Maior risus

Le ha llamado y debe ir aunque sea a regañadientes, sabiendo que su técnica es chatarra junto a la suya en elaboración, a pesar de que gane. Desnudas y sin espadas, deberían ser solo amantes pero Teresa es demasiado egocéntrica para aceptarlo con simpleza. La dirige como en entrenamiento. Las órdenes son diferentes (obscenas y hacen que Irene se sonroje como una virgen) pero también debe cumplirlas con la frente tan alta como sea posible. Teresa le sujeta los cabellos y la guía hacia abajo. Teresa mete las manos en donde termina el vientre y empieza el ardor húmedo. Irene se muerde la lengua para no protestar. En una ocasión mordió la carne de Teresa en venganza. Y fue uno de los peores momentos que ha pasado. Casi tan malo como desafiar a los jefes de capuchas oscuras.