Diclaimer: Los personajes de Naruto pertenecen al magnifico Masashi Kishimoto.
Advertencia: el fic contiene algunas groserías.
Dedicado a breakable bird por que sus fics son los únicos que logran inspirarme.
No es como si no supieras que iba a pasar.
Has estado llorando todo el fin de semana, como si la maldita tierra fuera a explotar, como si tu mundo se te fuera a venir abajo.
¿Porqué ella? Vuelve a cuestionar tu inner.
Oh, claro, por eso es que estas llorando, ¡Que sorpresa! Siempre lloras por él.
—¿Tenía que ser Ino?—tu voz tembló.
Ah claro, viste a Sasuke invitando a Ino a tomar algo, auch algo dentro de tí se rompío al recordarlo.
Tienes diescisiete años, fuiste entrenada por la quinta y aún sigues llorando como una maldita magdalena, ¿No te da vergüenza?
Eres tan masoquista, tanto, tanto, tanto, aveces me pregunto si no te cansas de serló.
Eres tan...tú, vives imaginandote las cosas más jamás tratas de hacerlas realidad te tropiesas con la misma piedra una y otra y otra vez.
¡Y lo peor de todo es que te quejas! Dejalo ir, deja que se valla, que se golpeé, que se caíga; dale la oportunidad de ser feliz, deja de ser tan egoista.
—¿Sakura?—abres los ojos de par en par, ohlasantamierda, realmente no querías que Hinata supieras que has estado todo este tiempo, pero quizás sea lo mejor.
—¡Aquí!—exclamaste con la voz ronca, escuchaste la respiración de Hinata subiendo las escaleras y por un segundo te la imaginaste haciéndolo.
En cuanto te vio su rostro decayó, pudiste ver el dolor filtrarse en sus ojos perlados y te diste cuenta de que tu imagen eran peor de lo que creías.
Luego de eso pasaron dos malditos días en tu casa tú simplemente llorabas-por que era algo taaaaan raro en ti- y Hinata simplemente hacía té y asentía como esos malditos jugetes a los que les golpeas la cabeza y pasan minutos asintiendo, justo así.
El miercoles saliste a la calle con la frente en alto y un mundo de sensaciones dentro de ti, pero lo superaste y fuiste tan fuerte como cualquiera pudo esperar...hasta que los viste-ohmierda- y en ese instante fue cuando lo dejaste libre, te quedaste quietaexactamente cuarenta y cinco segundos luegos te diste la vuelta y continuaste con tu vida.
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Un mes, si hacía un jodido mes que no hablaban, ella simplemente te esquivaba y tu la buscabas, incansablemente como cuando buscabas a tu hermano, como si ella fuese el maldito oxigeno, aun así ella te ignoraba.
—Sakura—murmuraste a modo de saludo la última vez que cruzaron palabras.
—Sasuke-sama—y entonces...te congelaste.
¡Oh claro! volviste a equivocarte, volviste a creer que ibas a lastimarla y ella iba a volver a perdonarte creíste que iba a seguir siendo masoquista, pero no.
Como si tus suplicas fueran escuchadas ella cruzó por la puerta del hospital-¿suplicas, dices? ¡qué coincidencia que ella vaya al lugar donde trabaja!-coincidencias, puras coincidencias.
—Sakura.—oh, eso fue un saludo.
—Sasuke-sama.
Apretaste los dientes y la escrutaste con la mirada.
—Deja de llamarme así.—mascullaste entre dientes.
—Esta bien.—sus ojos verdes-como las hojas que siempre miras caer (vives notando que hay algo atrayente en el modo como caen y son olvidadas, es casi como tu vida, piensas)-te observan casi con pena.
—Este último tiempo has estado...estúpida.
—Oh.
Ella se dio la vuelta y se fue, fue algo así como diciendo vete a la mierda pero no quisiste aceptarlo, aunque debiste hacerlo ya que dos meses luego ella se marchó.
Y lo último que pensaste fue:
Al parecer ella no pudo aguantarlo todo.
Espero les guste, lo hice con todo mi amor.
