiento tome las llaves del auto y me dirigí hacia la puerta.

-¿Adónde vas?- preguntó

-A La Push -conteste- quiero oírlo de su propia boca.

Salí pitando de la casa hacia el coche y metí gas tan pronto como estuvo encendido, era un alivio que mi padre me haya regalado un coche tan veloz, en eso nos parecíamos mucho, a los dos nos gustaba la velocidad.

Tome el móvil y tecle los números rápidamente

-Amor- contesto Jacob.

-Necesito verte en la frontera tan pronto como puedas- le dije

-Sabes que tú eres bienvenida aquí, tú puedes cruzar la frontera- me dijo por enésima vez

-Si lo sé pero esta vez es muy importante, te veo ahí, apresúrate, adiós- se me partía el corazón al ser tan fría con el pero después de lo que me había contado mi madre era lo que menos podía hacer. ¿Cuándo, en toda la historia de las historias de amor existía un caso como este?

Llegue a la frontera en tan solo 15 minutos y ahí estaba el, esperándome recostado al borde de su golf color rojo con esa expresión que tanto amaba y ese brillo en los ojos que me derretía. Me baje de el auto y me dirigí hacia él con una expresión fría en el rostro.

-Te extrañe- me dijo y se acerco para besarme. Volví el rostro hacia el otro lado- ¿Qué ocurre?- dijo herido.

-¿Cuándo pretendías decirme que tu y mi madre tuvieron un amorío?- le restregué en la cara.

Se le pusieron los ojos como platos debido a la sorpresa.

-Te lo han contado ¿eh?-dijo con voz temblorosa.

-Si así parece- le dije indignada.

-Bueno fue hace mucho- dijo encogiéndose los hombros- mucho antes de que entraras en mi vida.

¿Qué cómo podía comportarse así en esta situación?

-¿esa es tu respuesta?-le dije, todavía no me lo podía creer.

-Sí, me sorprende que te comportes de una manera tan infantil, tú siempre has sido más madura que yo – dijo como si el asunto no tuviera importancia.

Seguí esperando.

-Está bien escucha, a la única conclusión a la que he llegado de porque amaba tanto a bella es que de ella ibas a salir tu que siempre vas a ser la única para mí.

¿Por qué no podía estar ni cinco minutos enfadada con él? Ni con todas las excusas del mundo podía evitarlo, el, lo era todo para mi, mi día y mi noche. Simplemente no podía, es que su voz, su ternura, la forma en la que me miraba era tan-no lograba encontrar la palabra exacta- desconcertante, esa iba bien, desconcertante.

Al final me rendí y cruce mis brazos por su cintura ocultando mi cara en su pecho.

-No te enfades mi amor, tú sabes que siempre vas a ser la única para mí.- dijo entre susurros.

Levante el rostro y le mire fijamente a los ojos y mira que era complicado eso porque bastante alto que era.

-¿Lo dices enserio?

-Pero claro. Como se te ocurre que te voy a estar mintiendo con algo así. Mira te voy a decir algo pero no te enfades.

-De acuerdo.

-A veces te pareces tanto a Bella-dijo con un tono de nostalgia en la voz

Suspire. La verdad es que no me molesto, ya que si él había amado a mi madre, que me pareciera a ella era algo bueno ¿o no?

Puso su mano bajo mi barbilla y me beso, ya que él me tocaba proyecte el recuerdo de nuestro primer beso.

Yo ya había crecido lo bastante como para sentir algún sentimiento por el ya que antes había sido como un hermano y después un amigo para mi, ese día fue a visitarme y me encontraba sola en casa seguramente mis padres andaban de caza.

-Hola Jake- le dije con una sonrisa forzada en el rostro y una risita nerviosa, no sabía cómo comportarme con el ahora que había descubierto este nuevo sentimiento.

-Hola- me dijo- hoy estás muy alegre ¿no es así?

-En realidad no lo había notado- mentí

-Ness necesito hablar algo serio contigo- me dijo aplicando su tono de alfa.

Eso me asusto, casi nunca usaba ese tono conmigo a no ser de que haya hecho algo malo como cuando tenía el aspecto de ocho años y estuve a punto de caerme por un barranco pero me limite a asentir y a seguirle hasta el sofá. Nos sentamos frente a frente y me tomo la mano, el corazón se me desboco pero no pareció importarle.

-Ness- me dijo un poco nervioso- bueno en realidad esto no es nada fácil para mí, en realidad no tengo idea de cómo empezar.

-Yo te diré como empezar- le dije y sin titubeos me acerque y le bese.

Si, la verdad es que era muy atrevido pero a estas alturas yo ya no daba más y teniéndolo ahí solo para mí era una invitación muy irresistible. Me devolvió el beso suavemente, tomando mi cabeza entre sus manos, pero luego sus manos recorrieron mi cintura y se quedaron allí. Después de tranquilizarse nuestros labios se encontraron un o dos veces más hasta que sentimos el ruido de la carrera de mis padres devuelta.

-Bueno, no sé que responder a eso- dijo entres risas mientras parecía ruborizarse.

-Lo siento si fui muy atrevida- dije roja como un tomate.

-No te avergüences por favor- dijo mientras me tomaba la cara entre sus manos y me miraba directamente a los ojos- No sabes cuánto tiempo he estado esperando este momento, debatiéndome si hacerlo por mi cuenta o esperarte.

¿El lo esperaba? No me lo podía creer.

-¿Enserio?- le dije con asombro.

-Pues claro- me dijo- Nessie tu eres lo más hermoso que hay en mi mundo.

Pero de repente paso por la mente de Jacob un recuerdo que nunca había visto, el de él y mi madre besándose en un especie de prado en un día con nieve pero con sol, los dos se besaban de manera imparable y nunca había visto tanta pasión en Jacob y eso que era su novia. Me vino un ataque de asco tremendo y aunque amaba a Jacob con todo mi corazón no podía sacar de mi cabeza la imagen de Jacob besando a mi madre. Puaj