0u0 hi mi gente, hoy vengo super potenciado ¬u¬ por que a demas de cap nuevo... ¡Traigo fic nuevo! ¡un hurra por ghost con mas de sus locuras! xD na ya.

PD: TuT sufri como nada para hacer la imagen de presentacion... no tengo un pad digitalizador asi que me toco hacerlo con mouse... ¬.¬ y mis respetos a los artistas experimentados cada vez crece mas ya que para esa vaina y me heche sin juego unas 30 horas... pero bueno, es solo la segunda vez que dibujo en digital asi que me esperaba esa.

0u0 en fin, espero les guste el abre bocas que les traigo hoy.

Nombre: Todo sea por nuestra felicidad.

Géneros: acción, aventura, sadnes y sadismo.

xD no mentira, no hay sadismo… ¬_¬ pero advierto que van a haber partes nada lindas y algo graficas, gore, violentas, esperpentas, con serpentinas hechas de tri… ejem… o como quieran decirles, así que los sensibles y los niños de edades entre 2 a 14 años sin mentes arruinadas como la de su servidor… 0u0 pos van a haber partes que se van a tener que saltar el fic por el bien de sus sueños sin cosas feas persiguiéndolos.

En fin, al fic.

Cap 1: Nuestra salvación.

Muchas veces, a lo largo de mi vida he hecho esta pregunta, ¿Qué serias capaz de dar por alguien a quien amas? … Muchos me responden sin dudar las palabras más hipócritas que cada ser puede soltar por sus bocas. 'Daría mi vida por aquel a quien amo'… La más pura hipocresía.

Para casi todos, la vida es algo demasiado preciado y todos y cada uno de nosotros la guardamos celosamente…

- P- Prin- Princesa… cof cof… Twi- Twilight.

- ¡Oh Por Celestia!

- ¡Oh El Horror! ¡El Horror!

La vida es solo una, uno solo nace una vez en este mundo y puede gozar de este hermoso privilegio solo mientras nuestros corazones permanezcan latiendo y nuestras cabezas en su sitio. Solo podemos gozar de privilegios como la felicidad y la tristeza, la paz y la desesperanza, la compañía y la soledad, el amor y el odio… Todo esto solo se puede experimentar mientras las anteriores condiciones se cumplan…

- Mami ¿Qué le sucede a ese poni?

- ¿A que poni te refi…? ¡Oh Por…!

Es por eso que cuando estamos en situaciones donde la misma peligra, la razón y el corazón entran en conflicto, tu corazón tiende a dictar que muevas el trasero y hagas hasta lo imposible para salvar a ese alguien adorado… pero tu razón dicta lo contrario, es posible que dicte a salvar a ese otro, pero nunca por un precio tan elevado, la mayoría de las veces tu razón luchara por preservar tu… Y solo tu vida, aun acostas de la de ese ser querido.

- Cof… pri- princesa… Twi- Twilight.

-¡Rápido Que Alguien Me Ayude Y Avisen Al…!

Como sea, de igual modo siempre en este tipo de situaciones tiene a entrar un mediador entre ambas partes, tu razón y tu corazón… y este mediador es llamado miedo. El miedo a la muerte es, y siempre será el que termina tomando la decisión final… y claro está que este siempre apoyará a tu razón. No diré que nunca he visto o escuchado de casos en las que no es el miedo quien toma verdaderamente esta decisión, si no otro mediador que, aunque muy escaso, tiende a ser muchísimo más poderoso… y este mediador es llamado amor. Una enorme fuerza que siempre apoyara a la voz de tu corazón y es capaz de impulsarte a hacer hasta lo imposible por el bien de ese alguien especial para ti… incluso el dar tu vida por ella.

- Princesa… princesa… Twi… Twilight.

