Disclaimer: South Park no me pertenece.

Inspiración

Desde que comenzaron a salir, la pareja de adolescentes no había pasado ni una sola semana sin competir por quien daba los mejores detalles y por ende, las mejores muestras de afecto, terminando cada buen momento con un "Supera esto" cargado de emoción, sonrisas arrogantes y un nuevo desafío.

A pesar de eso, el paso del tiempo traía complicaciones consigo, el verano se había alejado, los problemas y las obligaciones asechaban cada vez más de cerca, por lo cual, contrario a sus deseos, el tiempo para compartir con el otro escaseaba cada vez más, de igual forma, la absurda competencia se hacía tosca y extrañamente necesaria. El pelinegro lo extrañaba y el rubio no se quedaba atrás. Un sentimiento mutuo. Pocas posibilidades.

No obstante, el chico de ojos verdes se esforzaba por mantener la costumbre que había adoptado hace algún tiempo, crear historias para el pelinegro, quien, disfrutaba leyéndolas sin importar la tardanza o cuanto pudieran variar una de las otras, si el final tenía tintes felices, él también lo sería. Sabiendo esto, Tweek solo quería hacerlo sonreír, dedicarle cada historia, cada párrafo, cada frase y cada palabra, ya que, sencillamente, la mayoría del tiempo, el chico era su fuente de inspiración, de forma natural, podía conseguir tanto, ya sea con una palabra, un gesto o incluso, su misma ausencia.

A pesar de sus deseos por continuar, en un punto, la casi rutinaria misión comenzó a dificultarse, más de lo normal, la presión se acumulaba y de igual forma la frustración ¿por qué ya no fluía como antes? Páginas y páginas, borrador tras borrador y aun así, nada podía convencerle, nada era lo suficientemente bueno o, aunque sea digno, de ser expuesto frente al de ojos azules. Un problema mayor, más allá de lo externo, tan sencillo y tan complejo a la vez. Quería una solución y la quería ya.

Su inspiración.

¿Dónde encontrarla?

Donde siempre estuvo.

Solo te necesito más cerca.