Disclaimer: Esta historia no me pertenece. Eso lo sé. ¡No tienes que
convencerme! No estoy loca. No soy peligrosa (¡Dios, ¿soy buena actriz o
qué?!)
A/N: Esta es mi primera historia y estoy aprendiendo inglés así que perdonadme si cometo errores gramaticales terriblemente estúpidos. Sois libres de dejar reviews diciendo que la historia apesta total y completamente y que debería dejar de escribir por el bien de la humanidad.
***
Capítulo uno
La historia de mi vida
Oh, otra vez la alarma del despertador... sonando y sonando una y otra vez... ahora que lo pienso... ¿cuánto puede una persona soportar esto? ¿Un par de horas? ¿Una semana? ¿Un mes? Bueno, después de un mes posiblemente te volverías loco. Decidió levantarse y no intentar averiguar cuánto tardaría ella en perder la cabeza así que salir de la cama y ponerse el albornoz parecía bastante razonable. Después de hacer esto cogió el archivo de un caso y se dirigió a la cocina.
Al pasar a la cocina, que estaba tan ordenada como una cocina puede estarlo (bueno, duh! Es Hermione de quien estamos hablando aquí), su gato vino a darle la bienvenida. Después de que Hermione le hubiera acariciado la cabeza un par de veces, su gato se alejó de ella y saltó sobre la mesa mirándola con cara acusadora.
"¡Oh, vamos! ¿Vuelo a casa y todo lo que consigo es una mirada incriminatoria? Lo siento, ¿vale? ¡No puedo hacer nada si Smith decide actuar como un gilipollas (a$$hole) otra vez! Simplemente no puede entender que yo también tengo una vida. Espera... yo no... Estoy chalada. Total y completamente chalada. Estoy aquí depié en medio de la cocina hablando con mi gato. No te ofendas Chiz, pero eres un gato, no vayamos a olvidar eso."
A/N: Con Chiz quiero decir Chizpurfle. Para más información mira tu libro "Criaturas fantásticas y dónde encontrarlas" de Newt Scamander. Hermione lo bautizó así porque cuando lo encontró en un callejón solitario el gatito tenía un montón de pulgas y "chizpurfles"(N/Traductora: No tengo ni idea de lo que "chizpurfle" significa, lo siento).
Se alejó pensando en los acontecimientos que habían tenido lugar en los últimos días.
Hermione odiaba sus viajes de negocios. Las pequeñas tabernas o moteles donde su jefe la acomodaba eran de todo menos acogedoras. Aquellos lugares estaban sucios y, muy a menudo, Hermione se encontraba preguntándose si sus sábanas habrían sido cambiadas después de que una pareja tuviera 'su noche de amor' entre ellas. Hermione no paraba de decirse que era sólo su imaginación pero no podía sacárselo de la cabeza. Sin embargo el Sr. Smith, su jefe, quien se había cambiado el nombre tras ver una película muggle, pensaba que "si no te mata, te hace más fuerte". Hermione, por otro lado, estaba totalmente en desacuerdo en ese aspecto. Su versión sería: "si no te mata... te provoca insomnio".
Pero lo que Hermione simplemente no lograba entender era cómo había podido acabar con un jefe como Smith. Tras sus excelentes años de colegio, mucha gente pensó que aceptaría el maravilloso trabajo y sueldo celestial que se le habían ofrecido en el Ministerio asistiendo al Ministro de Magia... pero ella no lo hizo. Para alegría de muchos envidiosos trabajadores del Ministerio, no lo hizo. En vez de eso entró en 'el F.B.I. del Mundo Mágico', es decir, los Inefables. El trabajo que se le ofrecía era una basura y ella lo sabía. Pero esperaba ascender a algo mejor. Si pensabas que los años que pasó en Hogwarts con el famoso Harry Potter con quien las aventuras eran algo tan natural como respirar la hicieron desear quedarse para siempre en su pequeño, encantador y seguro mundo de libros y conocimiento, estabas equivocado. Al contrario, necesitaba acción de algún tipo. Por supuesto que se había planteado la impresionante oferta del Ministerio pero al final la rechazó.
Empezó de cero en el mundo de los espías. Haciendo café, clasificando viejos archivos, ordenando el equipo, escribiendo cartas. En los tres años que habían pasado había alcanzado el estatus de agente. En realidad, ahora era una de las agentes de élite.
Esto fue lo primero en que pensó cuando se unió a la agencia pero, como era de esperar... no fue exactamente como ella se lo había imaginado. Bueno, para ser más exactos, el jefe no era como ella se lo había imaginado. Por lo demás, estaba bien.
Parecía, o al menos Hermione así lo creía, que Smith estaba empeñado en escoger las peores misiones especialmente para ella. No las más peligrosas sino de las que nadie, por alguna extraña razón, quería hacerse cargo. Cosas como negociar la paz con los gigantes o la rutinaria inspección de Azkaban además de largas y aburridas conferencias acerca de magia y hechicería sin riesgos eran su habitual línea de trabajo. Aunque, bueno, las cosas no siempre resultaban tan fáciles como parecían. Los últimos acuerdos de paz con los gigantes habían terminado con Hermione corriendo tanto como pudiera a la vez que lanzaba hechizos por encima del hombro a sus perseguidores tan rápido como sus labios se lo permitían. Después de que escapara con todas sus extremidades todavía unidas al cuerpo, ¡Smith la envió un howler (N/T: la traducción es "vocifereador" pero me parece horrorosa así que mantendré la palabra inglesa, ¿vale?)! ¡UN HOWLER!