- ¿Qué… qué es eso en su lomo? O- Oh celestia no… díganme que no es…

Sea como sea, cualquier camino que te haya hecho elegir esa respuesta… a mi parecer siempre esa será una respuesta para cobardes. Yo estuve en esa situación, yo pasé de hacer esta pregunta a tener que respondérmela y mi respuesta no fue algo tan cobarde como 'Morir por ese alguien especial eh invaluable para mí'. Al solo morir o dejarla morir estaría condenando dos vidas a la miseria, yo me hubiera derrumbado por el dolor cuando lo único que me quedaba que le daba el color y la dulzura a mi vida hubiera desaparecido, y ella nunca hubiera logrado sobrevivir sin mí a su lado para protegerla…

- Dulce celestia… ¡Donde Está La Ayuda! ¿Por Qué Tardan Tanto?

- Twi- Twi… light.

No, yo no decidí morir por ella, morir por ella hubiera sido algo mucho más sencillo… yo decidí hacer hasta lo imposible por vivir junto a ella, yo decidí luchar, levantar mi arma contra quienes nos amenazaban y dar todo de mi por vivir junto a ella y algún día… solo cuando los cielos se apiadarán de este pecador… volver a poder disfrutar de una vida viendo a mi pequeña crecer en una yegua llena de dicha y capaz de sonreír sin arrepentimientos.

Paso tras paso daba por en medio de ese pueblo con mi negro pelaje al igual que mi blanca melena empapados por mi sangre la cual no dejaba de gotear fuera de mi cuerpo mientras yo más intentaba llegar a mi destino. Mis rojos ojos no eran mucho lo que me ayudaban ya que no me era posible ver más que solo borrones de colores dobles. Pero mi destino, el castillo de la amistad no era una edificación como cualquier otra, tanto sus colores como su arquitectura eran fáciles de diferenciar aun para los ojos de un poni acostumbrado a vivir en las sombras como yo.

- Ma- Mami… - A mis oídos llego la aterrada voz de un potrillo - ¿Qué… Qué es eso que ese pegaso lleva entre sus alas? ¿Y por qué sus alas no tienen plumas?

- Cariño por favor, vuelve a la casa ¿Sí?

No… no era eso… maldición, mi pequeña no era 'Eso' era 'Ella'… las palabras de ese potro sinceramente hirieron mi corazón. Mi pequeña no era un monstruo y mientras la sangre aun corriera por mi cuerpo, mientras que el calor del cuerpecito que llevaba herida eh inconsciente arropada por los rojos pliegues de piel de una de mis alas no se extinguiera… aun si tenía que luchar contra la mismísima muerte, jamás le permitirá que ese calor se apagara.

Las imágenes de mi pequeña comenzaron a pasar por mi cabeza, una linda y tierna potrilla hibrida de un thestral y una unicornio de pelaje azul cobalto con cola y crin moradas… je, siempre que su madre la peinada de otra forma que no fuera dejando su larga y lacia crin suelta siendo sostenida fuera de sus ojos por dos pasadores de cada lado de su cabeza nuestra potrilla solía molestarse. Sobre su frente sobresalía un pequeño cuerno y sus verdes ojos eran iguales a los míos siendo estos afilados como los de una serpiente… su flanco por su corta edad aún estaba en blanco.

Las imágenes de mi pequeña potra llegaron una tras otra a mi mente y en todas y cada una de estas, mi potra me regalaba la sonrisa que solo un regalo de los cielos como ella podía dar.

Si… mi cuerpo hace mucho que había sobre pasado su límite, mis patas al tener varias flechas clavadas aun sobre mi cutie mark la cual era un patrón tribal de alas rojas, cada una la sentía como si tuviera una carreta repleta con lingotes de hierro atada a ellas, una de mis alas estaba rota y la restante apenas la podía mantener sobre mi lomo para sostener a mi potra y que no cayera por mi pesado andar. Mis parpados pesaban demasiado como para que siguiera manteniéndolos abiertos, mi cabeza pesaba y apenas se mantenía trabajando luego de 7 días sin parar de andar, ya aun mi boca hacia al menos unas 5 horas que no conocía más que el metálico sabor de la sangre que no paraba de caer de ella… pero aun con todo eso, aun cuando todas las cartas jugaban contra mí, no me di por vencido.

