Hola, solo quiero decir que soy nueva en esto de los fan fics, ay que emoción mi primer fic, ay que tonta, buen, también quiero decir que me gustan muchos ciertos autores como una chica que escribe El Chico de al lado y Fuego contra Fuego, lo siento pero porque mas que intente no puedo aprenderme tu nick, también ShinobuByako, G-i-S-a-Y, Kyoshi, flower of night y muchos otros que son la mayoría, bueno, mi fic trata sobre Zutara, son la mayoría aquí y es que realmente esa pareja manda en la Web, por lo menos yo he visto mucho foros en español que hablan de solo Zutara, también hay una chica de nick Irrel que hace unos comics que me fascinan, bueno, mi historia aparte de ser Zutara tiene mas narración.
El espíritu Azul.
(realmente lamento si otro capitulo se llama así que no sea mió)
Era un mañana, soleada, con pocas nubes, el grupo estaba guardando las pocas pertenencias que tenían, estaban felices con su nueva integrante, Toph, era la maestra tierra de Aang y la que siempre discutía con Sokka, las diferencias entre ella y Katara quedaron en el pasado, y Aang esperaba ansioso su primera lección de Tierra Control, mientras Sokka buscaba entre las cosas algo de comida.
–Creo que no queda nada –dijo el moreno desilusionado –hay que comprar mas comida.
–Yo voy –dijo Katara mientras buscaba algo de dinero –soy la única que no esta haciendo algo. –era correcto, Aang y Toph estaban practicando algunas posiciones y Sokka, bueno, él no era muy confiable, la última vez que fue a comprar el solo se comió todo en el camino.
Se dirigió por el bosque, luego de que su amigo le dijera "cuídate", ¿cuidarse?, ¿Qué podría pasar?, de seguro nada, llego sana y salva al pueblo, se dirigió al mercado, tenia dos monedas de oro, tendrían comida para algún tiempo, pidió pescado, frutas y verduras, y algo de golosinas.
–Muchas gracias –dijo mientras tomaba las bolsas.
–De nada, vuelva pronto –le respondió la mujer que atendía.
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En un lugar apartado del bosque, un anciano y su sobrino estaban escondidos en una especie de cueva, ambos se servían un pocote té.
–¿Dónde vas sobrino? –pregunto el anciano.
–De compras –fue la única respuesta que le dio.
Busco su mascara del espíritu Azul y sus katanas, se dirigió hacía el bosque en busca de alguien al cual saquear, "Bingo" fue su reacción al ver que una jovencita se paseaba sola por el bosque llevando algo de alimento, la siguió hasta que el bosque se hizo mas oscuro, luego bajo del árbol en el que se encontraba y salto en frente de ella, la reacción de la joven fue dar un paso hacia atrás.
–Vamos, no seas boba y dame la bolsa –dijo y al negarse ella volvió a repetir –que me des la bolsa, no tengo todo el día.
La joven huyo, para su sorpresa el espíritu Azula la siguió, le quito sus cosas y se marcho, se llevo el dinero y todo antes de ella pudiera reaccionar.
–Vuelve aquí –grito pero él ya estaba lejos.
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De regreso en el campamento sus amigos la esperaban, se sentó y se quedo quieta.
–¿Y la comida? –reclamo Sokka.
–Si Katara, ¿Qué paso con la comida? –pregunto Aang.
–Yo, yo… -intentaba explicar Katara.
–Habla ya –dijo Toph molesta –¿Qué paso con la comida?
–La perdí –dijo por fin.
–¿¡Que!? –gritaron todos.
El espíritu Azul la robo, ella nunca había creído en él, había escuchado cuentos sobre que saqueaba tanto a personas con dinero como a personas pobres, no existía diferencia para él, pero era solo alguien con mascara, para que nombrar que tenia un excelente estado físico y era excelente con las katanas.
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Fue fácil robarle a esa chica, pensó Zuko, pero algo le parecía familiar en su voz, claro la amiga del Avatar, era ella, y si estaba ella aquí, el Avatar también.
Llego a la cueva, luego de recibir un intenso interrogatorio de parte de su tío para preguntarle de donde saco las cosas, ambos decidieron que ya era tarde, el sol ya iba a ocultarse y era mejor acomodar las cosas para dormir y entrar al caballo-avestruz, cuando ya se hizo de noche tomo la mascara del espíritu Azul y se fue en busca de Katara, primero para devolverle el dinero, y segundo para saber donde estaba el Avatar, no iría por él esta noche, pero si algún día. Cuando llego vio a los cuatro durmiendo y se acerco a la bolsa de dormir de ella con gran sigilo, dejo las monedas ahí y partió, para su mala suerte Toph despertó y se puso en frente de él para frenar su escape, pero eso no impidió que el espíritu Azul escapara. Toph confiada de que quien sintió jamás volvería, volvió a su profundo sueño.
A la mañana siguiente, al despertar, Katara encontró el dinero y algo mas, en todo caso él espíritu Azul no es tan malo como todos dicen, pensó.
Continua.
