Cap1 – La estrategia

- Mendokusai

La situación se estaba tornando cada vez más complicada, incluso para el mejor estratega de Konoha. Asegurar el éxito de una misión en tiempos de conflicto con cero bajas, era realmente una tarea dura para alguien que disfrutaba la vida con cosas simples, como observar las apacibles nubes…

-Sólo habría una oportunidad, pero debo enviar a la persona indicada

Mientras Shikamaru continuaba con sus cavilaciones, los ninjas defensores de la Aldea de la Hoja discutían sobre la mejor ofensiva ante un ataque directo, tomando en cuenta que la cuna principal de los shinobis del País del Fuego había padecido un embate por demás devastador, cuyo saldo sumaba al menos la mitad de sus fuerzas.

A pesar de la coalición entre las naciones ninja para enfrentar la infinita maldad de Madara Uchiha; las artes bélicas de este guerrero, sumadas al poder de los bijuus y al apoyo de Sasuke, colocaron a la alianza en verdaderos aprietos. Así, Nara se había convertido en el principal comando del nuevo Hokage y líder de la alianza, Kakashi Hatake, quien se hallaba organizando a las fuerzas militares desde las entrañas de Konoha.

-Mataku… Shikamaru! ¿Hasta qué hora permaneceremos en este mismo lugar?... Debiste dejar que fuera tras de Sasuke… estábamos tan cerca… demonios…

-Te recuerdo, Naruto, que ésta misión no consiste en encontrar a Uchiha. Estoy seguro, y confío en que Sakura esté de acuerdo conmigo, que hubiera sido imprudente perseguir un objetivo peligroso en las circunstancias que nos rodean. No me malinterpretes, sé que eres fuerte, pero en estos momentos la protección de la aldea es prioritaria.

Entonces, Shikamaru no pudo evitar recordar a su fallecido mentor. Sin duda, ésa fue la lección más valiosa que le legara Asuma al futuro líder del Clan de las sombras… Debemos proteger al 'rey'…

Naruto decidió frenar su siguiente comentario pues sabía que perdería ante la lógica sobresaliente del líder del grupo. Si bien era cierto, después de la batalla con Pein, el portador del kyubii había madurado considerablemente, tanto de forma física como mental; pero aún seguía siendo vulnerable ante el tema de su ex compañero de equipo, por lo que solía ceder el dominio a sus emociones cuando se trataba del joven Uchiha. Sakura se limitó a mirarlo de forma comprensiva, pues entendía los sentimientos del rubio.

De pronto, Shikamaru pidió la atención de los equipos presentes, cuyos miembros no tardaron en acudir para escuchar la propuesta del genio. De sus actos en el campo de batalla dependía la supervivencia de Konoha.

- Bien… esto es lo que haremos… sólo uno de nosotros irá al encuentro de estos tipos…

- ¡¿Cómo que sólo uno? – Estalló Kiba, cuya impulsividad era tan conocida como la de Naruto, - ¡Es una locura! Esto es una guerra, no nos enfrentamos a un puñado de shinobis, ¡pueden ser cientos!

- Kiba… - interrumpió el autoproclamado líder del equipo 8, Shino Aburame – déjalo terminar.

Shikamaru agradeció con un ligero gesto la intervención del ninja insecto, aún más cuando notó el rostro de expectación del resto de los presentes. – Qué problemáticos… - pensó – Reitero que sólo enviaré a uno de nosotros. Como algunos ya deben saber, el plan de Madara consiste en crear un campo de energía alrededor de la aldea, encerrarla y acabar con ella de un solo ataque. Si nos encierra estamos perdidos. No alcanzaremos a evacuar a la población a tiempo; para empezar no podemos sacarlos de los refugios por el peligro de las batallas que se están librando en las calles de Konoha… Por eso, nuestro deber es proteger los exteriores de la aldea…

El Nara hizo una pausa. Sabía que cada uno de sus compañeros había sido entrenado para situaciones de emergencia como la que ahora atravesaban, pero también entendía que la realidad era mucho más dura de lo que mostraban en los libros y en la academia ninja. Sus rostros reflejaban la ansiedad causada por la incertidumbre.

