Cuando la 4ta guerra ninja había terminado, todos los Shinobis de la aldea de la hoja volvieron a su hogar. Había sido una guerra de 5 años donde todos los ninjas iban y venían dependiendo del caso o porque estaban heridos o porque les permitían volver unos días junto a sus familias.

Sasuke tuvo la oportunidad de que en esos 5 años iba y venía a la aldea, igual que Naruto.

Por cosas del destino Sasuke vivía en matrimonio con Sakura quien en una de esas visitas quedo en estado del pelinegro, y aunque Sasuke no amaba a Sakura la llegada de su hijo le hacía muy feliz. Su primer hijo. Por fin iba a poder re-establecer su clan.

Naruto por su parte vivía con Gaara en una relación donde el pelirrojo amaba, y el rubio le quería.


-Naruto no puede marcharse de nuevo a la guerra.-

Tsunade Sama volvió a examinarlo.

-Pero Tsunade Sama no puedo quedarme aquí, debo marcharme.-

La rubia le miró, y frunciendo el ceño le empujo del pecho para volverlo a acostar.

-Soy la Hokage, y si digo que debes quedarte, ¡Te quedas!-

La rubia no había terminado bien la oración cuando el rubio vomito en aquel balde de metal que le habían entregado.

La rubia sonrió.

-¿Vez? Me acabas de dar la razón-

Naruto suspiró. Sinceramente se sentía pésimo.

La Hokage salió de la habitación dejándole solo, pero no por mucho pues había enviado a Ino para hacerle unos exámenes. Tenían que estar seguro, antes de enviarle de vuelta al campo de batalla, donde estaban sus compañeros, y por supuesto Sasuke.

Ino entró a la habitación con una sonrisa, y le saludo.

-Sera rápido, te haremos varias pruebas, unas placas y unas muestras de sangres bastaran.-

Ahora que los Shinobis estaban en guerra los exámenes médicos eran más estrictos.

Ino tomo el brazo de Naruto y le pincho cuidadosamente, llenando dos potecitos de sangre, y al terminar les puso en el carrito de muestras que llevaba con ella.

-Ahora vendré a buscarte para hacerte la placa.

Naruto asintió y sonriéndole Ino se marcho de la habitación junto al carrito que llevaba las muestras de sangre.

La pelirosa se asomo en la puerta verificando que Naruto no estuviera dormido.

-¿Naruto?-

El rubio volteo a verla, y sonrió inclinándose para poder sentarse.

-¿Qué haces por aquí?- preguntó el rubio.

-Vine a ver al padrino de mi hijo, ¿Qué más?- Sonrió

Naruto estiró su mano, y toco el vientre de Sakura.

-Falta poco Naruto, y tengo miedo de que Sasuke no regrese para que pueda ver a su hijo.-

El rubio sonrió ampliamente.

-Volverá. Sasuke está más que ansioso, además le dieron el permiso por paternidad, y porque todos sabes que se merece estar a tu lado en un momento como este.-

Sakura le sonrió.

-Leí tu expediente médico… ¿Te comiste algo dañado? Porque esa es tu costumbre.-

-¿Cómo pudiste leer mi expediente?- preguntó el rubio riendo.

-Estaré embarazada pero aun trabajo aquí no seas idiota.-

Naruto rió llevando su mano a su cabeza cuando llegó la rubia de cabellos largos.

-Mira quien está aquí la cerdita. Porque ahora si te lo puedo decir con gusto.-

La pelirosa frunció el ceño.

-Cállate Ino cerda.-

La rubia rió.

-Lo lamento pero tengo que llevarme a Naruto, así que mueve tu gordo trasero y sal de aquí.-

Sakura se levanto con un tic en su ojo.

-Deja que dé a luz que me las pagaras cerdita.-

Ino solo rió, y Sakura salió de allí con su barriga de 8 meses. La rubia ayudó a Naruto a levantarse de la cama, y le llevo al cuarto de placas, acostó a Naruto en la camilla, y se dirigió a la maquina.

-Cuando te diga aguanta la respiración.- murmuro la rubia mientras prendía la maquina.

