center Tiempo para amarte /center

Disclaimer: Los personajes pertenecen a JK Rowling, yo no gano absolutamente nada con esto, solo satisfacción y el comentario de algún uno que otro lector agradecido. La trama es mía y de los Millones de fic que se le asemejan. ESTE FIC ES SLASH, si te ofende o no te sientes preparada para leerlo, la tecla de atras siempre esta a tu alcanze. Hay mencion a Mpreg. No quiero traumatizar ha alguien.

Pareja: Severus Snape/Harry Potter, Remus Lupin/Draco Malfoy, Ron Weasley/Hermione Granger.

Resumen: Harry y Severus no están contentos con las decisiones que han tomado por ellos y deciden no aceptarlas; pero por razones del destino terminaran dándose cuenta que a veces, las cosas salen mejor si olvidamos nuestro pasado y vivimos de cero nuestro presente.

Notas de Autora: Hola, este es mi nuevo y reciente fic, otro fic corto, para varias…últimamente mis fic son cortos. Este fic, solo era una idea que pretendía ser larga, pero me di cuenta que salía mucho más linda tipo One-Shot, pero son solo dos capis. Espero que les guste aunque sea un poco, porque la idea me estuvo rondando por bastante tiempo y al fin decidí escribirla. Este fic, no va dedicado a nadie, solo es para mi completa y total satisfacción, así que solo para mí. Gracias por leer. Como no gano ni medio partido por la mitad con esto, SOLO CRITICAS CONSTRUCTIVAS.

center ·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·" /center

center Capítulo 1:

Perdidos en el espacio /center

Harry estaba sentado totalmente estático, aun las palabras del anciano resonaban en su mente, era difícil asimilar todo, porque en todos estos años no era cariño lo que habían cosechado por el otro y de repente, por esa bendita ley, deberían estar juntos, eso no tenia ni pies ni cabeza.

Después de vencer al Lord la paz se cernió en el mundo mágico, lo que no contaban es que el nuevo ministro implantaría leyes tan arcaicas, claro¡que se podía esperar del señor Lucius Malfoy!

El rubio a la final siempre fue un espía del ministerio de magia, por esto sus constante visitas al mismo; como premio al morir fudge fue ascendido al puesto.

Esta nueva ley contemplaba que los únicos herederos de sangre limpia de grandes apellidos, debían contraer nupcias con sus iguales, para así preservar la pureza de su sangre y su linaje familiar.

Él no estaba nada contento con esa ley y ahora con la inminente noticia del anciano menos. Había pensado que podría conocer a sus candidatos, pero la lista que le fue enviada al anciano era larga y escabrosa, por lo que fue decidido que era mejor dejarle en manos de alguien que tuviera su confianza, solo que ese alguien, no era otro que, Severus Snape.

No había alcanzado a quejarse, porque Snape lo estaba haciendo por él.

—Albus, esto es un atropello, tanto a las decisiones del señor Potter como a las mías, tú no puedes decidir por ninguno. –bramó el hombre de túnicas, mostrándose exasperado.

El anciano seguía con la mirada tranquila y conciliadora de siempre, ofreciendo una sonrisa se excusó:

—Severus me mandaron a buscar un candidato acorde para Harry y esa persona eres tú. ¿Es tan difícil de entender? –preguntaba el director mientras desenvolvía sus amados caramelos.

Severus aun más confundido le dijo con tono de voz alto:

—Exacto¿Por qué soy yo bueno para el aclamado señor Potter? –poniendo su toque de ironía en cada una de sus palabras.

—Eso el tiempo les hará saberlo, no siempre este anciano tiene que compartir su sabiduría con "personas" –mirando atentamente a Severus. —Que no pueden comprenderlo. –su voz era tranquila, pero su mirada traspasaba el alma.

—¿Y si me niego? –preguntó el ojí negro testarudamente.

—Igual tendrás que casarte, con Harry al menos sabes a que atenerte –fue la sencilla respuesta que ofreció Dumbledore.

Snape se sentó derrotado, parecía que el hombre tenia una batalla interna, y Harry le comprendía perfectamente.

Harry se levantó y preguntó en susurros:

—¿Cuándo seria la boda de aceptar ambos? –podía afirmar que si no estuviera con sus manos en los bolsillos se le vería temblar ridículamente.

—Seria en una semana, Malfoy esta azarado por ver nuevas familias "dignas" en su respetada opinión, formarse, esta ley asegura el "Futuro" de los sangre limpias, o en todo caso "Mestizas" de grandes familias. –al ver la mirada de ignorancia del Gryffindor explicó más profundamente. —Ustedes estarán juntos "obligatoriamente" hasta que logren darle a la comunidad mágica, un varón sangre pura para ser enlazado. Del resto, es su decisión.

