Esto no es mío, obviamente. Me refiero que el todo el universo de `Canción de Hielo y Fuego` le pertenece a George R. R. Martin.
Arya ve a su hermana y olas de rabia la recorren. Estaba mintiendo, no la ayudaba. Se suponía que ella la ayudaría, explicaría todo, lo solucionaría todo con su descripción.
Temblaba y los mocos le chorreaban, pero ya no lloraba. El hambre que tenía no había desaparecido, pero su atención se había desplazado hacia otros asuntos. Hace poco el estómago le rugía, momentos antes. Ahora, apretaba los puños y su vista llena de odio se alternaba entre la reina, su hijo y su propia hermana.
– ¡Asquerosa! – Dijo la menor de los Starks al lanzarse contra su hermana, llevándosela al piso. – ¡Mentirosa, mentirosa, mentirosa, mentirosa! – Hablo controlando las ganas de llorar, con un nudo en la garganta y los ojos ardientes.
Era su hermana, piensa mientras oye a su padre gritar, la que prefirió omitir la verdad por debilidad, por Joffrey.
Jory las separa, pero no deja de patalear, intentando liberarse para llegar a Sansa de nuevo. Arya se muerde el labio, fuerte mientras se siente traicionada, se siente peor que antes. Sansa la ve, un poco sorprendida, cuando su padre le habla. Ella no le responde.
Sorbe por la nariz y mira hacia abajo cuando la reina la compara con un animal, y empieza a llorar de nuevo silenciosamente. Se apoya en Jory, que ya le había colocado sobre el suelo. El rey Robert habla y ella solo comprende unas pocas palabras.
Luego la reina Cercei habla de nuevo y Arya se pone alerta. Su voz, desdeñosa y orgullosa, a Arya tensa, le pone nerviosa, desconfía de ella. Habla de su loba y le asigna un precio. Arya quiere protestar, gritar hasta que la oigan, repetir la verdad hasta que la crean, pero sabe que haciéndolo no logrará nada.
Sabe que ha Nymeria no le pasara nada, hicieron que huyera. Le lanzaron piedras.
Luego la reina habla de Dama. Arya se desespera. No era su culpa, no era su culpa.
Guess who is reading ASOIAF again? Me yay.
Este fue el momento en que me di cuenta de que Sansa no me gustaba. Lo injusto de todo, y las consecuencias, se pudieron haber evitado. Pero era peque, e inocente (y frívola), así que digamos que es algo que se puede perdonar. El mentir.