Aquel había sido, sin duda, el día más embarazoso de la vida de Hermione Granger.
Tú llegas a tu trabajo feliz de ver un nuevo día, y entonces, ¡te entregan un howler! En fin, si todavía se lo hubiera mandado a su casa... ¡pero nooooo!, ¡él se lo tenía que enviar al trabajo! Para que todo el mundo pudiera ver y oír que ella lo había hecho... ¿cómo decirlo sutilmente?... ¿realmente mal?
Cuando el vocifereador dejó de chillar, Smith asomó la cabeza por la puerta y la llamó a su oficina. Al cerrar la puerta el mismo tipo de voz diciendo el mismo tipo de cosas comenzó a gritar de nuevo. Toda la oficina estaba detrás de la puerta escuchando. Hermione lo sabía y Smith también. Él sólo continuó gritando y gritando hasta la saciedad, diciendo siempre lo mismo con otras palabras y frases. Al final paró para retomar el aliento, momento que Hermione aprovechó para decir: "¿Quieres decirme algo que no sepa ya?". Se escucharon las risas al otro lado de la puerta.
Hermione no solía comportarse así pero, como veía que Smith no la respetaba ni a ella ni a su trabajo, simplemente no pudo evitarlo y lo dijo. El respeto viene sólo. Si una persona te respeta, tú la respetas. Smith seguramente nunca había oído una cosa así porque la echó una mirada diabólica y dijo: "Srta. Granger, estás suspendida durante una semana.". La cara de Hermione no mostró emoción alguna y anunció: "¿Podría alguien agradecérselo a las Fuerzas Superiores (Higher Powers) por mí?". Smith no hizo otra cosa que mirarla con cara de odio porque acababa de darse cuenta de que ahora tendría que mandar a otra persona a hacer el 'trabajo sucio'.
***
N/Traductora: Decidí traducir este fic porque me pareció un crimen que no estuviera al alcance de personas que no puedan leer en inglés. Espero que mi traducción se entienda bien y que os guste el fic de Bumpersticker86 tanto como a mí. Como ella no sabe español yo le traduciré al inglés vuestras reviews, se las enviaré y traduciré al español sus respuestas. No tenéis excusas. REVIEW!!!
A/N: Esta es mi primera historia y estoy aprendiendo inglés así que perdonadme si cometo errores gramaticales terriblemente estúpidos. Sois libres de dejar reviews diciendo que la historia apesta total y completamente y que debería dejar de escribir por el bien de la humanidad.
***
Capítulo uno
La historia de mi vida
Oh, otra vez la alarma del despertador... sonando y sonando una y otra vez... ahora que lo pienso... ¿cuánto puede una persona soportar esto? ¿Un par de horas? ¿Una semana? ¿Un mes? Bueno, después de un mes posiblemente te volverías loco. Decidió levantarse y no intentar averiguar cuánto tardaría ella en perder la cabeza así que salir de la cama y ponerse el albornoz parecía bastante razonable. Después de hacer esto cogió el archivo de un caso y se dirigió a la cocina.
Al pasar a la cocina, que estaba tan ordenada como una cocina puede estarlo (bueno, duh! Es Hermione de quien estamos hablando aquí), su gato vino a darle la bienvenida. Después de que Hermione le hubiera acariciado la cabeza un par de veces, su gato se alejó de ella y saltó sobre la mesa mirándola con cara acusadora.
"¡Oh, vamos! ¿Vuelo a casa y todo lo que consigo es una mirada incriminatoria? Lo siento, ¿vale? ¡No puedo hacer nada si Smith decide actuar como un gilipollas (a$$hole) otra vez! Simplemente no puede entender que yo también tengo una vida. Espera... yo no... Estoy chalada. Total y completamente chalada. Estoy aquí depié en medio de la cocina hablando con mi gato. No te ofendas Chiz, pero eres un gato, no vayamos a olvidar eso."
A/N: Con Chiz quiero decir Chizpurfle. Para más información mira tu libro "Criaturas fantásticas y dónde encontrarlas" de Newt Scamander. Hermione lo bautizó así porque cuando lo encontró en un callejón solitario el gatito tenía un montón de pulgas y "chizpurfles"(N/Traductora: No tengo ni idea de lo que "chizpurfle" significa, lo siento).
Se alejó pensando en los acontecimientos que habían tenido lugar en los últimos días.