Harry volvió a tomar asiento mientras su decía lentamente:

—Solo hasta que haya un heredero… eso es bajo, hasta para Malfoy. Esto, jamás pensé que… No quiero hacerlo. –afirmó Harry mirando con decepción al director.

El anciano pareció comprender esa mirada porque le afirmo mirándolos ha ambos.

—Esto no lo cause yo, deben entender que de ser por mi, ustedes serian muy libres de escoger, pero hay una ley, y los junte, porque siento que así podrán estar bien. ¿Comprenden? –pregunto el mayor mirando las miradas tanto de tristeza como rabia de los presentes.

—No señor Director, no comprendemos esta ley, pero entiendo que lo hizo por mi… Nuestro bien. –concretó Harry mirado de reojo a Snape.

Severus dio un bufido de molestia y habló:

—Si es lo que esta decidido, no tengo opción, seré el juguete de Potter, Oh claro –al ver que el joven iba protestar. —Peor aun su "esposito" ¡vaya que soy afortunado! –arrastrando las palabras como solía hacerlo con el apellido del ojí verde.

Harry se levantó a encararlo, poniéndose frente a donde el hombre estaba sentado, éste también se levantó, mostrando la diferencia de edad y alturas.

—No le permito que usted me trate así, será mi maestro, Snape, pero ahora tambien va a ser mi esposo y le exijo que me respete, he sido bastante cortes según tengo entendido, y si no le gusta esto, entérese¡a mi tampoco! Pero no voy a soportar sus humillaciones y si siempre va ser así, métase su quejidos por donde mejor le entre y déjeme tirarme de un barranco, porque creo que al menos la muerte es mucho mas agradable. –mostrando un sarcasmo que no envidiaba al de Snape en nada.

Harry salió como alma que lleva el diablo del despacho, Snape solo bufó y le afirmó al Director:

—Si Harry Potter no muere pronto, yo lo haré. –cerrando los ojos mientras salía del despacho sumamente frustrado.

center ·"."·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·" /center

Esa noche fue todo menos grata para el ojí verde, la noticia se extendió como pólvora y sus compañeros le miraban apenados, algunos hasta se habían acercado a darle el pésame, aunque era ridículo, i No es que Snape fuera matarlo ¿cierto/i

Mejor no se ponía analizar cuan bueno era su futuro esposo, porque el porcentaje de maldad iba ser bastante alto y eso no le tranquilizaba; esa noche llegar a comer al gran comedor, fue bastante incómodo, cientos de miradas iban a su persona, lo cual le tenia bastante nervioso.

No pudo tragar más que su chocolate caliente y un pan con mermelada, aunque estaba tan distraído que pudo haberle echado mostaza, pero le dio igual a la hora de comérselo. No sabia ni lo que hacia.

Cuando algunos estudiantes y Snape se habían marchado, él más tranquilo les dijo a sus amigos.

—Voy a ir a dar un paseo al lago, vayan a la sala común, no se preocupen por mi –pidió mientras les veía asentir, seguro que luego estarían acurrucados en algún sofá de la sala común de gryffindor, como continuamente lo hacían desde que eran novios.

—Ve, estaremos en la sala común, cualquier cosa, grita. –pidió Hermione viéndolo marchar a paso lento.

Ron abrazó a la chica y dándole una tibia sonrisa le pasó el pan, ésta se sonrojó y devolvió el gesto.

Harry llegó hasta el lago, donde las aguas se veían aun más tenebrosas que si hubiera luz, la noche cernida sobre las aguas daba una sensación de frió y soledad, espantaba, pero Harry demasiado acostumbrado al miedo, se sentó a mirarlas.

La tranquilidad del ambiente le hacia pensar que no todo podía ser tan malo, que había un futuro y eso era lo importante, estando en guerra con Tom ni siquiera pensó que podría vivir para contarlo.

Aspiró el fresco aroma de la noche, cerrando los ojos quiso dejarse envolver por el sueño, pero sus deseos fueron frustrados.

Escuchó pasos apresurados, cuando se volteó a mirar, vio pasar a una niña que no pasaba de tener 10 años correr por los jardines, le llamó la atención su larga y ondulada cabellera roja.

Se levantó extrañado de ver a una infanta en el colegio, pero fue de su estupefacción cuando vio a Snape ir tras la niña mientras exclamaba:

—Detente ahora mismo pequeña traviesa, no deberías estar aquí. –con cara de malas pulgas.

Harry extrañado fue tras el hombre, la niña parecía temerosa y corría hacia algún lugar de las mazmorras.

El de túnicas negras intentaba darle alcance al igual que Harry, ambos atraídos por la extraña presencia de la niña en el castillo.

Cuando llegaron a un callejón sin salida, Severus tuvo la certeza de que esta pequeña estaba atrapada, pero sin embargo, cuando llegó hasta allí esta desapareció traspasando la pared. Fue tan sorprendente que ambos se paralizaron.

