Episodio 1 - Criaturas

P.O.V Betty

Genial, había pensado muy bien las cosas, necesitaba saber en donde estoy, que es todo esto, investigar.. Algo que me ayudara a tener de vuelta a la persona que siempre he querido, a la persona que necesito, sí, hablo de Simon Petrikov, el fue afectado por una Corona que le otorgo poderes de Hielo, y dejo de ser la persona que YO conocía, se convirtió en un loco, un desquiciado, me daba miedo, no era mi Simon Petrikov, hasta hace unas horas, que logro viajar en el tiempo, a cuando estaba completamente aterrada por su actitud, y me rescato, me llevo a donde estoy ahora.. La Tierra de Ooo...

-Simon, espérame.. Estaré pronto contigo. - Susurre mientras miraba al Otro Simon Petrikov, mejor conocido como el Rey Helado, me di la vuelta y me fui en aquella alfombra mágica, me sorprende mucho que haya aprendido a usarla ya que bien, en el mundo normal esto no era algo muy común. Quiero salvar a Simon, pero no se como hacerlo aquí, no tengo lo que necesito, no conozco a nadie.. ¿Sera pronto para comenzar a concocer a las criaturas de este "universo"?. Mi Mirada estaba al frente, pero me fue inevitable ver a un grupo de Malvaviscos caminando por el bosque, llevaban mochilas.. ¿Estarán de Excursión también?, Sin dudar, me acerque, detuve la alfombra frente a ellos, y me presente. - Hola, Soy Betty, Betty Grof, pueden llamarme Beth O solamente Betty.

-Hola señora.. - Decía saludando una de los Malvaviscos más pequeños.

-¡Clementine! No puedes saludar de esa manera a los desconocidos.. - Decía un Pequeño pero grande malvavisco con Lentes, era extraño ver a una Familia de Malvaviscos, era muy, pero muy extraño que podría vomitar en este mismo instante, pero ¿Para que?

-Lo siento, papi.. - Se escondio tras su padre.

-¿Puede moverse de lugar Señorita Grande? Estamos de Excursión por la Tierra de Ooo para la tarea de nuestros hijos. - Dijo el Padre Malvavisco caminando por entre mis piernas, y rodeandolas. Me agache para poder escucharlos y hablarles mejor..

-Miren, tal ves.. pueda acompañarlos, necesito explorar también.. ¿Podria? - Les Pregunte mientras trataba de sostenerme ya que estar agachada no era lo mejor que podía hacer.

-Como sea, pero por favor no nos distraiga.. - Continuarion caminando, camine tras ellos todo el tiempo, siempre estuve al pendiente de no pisarlos, ya que, eran muy pequeños, y un paso mio era como 10 de ellos.

-¡Hace mucho ruido! - Grito la mujer, al parecer la madre de los niños.

-Lo siento, es que... que tal si.. - Me subí a la alfombra voladora, y comenze a flotar a un lado de ellos..

-Mucho Mejor, Betty. - Dijo uno de los malvaviscos, al menos ya me llamaban por mi nombre y no como "Grandulona" o "Desconocida".

-Yo le dire Beth, sus pecas me encantan.. son taaan hermosas.. - Dijo la niña, con mi mano la levante, y la coloque en mi hombro.

-Pues tu eres muy linda Clementine.. ¿Asi te llamas verdad? - Le pregunte.

-Si, ese es mi nombre. ¡Oye Len a mi me levantaron y a ti no! - Le grito la pequeña a su hermano en modo de forma burlona, así que levante al niño también.

-Ooh, no es por ser grosero, pero.. ¿Podría levantarnos también? Estamos cansados y.. - Decía el Sr. Malvavisco.

-Claro que sí - Los tome y lo subí a la Alfombra, bien, al menos ya conocía a alguien y no me sentía tan sola.. Todo era perfecto por unos minutos, hasta que se hizo escuchar aquellos rugidos de lobos..

-Mami.. ¿Que es es? - Dijo temerosa la niña..

-Escucha, mira son solamente lobos, estamos sobre esto, que nos hará elevar muy lejos de aquí.. ¿Bien? - Le explique a los Malvaviscos quienes comenzaban a temblar, no ocurrió mucho desde que se hicieron presentes aquellos lobos.

-No.. puedo soportarlo.. - Decía el niño temblando del miedo, se ocultaba tras mi oreja, pero eso no evitaba que siguiera haciéndolo, sentía aquel pequeño zumbido tras el.

-No te preocupes, solam.. - Dije yo, los lobos nos habían rodeado, y uno de ellos había tomado la alfombra, lo que nos hizo caer al suelo.. - Solamente, no nos moveremos.. - Decía yo quien me levantaba y sostenía a todos los malvaviscos..

