NOTA: Ni la serie ni sus personajes me pertenecen, son de la Fox.

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UNA CANGURO EN LA ARENA



CAPÍTULO 1

Unos tenues rayos de sol entrando por la ventana del dormitorio la despertaron. Brennan abrió los ojos y miró el reloj de la mesilla de noche, eran las 7.30 de la mañana, ya era hora de levantarse para ir al Jeffersonian. Estiró los brazos al tiempo que bostezaba, aún somnolienta. Se dio la vuelta esperando encontrarle allí, a su lado, pero él no estaba. En su lugar había un hermoso tulipán de color rojo sobre una nota escrita a mano, lo que hizo sonreír a Temperance, quien cogió la flor con cuidado la acercó a su nariz, para percibir su exquisito aroma. Le encantaban los tulipanes, eran una de sus flores favoritas, y él lo sabía muy bien. Luego la volvió a depositar en la cama, con cuidado, cogió la nota y comenzó a leerla:

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"Buenos días Huesos, siento no poder haberme quedado más tiempo para despertarnos juntos, pero mi jefe me ha pedido que hoy fuese un poco antes, ya sabes, el papeleo de siempre.

Te he dejado el desayuno preparado sobre la mesa de la cocina, leche con cereales y un zumo de naranja natural, como a ti te gusta. Tómatelo todo, ¿vale?

Nos vemos más tarde en el Jeffersonian.

Te quiero.

Booth."

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Brennan volvió a sonreír. Booth era tan detallista con ella… La verdad es que nunca fue capaz de imaginar que estarían juntos como ahora, y lo felices que serían.

Desde aquel día en que la habían secuestrado y casi había muerto, su vida era otra. Ya había pasado un mes desde entonces, el mejor mes de su vida. Ahora ella y Booth eran pareja, y vivían en la casa de él, porque todavía no habían terminado las obras en casa de Brennan tras el incendio. Habían tenido alguna pequeña pelea, como en todas las parejas, pero nada que no arreglasen antes de irse a dormir el mismo día.

Su amiga Ángela estaba pletórica desde que le contó la noticia, ella que siempre había querido verlos juntos, incluso ahora llamaba a Booth 'cuñado', algo que a él no le hacía mucha gracia, por cierto.

Su padre y su hermano también estaban encantados, a los dos Booth les caía muy bien, pero aún recordaba la frase que le dijo su padre a Booth: "Como le hagas daño a mi hija, ten por seguro que iré a por ti, no serías el primero tío del FBI al que mato".

Brennan por fin se levantó de la cama, se dio una ducha rápida y fue a desayunar. Booth lo había dejado todo perfectamente preparado en la cocina. Brennan se tomó su tazón de leche con cereales y el zumo de naranja, fregó lo ensuciado y salió de su casa rumbo al Jeffersonian.

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- Ya en el Jeffersonian:

- ¡Buenos días, amiga! – Ángela entró a su despacho a saludarla -. ¿Y Booth? ¿Hoy no te ha acompañado?

- No Ángela, ha tenido que marcharse temprano al trabajo.

- Ah, está bien. ¿Ya te he dicho que hacéis una pareja estupenda?

- Sí, creo que me lo has repetido todos los días desde que sabes que estamos juntos

- Lo sé, pero es que no me cansaré de repetirlo, se os ve tan felices… -- las dos sonreían.

- ¡Ey! ¿Y esas sonrisas? ¿Por qué estáis tan contentas? -- decía Booth mientras se acercaba.

- Oh, nada, es que hoy hace un día muy bonito – contestó Temperance.

- Ya – Booth se acercó a Brennan y le dio un 'pico' en los labios -. ¿Te has tomado todo el desayuno? – ahora la tomaba por la cintura.

- Sí, muchas gracias por dejarlo preparado.

- Ohhh, ¡qué rico cuñado! – le dijo Ángela riendo - ¿Le has preparado el desayuno?

- Sí, y no me llames cuñado, por favor

- De acuerdo, Booth – dijo Ángela haciéndole un guiño.

- Vámonos Huesos, tenemos un caso, ha aparecido una calavera en una playa.

- Está bien, hasta luego Ángela

- Chao tortolitos – dijo Ángela riendo mientras Booth y Brennan se alejaban.

La calavera había sido encontrada por unos niños mientras jugaban a hacer hoyos en la arena, uno de ellos mientras cavaba la encontró y comenzó a llorar y a gritar, sus padres y el vigilante fueron hacia él y al ver de qué se trataba llamaron a la policía inmediatamente, pero como era territorio federal, la policía derivó el caso al FBI.

Booth y Brennan llegaron a la playa y fueron hacia la zona ya acordonada por los agentes federales. Efectivamente, allí, en un pequeño hoyo había un cráneo humano. Temperance se agachó junto al hoyo y cogió el cráneo con su mano.

- Por los rasgos del cráneo es una persona afroamericana – dijo y comenzó a escarbar en la arena alrededor del hoyo que había cavado el niño que hizo el descubrimiento.

- ¿Qué haces Huesos?

- Booth, el resto del cadáver puede estar aquí también, enterrado. Anda, deja de preguntar y ayúdame un poco.

- Está bien, pero deja que me quite los zapatos, son de los caros y no quiero llenarlos de arena – dijo Booth tan presumido como de costumbre.

- Vale, pero ten cuidado al cavar, tienes que quitar la arena poco a poco con las manos

Ambos comenzaron a quitar la arena cuidadosamente y lo que dijo Brennan se cumplió, el resto del cadáver estaba allí.

- Mujer, de unos 25 – 30 años. Lleva aquí al menos 4 años. Posible causa de la muerte: múltiples heridas de arma blanca en el tórax.

- Vaya – comentó Booth

- Que lo lleven al Jeffersonian, y que cojan muestra de la arena que hay debajo del cuerpo para dársela a Hodgins.

- Está bien, a tus órdenes, Huesos – dijo Booth pícaramente y pudo comprobar como ella sonreía -. Estás hermosa cuando sonríes.

- Gracias, eres tú que me ve con buenos ojos

- ¿Seely? – una voz femenina que se escuchaba unos metros más allá los interrumpió - ¿Seely Booth? ¿Eres tú?- la mujer se acercaba cada vez más

- ¿Quién es? – le preguntó Brennan a Booth

- No tengo ni idea – dijo Booth extrañado, mientras salía de la zona acordonada y se dirigía a la mujer que lo llamaba

- ¡Oh Dios mío, sí que eres tú! ¡Vaya, mira en qué te has convertido! – la mujer exclamaba sorprendida.

- Perdona, ¿nos conocemos? – Booth todavía seguía desconcertado.