Hermione odiaba sus viajes de negocios. Las pequeñas tabernas o moteles donde su jefe la acomodaba eran de todo menos acogedoras. Aquellos lugares estaban sucios y, muy a menudo, Hermione se encontraba preguntándose si sus sábanas habrían sido cambiadas después de que una pareja tuviera 'su noche de amor' entre ellas. Hermione no paraba de decirse que era sólo su imaginación pero no podía sacárselo de la cabeza. Sin embargo el Sr. Smith, su jefe, quien se había cambiado el nombre tras ver una película muggle, pensaba que "si no te mata, te hace más fuerte". Hermione, por otro lado, estaba totalmente en desacuerdo en ese aspecto. Su versión sería: "si no te mata... te provoca insomnio".
Pero lo que Hermione simplemente no lograba entender era cómo había podido acabar con un jefe como Smith. Tras sus excelentes años de colegio, mucha gente pensó que aceptaría el maravilloso trabajo y sueldo celestial que se le habían ofrecido en el Ministerio asistiendo al Ministro de Magia... pero ella no lo hizo. Para alegría de muchos envidiosos trabajadores del Ministerio, no lo hizo. En vez de eso entró en 'el F.B.I. del Mundo Mágico', es decir, los Inefables. El trabajo que se le ofrecía era una basura y ella lo sabía. Pero esperaba ascender a algo mejor. Si pensabas que los años que pasó en Hogwarts con el famoso Harry Potter con quien las aventuras eran algo tan natural como respirar la hicieron desear quedarse para siempre en su pequeño, encantador y seguro mundo de libros y conocimiento, estabas equivocado. Al contrario, necesitaba acción de algún tipo. Por supuesto que se había planteado la impresionante oferta del Ministerio pero al final la rechazó.
Empezó de cero en el mundo de los espías. Haciendo café, clasificando viejos archivos, ordenando el equipo, escribiendo cartas. En los tres años que habían pasado había alcanzado el estatus de agente. En realidad, ahora era una de las agentes de élite.
Esto fue lo primero en que pensó cuando se unió a la agencia pero, como era de esperar... no fue exactamente como ella se lo había imaginado. Bueno, para ser más exactos, el jefe no era como ella se lo había imaginado. Por lo demás, estaba bien.
Parecía, o al menos Hermione así lo creía, que Smith estaba empeñado en escoger las peores misiones especialmente para ella. No las más peligrosas sino de las que nadie, por alguna extraña razón, quería hacerse cargo. Cosas como negociar la paz con los gigantes o la rutinaria inspección de Azkaban además de largas y aburridas conferencias acerca de magia y hechicería sin riesgos eran su habitual línea de trabajo. Aunque, bueno, las cosas no siempre resultaban tan fáciles como parecían. Los últimos acuerdos de paz con los gigantes habían terminado con Hermione corriendo tanto como pudiera a la vez que lanzaba hechizos por encima del hombro a sus perseguidores tan rápido como sus labios se lo permitían. Después de que escapara con todas sus extremidades todavía unidas al cuerpo, ¡Smith la envió un howler (N/T: la traducción es "vocifereador" pero me parece horrorosa así que mantendré la palabra inglesa, ¿vale?)! ¡UN HOWLER!
Aquel había sido, sin duda, el día más embarazoso de la vida de Hermione Granger.
Tú llegas a tu trabajo feliz de ver un nuevo día, y entonces, ¡te entregan un howler! En fin, si todavía se lo hubiera mandado a su casa... ¡pero nooooo!, ¡él se lo tenía que enviar al trabajo! Para que todo el mundo pudiera ver y oír que ella lo había hecho... ¿cómo decirlo sutilmente?... ¿realmente mal?
Cuando el vocifereador dejó de chillar, Smith asomó la cabeza por la puerta y la llamó a su oficina. Al cerrar la puerta el mismo tipo de voz diciendo el mismo tipo de cosas comenzó a gritar de nuevo. Toda la oficina estaba detrás de la puerta escuchando. Hermione lo sabía y Smith también. Él sólo continuó gritando y gritando hasta la saciedad, diciendo siempre lo mismo con otras palabras y frases. Al final paró para retomar el aliento, momento que Hermione aprovechó para decir: "¿Quieres decirme algo que no sepa ya?". Se escucharon las risas al otro lado de la puerta.
Hermione no solía comportarse así pero, como veía que Smith no la respetaba ni a ella ni a su trabajo, simplemente no pudo evitarlo y lo dijo. El respeto viene sólo. Si una persona te respeta, tú la respetas. Smith seguramente nunca había oído una cosa así porque la echó una mirada diabólica y dijo: "Srta. Granger, estás suspendida durante una semana.". La cara de Hermione no mostró emoción alguna y anunció: "¿Podría alguien agradecérselo a las Fuerzas Superiores (Higher Powers) por mí?". Smith no hizo otra cosa que mirarla con cara de odio porque acababa de darse cuenta de que ahora tendría que mandar a otra persona a hacer el 'trabajo sucio'.
***
N/Traductora: Decidí traducir este fic porque me pareció un crimen que no estuviera al alcance de personas que no puedan leer en inglés. Espero que mi traducción se entienda bien y que os guste el fic de Bumpersticker86 tanto como a mí. Como ella no sabe español yo le traduciré al inglés vuestras reviews, se las enviaré y traduciré al español sus respuestas. No tenéis excusas. REVIEW!!!