Una vez que notó mayor determinación en las miradas que se dirigían hacia él, sacó un mapa del territorio de su aldea, lo colocó en un árbol sujetándolo con un kunai y continuó – Este es el plan. El enemigo se acerca por el noreste según la información recogida por nuestros Anbus. Seguramente quieren hacernos creer que llegan como refuerzos, pero tenemos la ventaja de conocer de antemano sus propósitos. Lo más probable es que utilicen la técnica que Orochimaru empleó con el tercero, evidentemente en una potencia mayor capaz de crear una barrera para rodear a toda Konoha, lo cual también me lleva a pensar que los ninjas convocados por Madara no son fáciles de vencer.

- Pero en ese caso, lo único que debemos hacer es distribuirnos alrededor de la ciudad y esperar su llegada.

- No es tan sencillo, Ino – contestó el estratega – No vienen solos…

- Yo se los explicaré – dijo Shino rápidamente – Fui parte del equipo espía que trajo la información sobre Madara. Mis insectos detectaron la presencia de 7 ninjas en un inicio. Como no conocíamos aún sus identidades, decidí dejar un grupo de mis insectos con ellos y lo que me reportaron fue inesperado: en poco tiempo los ninjas se han multiplicado gradualmente; ahora son 28…

- No son gran número – dijo Naruto

- … cada tres idénticos a uno de los siete originales. – culminó Shino.

- ¿Quieres decir que han hecho un jutsu de clones?

- No, Sakura-san. Un jutsu normal de clonación divide el chakra del shinobi entre el número de clones, pero cada uno de éstos posee un nivel de chakra completo, idéntico al original.

- ¿Se trata acaso de una nueva técnica? – inquirió la del clan Yamanaka

- No lo sabemos. El caso es que pudimos corroborar esta información gracias al Byakugan de Neji Hyuga, él también formó parte del equipo espía. El tipo de energía de estos shinobis difería entre ellos: siete chakras normales y 21 de diferente 'color', según Hyuga. Creemos que se debe a que estos posibles clones carecen de algo que los originales poseen.

El tiempo se estaba acabando para Shikamaru. El enemigo llegaría en menos de 3 horas según sus cálculos y, tomando en cuenta que el o la elegida para iniciar la estrategia tendría que interceptarlos a varios kilómetros de la aldea, le quedaba cerca de 30 minutos para poner el plan en marcha.

- De lo que sí estamos seguros es que piensan usarlos como distractores, así los originales tendrán tiempo para completar la técnica y someter a la aldea. – manifestó Shikamaru más serio de lo normal. Lo que revelaría a continuación no sería sencillo… - Por eso, aquel elegido para esta misión de interceptación deberá adelantarse, engañarlos haciéndoles creer que se trata de un ataque directo por parte de Konoha, y guiar a los impostores fuera de la ruta hacia la aldea…

- ¿Cómo sabes que todos los clones lo seguirán?

- Porque saben que contamos con numerosas bajas; creerán que estamos mandando a nuestros últimos shinobis y que la aldea está desprotegida para crear la barrera– contestó esta vez Chouji, dirigiendo una mirada fugaz a su amigo de toda la vida, quien agradeció mentalmente la colaboración del chico de huesos grandes. Ya le estaban hartando los interrogatorios.

- Así es Sakura, lo más seguro es que la mayoría de clones, sino todos, cumplan su rol de distracción con nuestro falso 'ejército defensor'. Así podremos identificar rápidamente a los verdaderos secuaces de Madara y detenerlos antes de que formen el jutsu que encierre a Konoha.

- Pero… - intervino el Inuzuka – eso quiere decir que el elegido deberá enfrentarse solo a 21 de ellos… eso es casi suicida… - agregó Kiba en voz baja, echándole un vistazo a su fiel Akamaru. Él sabía que de ser seleccionado para dicha misión, no sólo su vida corría riesgo y eso le preocupaba aún más.

- Suicida… podría ser como dices – acotó Shikamaru, que sin aguantar más la presión, encendió un cigarrillo y lo acercó a sus labios – pero es la única vía inmediata que tenemos. Sin contar al que tomará esta tarea, quedamos un número exacto como para luchar uno a uno contra los siete originales. No sabemos si con detener a uno baste, tampoco sabemos si podamos detener siquiera a uno de ellos. No puedo tomar riesgos, la aldea es primordial.