Harry caminó hasta Snape y le preguntó:

—¿Quién era¿Qué hacia aquí? –mirando la pared como si le fueran a salir gusanos.

—No tengo ni idea Potter, la sorprendí mirando mis aposentos, cuando me acerque salió corriendo, llevo persiguiéndola medio castillo. –explicó recuperando el aliento.

—Es extraño… –comentó mientras caminaba hasta la pared, al estar frente a ella colocó un dedo en la losa, pero este se hundió; miró a Snape espantado.

Severus se acercó y probó lo mismo con un brazo. Asintiendo le dio a entender a Harry que debían pasar. Éste aceptó. Ambos cruzaron el umbral.

center "·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·"·" /center

Al llegar al otro lado, estaba la niña, ésta recitaba unas extrañas palabras en parsel. Harry le escuchaba:

—Luz del universo que abriste este portal, estrella plateada vuelve a brillar, cierra este camino, que el pasado este día luna llena se selle, no dejes a nadie más cruzar. –murmurando esas sencillas palabras la pared brilló por un momento y ambos supieron que estaban atrapados.

La niña se incorporó y al verlos, no pudo más que gritar:

— ¡ahhhhh! –esta les mirada asustada.

Ellos le miraron sin entender, se escuchó una voz que preguntaba:

—Eileen ¿estas bien cariño? –una voz varonil aun así dulce y preocupada.

La niña al escuchar pasos les pidió:

—Escóndanse por favor, les explicaré, pero mis padres no deben saberlo. –mostrando un puchero irresistible hasta para Snape. Ambos asintieron y el mayor pasó un hechizo de camuflaje a sus cuerpos.

La puerta se abrió y la pelirroja miró a su padre con una fingida sonrisa, preguntando dulcemente:

—¿Qué quieres papi? –mientras enrollaba más sus ondas con el dedito, Snape tuvo que reconocer que parecía un ángel con esa expresión.

El muchacho de cabellos negros que estaba frente a la niña se arrodilló y le preguntó:

—¿Todo bien nenita? Te escuche gritar y me preocupe. –le dijo a su hija mirándole, la conocía bastante bien para saber que estaba extraña.

Harry espantado la dio un codazo a Snape, este frenando el grito de dolor le miró reprobatoriamente, Harry solo señaló con la cabeza al papá de la niña.

Éste miró al muchacho, no parecía tener más de 27 o 28 años. Su cabello negro era bastante rebelde… i ahhh. No podía ser /i … Si sus ojos eran verde esmeralda y se mostraban radiantes.

Miró a Potter sin entender nada y éste miraba a la niña que respondía la pregunta de su padre:

—Papi yo estoy bien… es que vi una araña y me espante, pero tranquilo luego recordé que no hacen nada y todo bien, no le digas a papá Sev, sabes que se pone a dar discurso de ser un buen Slytherin. –pidió la chiquilla rodando los ojos.

—Está bien, tu padre no sabrá de esto. Por cierto, ya debería estar aquí. –comentó mirando el reloj, ya eran las ocho y cuarto.

— ¿Estas celoso? –preguntó la niña abrazándole. —Cuidas mucho a papá y sabes como es él, te quiere aunque no te lo diga mucho. –comentó la niña contenta en los brazos de su padre.

—Lo sé nena. –dijo Harry sin mostrar seguridad alguna, dándole un beso a la niña salió del cuarto.

La niña sonrió por un rato a la puerta, como esperando que regresara, pero cuando se hizo obvio que no seria así, les habló:

—Pueden quitarse el hechizo, creo que, tengo que explicarles algo. ¿Cierto? –mirando temerosa a los dos hombres que acababan de darse a mostrar ante ella.

Harry caminó y se sentó junto a la niña en la cama, Severus quedó de pie observándola.

La niña no parecía tener más de 10 años, posiblemente menos, sus cabellos eran rojos, pero algunos daban tonalidades negras. Pero le impactaron fueron sus ojos, tan negros como la noche, unos ojos tan idénticos a los suyos.

La pequeña le miró y habló:

—Mi nombre completo es: Eileen Liliana Snape Potter y soy su hija, o lo seré dentro de unos años, creo que por accidente los traje aquí. –anunció la chica sin perder su sonrisa.

—Accidente, tambien serán las nalgadas que te daré dentro de unos años. –replicó Severus caminando algo atropelladamente por un mismo sitio.

La niña abrazó inconcientemente a Harry y éste le paso las manos por los largos cabellos, mientras le aseguraba:

—No dejaré que el troglodita te lastime. –regalándole una sonrisa a la niña.

Snape bufó y habló:

—Estamos en el futuro Potter, esto es malo, significa que podríamos alterar las cosas y eso seria nefasto, no debemos saber más, tenemos que irnos. –informó mirando a la niña que le veía asustada.