-Señora Betty, debo explicar.. que cuando.. la Dulce Gente se asusta.. comienza a explotar.. y.. - Dijo el Malvavisco, esta bien, entonces ahora tendría una oleada de explosiones, lo que realmente no quería pues ellos me caían realmente bien..

-Ayudenos Betty, necesitamos que nos ayude.. - La Pequeña se encontraba sobre mi hombro, temblando, tratando de pasar al otro hombro donde se encontraban sus padres, mi alfombra ya no estaba, los lobos se acercaban cada vez más, estaban a unos centímetros de nosotros..

-Claro que los voy ayudar. - Puse en Practica, mis habilidades en Kung-Fu, había olvidado la mayoría de ello, así que brinque, rompí un palo de un árbol, y use para defendernos, fue suficiente un golpe en la cabeza de uno de los lobos para hacerlo caer, los demás se distrajeron tratando de ayudar al pobre lobo, me sentía mal por hacer eso, pero fue la única opción, comenze a correr, Corrí hasta que me encontrara cansada, luego, comenze a caminar..

-¡Si! ¿Miraste eso hermana? Fue como Blam-bLUm-Trak - Trataba de hacer lo que yo hice, pero siempre terminaba golpeándose a el mismo..

-Si, fue sorprendente.. Gracias Señora Betty.. - Extendió sus brazos y abrazo una parte del cuello de Betty..

-Por favor, no me digan Señora, díganme Betty. - Les dije sonrientes, tome a todos en la palma de mi mano, y los baje al suelo.

-Oh, me siento tan avergonzado, estuvimos a punto de hacer Kaboom, pero usted nos ayudo, no se como pagarle eso.. - Dijo el padre de los malvaviscos, mientras era abrazado por su esposa.

-No, no tiene que pagar nada, yo tendría que estar agradecida de poder acompañarlos.. -

-Papá, nos hemos separado mucho del Dulce Reino. - Dijo el niño.

-Oh, tienes razón. - Contesto.

-Miren, ahí hay una cueva, podemos acampar ahí ¿Que puede pasar después de lo de los lobos? - Les dije, señale la Cueva, al parecer había una gran fiesta dentro de el, lo decía por el sonido que se escuchaba, una buena musica a mi parecer..

-Sería demasiada molestia, preferimos regresar a nuestro Hogar en el Dulce Reino. -

-Descuiden, mañana a primera hora, los llevo! Seria una gran aventura poder ir a ese tan aclamado reino. - Les conteste, nuevamente los tome en mi mano, y los lleve a la cueva. Al llegar, lo primero que vimos fue una pequeña casa, y mucha gente al rededor bailando..

-Oh, ¿Eres una Humana? Te pareces mucho a Finn.. - Señalo un pequeño Duende.

-Si, soy humana, y hablas de Finn, Finn el humano ¿Verdad?, Creo que ahora debere ser llamada Betty la Humana - Reí.

-¿Betty? Hey! Soy Marceline, ¿Que te trae por aquí? - Me pregunto Marceline, la que ayudo a Simon a traerme aquí, era muy buena chica aunque fuera una demonio/vampira.

-Hola Marcy, me encontre con estos pequeñines, y como era tarde, no los deje ir solos al Dulce Reino. - Le conteste, Marceline se acerco flotando, y rugio frente a los Malvaviscos... Ellos se asustaron.

-Lo siento pequeñines, me da risa cuando los Dulces vivientes como ustedes se asustan es muy extraño.

-Tranquilos Malvaviscos, estaba bromeando solamente. - Les dije, ellos se tranquilizaron.

-Bien Betty, que bien que llegas, pues estaba a a punto de tocar una canción! - Se sube al escenario, se acerca al microfono y comienza a cantar.

HORAS MÁS TARDE, DESPUÉS DE LA FIESTA

-¿Ya se durmieron? - Pregunto Marceline.

-Si, son muy tiernos, se quedaron dormidos en mis hombros. Las criaturas de Ooo son muy bonitas..

-Que bien, oye mira, te quedaras en mi cuarto, es muy comodo, yo dormire en la saca, de todas formas, no siento la comodidad de las camas, pues floto, si duermo en una cama o en el sillon, no es tanta la diferencia.. - Apaga el foco, y Betty se va a dormir..

SUEÑOS DE BETTY

-Betty.. Betty.. Betty.. Betty.. Soy yo.. yo.. - Escuchaba la voz de Simon, distorsionada.. - Se que buscas al verdadero Simon Petrikov, no al Rey Helado... solo Ayúdame..

CONTINUARA..