El rubio asintió. Cuando Ino le ordenaba el obedecía, y luego de 5 minutos ya estaba de vuelta en su habitación.


-¿Ya están listas las placas de Naruto?- preguntó la rubia a los de radiología, y estos asintieron.

La chica pelinegra que tenía el sobre en la mano miro a Ino espantada.

-¿Qué pasa?- volvió a preguntar Ino, tomando el sobre de la mano ajena.

-Tienes que ver eso.- la chica estaba en un estado catatónico.

Ino abrió el sobre con desesperación, para encontrarse con algo jamás visto en la aldea.

-¡¿¡¿¡QUE DEMONIOS ES ESTO!- La rubia mandó a uno de las enfermeras a que fuera por la Hokage.

-Esto debe ser un error, le haremos otras placas, por Dios esto no puede ser cierto. Es, es ¡IMPOSIBLE!- repetía la chica una y otra vez.

La Hokage de grandes senos entró a la oficina donde se encontraba Ino, y le arranco de las manos aquella placa.

La rubia llevo su pulgar a su boca, y mordisqueo su uña por varios segundos.

-Debe haber un error, no le digan nada a Naruto. Ino hazle otras placas ¡AHORA!-

Coloco las placas en la mesa.

-¡NO! Mejor no, mejor hazle un sonograma.- ordeno Tsunade.

-Pero Tsunade Sama, Si es lo que creemos Naruto puede darse cuenta.- refuto Ino.

Tsunade le miró de reojo.

-Naruto es Shinobi, no medico así que él no sabra nada, y si te preguntase ¡MIENTELE!.

La rubia salió de la habitación, y puso su cara hermética. Entro a la habitación del rubio que estaba a punto de quedarse dormido.

-Naruto debemos hacerte un estudio mas, será rápido.-

El rubio asintió, se canso de andar diciéndoles a todos que se sentía mejor, que no era para tanto.

Cuando la rubia le llevo a una habitación diferente, Naruto le preguntó.

-¿Y ahora para qué es esto?-

-Son ordenes de Tsunade.- Se limito a contestar.

El rubio se acostó en la camilla, y la rubia levanto su camisa untándole aquel frio gel en su vientre. Prendió la maquina, y comenzó a hacer el sonograma. La rubia trago seco e imprimió la imagen, y tal como dijo Tsunade, Naruto ni se fijo lo que tenía en su vientre.

Ino acompaño a Naruto hasta su habitación, y al salir de ella corrió aquellos pasillos blancos hasta llegar a aquella oficina, donde Tsunade le esperaba y al verla entrar la rubia se levantó de su asiento, y tomo el sonograma, y al mirarlo su boca se abrió, y miró a Ino con incredulidad…

-Naruto, Naruto está embarazado…-

Ino volvió a tomar la foto, y se dejo caer en la silla.

-¿Cómo demonios le diremos esto?-

Tsunade comenzó a caminar en círculos.

-Tenemos que calmarnos, tiene que haber una explicación lógica para tan situación.-

Ino rió del nerviosismo.

-De algo estamos segura, y es que este bebe debe ser de alguien…-

Tsunade mordía su uña.

-Debe ser algún experimento, debe ser obre de nuestros enemigos.-

Ino frunció el ceño.

-No creo. Naruto no ha sido secuestrado… Aceptémoslo, estamos en una situación nunca antes vista.-

Tsunade golpeo la mesa con su puño rompiéndola en el acto.

-No le diremos nada a Naruto por ahora. Por lo que vi en el sonograma solo tiene 1 mes. Tenemos tiempo suficiente para hacerles varias pruebas, antes de decirle la verdad.-

Ino negó con la cabeza.

-Mínimo tenemos un mes más… A los dos meses debe saberlo él tiene derecho, es, es su hijo.-

Aunque se escuchara raro era la verdad. Ino se levantó, y busco el expediente de Naruto para colocar la placa, y el sonograma.

-Este expediente por el momento deberá ser confidencial.-

La Hokage asintió, y lo tomo.

-Me lo llevare a la oficina, por hoy dejemos que descanse.-


Continuara…