Harry miró a la niña y le preguntó:

—¿Hay forma de que nos saques de aquí? –mirando cada rasgo de la pequeña casi con devoción, no podía creer que la pequeña hermosura era hija suya y de Snape.

—No hasta la próxima luna llena, el hechizo solo funciona con luna llena, eso será dentro de un mes. –comentó algo apenada por la situación.

El mayor contuvo las ganas de gritar por lo que lo más calmadamente preguntó:

—¿Qué hacia en el pasado? –mirándole profundamente con sus ojos negros clavados en sus replicas exactas.

La niña parecía titubear, pero algo triste y temerosa respondió:

—Quería saber porque se comportan siempre así. –levantándose para mirar por la ventana.

—¿Así como? –preguntó Harry sin entender.

La pequeña empezó a jugar con su cabello mientras decía:

—Pues, ustedes siempre son fríos con el otro, si no supiera que soy su hija lo dudaría, porque no son muy amorosos, se la pasan peleando, y aunque dicen que se quieren, no les creo, y fui averiguar porque. –explicó la niña mostrándose resentida.

—¿Averiguaste algo? –preguntó Harry sintiendo temor.

La niña le miró decepcionada y negó mientras le decía:

—No, papá Severus me descubrió a penas entré. –mostrándose apagada.

La niña se acurrucó en la cama, fue cuando Severus miró el lugar y notó que estaban en una habitación pequeña. Cama individual, closet de madera, algunas repisas y afiches de hadas y unicornios en la pared. Todo bastante i femenino /i

Harry le habló a la pequeña:

—Sna… Severus y yo ahora no nos llevamos bien y posiblemente eso no mejore mucho, pero estoy seguro que si estamos juntos es porque te amamos y deseamos que seas feliz, no debes ponerte así. –mientras acariciaba las mejillas de la que seria su hija.

No sabía de donde salía esa ternura, porque él no era tierno, no sabía serlo, pero era como si brotara dentro de su ser y sin querer estuviera así.

La niña era un encanto, le era imposible creer que fuera hija de ambos, Snape y él.

Harry se separó de la niña al notar que esta dormía, Snape molesto puso de nuevo el hechizo en ambos y con precaución salió de la habitación.

No caminaron mucho cuando vieron al Harry mayor sentado en el sillón leyendo una revista de i Medicina /i al poco entró Severus con sus túnicas negras y le saludó:

—Hola Harry¿Cómo esta la pequeña? –preguntó dejando en la percha la sucia túnica.

—Bien, a juzgar por el silencio, seguro dormida. ¿De donde vienes? –preguntó dando a mostrar su molestia.

Severus le miró y plantándose frente a él le preguntó directamente:

—¿Celoso Potter? -mirándole evaluatoriamente.

—Preocupado… es tarde, no llegabas, eres el padre de mi hija. –se excusó, sonrojado detrás de la revista, ellos que estaban de lado, podían ver muy bien las reacciones de ambos.

—Claro¿Cómo fue tu día en San Mungo? –preguntó el mayor sentándose junto a su esposo.

—Agitado, como siempre, lleno de enfermos y dolores de cabeza. –comentó sin apartar la vista de la revista.

Severus arrebató la molesta revista de cirugía mágica y le dijo:

—Estas en casa deja el trabajo. –mirándole reprobatoriamente. Recordando el reclamo de Harry y seguramente eso explicaba que le mirara fríamente, aclaró. —Llegue tarde porque Albus hizo una reunión "sorpresa" y quería que todos aportáramos ideas para este "Baile de día de brujas" ¡que estupidez! –exclamó cerrando los ojos de cansancio.

Harry pareció satisfecho con esa explicación porque Severus notó como se relaja y le decía pacíficamente:

—El viejo y sus obsesiones. –regalándole la sonrisa del día.

Harry notó como su esposo dentro de unos días, se le acercaba a su yo futuro y le susurraba coquetamente:

—Te ves mejor sonriendo. –recostando su cabeza en el cuello de Harry, este suspiró y replicó:

—Tengo sueño, deja tus bajos instintos para otro día Severus, muero por rendirme ante la almohada. –dejando claro que no estaba de ánimos de nada.

Harry volteó a mirar al Snape de su tiempo y esté tenia una cara de incredulidad que nadie podría superarle.

Los esposos se fueron a dormir o eso parecía. Ambos intrigados fueron a ver y pudieron comprobar por su vista, como la pareja dormía placidamente uno abrazado al otro.

Dejando la habitación a un lado, ambos se dejaron caer cansados en el sofá, este aparentaba ser un mes largo.

Notas de autora.

Gracias por leer, y doble gracias a quien sea tan amable de dejarme un comentario. Espero que haya sido de su agrado.