Era mi deseo más profundo el que mi potrilla pudiera regalarme una de esas sonrisas nuevamente y fue ese deseo lo que me había empujado para encontrar a esa poni, Twilight Sparkle… la única en toda esta tierra que conocía, tenía que tener la única manera de ayudar a mi amada Aria, a mi amada potrilla.

Arrastraba mis patas por en medio de las calles de Ponyville y aun si habían ponis quienes intentaban detenerme, aun si era para que recibiera atención médica, esto no me importo. Solo me seguí arrastrando a la edificación donde mi salvación tenía que estar.

- ¿Pero Que Rayos Pasa Aquí? ¿Por Qué Todos Están Reunidos Aquí?

Ignoré esa última voz. Seguí arrastrándome a ese castillo mientras que para mantenerme consciente y para no perder el enfoque en mi objetivo, repetía una y otra vez su nombre con apenas un hilo de voz - P- Pri… Princesa… Twi- cof cof cof… Twi… light.

- ¡Todos Atrás Ahora! - Toda la multitud a mi lado se apartó y frente a mí se detuvo una mancha de verde y morado - ¿Quién Eres, Que Te Paso Y Que Asun…?

Lo ignore, no teína ni el tiempo ni las energías para poder detenerme a eso. Solo un poco, solo unos pasos más y podría llegar, no podía detenerme a explicarle nada a quien fuera ese.

- Twi… cof cof cof… - No dioses, mis cascos me fallaron y caí de frente cuando ese ataque de tos me golpeo, más que aterrado mire a mi lomo y gracias a los cielos mi pequeña aun descansaba en Mi lomo. Mi cuerpo en verdad no quería volver a levantarse, y de hecho, muchos quienes me vieron caer dieron por sentado que no lo haría… pero lo obligue, volví a levantarme y a mirar al castillo - Twi… light.

- Por celestia… ¿Eso es tan siquiera un poni?... ¡Hey Pero Que Crees Que Haces!

Justo en ese momento una figura equina de color lavanda con lo que solo podían ser alas estiradas en sus costados aterrizo frente a mí y sus palabras fueron divinas para mi agotada existencia - ¡Mi nombre es Twilight Sparkle, soy una de las regentes de las tierras de equestria la cual porta el título de princesa de la amistad, declara que asuntos tienes conmigo extranjero!

Dios… no lo aguante más, caí arrodillado frente a esa poni que era la salvación de mi pequeña y mis lagrimas comenzaron a fluir libremente mientras que voltee a mi lomo bajando mi pesada ala y frente a esa figura celestial frente a mí, deje a mi pequeña.

Pude escuchar la sorpresa de cada uno ser casi arrancada de las bocas de todos los presentes, incluso de la mismísima Twilight, pero yo solo lo ignore y la mire - Por… por favor… sa- salve a mi… n- niña… cof… es… es lo único… qu- que me queda… se lo cof… se lo suplico.

- Oh celestia… - pude escuchar la preocupada voz de la princesa mientras al parecer no le quitaba la vista a mi pequeña, pero luego como toda princesa comenzó a ordenar con autoritaria voz - ¡Que Alguien Rápido Llevé A Este Thestral Al Hospital, Spike Ayúdame Con La Pequeña!

Solo pude sonreír contento al escuchar eso… y fue también el momento en que me permití a mí mismo colapsar y caer al suelo, pude solo mantener mi conciencia para ver como tomaban a mi niña y la llevaban rápido a ese castillo mientras que a mí me tomaron entre varios y con cuidado me dejaron en una camilla para luego alejarme del castillo, pero eso me dio igual. Mi alma podía descansar en paz sabiendo que mi pequeña estaba en los mejores cascos… después de todo, la bondad de esa poni era tal que aun fuera de su nación esta era conocida y hasta respetada.