El silencio siguiente fue sepulcral. Shikamaru había explotado su cerebro hasta el cansancio con la esperanza de hallar otra alternativa… pero ésta no existía. El número de shinobis con el que contaba era exacto pues el resto de ninjas estaba luchando dentro de la ciudad. A pesar de parecer impasible, el chico Nara entendía perfectamente lo que sentían sus compañeros: él mismo había atravesado por la misma disyuntiva cuando fue tras de Sasuke Uchiha junto a Sakura y Naruto, durante el ataque de la Arena. La angustia de quedarse como 'carnada' para cortar el paso enemigo y dar tiempo a sus camaradas de escapar era similar al sentimiento que experimentaba en estos momentos, sólo difería en el peso que sentía sobre sus hombros como líder responsable. Definitivamente, la serenidad mostrada no era más que el fruto de una corta pero significativa experiencia liderando misiones peligrosas, a pesar de sus escasos 17 años.

- Yo iré.

Una voz voluntaria se había oído. Todos dirigieron la vista hacia su origen, mientras Shikamaru se limitó a expulsar el humo de los pulmones. Ya sabía lo que pasaría a continuación…

- ¡CLARO QUE NO SAKURA-CHAN! No puedo permitir que vayas a arriesgarte de esa manera! – dijo Naruto, visiblemente exaltado. La pelirosa era muy importante para él. Los ninjas presentes, excepto el Nara, observaron a Naruto algo sorprendidos; pero entre aquellas miradas, hubo una cuyos ojos perlados denotaron algo más parecido a la decepción…

- ¡NO DIGAS TONTERIAS, BAKA! – exclamó Sakura, saliendo de su asombro - ¿No entiendes que esta misión es sumamente importante?

- Tiene que haber otra forma de vencerlos… - respondió el rubio más para sí mismo – sé que puedo hallar la manera…

- No hay tiempo para seguir pensando en alternativas, además… - dijo Shikamaru, volviendo a aspirar el cigarro - ¿cuándo dije que podían ofrecerse de voluntarios? - El resto de shinobis lo miró con extrañeza – Sakura, ni tú ni Ino pueden apartarse del grupo, sus habilidades como ninjas médico son necesarias en batalla, perderíamos más vidas si ustedes se alejan del grupo… Por otro lado – se dirigió a Naruto – Madara no es idiota, no mandaría a cualquier enemigo contra nosotros. Conoce perfectamente tus habilidades y ya estuvo a punto de atraparte una vez con el poder que ejerce sobre kyuubi. Por eso no puedo enviarte.

Cierto era que las habilidades del joven Uzumaki habían superado incluso las del mismo Hokage, sin embargo, el mayor de los Uchiha tenía las de ganar, y el permitirle tamaña victoria significaba no sólo el fin de la aldea, sino la derrota del mundo ninja.

- Francamente, creo que si alguien tiene posibilidades de hacerles frente son los miembros del equipo 8. Sus habilidades como rastreadores les da la posibilidad de armar una emboscada casi perfecta. Además tienen la posibilidad de manejar las ubicaciones de cada enemigo…

Shino parecía estar de acuerdo con la opinión de Shikamaru; una mirada de aprobación de escondía tras esos lentes oscuros. Quien no aceptaba su suerte era Kiba, cuyo rostro mutó de la desagradable sorpresa a una inevitable resignación. El tercer miembro del equipo se hallaba fuera de la conversación, perdida en sus pensamientos; su mutismo era la confirmación de aquello.

- … Les aseguro que pondremos en marcha una estrategia que le brinde a quien sea elegido para esta misión, las mayores oportunidades de escape. – aseveró Shikamaru con gran seriedad. Él conocía a la perfección el riesgo al que sometería a sus compañeros y se sentía mal por eso.

- Supongo que todo dependerá de las habilidades de nuestro señuelo. – El Nara hizo un pequeño gesto de afirmación al comentario de Shino. Éste último ya sabía qué hacer como líder de su equipo. Sin embargo, cuando se disponía a hacer pública su decisión, fue interrumpido por una fina voz que, a simple audición pasaba desapercibida, excepto por cierto tono de seguridad poco acostumbrado en ella…

- M-mándame a mí, Shikamaru - kun… - dijo con la mirada firme hacia el futuro líder del Clan de las sombras. Éste lanzó el cigarro al suelo y lo apagó con el pie, confirmando la sentencia de Hinata Hyuga, la elegida para la misión.